Al principio, creí que este día terminaría siendo de lo más feo y estresando pues estaba en Semana de exámenes y trataba siempre de dar mi cien por ciento al estudiar. Hoy es viernes, lo cual significa mis últimos dos exámenes que son matemáticas y biología. Si estamos hablando de biología, un cien fácil sin siquiera pensarlo pues es mi materia favorita pero si hablamos de las matemáticas... si me va bien pero si me la paso practicando todo el día.

Y por eso di por hecho que terminaría harta de esta horrible semana pero me enteré de que mi mejor amiga de toda la vida volvería a vivir aquí en Los Ángeles, California. Y es que Ruby ha sido la mejor amiga que he tenido, siempre estuve molesta con si padre por la oportunidad de trabajo que le ofrecieron y que causara la ida de mi amiga.

Pero ahora han pasado unos cinco años y mi amistad con Ruby Patrickson volvería a ser la de antes.
Nos la pasábamos leyendo juntas y escuchando nuestra música favorita la cual es la disco. Y ahora todo sería como antes, tendríamos esos momentos que extrañé demasiado.

Pero por ahora me apuraba a terminar mi último examen para que mi mamá pasara por mi y me recogiera para ir a tramitar su credencial ya que la había perdido hace unas semanas. Pero no pasaba nada ya que mientras pagara, le podía entregar otra.

- Margot ¿estás lista? Tu madre ha llegado por ti.— me informa la maestra de matemáticas mientras intento terminar escribiendo mi nombre.

- si, lo he terminado.— me puse de pie lista para entregarlo e irme de una vez, no soy fan de irme temprano de la escuela pero no quería que mi mamá fuera sola. — muchas gracias maestra.

- si no fueras tú, sabes que no te dejaríamos salir de la escuela pero como eres la mejor estudiante y aparte vas para ayudar a tu mamá, por supuesto que tienes el permiso.

- en verdad muchas gracias maestra Connelly, usted es muy amable.— tomé mi mochila y salí de el aula para correr fuera de la escuela.

...

Estuvimos mi mamá  y yo esperando demasiado tiempo pero ya estaban entregando las credenciales, solo era cuestión de hacer fila. Mi mamá clml estaba muy cansada, se puso a esperar en una silla de las de espera y yo fui quien me ponía a hacer firma para ir por la tarjeta.

Supongo que cuando llegue al frente nos dirán que ella tiene que mostrarse pues no creo que te den una identificación así como si nada sin ser la persona.

El chico que estaba enfrente mío se puso a hacer ruidos, estaba harto de hacer fila y hacía "augh" o abucheaba constantemente. Yo pues por supuesto no le dije nada, sería todo de lo más incomodo.

Realmente no me sentí con la necesidad de decirle nada pero este se voltea y quedamos frente a frente. Se vestida y lucia como todo chico de ahora que escuchara rock. Con su cabello largo y oscuro, sus ojos con un poco de sombra negra y camisa de grupo de rock. Y normalmente no hablo con chicos así ya que en la escuela que estoy, se podría decir que todos son... son creídos y prefieren otras cosas, el deporte o así.

Pero con tan solo verlo podría conocerlo, es muy predecible. Mucho más ahora que como dije, estaba mucho de moda este estilo de vida.

Y como no dejaba de verme, tan solo le mostré una sonrisa esperando que así dejara de ver pero no pasó nada.

- ¿hola?— dije pues esto ya me estaba incomodando, me miraba toda de cuerpo completo.

- lo siento, fue inevitable.— muerde su labio y luego se voltea pues ya le tocaba pasar.

- hija.– mi madre se pone de pie y se coloca a un lado mío.— gracias por haber hecho la fila, si quieres ahora tú siéntate.

- mamá, yo se que te duele la espalda y lo entiendo a la perfección, tu mejor sienta te.— pero ya era hora de que pasáramos pues al chico de enfrente ya se la estaban dando.

- ¿Nikki Sixx?— pregunta la chica del mostrador, supongo que se acaba de cambiar de nombre. — muy bien...

- no te preocupes hija, ahora yo voy, si quieres espérame en la salida.

La deje pasar y estar ahí y veo al chico "Nikki" quemar su credencial. La cual acababa de sacar, ¿por que alguien haría algo así? No entiendo como ni porque pero este tipo ya me daba miedo, no suena como algo razonable de hacer.

El nota que me le quede mirando así que me guiña un ojo y se sale del lugar.

- que chico tan más raro.— dije en voz baja mientras mi mamá regresaba conmigo ya por la salida.— ¿todo bien mamá?

- oye ¿le habrás gustado a ese chico? No dejaba de verte, yo lo vi todo el camino a la fila.— negué de inmediato con la cabeza.– ay tu siempre dices que no a todo eso de los chicos.

- pues porque así es mamá, ¿cómo le voy a gustar si nos vamos conociendo?— negué de nuevo con la cabeza.— ven, salgamos de aquí. Hay muchas cosas que hacer el día de hoy.

- es cierto, hoy verás a Ruby. Como la extraño, esa niña en verdad es un ángel.— y si, mi mamá amaba tanto a Ruby por ser La Niña más linda y hermosa de todas.— ¿por que no la invitas a comer? Para que no comas sola el día de hoy.

Mi mamá sale a trabajar a la hora de la comida así que me parecía una muy buena idea para no tener que comer sola.

- ¿sabes que? Si, la invitaré.

...

Ya me encontraba en mi casa y ya estaba la comida lista para cuando ella llegara. Algo que me encantaba hacer era cocinar, más que nada porque amo hacerlo junto con mi mamá. Ella me ha enseñado todo lo que se y fue por ello que prepare unas deliciosas piezas de pollo baladas en una salsa especial que es nuestra especialidad. Y verduras por supuesto para complementar.

Suena el timbre, y se que es mi gran amiga así que corrí a la entrada y la recibo con las brazos abiertos.

- ¡Ruby!— es de esos abrazos que no sabes que necesitabas hasta que los sientes.

Se veía preciosa, hermosa, parecía una modelo. Es inexplicable lo hermosa que se puso, bueno siempre lo ha estado pero es que ya es toda una mujer de diecinueve años. Su cabello rojizo se veía hermoso y largo, no l ose, muy diferente a la última vez que la vi. Todo ella era Perfecto, estaba fascinada con su cambio.

- no tienes una idea de las ganas que tenia de verte, Margot estás preciosa.— me toma de las manos.— muy sexy.

- claro que no.— es que como explicar que yo la conocí con acné, frenos y su cabello corto hasta  la oreja. Ahora es una chica completamente diferente.— en cambio tu... eres toda una modelo.

- Bueno fuera.

- pasa, ven, ya prepare la comida.— ella entra a la casa y pasamos ambas al comedor. De inmediato le serví de comer y a mi también para empezar a comer de una vez.— a ver pero cuéntame ¿cómo te ha ido en todo este tiempo?