Capitulo 23
Veronica
Harry Saco las llaves de su bolsillo y abrió la puerta de la casa. Las luces estaban apagadas así que encendí la primera luz que vi y las luces de la casa comenzaron a encenderse despacio hasta alumbrar el ambiente.
— Valla.— dije sorprendida.
— ¿Te sorprende?— preguntó Harry.
— Claro que si, aquí en la sala cabe mi apartamento entero...oh ya entiendo discúlpeme señor súper estrella ya que usted si ha estado en casas más grandes y lugares más lujosos.— dije.
— Tu lo has dicho.— dijo Harry y soltó sus bultos en el suelo.
— Que habrá de comer.— dije caminando hacia la cocina.
Los tacones sonaban en el piso de mármol así que me los quité para seguir caminando. Escuchó como Harry ríe levemente y camina detrás de mí.
— Hagamos algo ya que no tenemos nada que hacer, vamos a cambiarnos, comemos y exploramos la casa.— dijo Harry.
— Creo que es lo mejor.— dije.
El asintió y tomó su bulto para irse a abrir puerta por puerta y buscar una habitación. Yo tome mi maleta e hice lo mismo pero desde el otro lado de la casa. Al encontrar una habitación entré y encendí la luz.
— Bueno este será entonces.— dije y entre con mi maleta.
Caminé por la habitación y en verdad me gustó, comencé quitándome las hebillas que sostenían mi cabello para dejarlo suelto. Me quité los guantes y llevé mis manos a la parte de atrás del vestido para jalar los lazos pero al tocar no sentí nada.
— Donde están.— dije llevando mi brazo un poco más arriba para ver si sentía los lazos pero aún así no sentía nada.
Harry
Al llegar a la tercera habitación que me gustó ya que tenía un toque que a mí me gustaba comencé a quitarme la corbata y el chaleco para dejarlo en una silla.
Me quité el anillo de casado y lo puse en el escritorio de la habitación cuando de repente una voz me recordó que no estaba solo.
— Harry.— dijo llamándome a lo lejos.
— ¿Qué quieres?— pregunté desabotonándome la camisa.
— Necesito tu ayuda.— dijo.
Rodee los ojos y camine fuera de la habitación, veo como Verónica camina hacia mi aún con su vestido de novia pero con sus manos en su espalda.
— ¿Qué?— pregunté para ver que era lo que quería.
— No encuentro los lazos del vestido.— dijo.
— ¿Y me necesitas por?— pregunté.
— Ayúdame idiota.— dijo y se dio la vuelta.
¿Como quiere que la ayude? Dios, he tenido oportunidades de desvestir a una mujer peor jamás para esto.
— Hola Señor todavía necesito ayuda aquí.— dijo sacándome de mis pensamientos.
— ¿No notaste cómo te ponían el vestido?— pregunté.
— Me estaban maquillando ¿Crees que voy a poder concentrarme en cómo ponen un vestido de novia?— preguntó.
— Está bien, álzate el cabello.— dije.
Verónica con sus manos recogió su cabello para alzarlo y dejarme ver. En verdad que si no podías ver donde estaba esto amarrado, traté de jalar el lazo grande que estaba en el vestido pero no se movía.
— Llamaré a Pnina para que venga y te lo desate ella misma.— dije.
— Pnina tiene que estar durmiendo después de todas las copas de Vino que tomo.— dijo.
— Espera creo que...
Noté que el lazo grande eran de los que se quitaban. Así que lo agarré y lo tiré al suelo para poder encontrar los lazos que amarraban el vestido. Comencé a quitarlos hasta que el vestido estuvo bastante suelto y Verónica tenía que aún estarlo contra su pecho para que no se bajara.
— Ya está.— dije.
— Gracias.— dijo mirándome y se fue a su habitación.
Volvía a mi habitación y suspire...Que episodio ¿no? Suspire para despejar mi mente y concentrarme en lo que estaba haciendo. Me quité la ropa finalmente para ponerme algo más cómodo. Cuando terminé salí de la habitación para ir a la cocina y ver que había de comer. Vi que en el refrigerador había una pizza congelada así que la tome y la puse en el horno. Me quedé delante para ver cómo se cocinaba cuando de repente recibo una llamada FaceTime de Zayn.
— Hola.— saludaron los cuatro.
— ¿Qué hacen?— pregunté riéndome.
— Estamos en el after party de tu boda.— dijo Niall con una botella de champán.
— ¿Y no invitan al novio? Al más importante.— dije.
— Nope...el novio está haciendo...cosas maritales.— dijo Louis y los otros rieron.
— Váyanse a dormir.— dije.
— Disfruta tu nueva vida Harry, ya eres un hombre casado.— dijo Liam.
Negué y les colgué.
Un hombre casado...que tonto.
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