10 ❧ Lejos por primera vez
La perdición por un amor cálido y vivaz promovía una sensación tan vertiginosa como pétalos de flor en carmesí. La declaración en reseña de un amor tan inmenso que finalizó con la pasión y la adoración por el sencillo hecho de que fue compartido. JungKook era un alma carbón que si lo arrojabas al fuego funcionaba como conductor de él. Y eso sucedería con tus manos ahora; ardieron bermejas, se llenaron de ampollas y pese al incondicional dolor, no te atreviste a quitar las manos del fuego por él.
Dos semanas. Días de amor. Dos semanas. Noches de muestras de amor. Dos semanas. Horas en las que los besos incesantes ponderaban una magnitud significante de la pasión.
Dos semanas y la amenaza de Julia se ejecutaba.
Pese al amor, al sexo, a la lucha por la pasión, JungKook no era libre aún. Y había llegado la hora en la que Julia lo comenzaría a acechar.
Dos semanas volaron hasta hoy.
Sentiste labios pegados en tu cuello jugando de arriba hacia abajo, causando ciertas cosquillas. Despertaste con una bella sonrisa estampada y el rostro de tu hombre se asomó en la apertura de tus ojos.
__ Menuda noche, ¿verdad?__ comentó, haciéndote reír.
Besaste sus labios. Te subiste a los muslos de JungKook pero su cuerpo parecía tenso. La rigidez de sus músculos te dio a comprender algo diferente y la inquietud te consumió.
__ ¿Qué sucede?
Sus ojos penetraron los tuyos. Uno de sus brazos te rodeó la espalda, arrimándote hacia él, produciendo vértigo. Estabas enamorada y habías confesado. Su mirada perdida confesó.
__ Esta mañana ha llegado esta carta__ dijo, tomando de la mesilla de luz un sobre celeste.
La firma de Julia se acentuaba con detenimiento en la base externa.
La tomaste. Tus manos quebraron el papel para encontrarte con un papel A 4, escrita a mano en busca de una personalidad persistente. Alguien como Julia.
Cariño.
¿He mencionado que te extraño? ¿O que desearía que fuéramos como antes? Tienes algo en la piel que aún me sedienta y algo en tus gemidos que me excita.
No soy fanática de la controversia, pero todos cometemos errores alguna vez. Tal vez algún día pueda aceptar para mí que la aprehensión de ti no es el mejor camino, pero es que no he dejado de pensarte desde nuestro último encuentro sexual.
Espero que nuestra relación se reconforte y vayamos más allá de las estrellas... tal cual me haces sentir.
Sobre todo, mis disculpas te ofrezco, amor, por todo lo que sucedió hasta ahora.
Hay sacrificios por tomar.
Sólo deseo que arreglemos nuestros asuntos como antes. Dentro de poco te daré mis muestras de amor si me disculpas.
Hasta pronto, mi corazón.
La nota resultaba bastante confusa ante tu comprensión, pero entendías que, a su manera, Julia buscaba una ayuda y las disculpas por su comportamiento hasta la fecha. Quizá fueran reales sus intenciones de una consolidación final, o que simplemente se preocupara por su trasero económico y congenien ambas empresas para beneficiarse ambas.
No lo sabías, pero lo último que deseaste era luchar.
JungKook arribó en tu vida. Te hipnotizó algo en su persona que encendía una mecha antes apagada. Era apasionante y excitante. Era estremecedor pero admirante. Habías de confesarle tus sentimientos de forma prometedora y habían dispuesto en la construcción de una pequeña y enorme relación.
Pero, ¿cómo amar tanto a alguien encadenado? ¿Cómo estar juntos cuando él estaba en prisión?
Maldita sea JungKook que ha hecho algo contigo que te afectó. Aunque pese a ello, eras consciente que debías librarlo de los males, para permitirte amarlo y que pueda dejarte entrar en su vida también.
Estabas completamente sobria para tomar la iniciativa de liberarlo, de garantizarle un amor no reprimido ni forzado. Pues, en cierto momento comenzó a doler cuando intentaste sobrevivir a una relación a forzadas, porque simplemente era tuyo. Muy posesiva y poco sentimental.
No obstante el primer paso ante todo sería disculparte contigo y estabas dispuesta a engañarte un poco para que JungKook sea feliz, libre, cautivador como era su naturaleza. Y estabas a punto.
__ Kookie__ pronunciaste, entrando a la habitación ahora de ambos, antiguamente tuya. Él sólo descansaba la vista reposado en la cama de espaldas y volteó para toparse contigo.__ Hay algo que debo hacer. Y es importante.
__ Noona... ¿de qué hablas?__ preguntó sentándose en el borde de la cama. Sus cejas arqueadas y ojos oscuros te acecharon con claridad y vislumbrados. Y un alto grado de incertidumbre.
__ Lo he pensado y determinado. Ya sabes que yo...__ te acercaste a él,__ que te amo. Y quiero estar contigo. No de cualquier forma, sino como pareja.
__ ¿Y no lo estamos?__ preguntó en su inocencia.
Le acariciaste la mejilla mientras él cerró sus ojos, favoreciendo el contacto, como si disfrutara en exceso. Su mirada embelesada volvía a castigarte.
__ No, o por lo menos, no de esta forma__ aceptaste tomando asiento a su lado. Suspiraste antes de confesar.__ Jeon JungKook, yo te libero de la esclavitud a la que te he hecho someter por meses.
__ ¿Qué?__ se quebró su voz. Las lágrimas se asomaron como cristales rotos, pero la emoción fue diferente.
Al transcurso de un minuto de silencio predominante, oíste nuevamente su voz. Estabas temerosa e inquieta ante la determinación que pudiera llegar a tomar, pero decidiste que era lo correcto.
__ Gracias Noona__ dijo.
Esperabas otro tipo de respuesta, pero parecía nunca arribar. Creíste que JungKook seguiría contigo, pero parecía no haber señales de ello. Despediste a JungKook de la puerta principal deseando que pronto volviera, pero parecía jamás regresar.
Gracias Noona había sido lo último que escuchaste de su voz, antes de esfumarse.
Una semana había transcurrido de silencio y soledad.
Siete noches transcurrieron de intranquilidad y llantos. Sin noticias ni datos, no entendías cómo continuarías con tu vida.
JungKook lo era todo para ti.
Y aún no lograste definir si habías o no tomado realmente la decisión correcta. Simplemente él se había esfumado en la brisa. Desaparecía como aquél hombre de tu pasado. Se escapaba volando, sin rastros. Como el anterior.
__ ¿Pero qué he hecho?__ lloriqueaste
Las lágrimas llovían en tu rostro sin cesar. Un dolor te consumía profundamente, inundando con tu sangre cada atisbo de alegría restante. Porque amaste de nuevo, admitiste y confesaste.
Tres días siguientes recibías un dato que estallaba con tu vida. Uno imprevisto y fortuito. La pantalla del televisor anunciaba con gratitud el ascenso de Mullet CO. a cargo de Julia Méndez, cuya celebración se extendía a los personajes más importantes del mundo internacional y comercial.
Pese a esto, anunció su relación y casamiento con un hombre de sociedades anónimas, Jeon JungKook, multimillonario y poco conocido surcoreano.
Ello crispó en tu pecho como golpe de shock y detuvo tu corazón por completo.
Jeon JungKook había corrido a los brazos de Julia, ¿verdad?
¿Es eso lo que ha sucedido? O peor, JungKook no aparentaba ser quien era, tal vez incubriéndose en un enorme engaño de infiltrados. Para acabarte.
JungKook con Julia y ambos se casarían.
JungKook embustero que probablemente se había infiltrado en tu vida para arrebatarte algo.
JungKook mentiroso del que por estúpida jamás habías investigado. En quien confiaste con los ojos vendados.
Una llamada repentina entró en tu celular y, aterrada y furiosa, atendiste.
__ Lamento interrumpirla, señorita__ anunció la voz agitada de tu CEO.__ Su empresa está quebrando.
---------------------------------------------------------------
¡Madre Santa!
Estoy convencida de que esto no lo esperabas... ¿verdad?
¿Qué te estará ocultando el "tierno" JungKook?
Luego de leer: quería agradecerles el apoyo que me dieron hasta ahora, esta historia está cautivando cada vez a más gente, y para mi es un real placer y emoción que me acompañen💓💋
Les deseo lo mejor en sus vidas.
Besos corazones.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro