12 de marzo del 2007

Habían pasado dos años y las cosas cada vez iban bastante bien, ahora estaba rodando la segunda película de Narnia, ya que hace unas semanas terminó el rodaje de la quinta entrega de Harry Potter y saldría en julio. La verdad es que lloré bastante y me dio mucha pena tener que despedirme de Gary Oldman, había sido demasiado bueno conmigo y me cuidó muchísimo, como si fuera su hija.

Me dio muy buenos consejos y me prometió que no perderíamos el contacto, así que eso era algo demasiado bueno.

Ahora me encontraba en el set de Narnia hablando con Ben, mientras estábamos en nuestro pequeño descanso, a Ben lo había conocido a finales del 2005, era una increíble persona y era demasiado divertido. Digamos que nos hicimos muy buenos amigos demasiado rápido. 

Las cosas entre Aaron y yo eran un poco complicadas, sabía que le iba bastante bien, pero tampoco hablábamos demasiado, así que Ben al notarme de bajón decidió animarme y fue y es como un hermano mayor para mí. Lo cual agradecía demasiado, porque había sido tan bueno y me había hecho reír demasiado.

También por el mismo tiempo había conocido a Andrew Garfield, los tres éramos demasiado unidos y me encantaba pasar tiempo con ellos, aunque ellos eran más mayores que yo, pero me cuidaban como si fuera su hermana pequeña.

Agradecía demasiado tenerlos en mi vida, las cosas no eran tan fáciles como yo creía, pero ellos me habían ayudado bastante y eran un gran apoyo para mí.

También había conocido hace un tiempo a Dylan, pero nuestra amistad era a distancia y esperaba algún día tener la oportunidad de verlo, porque tenía muchísimas ganas de conocerlo.

Estaba conociendo a gente increíble, no iba a negarlo, pero seguía siendo muy unida a Alicia y esperaba que Aaron y yo siguiéramos tan unidos como antes.

Lo extrañaba demasiado, y como había mencionado anteriormente, no solíamos hablar tanto como antes y tenía mucho miedo de perder su amistad.

Aunque estaba segura de que podría perder su amistad si se enteraba de que sentía cosas por él, desde hace un año tal vez o más y solo el año pasado me di cuenta de que me gustaba demasiado. 

No sé por qué me sentía así, a veces cuando hablábamos me sentía un poco nerviosa y automáticamente tenía una sonrisa en mi rostro. Tenía demasiado miedo porque no quería perderlo, era una de las personas más importantes de mi vida. Había estado en las buenas y en las malas y no quería perderlo por culpa de mis sentimientos.

Sabía que debía decírselo para quitármelo de encima, pero tenía miedo. 

¿Y si no le gustaba?

Estaba demasiado asustada a pesar de que Alicia, Ben y Andrew me animaron a decírselo, pero no lo hice, así que tenía que guardármelo para mí. Aunque debía reconocer que últimamente pasaba bastante tiempo con William, era un chico muy encantador, aunque nos llevábamos cuatro años. En las películas éramos pareja y bueno, nos llevábamos demasiado bien.

La verdad es que era bastante lindo y atento, así no me sentía para nada incómoda a su lado. 

—Tierra llamando a Lex —suspiré viendo a Ben que me miraba divertido. 

Volteé los ojos, sabía que ahora o se burlaría o me preguntaría si estaba bien, y conociéndolo seguramente se burlaría.

—¿Qué quieres? —él soltó una pequeña risa.

—Estás en tu mundo, ¿pensabas en William o en Aaron? —me preguntó divertida.

Suspiré.

—Cállate un rato Ben y deja de burlarte de mí.

—No puedo, debo saber el chisme porque no sueles contarme nada últimamente y esto es mejor que las telenovelas —le di un golpe en el brazo— ¡Auch! ¡Me dolió!

—Ni te dolió —lo miré mal.

—Obvio que si —me miró ofendido, mientras yo volteaba los ojos divertida.

—Cállate un rato y ya, si te portas bien, te contaré todo lo que quieras saber.

Él me miró emocionado, ¿en serio le emocionaba mis problemas amorosos? ¿Qué clase de mejor amigo era?

—¿En serio? —asentí viendo a lo lejos como William se acercaba hacia nosotros con una sonrisa— Uy, chisme gratis.

Le di otro golpe, logrando que se quejara. William que ya estaba cerca nuestro nos miró confundido.

—¡William! —en mi mente me golpeé la frente porque en estos momentos odiaba demasiado a Ben.

—Hola Ben —William le regaló una pequeña sonrisa.

—Bueno tortolitos, yo os dejo tranquilos —miré mal a Ben mientras se alejaba riendo y William se sentó en el lugar de Ben.

Estaba un poco nerviosa, la verdad es que William era demasiado lindo, pero era más mayor que yo por cuatro años.

Además, no era tan hermosa como las demás chicas, así que seguramente tanto Aaron como él me vieran solo como su amiga.

—¿Todo bien? —le pregunté con una pequeña sonrisa y él asintió con una sonrisa.

—Me gustaría saber si te gustaría tener una cita, aunque entenderé que no —me dijo él un poco nervioso logrando que sonriera.

La verdad es que nunca pensé que me diría eso, en mi vida creí que él me pediría algo así, así que debía reconocer que no me lo esperaba para nada.

—No sé qué decirte —susurré.

—No digas nada, en serio... Tampoco necesito una respuesta inmediata... Entenderé si no quieres en serio —asentí con una pequeña sonrisa.

—Bien, me lo pensaré... Lo siento por lo de Ben, suele ser un idiota —él soltó una pequeña risa y negó divertido.

—No te preocupes... No negaré que me hizo gracia, suele ser bastante divertido —asentí.

—Si y más cuando se burla de mí —él soltó una pequeña sonrisa.

—Bueno, pero Ben te quiere demasiado y no lo hace queriendo.

—Lo sé —sonreí.

—Y sé ve que eres muy importante para él, me gusta vuestra relación, parecéis hermanos —sonreí.

Y era verdad parecíamos hermanos. Andrew, Ben y yo éramos como hermanos y siempre estábamos para el otro sin importar nada y esperaba que siguiéramos así por mucho tiempo más.

 —Él también es muy importante para mí. ¿Sabes? Nunca creí que tendría la suerte de conocer a gente tan increíble y a veces siento que no me lo merezco...

—¿Por qué piensas eso? —me preguntó él confundido.

—No sé, siento que no me merezco nada bueno, tal vez lo único que merezco es sufrir, tal vez hice las cosas mal con la gente y no lo sé...

—No te mereces nada malo Lex, es más, te mereces todo lo mejor del mundo. Eres una persona muy increíble que siempre está ahí para los demás a pesar de que tú estás mal. Siempre estás ahí para alegrar a los demás a pesar de que hayas tenido un mal día. En serio, eres maravillosa y nunca dudes de eso —me regaló una sonrisa.

—Gracias en serio, a veces es bueno que te digan eso supongo. Soy una persona demasiado insegura y a veces siento que estoy haciendo todo mal y no quiero eso. Quiero que mis padres estuvieran orgullosos de mí, quiero sentirme orgullosa de todo lo que hago...

—Hay mucha gente que se siente muy orgullosa de ti Lex, aunque no lo creas, eres una chica muy fuerte y debo decirte que estoy muy orgulloso de ti, o sea, nos conocemos desde algunos años y eres una chica muy valiente. A pesar de todo lo malo, ha sabido sobrellevarlo y sigues con esa hermosa sonrisa animando a todo el mundo.

Sonreí y él se acercó a mí para darme un abrazo que no pensé que podría necesitar tanto.

Pero en esos momentos ese abrazo me había hecho demasiado bien y estaba demasiado feliz de tener en mi vida a gente tan increíble.

Sin duda alguna era demasiado privilegiada.

NOTA DE AUTORA

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