💙Capítulo 8-Esposos verdaderos💙
Cuatro meses de gestación...
Jungkook despertó mirando las facciones delicadas de Jimin. Incluso dormido tenía las mejillas ruborizadas, su respiración era suave, se veía tierno, adorable. Jungkook sonrió al ver que afuera estaba nevando. Ese año el invierno estaba pegando bastante duro y se suponía que ya no debería nevar, pero el clima seguía siendo el mismo desde hace cuatro meses.
Se estiró en la cama de manera gatuna, arqueando su espalda y extendiendo sus brazos sobre la cabeza. Después bostezó y se puso de pie para ducharse con agua tibia. El agua caliente le relajó los músculos y le despejó la mente. Al salir de la ducha, se enredó en una toalla y se sorprendió porque Jimin ya no estaba en la cama. Miró alrededor de la habitación, pero no había señales de él.
Luego de cambiarse rápido, Jungkook bajó a la cocina y ahí estaba Jimin, sirviendo un par de tazas de chocolate caliente mientras que la señora que cocinaba les colocaba en un plato hondo distintas galletas caseras. El aroma del chocolate y las galletas frescas llenó la cocina y Jungkook se sintió atraído por el delicioso olor. Se acercó a Jimin, dándole un beso en la mejilla, mientras que Jimin sonreía y le ofrecía una taza de chocolate caliente.
—¿Dormiste bien? —preguntó Jimin y Jungkook respiró aliviado.
—Por un momento creí que no estabas en casa —admitió al sentarse en una silla frente a la isla que estaba en medio de la cocina.
—¿Por qué saldría? Está nevando allá afuera.
—No se, por lo que pasó anoche —susurró.
Jimin sonrió, acercándose más a Jungkook, colocando la mano encima de la suya..
—¿Qué pasó anoche? —Pegó sus labios a la oreja de Jungkook—. Anoche quedamos en ser una pareja de verdad.
—Que alivio...
Ambos sonrieron y la mujer que les ayudaba a cocinar se marchó en silencio para dejarlos solos porque se veían bastante acaramelados.
—¿Te parece si nos quedamos aquí en casa en lugar de salir a viajar? —preguntó Jimin tocándose la barriga—. Estuve leyendo y los viajes pueden hacer mal en el embarazo, no quisiera que le sucediera algo a nuestro bebé.
—Vuelve a decirlo —dijo Jungkook ampliando los ojos lleno de sorpresa.
—Los viajes hacen daño, quiero cuidar al bebé de...
—No, eso no. —Jungkook esbozó una enorme sonrisa—. Dijiste nuestro bebé, vuelve a decir que es nuestro.
Jimin sonrió.
—Nuestro...
Los dos se estaban mirando a los ojos, Jungkook tomó la cintura de Jimin dispuesto a besarlo, pero el sonido del timbre de su teléfono los interrumpió. Era Jeon Seokjin.
La llamada entre padre e hijo fue meramente de negocios, al final Jungkook le comentó que se quedarían en casa durante al menos dos semanas sin la intención de salir o alguna interrupción, es que quería estar a solas con Jimin, conocerlo, charlar.
El acuerdo fue aumentado a tres semanas.
Jungkook y Jimin se quedarían a solas en la casa por tres semanas, un trato justo. Un trato que a todos les gustaba.
Al menos creían que así sería.
Horas más tarde, la pareja se encontraba frente a la chimenea, conversando acerca de sus personalidades y risas. La luz de la lumbre proyectaba sombras agradablemente en sus rostros. Pero de repente, la puerta principal fue abierta de par en par, interrumpiendo su conversación. Dándole paso a Kim Taehyung con un par de maletas y distintas cajas de cartón selladas. Parecía emocionado, animado y feliz.
—¡Chicos, no se preocupen, yo voy a salvarlos! —gritó al entrar, su voz estaba invadida de entusiasmo—. Supe que se quedarán acá en casa tres semanas y vine a hacerles compañía. Traje varios juegos de mesa para distraernos y que ninguno de los dos se sienta incómodo.
—¿Salvarnos? —preguntó Jungkook a lo bajo, apretando el puño de la mano con fastidio.
—Piensa que somos esposos falsos... —susurró Jimin conteniendo la risa—. Pobre, ha traído un montón de cosas para distraernos del encierro —añadió Jimin cuando Taehyung sacó de una de las cajas un juego de mesa.
—Le diré que se vaya... —dijo Jungkook, pero Jimin lo detuvo.
—Vamos a jugar con él —dijo, poniéndose de pie y acercándose a Taehyung para ver los juegos de mesa.
Así que ordenaron pizza y jugaron mientras comían. La tarde se convirtió en una fiesta de risas y diversión,
Los tres se rieron y se divertieron juntos, disfrutando de la calidez y la amistad que los rodeaba. La casa, que antes parecía aburrida, ahora estaba llena de vida y energía.
Estaban alegres y cómodos.
—Bueno, como bien dicen: Lo mejor de las visitas es cuando se van —dijo Jungkook mirando a Taehyung a los ojos.
—Oye, pero planeaba quedarme a dormir acá.
—Quédate —dijo Jimin—. No tienes que ser grosero Jungkook, es tu amigo.
—Está siendo imprudente.
—¡¿Imprudente yo?! —cuestionó poniéndose de pie de un salto—. ¡Vine hasta acá porque ustedes dos no son esposos, bueno lo son, pero es falso y quise ayudarles a estar en casa!
—¿Por qué crees que estamos solos en casa, Taehyung? —preguntó Jungkook.
—Supongo que el señor Jeon les pidió que estuvieran solos... ¡Dios mío! —Taehyung se preocupó de repente—. ¡¿Le pasa algo al bebé?!
—El bebé está bien —contestó Jimin, después bebió jugo.
—Que alivio, entonces están siendo obligados a pasar tiempo en familia por el señor Jeon, por eso quise...
—No estamos siendo obligados —dijo Jungkook finalmente, sosteniendo la mano de Jimin—. Nosotros decidimos ser una pareja de verdad
—¡¿U-u-ustedes son esposos verdaderos?! —cuestionó en un grito que resonó por toda la casa.
—Sí. Ya estamos casados, supusimos que intentarlo no estaría mal...
—Toda mi vida creí que eras hetero, Jungkook —dijo Taehyung señalándolo con el dedo—. Luego saliste con que te casarías con Jimin y eso fue un golpe duro, después me dijeron que siempre no, que eran esposos falsos, y yo volví con mi teoría de que te gustaban las mujeres.
—¿Y qué? —Jungkook encorvo los hombros—. ¿Ahora cambio tu percepción acerca de mí?
—No, pero. ¡He dormido en calzoncillos junto a ti!
—¿Y qué? No eres mi tipo. Además. ¿Eso qué tiene que ver?
—Aish, es que no puedo creer que me hayas ocultado esta información. —Se cruzó de brazos—. Ustedes dos rompen mi corazón con sus mentiras a cada rato. Mentira tras mentira y yo preocupándome por ustedes. A este paso me va a dar un infarto.
—Lo siento Tae... —murmuró Jimin.
—Sí, sí... ¡Pero cualquier cambio que hagan avísenme con anticipación! —Cruzó los brazos—. Eso hacen los amigos, además si me hubieran contado no habría venido a importunar, seguramente querían estar tomados de las manos o dándose besitos y yo aquí siendo una molestia..
—No eres una mole...
—Sí, molestaste mucho —dijo Jungkook interrumpiendo a Jimin—. Pero gracias por venir, yo sé que siempre puedo contar contigo. —Sonrió.
—Siempre, pero bueno... Yo me voy —dijo sonriendo—. Les deseo la mejor de la suerte en su... Matrimonio verdadero. ¡Jungkook te casaste, ahora sí te casaste!
—Estoy casado desde hace cuatro meses...
—¡Pero ahora es de verdad, ahora es de corazón y con un tipo embarazado de otro hombre...! —Taehyung. Se llevó la mano a la boca luego de decir eso.
—Es mi hijo. —Jungkook se puso de pie—. Nuestro bebé.
—Yo y mi boca suelta... ¡Me voy, disfruten su noche!
—¡Ya conoces la salida! —gritó Jungkook cuando Taehyung estaba caminando hacia la puerta.
—Oye... —susurró Jimin—. ¿Taehyung guardará el secreto? Es el único aparte de nosotros dos que sabe que el bebé no es... Genéticamente tuyo.
—Por supuesto, Taehyung es totalmente leal y fiel a mí. Ambos conocemos tanto del otro que es imposible que nos delatemos.
—¿Y cómo estás con eso que dijo?
—¿Con qué?
—El bebé es de otro hombre...
—Ah... —Jungkook estiró los brazos—. Si lo vuelves a decir voy a molestarme, ese niño es mío.
Jimin volvió a abrazar a Jungkook sin avisarle, pero en esa ocasión lo abrazó por la espalda mientras se estiraba.
—Te debo tanto...
—Devuélvemelo con tu amor.
—Prometo amarte, dame tiempo...
—Todo el que necesites.
Con el tiempo, Jimin y Jungkook lograron acercarse más, dándose cuenta de que tenían muchísimo en común, no necesitaron esforzarse tanto para averiguar que se sentían cómodos al estar juntos y que hacían un buen trabajo como pareja. Las dos semanas pasaron tan rápido que cuando recibieron la llamada de Jeon Seokjin para preguntar si Jungkook asistiría al día siguiente a la empresa se sorprendieron.
—Claro, ahí estaré mañana temprano —dijo Jungkook al finalizar la llamada.
—El tiempo se pasó muy rápido —murmuró Jimin—. Oye, me siento inútil sin hacer nada. Visitaré a papá para ayudarle en la empresa.
—No necesitas trabajar —dijo Jungkook colocando un mechón del cabello de Jimin atrás de su oreja.
—Eso ya lo sé. —Sonrió—. Pero me aburro aquí en la casa.
—¿No tienes amigos? Llama a alguno...
—Mi único amigo es Yoongi y siempre está ocupado —dijo con tristeza en la voz.
—¿No es mayor que tú? Creo que iba en mi salón...
—Es mayor, pero su padre es amigo del mío y lo veía regularmente en la empresa. Ahí nos hicimos amigos, platicábamos mucho por chat. —Suspiró—. Luego se fue de viaje de negocios con el señor Min y cuando volvió yo ya tenía novio.
»Mi ex era muy celoso y no me dejaba hablarle... Así que me alejé un poco de él, luego se regresó al extranjero. No lo había visto hasta ese día en la boda, llegó por sorpresa. Yo... —Jimin se rascó la nuca—. Olvidé invitarlo por las prisas y parecía molesto.
—¿Y pensaste en enviarle algún mensaje de texto? —Jungkook se acomodó en la cama, girándose para abrazar a Jimin tomándolo por la cintura y provocando que se le erizar la piel.
—No lo he hecho, usualmente es él quien me habla. Además... Siento que puede descubrir mis mentiras, Yoongi me conoce bastante bien.
—Si te conociera tanto ya habría descubierto que hay algo extraño, creo que debió preguntarte antes acerca d ela boda. Sabría que no eres un tipo que tomaría una decisión tan importante así de la nada.
—Bueno... Todos piensan que fue por el embarazo.
—¿Piensas decirle a Yoongi?
—¿Qué cosa?
—Lo que nos trajo hasta aquí. —Jungkook suspiró.
—No... —Jimin también suspiró y tocó la mano de Jungkook que se posaba en su cintura con suavidad—. No tiene porque saberlo, esto es entre tú y yo... Y Taehyung, mientras menos personas se enteren es mejor.
—Bueno...
—Durmamos, mañana tienes que levantarte temprano para ir a la empresa.
—Sabes que puedo llegar a la hora que me plazca.
—Señor Jeon, no sabía que era una persona holgazana...
—Solo quiero hablar un poquito más contigo, me gusta el sonido de tu voz. —Pegó sus labios al cuello de Jimin sin darle beso, solamente quería sentir su piel.
—Duerme, Jungkook.
—No quiero... —Cerró los ojos para inhalar el aroma vainilla de Jimin.
Momentos después el mayor se quedó dormido y Jimin se quedó despierto un rato más, pensando en las circunstancias, pensando en distintos escenarios que pudieran suceder si el secreto se llegaba a esparcir. Nadie más debía saberlo.
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