Llegamos a la ciudad de Kentucky y los chicos estaban ya de lo más cansados, en especial porque llegamos en la noche recién y están durmiendo mucho, ya son las dos de la tarde y siguen en sus habitaciones.

Yo realmente pues vine por Tommy, y ya que hemos prometido dejar de hacer eso, ahorita no tengo nada que hacer. Baje a la cafetería del hotel donde brindaban los desayunos, aún sabiendo que claro ahorita no hay nada. Pero un café, siempre es posible.

Me serví un café y veo que en la mesa de enfrente estaban Ruby y Skylar dormida en el asiento de a lado.

- ¡hola!— estaba muy sorprendida de verla aquí, en verdad que no me lo esperaba pues ella estaba medio peleada con Vince y no vino al tour. Pero me alegro mucho de que viniera, la abracé con fuerza.— ¿hace cuanto que llegaste?

- veinte minutos.— sus ojos se veían como si no hubiera dormido bien estos últimos días. Me senté enfrente de ella.— solo que primero quiero pensar las cosas.

- ¿de Vince?— no contesta.— Ruby, todos cometemos equivocaciones. Todos. Yo se que lo sucedido fue muy horrible, en verdad que lo fue pero el te ama demasiado.

- y yo a él.— pude verla sonreír de nuevo.

- tienes una hija con el, no dejes que el tiempo pase y pierdas los mejores años. El esta muy arrepentido y se muere por verte.

- ¿cómo estás tan segura?

- porque el me lo dijo.— voltee y veo que Vince a bajado. Estaba Justo en frente de nosotras con los ojos llorosos.— pero no lo escuches de mi, escúchalo de tu esposo.

- ¿sabes en qué habitación está?— voltee a verlo de nuevo y ella lo noto, así que cuando volteo los dos se vieron después de un largo tiempo.— hola.

- hola guapa.— sonríe. Me puse de pie para que el se sentara ahí.— gracias Margot.

- Los dejaré hablar, vengo en un rato.— y me fui de ahí para que ellos pudieran hablar.

Estoy muy feliz de que por fin las cosas empezaran a cambiar, que todo volviera a ser como antes. De alguna manera, al menos para Ruby quien estoy segura que lo extrañaba como una loca. En fin, ella lo ama.

Cuando estoy por subir al ascensor para irme a mi habitación, Doc me habla.

- oye Margot, ¿vas a subir?— asentí.— Perfecto, Nikki nunca me haría caso y se que a ti si así que ¿puedes hablarle?

- ¿yo? — creo que era obvia la respuesta.— no se, no he hablado con el hace mucho tiempo y...

- por favor.

- está bien, lo intentaré.— volví a presionar el botón del ascensor y subí en el.

Vamos Margot, no es tan difícil, esto es solo como hablar con un amigo... porque eso son, o al menos eso quieres que sean. Si, si tú quieres al chico tanto como dices, hablar con el no será ni una tortura, de hecho te gustara. Porque lo extrañas.

Si, lo extraño.

Asustada, toque la puerta pero no escucho nada, seguramente esta dormido. Volví a tocar y ahora más fuerte.

- ¡ya voy!— escuche a lo lejos y en eso la puerta se abre mostrándose a el con solo una camisa. Pude ver todo su miembro.– oh, eres tú cejitas.

- oh Dios.— me tape los ojos de inmediato.— escucha, Doc me pidió que te dijera que bajarás.

- ¿por que te tapas los ojos? Me has visto antes.— escuche la risita de fondo.— puedes quitarte las manos de la cara.

- tu puedes ponerte un calzón y un pantalón, y bajar ¿por favor?— me quite las manos de la cara y lo vi a los ojos.

- bien, no tardo.— se hace a un lado para que yo pueda pasar, no se si era lo correcto pero aún así lo hice.— si quieres espérame sentada en lo que me meto al baño.

- Gracias.— eso hice. Una chica rubia y hermosa sale de su cama totalmente desnuda y se cubre con el vestido que traía supongo que la noche anterior.

- nunca me dijeron nada de un trío.— dice ella. La mire confundida y negué de inmediato.— como sea, me voy.

Y se salió de la habitación.

- ya se fue tu chica.— grite para que me escuchara y sale del baño ya cambiado.

- Ella no es mi chica, ni siquiera se como se llama.— abre la puerta para que salgamos y eso hicimos.

- No esperaba menos de Nikki Sixx.– dije con una risa pero el no ríe, se queda con su expresión más seria.— bueno, bajemos el ascensor.

- ¿cómo has estado?— se me hizo de lo más extraño que me preguntara eso. Le pique al botón del piso al que íbamos y empezamos a bajar.— ¿cómo va todo con Tommy?

- no, eso ya terminó.— me mira ahora si a los ojos.— somos... mejores amigos.

- Los mejores amigos no cogen, o en ese caso, yo tengo muchas mejores amigas.

- me consta.— dije en voz baja.

- ¿que? Siempre me dices de cosas o piensas mal de mi por mi forma de vivir— negué con la cabeza.— ay claro que si Margot, pero tú has hecho cosas que no están bien también.

- lo admito, no lo oculto.— obvio se que se refiere a lo de Tommy.— y no estoy orgullosa de ello, como tú.

Silencio incómodo entre los dos. Quería decir algo así que así fue.

- oye Nikki, para en pesar, te pido una disculpa. Se que tienes razón, he actuado mal y he sido injusta contigo.— me mira.— en verdad esta muy incómodo esto de ignorarnos y tratarnos mal.

- yo no te ignoro.

- si lo haces.— se abren las puertas del ascensor pero aún así seguimos hablando.— ¿podemos ser amigos?

- ¿tu y yo amigos?— asentí. Antes de que el me contestara, se sale del ascensor y se queda viendo a Doc y a una señora. Quien si no me equivoco, es su madre.

- dijo que quería verte en un concierto, y como es Navidad...— oh no, Doc creyó que hacía algo lindo pero si supiera lo mucho que Nikki odia a su madre.

- oh Frankie te extrañé mucho.— lo abraza.— Esa canción, la de miradas que matan... era para mi ¿cierto?

- Vete a la mierda.— se separa y lanza al piso su botella rompiéndose.— Y tu igual Doc.

Se va.

- Nikki espera.— fui detrás suyo.