__ ¿Qué es lo que ha sucedido?__ preguntaste impacientemente, sosteniéndote de los cabellos.

Lèa rebuscaba entre las carpetas e infinidades de papeles que se esparcían volátiles sobre el escritorio. Ella era áspera, automática e ingeniosa; consideraste que era didáctica y antinatural. Su aguda mirada ante las perdiciones asomaba a la empresa una buena guía.

__ Esto, señorita__ Lèa tomó una carpeta azul entre sus rígidos dedos__ es la prueba de las caídas de las acciones hace tres meses. Se había presentado como simulador desapercibido porque una mediana empresa, Mullet Co, realizaba las compras, hasta la denuncia por monopolio y nuestra destitución en el mercado por... bien sabe usted, copia del producto.

__ Dios mío__ te detuviste infame.

No hacía falta la contabilidad de un profesional para notar que los infiltrados de la escena fueron JungKook y Julia, para robarse la fortura que habías de continuar como heredera.

__ Hay algo más__ mencionó Lèa, agravando su voz. Tomó recompostura.__ Tal vez desee leerlo usted misma...

__ No. Dímelo ya.

__ La amenaza... no es contra la empresa. Es directamente contra usted. Desean que renuncies.

Las palabras ahuyentaron cada parte de ti. Una de las mejores amigas de tu alma resultaba ser el peor depredador de la historia, el hombre de quien te encontraste enamorada era capaz de clavarte una estaca por la espalda y, de nuevo, una conjetura estrecha sobre una empresa sin ti comenzó a acecharte como La Muerte al Enamorado.

__ ¿Me permite decirle mi presagio?__ preguntó Lèa.

__ Adelante.

__ Es Jeon JungKook, para mí, quien realmente la está destruyendo por dentro, pero prometo defenderla sin importar lo que suceda aquí.

__ No, Lèa, es Julia. Permíteme tener una conversación privada y enseguida te llamo. Puedes retirarte.

Apostabas a que Julia era la mente superior aquí, mientras que JungKook sólo ocupaba un lugar como secuaz o especie de pieza del tablero a quien ella simplemente osaba de manipular. ¿No?
En caso de ser así, tal vez podrías atraer a JungKook a tu favor, ¿no?
No.

Sin embargo, tuviste pendiente un arreglo con Julia.

__ Mira quién habla__ contestó su insufrible voz luego del tercer timbre.

__ Julia, ¿qué sucede? ¿Qué nos pasó?__ comenzaste, intentando lograr algún rastro de compasión en su ser que muy poco difiere de ti.

__ No me hables como si fuera estúpida. Sabes bien lo que pasó y no pienso dejar que te salgas con la tuya__ dijo, demostrando un inmenso rencor creciente en su corazón. Su voz cristalizada intuía que realmente sufría o lo había padecido tiempo atrás.__ No debería estar hablando contigo__ musitó.

__ ¿Quieres explicarme lo de JungKook?

__ ¿Qué? ¿Realmente creíste lo de su infancia? ¿Lo de sus padres muertos en el accidente? ¿O su desarrollo en el prostíbulo? ¿O la puja en Las Vegas? Nena, ni siquiera sabes su edad.

¿De quién demonio estabas enamorada?
La persona con la que suponías haber reído, hecho el amor, relacionado, resultaba ser un maniático dispuesto a arruinarte la vida por la razón quien-sabe-cuál.

__ ¿Y la carta que me enviaste? ¿Qué pasó con eso?__ preguntaste arraigada y muy, muy oprimida.__ Creí que haríamos las pases.

__ Ohhh, ¿creíste que era para ti? Vaya ingenua... pues, era para mi JungKook, idiota__ escupió aquellas palabras que se clavaron en tu corazón como estacas.

__ ¿Julia? ¿Qué te hice?__ susurraste.

__ ¿Quieres saber? Porque me parece que ya conoces la historia en primera persona. Eres adolescente, ves que tu padre suele llegar tarde a casa y pelar con mamá. De pronto, un conocido de tu padre te confiesa que una compañera tuya se tu propia clase en la escuela se estuvo acostando con el hombre que te dio la vida.

Y entonces reconociste que la verdadera culpa siempre sucumbía en ti. Era cierto, tristemente. Recordaste con claridad ese día, echaron ambos el polvo sobre el sillón de la sala de estar. Pero no recordaste que fuera él el padre de Julia, y a mal juzgar, nunca lo habías sabido.

__ Lamento haberte arruinado, Julia__ insistías, aceptando que no lo haría.__ Pero este... este no es el modo...

__ Pues, no. Yo decidiré el modo ahora. Cuando JungKook me contó lo qu...__ un golpe seco y fuerte se oyó desde el otro lado de la línea, irrumpiendo con las palabras sólidas de Julia. Luego otro compacto, y otro y otro.

__ ¿Qué? ¿Cuando JungKook qué? ¿Julia?__ comenzaste a asustarte. El nombre de JungKook salía de sus labios y de pronto desaparecía la llamada.

Una conmoción se acontecía en tu pecho, Lèa parecía estar en lo cierto. El verdadero inconveniente era JungKook, si era ése su verdadero nombre. Una identidad de la que no anticipaste. Sólo tenías veintiún años de vida como para comprender el desquicio y la vehemencia del hombre.

Fue demasiado por analizar, pero lo primero por hacer era llamar a la ambulancia. Aún te aterraban aquellos golpes de los cuales fuiste partícipe, una espectadora. Tal vez una testigo.

__ Consulte el inconveniente__ respondía la voz del operador.

__ Quiero... amm... Qui..quiero reportar un... posible accidente en...

__ ¿Sí?__ insistió la voz ante el silencio y tu cristalización.

Caíste en la cuenta de que no sabías ni en dónde vivía Julia.
Entonces, suponías una escena del miedo en donde el propio JungKook podría ser el partícipe, y sus puños el arma principal. ¿Era posible semejante atrocidad?
Sin más, cortaste la llamada, con los dedos temblorosos.

Maldecías, golpeando el mostrador. Maldito desgraciado. Maldito JungKook. Maldito embustero y farsante.

A los diez minutos aproximadamente un mensaje llegó a tu celular culminando con un fin.

Canal 23, preciosa-.

Replicaba el anónimo. Un canal de televisión.
Encendiste el plasma de presentaciones ante ti, conduciendo al canal anteriormente mencionado. Un tumulto de punzadas te invadieron el pecho y aguantaste la respiración hasta divisar la noticia.
Una mujer pelirroja parloteaba y se mencionaba un apartado que había de cambiar tu vida por completo.

EMPRESARIA FAMOSA FALLECIDA EN CIRCUNSTANCIAS SOSPECHOSAS

Subiste perpleja el volumen;

__ Aún no se ha determinado la causa de muerte, pero ante lo posible, sabemos que ha recibido fuertes golpes compactos en la cabeza y en las costillas, que proponen dos posibles teorías: una es la de la hemorragia interna y la otra nos dice que una costilla fracturada pudo perforar o bien el corazón, o bien el pulmón lo que pudo ocasionarle asfixia. Los especialistas...

Aquellas palabras retumbaron en tu garganta sin permitirte mencionar una sola vocal.

__ Han determinado un pequeño rasgo que podría cambiar el formato de este accidente. La novedad nos informa que Julia hablaba por teléfono con alguien (por investigar) y, en el mismo momento determinado del asesinato, hubo una llamada al rededor de la zona... probablemente hecha por la misma persona..

El calor se presentó en tu cuerpo como la insolación, te hervían las mejillas y sudaban las palmas.

La llamada hacia Julia, los golpes, y un gran deseo de alguien por incriminarte. Sólo pudiste notar a JungKook detrás del telón.

Calle Reagan 378, 11:59 pm-.
Adoro la puntualidad, cariño😘-.

Maldito JungKook.
Maldito enfermo.