Veronica

Después de salir del restaurante Harry manejó hasta la casa de su mamá. Ya era costumbre ir por el camino en completo silencio ya que los dos no teníamos nada de que hablar. De la nada la música en la radio deja de sonar y veo como una llamada entra y es la mamá de Harry.

— Hola mamá.— saludó Harry.

— Hola bebé ¿Ya vienen de camino?— preguntó, su voz sonaba muy suave y dulce.

— Si, estaremos ahí en cinco minutos.— dijo.

— Perfecto, aquí los espero adiós.— dijo emocionada y colgó.

— ¿Tú madre sabe que esto no es cierto verdad?— pregunté.

— Ella lo sabe, pero aún así se emociona.— respondió.

— Por lo menos.— dije.

— No le oculto secretos a mi mamá, ella lo sabe todo y cuando crees que la engañas ella te descubre.— dijo y dobló a mano izquierda para llegar a una casa que estaba apartada de la calle.

Harry y yo bajamos del auto y caminamos hacia la entrada de la casa. La puerta no tardó en abrirse cuando una señora apareció con una sonrisa bellísima y un brillo en sus ojos hermosos. La Alegría que reflejaba su rostro te hacía querer estar feliz a ti también.

— Bienvenidos.— saludó.

— Hola ma.— dijo Harry sonriendo y abrazándola.

— Hola mi amor, es muy bueno verte.— dijo.

— Igual.— dijo Harry.

— Tu debes ser Verónica.— dijo sonriendo.

— Mucho gusto.— salude y ella vino donde mi para abrazarme, al principio me sentí un poco rara y no sabía que hacer pero decidí devolverle el abrazo.

— El gusto es mío querida, soy Anne la mamá de este chico guapo.— dijo agarradole las mejillas a Harry.

— Ya mama por favor.— dijo Harry riendo de repente apareció una chica de cabellos rubios.

— Hermano.— dijo saludándolo y dándole un abrazo.

— Hola Hermana.— saludó.

— ¿Vas a presentarme a tu prometida?— preguntó riendo.

— Ella es Verónica.— dijo Harry con voz seria.

— Un gusto.— salude.

— El gusto es mío Verónica, soy Gemma.— dijo.

— Pero que hacemos aquí entren por favor y pónganse cómodos.— dijo Anne.

Ambos caminamos hasta la sala y nos sentamos en diferentes muebles. Su hermana sirvió vasos de limonada para nosotros y se sentó en el mueble junto a su madre.

— Entonces cuéntenos ¿Cómo se conocieron y cómo empezó todo esto?— dijo Anne tomando de su limonada mientras Harry y yo nos miramos.

— ¿Les dices tú?— pregunté.

— Bueno la cuestión fue que nos conocimos en un restaurante en Paris y te iba una experiencia gastronómica única.— dijo Harry.

— Aja.— murmuró Anne.

— Entonces Verónica y yo éramos los únicos en el salón así que comenzamos a hablar, pero todo empeoró cuando le mandé a pedir una botella de un alcohol que era elaborado en no recuerdo dónde pero se que era muy fuerte.— dijo Harry.

— Interesante.— dijo Gemma.

— Hasta que los dos estábamos ebrios y...nos besamos.— dijo Harry incómodo.

— ¿Nos besamos o Me besaste?— pregunté obvia y Harry rodó los ojos.

— Parece que yo la bese.— dijo y su madre abrió los ojos.

— Harry Styles yo no te enseñé eso.— dijo Anne.

— En fin parece que los paparazzis estaban afuera y como el restaurante tenía cristales y podías ver hacia adentro nos sacaron una foto.— dijo.

— Y ahora estamos en estas.— dije.