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4: Elección de bragas

Estuve a punto de enterrar mi cara en el suelo. Mi temperatura había subido y mi cara más que rosada estaba roja. Una gota de sudor me hizo recordar que todo el motivo de mi existencia era solo para avergonzarme frente a un adonis que no hacía nada más que respirar el mismo aire que yo.

Mi alma casi deja mi cuerpo cuando Taeyang, sin previo, aviso comenzó a extender la prenda para que ambos pudiéramos observar el gatito que quedaba en la parte delantera. Se detuvo a mi lado.

—Interesante elección de bragas—dijo mirando la braga que por cosas del destino no había nada raro en él, ya sabes, manchas o algo parecido.

Disimuló una sonrisa.

Quería golpearlo, pero solo me limité a fruncir el ceño antes de girar los ojos y arrancarle la braga de golpe. Nunca iba a entenderlo. Primero me odiaba y ahora se reía de mí. 

Movió el rostro a un lado y acomodó sus lentes con su dedo índice. Estaba todo hermoso con una sudadera gris, jogger y tenis. Su cabello alborotado de una forma bonita y sus labios gruesos jugando con el piercing que reposaba allí me hizo cuestionarme todo.

¿Por qué era tan guapo?

Si su hermano era exactamente igual a él, ¿por qué no me podía gustar de la forma en que él lo hacía?

¿Qué tenia de interesante este chico?

—Cuidado no vayas dejando tu ropa interior por toda la casa, es raro. Además, nadie tiene que pasar por algo tan traumático como verte la cara y pensar en el tipo de ropa interior que usas.

—Já, já, já—me giré para seguir caminando. Lo admito, no sabía qué decirle. No tenía respuestas ingeniosas. 

Después de casi tres semanas por fin conseguía hablar con él, por más de dos minutos y solo lo hacía para meterse conmigo.

—Oye—me detuve, pero no me giré para mirarlo, bastante tenía con lo que acababa de pasar.

—Dime.

—¿También tienes bragas de conejitos y perritos?

—Cállate.

Lo último que escuché fue una carcajada que me sorprendió, pero no quería quedarme allí para deleitarme. Ni siquiera su voz gruesa, ronca y seductora me harían quedarme allí a morir de la vergüenza.

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