Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11: Muy bonita

Me quedé en silencio. No tenía idea de que esta conversación ocurriría. La tarde había caído y hacía algo de frío, o tal vez era porque estaba sudada por bailar tanto. 

—La verdad pensé que te había ofendido y me sentí muy avergonzado, pero soy capaz de entender que me pasé y sé admitir cuando tengo la culpa.

Ambos estábamos por lo menos a cuatro pies de distancia. Mi cabello se movía por el viento e intenté llevarlo hasta atrás.  Sin embargo, mi cabello y el viento no cooperaban. Solté un suspiro de fastidio y vi como Taeyang me extendía una cinta. No sé si fue a propósito pero sus dedos tocaron la palma de mi mano. Sentí un cosquilleo. 

—Gracias—dije antes de recogerme el cabello—. Y no, no tienes que disculparte. No tuviste la culpa de nada. Solo me sorprendí un poco, eso es todo. Por favor, no te sientas avergonzado que no hiciste nada malo.

Asintió y soltó un suspiro. No lo había notado antes, pero al observar sus cejas noté que una tenía una línea en forma diagonal en la ceja izquierda, parecía estético pero algo me decía que era una cicatriz.

—Entonces, ¿lo de ver una película conmigo sigue en pie?

—Por supuesto y lo de las tutorías en las tardes también. Si te parece bien.

—Me parece una muy buena idea, te puedo pagar...

—Oh, no, no tienes que pagarme nada más con darme varias gomitas basta. Lo digo enserio.

—¿Tanto te gustan? —me preguntó mientras se recostaba del auto. Yo permanecí frente a él con los brazos cruzados.

—No sabes cuanto—murmuré y me dio escalofrío.

—¿Tienes frío? ¿Quieres volver a dentro? —preguntó rápidamente. Era tan atento. Cada cosa que Taeyang hacía me llevaba mas al precipicio del enamoramiento. Y no quería porque era demasiado pronto. 

—No, estoy bien—lo vi ponerse de pie y abrir el auto y pasarme un abrigo enorme con unas letras en la parte frontal. Se leía en inglés la frase "In the end it doesn't even matter". Supe de inmediato que la frase venía de la canción de Linkin Park. Me ayudó a colocármelo y le agradecí.

El abrigo olía delicioso. A él.

Me recosté en el auto a su lado y comenzamos a hablar, la conversación fluyó entre lo difícil que había sido para él aprender coreano hasta sobre cómo se sentía con relación a sus estudios. Me dijo que sus padres se habían conocido en Venezuela y su padre, casi no usaba el coreano en la casa porque su madre no lo hablaba. También, me dijo que cuando se mudaron a España se le dificultó entender bien la jerga, reprobó un curso y tuvo que repetir en verano.

Además, me mencionó que estaba harto de la presión social, como, por ejemplo, que de que el estudio era lo primordial, que no debía tener novia sino un trabajo, que debía mantener económicamente a su familia y demás.

—Me harté de que por ser coreano tenga que cumplir con unos estándares impuesto por la maldita sociedad.

Sonaba muy molesto. 

—Seguramente fue difícil para ti enfrentarte a todo eso.

—Y además, no soy nada a lo que una persona espera que sea cuando dicen que soy mitad coreano.

—Entiendo perfectamente. A veces es difícil lidiar con la presión social pero cuando te empiezas aceptar como eres, lo que opinen los demás se convierte en algo insignificante.

Se cruzó de brazos y asintió.

—Tienes razón, aunque, la mayoría en Corea sabe cosas y son genios, después estoy yo con mi nivel académico en 3.0; no sé matemáticas y apenas entiendo el lenguaje de computadoras. Solo sé hackear y porque vi un video en YouTube.

Coloqué una mano en su hombro y me observó de medio lado.

—No te desesperes, ya verás que en poco tiempo aprenderás todo lo que necesitas para convertirte en eso que tú quieres ser—asintió como satisfecho por mi respuesta.

— ¿Qué hay de ti? —solté un largo suspiro antes de responderle.

—No sabía nada de inglés y decidí estudiar por mi cuenta. Después de ahí, apliqué para un curso avanzado donde aprendí lo que estás escuchando hoy. No fue fácil, pero lo logré porque mis sueños estaban en otro país.

—Entiendo, espero que te guste aquí, encajas muy bien con nosotros.

—Me siento alagada, gracias.

—¿Te puedo preguntar algo? —se cruzó de brazos al mirarme. Asentí—¿Cómo has estado después de lo que viste en la televisión?

Hablaba de mi madre.

—Estoy un poco más tranquila. Es decir, me preocupa su salud y enterarme de esa manera me asustó mucho.

—Me alegra que estes más tranquila, si quieres hablar sobre ello, estoy aquí.

Taeyang me caía muy bien, era atento, sabía disculparse y se preocupaba. 

—¿Te puedo hacer una pregunta? —dije volteando a verlo.

—Sí, claro.

—¿Por qué de repente me estás hablando?

—Me caes bien.

—¿Y ya?

—Y ya—se rascó la cabeza—. ¿Qué quieres que te diga?

—No, nada. Solo quería...mejor olvídalo.

—Ahora me lo dices que después no puedo dormir—dijo en un tono divertido pero serio. Me reí—. Oye, es en serio. Si a las dos de la mañana me escuchas tocando tu puerta es porque no me gusta dejar nada a medias. Ni siquiera una conversación.

—Por favor recuérdame nunca dejar la conversación a medias—dije de forma divertida, ambos volvimos a reír.

—Ahora dime—me insistió.

—Es que quería saber por qué me estás hablando después de lo que pasó...ya sabes.

Si me había ignorado por lo que parecía ser dos semanas tenía que haber una explicación lógica. Para mí, una disculpa no bastaba. Nos estábamos conociendo y empezábamos a llevarnos bien y de la nada, me ignora. Necesitaba saber la razón. 

—Me dio vergüenza porque me dejé llevar. Yo...—lo vi bajar la cabeza y me pareció ver un destello rosado en sus mejillas. Algo que jamás había presenciado—. Te veías muy bonita y solo quería acomodar tu cabello.

Taeyang no parecía de los que se ponían nerviosos. Es decir, su porte de chico serio y confiado me obligaban a pensar que jamás sentiría lo que es vergüenza, pero tal vez yo estaba adelantándome a los hechos. Todavía no lo conocía. 

Mi corazón se derritió con su confesión y casi me dan ganas de abrazarlo. Era tan tierno y guapo y sexy.

Nirvana salió por la puerta buscándonos.

—Chicos, ya vamos a cantar feliz cumpleaños.

Ambos volvimos a mirarnos en silencio y decidimos entrar. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro