No era algo común para ellos que yo me desmayara de la nada, por lo que, casi fui obligada a ir a un hospital cuando desperté. Todos los pares de ojos me observaban desde arriba. Yo al principio estaba confundida.

—¿Por qué no le dijiste a tus amigos que siempre te saltas las comidas y te desmayas todo el tiempo?—Me tensé al escuchar a mi hermana soltar eso de golpe. No quería que Taeyang escuchara, ni nadie más escuchara, pero ya era tarde.

—Ya no me salto las comidas, solo ocurrió una vez y es esta —le dije un poco avergonzada.

 Era algo de lo que no me gustaba hablar. Yo a veces olvidaba que tenía que comer, incluso, tenía algunas alarmas para eso. Pero desde que me mudé había olvidado hacerlo. El medio coreano entrecerró los ojos mirándome. Como si estuviera intentando recordar si me había saltado las comidas o no. Sin embargo, con todo lo que ocurrió no me había dado tiempo. 

—Ya te lo hemos dicho, no puedes seguir haciendo eso, va a ocurrir algo peor. ¿Recuerdas que a papá casi le da un infarto cuando te caíste en la iglesia y comenzaste a convulsar? —me preguntó histérica. Movía sus manos de un lado a otro frente a mí. Mis mejillas enrojecieron —. La gente pensó que estabas poseída y el Padre se acercó para sacarte el demonio.

Escuché a Taeyang intentando aguantar la risa. Apreté los labios, sabía que si miraba al medio coreano explotaría en una carcajada. Pero claro, no estábamos solos y la primera en soltar una carcajada fue Tania. Los demás le siguieron. 

—¿No hay videos?—preguntó riendo, mi hermana se indignó y no me quedó de otra que disculparme. 

—Lo siento.

—Una disculpa no va a calmar el susto que pasé, Zuliney Del Mar Zayas —me regañó —. Yo pensé que habías muerto porque no despertabas con nada. Ander dijo que era imposible porque aún respirabas, entonces sugirió que estabas en un coma. Tu novio aquí —señaló a Taeyang quien se tensó —. Comenzó a llorar porque creyó que ya no ibas a despertar.

—Lloró a moco tendido —me tensó la voz de Dawson.

—Oye, yo no —Taeyang intentó defenderse, pero mi hermana lo interrumpió.

—Tania dijo que iba a lanzarse por un puente porque su vida no sería la misma sin ti—sacudió el rostro y volvió a mirarme —. Nos hiciste pasar un susto.

—Yo ya estaba preparando lo que pondríamos en tu epitafio —giré los ojos al escuchar a Nirvana. Me incorporé con la ayuda de Taeyang.

—Yo hasta busqué esto —Jin levantó el palillo en donde había estado el helado que se estaba comiendo antes de revisar el móvil de Kimi —. Porque recordé que esto era lo último que tus labios habían tocado. Y necesitaba algo para poder recordarte.

Taeyang hizo una mueca mirando a su hermano. Jin a veces decía cosas tan aleatorias que no me sorprendió su comentario, pero a los demas sí. 

—Pero hay que considerar todas las opciones, si han estado follando como gatos lo más probable es que esté embarazada —me tensé al escuchar a Nirvana. Taeyang y yo compartimos una mirada. Comencé a negar efusivamente cuando vi que sus cejas se elevaron en una clara interrogación.

—No imagino a Taeyang siendo padre—dijo Ander mirando el techo. 

—Taeyang vino una vez con un cactus, solo duró un día porque le echó demasiada agua y tuvo que lanzarlo a la basura —soltó Tania con los brazos cruzados.

—Yo le regalé un pez el semestre pasado y se le murió porque olvidó alimentarlo —recordó Jin con algo de nostalgia—. Cuando entré a su habitación le dije que el pez estaba muerto, y este idiota creyó que solo dormía. 

Taeyang se cubrió el rostro. Y luego el atrevido me decía que yo tenía más mala suerte que el pato lucas.

—También tuvo un cocotiel y se le escapó porque dejó la puerta de la jaula abierta —mencionó Janne dando unos cuantos pasos y mirando a su primo —. La pobre criatura fue encontrada ahogada en la piscina de los vecinos.

—Teníamos una ciudad virtual y se le metieron a la finca a robarle la cosecha y por su culpa los habitantes murieron de hambre —volvió a mencionar Jin soltando un suspiro dramático.

—Chicos, ya basta —soltó el medio coreano avergonzado—. Zuli va a creer que no tengo la capacidad de cuidar de otro ser vivo. Si resulta que seré padre voy a esforzarme para que no le falte nada a mi hijo o hija—me derritió sus palabras. Sus ojos brillaron con ilusión al mirarme. Se inclinó frente a mi para sujetar mi rostro—. No creas lo que dicen, yo no permitiré que le pase algo a nuestro hijo. 

Mis ojos se cristalizaron. 

—Eso lo sé—le dije agarrando sus muñecas y acariciándolo.  Alguien carraspeó y nos separamos para ver a Ander arrodillarse a un lado de Taeyang para tocarme la frente con el dorso de la mano, sacudió el rostro. 

— Estás helada y pareces deshidratada, necesitas algo de comer y tomar.

Taeyang se puso de pie rápidamente y avanzó hasta la cocina. Evité mirar a Dawson o a Andrés, supuse que Janne lo entendió porque les hizo un gesto para que se fueran. Jin no dijo nada, también se arrodilló a un lado de Ander para agarrar mis manos.

—Si resulta que estas embarazada podemos idear un plan para ayudarte con los gastos, siempre he querido ser tío —intento quitar la mano. Ya el tema me estaba poniendo incómoda. No estaba embarazada pues llevaba la cuenta de mis días y no había ningún retraso. Además, Taeyang y yo nos protegíamos siempre. 

—Que no estoy embarazada —volví a negar.

—Papá estaría feliz —la voz de Taeyang se escuchó desde la cocina, volví a tensarme. Me llevé una mano a la frente y cerré los ojos.

Esto era irreal. Ahora Nirvana hablaba animadamente con Jin sobre los nombres que le pondríamos a nuestros hijos. Emily también opinaba y hasta Ander dio unos cuantos nombres. Tania sonreía en silencio. El único nombre que me gustó que había mencionado Taeyang desde la cocina era, Taelyn. Lo tendría en cuenta si en algún momento quedaba embarazada.

—Si estuviera embarazada lo sabrían, no sé guardar secretos. Pero confíen en mí, no es eso. — Taeyang se arrodilló frente a mi para ofrecerme una ensalada de frutas y me intentó alimentar, pero se lo impedí. Yo podía comer sola.

—Bueno, espero que el drama haya terminado por hoy, voy a dormir —Tania se despidió de todos y se perdió por las escaleras. Nirvana también subió detrás de ella. Mi hermana se había sentado a mi lado mientras acariciaba mi espalda y soltaba suspiros.

—¿Qué? —la miré.

—Pensé que sería un fin de semana tranquilo —dijo algo pensativa—. Casi morimos. Es una suerte que haya ocurrido todo eso, porque, de lo contrario, justo ahora los gusanos se estarían comiéndose nuestros órganos.

Jin la observó y gateó hasta ella. Le acarició el rostro con una mano. Ellos hacían una increíble pareja. 

—Ya pasó todo —uno de sus dedos se detuvo en los gruesos labios de mi hermana —. ¿Quieres un masaje para liberar las tensiones? —mi hermana asintió y mirándome por última vez, se puso de pie para perderse por las escaleras. Ander al darse cuenta de que era el último que quedaba, se puso de pie para irse de la casa.

En la sala quedamos Taeyang y yo.

—¿Te sientes mejor?

—Sí, gracias.

—¿Estas segura que no...? —dejó la pregunta al aire y entendí a lo que se refería.

—No estoy embarazada —dije rápidamente. Creí ver algo de tristeza en su mirada, pero luego la remplazó con un gesto de preocupación.

—¿Vamos a mi habitación? —preguntó poniéndose de pie y extendió la mano en mi dirección—. Puedo prepararte un baño para que te relajes.

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¿Listos para decirle adiós a los personajes? 

Yo no. *Se va a llorar.