💙Capítulo 6-Género💙
Cuatro meses de gestación...
Jimin entró con pasos seguros a la clínica privada, su confianza y elegancia eran palpables. Había estado tomando las vitaminas como se lo ordenó el doctor, pero de todas maneras los vómitos habían aumentado, así que estaba mentalizado a pedirle al médico que le diera algo para evitar el vómito. Atrás de él, iba su mayordomo cargándole el bolso al igual que distintos documentos, incluyendo su historial médico y los resultados de las pruebas previas.
Las mujeres de la clínica lo veían con deseo porque Jimin era hermoso y el embarazo lo hacía lucir más radiante de lo normal. Su cabello rubio y brillante caía suavemente sobre sus hombros, y sus ojos celestes brillaban con una luz suave y cálida. Su piel parecía radiante y saludable, y su sonrisa era capaz de iluminar toda la habitación.
Miró su reloj, 5:00 PM. Ya era la hora de la cita, así que se acercó con la recepcionista, que lo saludó con una sonrisa amable.
—Buen día. El médico lo está esperando, señor Jeon —dijo la secretaria reconociéndolo al instante, es que nadie en el medio podía dejar pasar que era el esposo del hombre más rico de Corea.
Jimin sonrió y corrigió suavemente.
—Todo bien, pero sigo siendo Park Jimin aunque esté casado. —Estiró la mano para que su mayordomo le entregara la carpeta con sus documentos.
—Oh, lo siento, señor. —La secretaria se sonrojó ligeramente, pero Jimin la tranquilizó con una sonrisa.
—Tranquila. ¿Entonces paso? —preguntó Jimin, ansioso por conocer el género de su bebé.
—Sí, claro. —La secretaria asintió y lo guió hacia el consultorio.
Jimin asintió y la siguió con pasos delicados, una vez dentro del consultorio le entregó la carpeta al médico mientras se recostaba en una camilla. La enfermera auxiliar le ayudó a quitarse el saco y levantarse la camisa, dejándole descubierto el vientre.
—Está muy sano —dijo el médico sentándose junto a la camilla para tomar sus instrumentos y hacerle la ecografía—. ¿No vendrá su esposo? Regularmente vienen en esta semana porque quieren conocer juntos el género del nene.
—Oh... —Jimin tragó saliva nervioso.
No había visto a Jungkook recurrentemente las últimas semanas porque estaba ocupado con distintas negociaciones y con la toma de poder en las empresas Jeon, viajando de aquí para allá. Además, como no era el padre del bebé, no le pasó por la mente decirle que lo acompañara a la cita. Jimin se había acostumbrado a que Jungkook estuviera ocupado con sus negocios y no pensó que él se tomaría la molestia de acompañarlo a la cita.
—Mi esposo tiene una agenda muy apretada, le daré la noticia después —le dijo Jimin al médico.
—Comprendo... —respondió el médico con una sonrisa amable.
En ese momento, la puerta del consultorio fue golpeada un par de veces, después se abrió, dejando ver a la secretaria y a Jungkook del otro lado. Jimin se sorprendió al ver a Jungkook allí, y su corazón se aceleró un poco al ver la sonrisa en su rostro.
¿Quién le había avisado que tendría cita? ¿Y qué hacía ahí? No tenía que tomarse la molestia. Jimin se sintió un poco confundido, no era necesario que te tomara dicha atribución.
—Llegó, me alegra que estén los dos juntos en este momento especial —dijo el médico, sonriéndole a Jungkook y luego a Jimin.
Jungkook se acercó a Jimin y le dio un beso en la mejilla, lo que hizo que Jimin se sintiera más sorprendido, pero no se iba a poner a hacerle preguntas, no frente al médico.
—No me dijiste que tenías una cita —dijo Jungkook al pararse junto a la camilla.
Jimin se encogió de hombros.
—No pensé que podrías venir. Tenías asuntos importantes en la empresa. ¿No?
Jungkook sonrió.
—La reunión puede esperar. Esto es más importante. —Se sentó al lado de Jimin y le tomó la mano, lo que hizo que Jimin se ruborizara.
—Vamos a comenzar... —anunció el médico al colocar un gel frío en el vientre de Jimin—. Bien... Esta es su cabeza —murmuró, Jimin y Jungkook estaban tomados de las manos sin despegar la vista del monitor—. Y aquí se ven sus genitales... Se mueve mucho, no quiere mostrar que tiene... ¡Oh! ¿Ven eso entre sus piernas?
Jimin estaba sonriendo, sus ojos brillaban. Era un niño, lo sabía, lo sentía en su corazón incluso antes de saberlo. Pero al ver las dos bolitas entre sus piernitas sintió una alegría inmensa.
—Yo no veo nada —dijo Jungkook entrecerrando los ojos.
—Ahí en el centro —Señaló Jimin—. Dos bolitas, es un niño.
—Exacto, género masculino. Felicidades, serán padres de un hermoso varón. Si el embarazo sigue marchando como ahora no habrá problemas durante el parto.
—Jimin ha tenido bastantes náuseas y ya va para el cuarto mes —dijo Jungkook, sorprendiendo a Jimin ante su atención—. ¿Qué podemos hacer?
—Voy a cambiarle las vitaminas, con unas distintas tal vez se sienta mejor. Si no hay mejora me llaman.
La enfermera limpió el gel del vientre de Jimin, después le ayudó a bajarse la camisa y Jungkook le entregó el saco. La consulta duró unos minutos más y cuando finalmente salieron, Jungkook se sintió aliviado de que todo hubiera salido bien. Se acercó a Jimin y le dio un beso en la mejilla, lo que hizo que Jimin se sorprendiera de nuevo.
—¿Qué te parece si vamos a cenar? —preguntó Jungkook, mientras los documentos al mayordomo.
—Ah... Bueno, yo... no quiero molestarte...
—No me molestas, vine hasta acá por ti.
—Entonces, vamos. —Sonrió—. Puedes irte Tommy.
El mayordomo asintió y se despidió.
Mientras Jungkook acompañaba a Jimin al vehículo, todos los que los reconocían en la calle no podían evitar mirarlos con envidia. La pareja era conocida por su belleza, su riqueza y su felicidad. Eran la pareja perfecta y todos los que los conocían lo sabían.
—¿Por qué siempre nos miran así? —preguntó Jimin, mientras se subía al vehículo.
—Porque somos la pareja más guapa y rica del país —respondió sonriendo.
Jimin se rió y Jungkook se unió a él.
La falsa pareja se sintió cómoda y relajada en el vehículo, Jimin se estaba abrochando el cinturón cuando la curiosidad lo invadió.
—¿Dónde vamos a cenar? —preguntó, mientras se ajustaba el cinturón de seguridad.
—He reservado una mesa en un restaurante italiano —respondió Jungkook.
—Me encanta la pasta.
—Lo sé, es lo único que te cae bien en el estómago durante estos días.
—¿Cómo lo sabes?
—Me lo dijo Tommy. —Sonrió, en ese momento el teléfono de Jungkook comenzó a timbrar, se colocó un audífono en el oído izquierdo y contestó la llamada—. ¿Hola?
—¡Es niño! —Era Seokjin, al otro lado de la línea—. ¡Tendré un nieto varón!
—¿Quién te dijo eso?
—El médico, luego de decirle que le donaría una cantidad generosa a su clínica. —Se escuchaba la risa de Jin al otro lado de la línea—. ¡Vengan a casa, quiero festejar con ustedes!
—Iremos a un restaurante, Jimin quiere pasta. —Jimin se tensó en el asiento al escuchar su nombre, después su teléfono vibró, era un mensaje de Namjoon.
"Felicidades por el varoncito, nos vemos en la casa de tu suegro".
Jimin suspiró y después miró a Jungkook que lucía incómodo con la conversación que estaba teniendo con su padre.
—Lo hablaré con Jimin, te aviso.
Finalizó la llamada.
—¿Cómo se enteraron? —preguntó Jimin mostrándole el mensaje que Namjoon le había mandado.
—Papá sobornó al médico para que le dijera —contestó Jungkook.
—Vaya... Eso es peligroso.
—¿Por qué?
—Si el médico se entera que este bebé no es tu hijo podría decirle a tu padre.
—Cambiaremos de médico, uno que no se deje comprar. —Aseguró Jungkook—. ¿Quieres ir a la cena? Podemos ignorar a nuestros padres y hacer lo que teníamos planeado.
—Están emocionados, supongo que deberíamos ir. —Jimin sonrió—. Además, no hemos convivido los cuatro juntos desde la boda.
—Prometo no irme de nuevo. —Encendió el motor del automóvil—. Estos meses fueron difíciles porque tuve que tomar el mando del grupo Jeon.
—Ya lo sé. Uy... —Jimin se tocó el vientre sorprendido.
—¿Qué pasa? ¿Te duele algo?
—No, es que se acaba de mover... Es... ¡Dios! —El bebé seguía pateando el vientre de Jimin, sentía como un mariposeo, unas burbujas en su interior—. Es extraño y nuevo, nunca lo había hecho.
—Está emocionado porque papá está con él —dijo Jungkook, tomándose la libertad de tocar el vientre de Jimin, provocando que se le erizara el bello del cuerpo—. Soy papá, no te olvides de mi voz pequeño...
Jimin alzó la vista, mirando los ojos oscuros de Jungkook, sonriendo con ternura ante el acto.
—Jungkook...
—¿Qué?
—El día de la boda dijiste que serías un esposo y padre en privado y él publico.
—Lo recuerdo. —Apartó la mano del vientre de Jimin para colocarla en la palanca de cambios de vehículo y arrancar el automóvil.
—Lo estuve pensando estos meses y no deberías crear lazos emocionales conmigo.
—¿Lazos emocionales? ¿Te parece que estamos creando algún tipo de lazo? —preguntó Jungkook con la mirada fija en la calle.
—Me das besos en la mejilla, tomas mi mano y acaricias mi vientre...
—¿Eso es un lazo?
—Pues sí. Tú sabes que este niño no es tuyo y no quiero que creas que sí lo es porque es mío, mío y de nadie más.
—Llevará mi apellido.
—Es una fachada...
—Crecerá en mi casa, crecerá creyendo que soy su padre. ¿Por qué no actuar como tal?
—Porque eso es algo muy delicado...
—¿No pensaste en eso cuando te casaste conmigo?
—Lo pensé, pero pienso que lo mejor hubiera sido que no nos casaramos.
Jungkook no dijo nada, Jimin tampoco. El resto del camino se quedaron ambos en silencio y cuando estuvieron frente a la mansión Jeon, Jungkook habló.
—Okay, entonces les diremos la verdad a nuestros padres esta noche. Así no tendremos que seguir fingiendo.
Jungkook se bajó del automóvil luego de aparcar en el estacionamiento de la mansión y azotar la puerta. Jimin se quedó en el interior mirándolo caminar apresuradamente. ¿Por qué se enojaba? Todo había sido claro desde el inicio.
Segundos después, Jungkook pareció arrepentirse, así que ya estaba de regreso, se fue corriendo para abrirle la puerta del auto a Jimin y cuando este salió, Jungkook lo tomó de los hombros con fuerza.
—Me gustas, por eso quise casarme contigo —dijo de pronto, mirándolo a los ojos con una intensidad que hizo que Jimin se sintiera un poco incómodo.
Estaba sorprendido por la confesión. No había esperado que él fuera tan directo y honesto sobre sus sentimientos. Mucho menos que estuviera interesado en él.
—Hoy en la cena tú decidirás si seguimos con esto —continuó Jungkook—. Pero si seguimos, ambos pondremos de nuestra parte para ser unos verdaderos esposos. Sin fingimientos, sin mentiras. Quiero que seamos honestos el uno con el otro, que nos apoyemos y nos amemos de verdad. —Jimin se sintió abrumado por la propuesta de Jungkook—. Y si no quieres seguir, entonces les dirás a nuestros padres la verdad.
»Asumiré las consecuencias junto contigo. No te dejaré solo en esto, Jimin. Estoy dispuesto a enfrentar lo que venga.
»Si quieres decirles la verdad diré que todo fue mi idea, yo te protegeré de la furia de nuestros padres y si quieres continuar con nuestro matrimonio te hace el hombre más feliz del mundo.
—Jungkook... —Jimin apenas podía hablar, estaba muy abrumado.
Jungkook sonrió suavemente y le dio un beso en la mejilla.
—Es tu elección —dijo, antes de darse la media vuelta y entrar a la casa, dejando a Jimin parado y desorientado en el estacionamiento.
Arrastró los pies, encaminándose a la mansión. Una vez adentro se dirigió al comedor, ahí ya estaba Seokjin, su suegro que al verlo corrió a abrazarlo.
—¡Jimin! —gritó en medio de risas—. Un nieto varón, les dije a todos mis amigos que sería niño y acerté. ¡Que alegría!
—Eh... Sí... —murmuró Jimin, nervioso.
Jungkook tenía la cara larga, así que mejor se sentó en la mesa. Pronto llegó Namjoon, quien saludó y felicitó a los recién casados.
Los empleados llevaron distintos platos de comida, pero a Jimin le sirvieron pasta italiana.
—Jungkook me dijo que querías pasta y le dije al chef que te preparara una —dijo Seokjin.
—Oh, gracias.
—Por cierto —dijo Jungkook partiendo su filete—. Jimin tiene algo que decirles.
Jimin amplió los ojos. ¿Jungkook iba en serio con eso de decirles la verdad? Ya habían llegado demasiado lejos como para decir de buenas a primeras que todo era falso, que su matrimonio era arreglado, además Seokjin y Namjoon estaban bastante emocionados por el nacimiento. Eso les partiría el corazón.
—¿Qué quieres decirnos, hijo? —preguntó Namjoon, después bebió de su copa de vino.
—Anda, diles... —Jungkook dejó los cubiertos en la mesa, mirando fijamente a Jimin. Su aspecto que siempre era amable lucía distinto.
Jungkook estaba retando con la mirada a Jimin.
—Bueno... Yo...
HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO DE HOOOOOOOYYYY
Todas sabíamos desde el principio que Jungkook se traía algo entre manos, hizo que el Jimin se casara con él "por conveniencia mutua" pero en realidad siempre había querido estar casado con él porque lo quiere aldbkskskele
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