Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23 // Final


Charles


Ha pasado un mes y Erik aún no me ha propuesto matrimonio. ¿Le di la impresión equivocada de que no quiero casarme con él, esa noche? Porque quiero casarme con Erik más que nada en este mundo, y pasar el resto de mi vida con él. Estaba enojado por la forma en que veía al matrimonio, pero luego de que se explicó, me demostró que había tomado la decisión correcta.

Y encima de todo, él me abandonaba hoy... Bueno, no exactamente, estoy siendo dramático, pero bueno, no nos hemos separado desde que nos volvimos una pareja.

—Charles, tengo que irme —Me estaba aferrando a él, como si no tuviera intención de dejarlo ir.

—Pero, bebé-

—He estado cancelando esto por un mes —Es verdad. Erik tenía una reunión de negocios fuera de la ciudad, y él se iría por un día. Un maldito día entero. Iba a pasar la noche en un hotel y yo iba a dormir solo en nuestra cama.

—Te voy a extrañar también, ángel, no me pongas los ojos de cachorro porque me así me has estado reteniendo aquí el último mes —Rozó mi mejilla suavemente, lo liberé de mi agarre con una sonrisa triste.

—Está bien... pero vamos a tener mucho sexo telefónico, ¿no? —Hice un mohín y bato mis pestañas hacia él.

—Por supuesto, conejito.


***


Erik


Este es el día. Acabo de regresar de donde Charles pensó que estaba "en una reunión". En realidad, fui con sus padres para pedirles su bendición y casarme con su maravilloso hijo.

Matrimonio. Algo que nunca consideré en mi vida. Siempre pensé que moriría solo. Lo había aceptado. Y ahora mírame. Me voy a casar no sólo con una persona, sino con la persona más increíble del mundo. Así que esta no es sólo una boda. Este es un evento histórico. Revolucionario. Porque, por la mayor parte de mi vida, no tuve ni la menor posibilidad de terminar aquí.

Pero Charles hizo lo imposible. Él cambió todo... me cambió.

Hubo algunos errores y malentendidos dignos de una tragedia griega, por supuesto, de mi parte. Pero logramos superarlo con nuestra inagotable lujuria, infinita admiración y amor eterno. Por los demás, intactos.

Así que hoy sé lo que le voy a decir a Charles: voy a confesar mis sentimientos, decirle la verdad, que quiero pasar mi vida con él. Pero quería, al menos por una vez, hacerlo perfecto. Ya lo arruiné al invitarlo a salir, cuando le pedí que fuera mi novio, en el primero te amo, al pedirle que se mudara conmigo... Jesús, no sé cómo sigue estando conmigo. Tengo que hacerlo perfecto cuando le pida que sea mi esposo.

Le prometí su propuesta cinematográfica, pero, por primera vez, me di cuenta de que tal vez esto no es lo que él necesita. Ya conoces a mi Charles tan bien como yo lo conozco. Él es diferente de todos los demás, es por eso que lo amo.

A él no le importa la marca del automóvil, los hoteles caros, las vacaciones o las cenas en restaurantes de cinco estrellas, porque para él todo se trata de calidad, no de cantidad. Ni siquiera sabía que existían personas así.

Sí, Charles está siempre extasiado cuando le doy regalos, como, demasiado feliz, pero no es el regalo en sí lo que le importa. O incluso la cantidad de efectivo que pagué por ello. Para él, todo se trata del esfuerzo. Simbolismo. Cuánto pensamiento puse al conseguirlo para él. Por ejemplo, si yo fuera a buscar una servilleta del restaurante donde cenamos por primera vez, la enmarcara y se la regalara como regalo de aniversario de un mes, él me devoraría entero esa noche para mostrar su gratitud.

Y sería sólo una servilleta. Pero para Charles, significa mucho más.

Finalmente me veo perteneciendo junto a él. Me merece. No lo digo porque sea un imbécil arrogante, sino porque lo amo como nadie más lo haría en este mundo, y le daría todo, por él, para hacerlo feliz.

Puede que no sea el mejor lugar para una propuesta... pero lo llevaré a donde fue la primera vez que lo vi, donde vi su cara en el espejo, haciendo muecas graciosas y frunciendo los labios, luciendo dolorosamente hermoso. Era como una rara flor que florece de noche, tan preciosa y tan fugaz que tuve miedo de pestañear y perder un glorioso segundo de su belleza.

—¿Qué dijiste que era esta fiesta, cariño?

—Oh, sólo una cosa de oficina, pensé que tal vez querrías ver a tus viejos colegas, realmente te extrañan.

—Aw, yo los extraño también.


***


Estábamos en el ascensor, yendo de forma segura a los pisos superiores. Él se miraba al espejo como la primera vez que lo vi aquí, y me sonreí. Sólo presiona el botón, Erik. ¡Presione el botón de detener, ahora! No te preocupes, si lo arruinas como las otras veces, Charles está aquí para salvarte. Él siempre lo hace.

Entonces presiono el botón.

El ascensor se detuvo.

Y también lo hizo mi corazón.


***


Charles


—Bebé, ¿qué fue eso? ¿Nos quedamos atrapados? —Busqué los botones, pero él tomó mi mano en la suya.

—Todo está bien, aquí estoy.

—No tengo miedo cuando estoy contigo —le aseguré, sonriendo. —Tendremos que esperar hasta que nos saquen. Tengo algunas ideas sobre lo que podríamos hacer mientras esperamos... sucias ideas... —Le sonreí maliciosamente, mordiéndome el labio inferior.

—Charles...

—¿Qué, bebé? ¿Recuerdas cuántos vaporosos momentos tuvimos aquí? —Empecé a desabotonar su camisa, inclinándome para besar su cuello cuando él me detuvo.

—Lo recuerdo de manera diferente... Date la vuelta, ángel —Él me hizo girar, así que estuve frente al espejo otra vez. Maldita sea, este cardigan encaja muy bien con mi atuendo, es realmente lindo. Y, por supuesto, el apuesto hombre detrás de mí, que me abraza y acomoda su cabeza sobre mi hombro lo hace todo mejor. Me sentí como ayer, cuando lo vi frunciéndome el ceño mientras me estaba poniendo presentable para él.

—Eres el amor de mi vida —murmuró en mi cuello, y apretó sus brazos alrededor de mí. —Y aunque soy un desastre, y actué como un idiota y te confundí por mucho tiempo, espero que ya no serlo y espero que sepas que eres la persona más importante en mi vida.

—Sí, bebé, lo sé —Me incliné hacia él, cerrando los ojos, sentí su boca rozar mi oreja con un aliento cálido. Una sonrisa emocionada tembló en mis labios. Sentí los dedos de Erik deslizarse por mi brazo izquierdo y apretar sobre mi palma. Él acarició cada uno de mis dedos de nudillo a punta, lentamente.

Cada lugar que tocaba, no importa cuán inocente, podría convertirse en un ejercicio de placer erótico. Justo como ahora.

Sólo que, esta vez, hay algo más. Algo más.

—Recuerdo con perfecta claridad el primer momento en que te vi aquí —comenzó en voz baja. Sonreí ante el recuerdo, feliz de que él también recordara la primera vez que nos encontramos.

—¿Oh, sí? Recuerdo que me frunciste el ceño.

—Sí. Porque te mirabas en el espejo, como si no supieras que no puedes mejorar la perfección —Solté una risita como un adolescente ante su dulce cumplido. —Y luego pasaste la lengua por tus labios, enloqueciéndome, podría haberte tomado justo ahí.

—¿Por qué no lo hiciste, entonces?

—Porque... creo que me pude haberme enamorado de ti ese mismo día. Y un poco más con cada vez que entrabas a mi oficina —Mi corazón se hinchó ante sus palabras. Erik me había dicho que me amaba mil veces, pero nunca esto. Abrí los ojos y lo miré directamente al espejo, leyendo en los suyos todo lo que significaba.

—Recuerdo cuando traté de dejarte ir... No pude soportar ni siquiera un día —Su voz en mi oído era tan suave y diferente. —Lo que quiero decir es que no quiero volver a estar sin ti nunca más. El aire no se siente igual. La comida no me satisface. El agua no sacia mi sed. Sucede cada vez que estás conmigo. Por el resto de mi vida, mientras siga atada a esta tierra, solo serás tú, Charles. Sólo tú. Para siempre.

Sentí que se salían las lágrimas y rápidamente limpié mis mejillas. Me mordí el labio para contener los sollozos de alegría pura.

—Eres lo último que quiero ver por la noche antes de cerrar los ojos por el resto de mi vida. Lo último que quiero ver antes de morir. Y para eso, tendrás que estar a mi lado. Siempre y por siempre.

Mi respiración se detuvo y todo el tiempo y el espacio se aquietaron a mi alrededor cuando sentí a dónde iba. Solté un sollozo que se negó a permanecer dentro de mí y me volví para mirarlo mientras continuaba.

—Quiero que me pertenezcas. Y quiero ser tuyo. Quiero ser la razón de tus sonrisas. Quiero pasar el resto de mi vida escuchando todas tus teorías. Quiero cumplir ochenta años de edad sosteniendo tu mano... y prometo amarte en todos los momentos desde ahora hasta entonces —Sentí mi boca abrirse mientras sus palabras y su significado comenzaban a hundirse en mí.

—Entonces... ya sé lo mucho que amas la locura... —Se aclaró la garganta y sacó de su bolsillo una caja de terciopelo negro. —Charles Francis Xavier, ¿quieres hacer la cosa más loca de todas y convertirte en mi esposo?

Mi mente giraba en círculos mientras miraba el anillo dorado y luego volvía al hombre con el que iba a pasar el resto de mi vida. Mi felicidad era tan cegadora y tan completa que casi me robaba la respiración.

Sonreí con lágrimas en mis ojos. Y en mi voz. —¡Sí! —grité. —¡Sí, me casaré contigo, Erik! —Lancé mis manos alrededor de su cuello y lo besé con fuerza en la boca. ¿Puedes creer que este es el mismo hombre que conocí aquí? ¿En este ascensor? ¿Quién hizo la propuesta más romántica en la historia de todas ellas?

Sus labios se curvaron en una genuina sonrisa, una vez que me alejé de su boca. Estaba temblando, mis rodillas se estaban doblando. Sus ojos se posaron en nuestras manos unidas mientras deslizaba el anillo dorado en mi dedo.

—Espero no haberlo a arruinarlo —dijo, esperanzado, levantando la mano para acariciar mi mejilla suavemente y apartar mis lágrimas, pero las nuevas siguieron llegando. Me reí entre dientes y lo atraje hacia mí, susurrando en su pecho. —Fue perfecto, Erik. No puedo imaginar un día, un momento más perfecto que éste.

Erik llevó mi dedo rodeado de oro a su boca. Levanté la vista para ver sus labios rozar mis dedos y luego su mano se deslizó hacia la parte posterior de mi cuello, llevándome hacia él. Su boca rozó la mía, ligeramente al principio, luego más profundo, con más significado. Él me atrajo más fuerte hacia él, completamente en sus brazos. Nuestras lenguas se tocaron y saborearon, lentas y sin prisas, con la promesa de más por venir.


***


—Oh, Dios mío, oh Dios mío, oh mi —canté con entusiasmo una vez que estuvimos en el automóvil yendo a casa. —No puedo creer que estemos haciendo esto, Erik.

Sonrió a mi lado, alcanzando mi mano y besando mi dedo con el anillo otra vez.

—Tengo que llamar a mis padres, a mi hermana... Tengo que decirles... Tengo que decirles a todos... Quiero contarle a todo el mundo.

—Tal vez deberíamos ponerlo en el periódico, ¿serías feliz entonces? —preguntó en broma, pero yo chillé.

—¡SÍ!


***


Estábamos en casa, intentaba llamar a mi madre por teléfono, pero ella no contestaba.

—Genial, eligió el momento perfecto para ignorar su teléfono.

—Relájate, ángel.

—¡No puedo! Voy a tomar una ducha realmente rápida, y luego voy a montarte hasta que dejes de funcionar. Si mi madre llama, ¡sólo dile que me morí de emoción! —Grité mientras corría al baño.


***


—¡Mamá! —Chillé felizmente cuando la contacté, ella se rio entre dientes como si supiera por qué estaba llamando.

—¿Cómo estas, cariño?

—Yo... ni siquiera puedo describirte cómo me siento ahora, pero... ¡estoy comprometido, mamá! —Aún había chillidos saliendo de mí cuando la escuché reír feliz, pero no sorprendida en absoluto.

—Felicitaciones, cariño. Les deseo a ambos inmensa felicidad, se lo merecen. Déjeme pasarte a tu papá, él también quiere felicitarte.

Temblé, sonriendo alegremente mientras miraba a Erik, que ya estaba debajo de las sábanas. Él me devolvió la sonrisa sabiendo que no conseguiría más atención de mí esta noche.

Mi papá también nos felicitó, me arrastré hasta Erik, acurrucándome en su pecho mientras hablaba con mi madre de nuevo, explicándole explícitamente cómo Erik me lo propuso, citando cada palabra y cada coma y lo hermoso que era mi anillo.

Erik se relajó a mi lado y sonrió con los ojos cerrados ante cada palabra que salía de mi boca. Él aceptaba el hecho de que le hablaría durante horas a mi madre sobre esto, y luego llamaría a Raven para contarle la historia otra vez, por lo que debería estar completamente dormido para cuando terminara.

—Admito que cuando volviste a casa hace meses, no creí que volverían a estar juntos, pero... él es un hombre increíble, y te quiere mucho, hijo mío.

—Lo sé, mamá.

—Vino aquí el otro día-

—¿Qué?

—Vino a pedir nuestra bendición, e hizo que mi corazón se derritiera con un discurso muy genuino que me hizo llorar, también a tu padre, y ya sabes que él no llora...

—Oh Dios... Erik —Me volví hacia él. —Te devolveré la llamada, mami.

Lo acaricié suavemente y él abrió los ojos. —Mm, terminaste rápido, ángel.

—Le pediste a mis padres su bendición... Erik, eso es lo más romántico del mundo —Él besó mi hombro suavemente.

—No estuve en una reunión, el otro día. Fui a tu casa... No podía llevarme a su precioso niño sin preguntar antes.

—Awww, bebé, eso es tan romántico. Tú sabes cuánto me encanta lo romántico y lo excitado que me deja. Despierta, vamos a follar ahora mismo, continuaré mis llamadas mañana.


***


—¡Raven, necesitas verlo! ¡Es tan brillante y claro, perfecto y hermoso, y se ve increíble en mi dedo! —Estaba hablando emocionado por teléfono con ella... a las 5 am de la mañana. Erik se despertó por mis chillidos y Raven sonó medio dormida.

—¡Despiértate, Raven! ¡Iré a verte ahora mismo!

Besé la cabeza de mi novio, oh dios mío, mi prometido, y me duché y vestí rápidamente para encontrarme con Raven.

—¿Saldrás tan temprano, ángel? —Murmuró Erik con voz soñolienta.

—Sí, no puedo esperar para contarle a Raven y a mis colegas, ¡Pararé en tu trabajo para contarle a tu personal más tarde, bebé! —Palmeé con entusiasmo y él sonrió a través de sus pesados ​​párpados. Me atrajo a la cama y me besó profundamente.

—¿Tendré algo de tiempo contigo o tendré que esperar hasta la boda?

Me reí entre dientes y le llené la cara con besos.

—Lo harás, lo harás, pero en este momento mi anillo necesita algo de atención. Adiós, bebé —Lo besé por última vez y me levanté.

Fui a la cocina a preparar el desayuno para mi prometido: oh, mi corazón late tan rápido cada vez que pienso en esa palabra.

Abrí todos y cada uno de los gabinetes y cada cajón de esa cocina, sólo para ver cómo se veía mi anillo contra cada panel. Bueno, esto debe ser algo normal, ¿no?


***


Me pasaba el día entero leyendo las sencillas palabras que Erik había grabado en el interior: Para siempre. Me parecía a Gollum, la gente de la cafetería me miraba fijamente, ya que me estaba volviendo loco por un anillo, todo lo que me faltaba hacer era jadear "mi precioso". Una vez que Raven y yo terminamos de enloquecer, me detuve en mi trabajo, grité un poco más con las chicas y pedí un día libre porque no pude contenerme.

Inmediatamente después me dirigí a la empresa de Erik.

Erik estaba almorzando cuando me reuní con mis amigos más cercanos de la empresa a mi alrededor y les mostré fotos en mi teléfono.

—... y aquí estamos mi anillo y yo mordiendo una hamburguesa, aquí estamos bebiendo un batido...

—Ángel, ¿qué estás haciendo? —Escuché la alegría en la voz de Erik una vez que me encontró allí con sus empleados.

—Oh, les estoy mostrando fotos, bebé.

—¿De qué? ¿Me perdí la boda? Esperaba recibir una invitación, pero por lo que veo, puede que no tuviera tanta suerte —Míralo, bromeando frente a su personal, sonriendo y luciendo más feliz que nunca.

Todos nos reímos, le mostré mis fotos. —Y aquí estoy con mi anillo en la calle, brillando bajo el sol alrededor de las 11 am, Ohh y aquí está brillando alrededor de las 12 pm, puedes notar la diferencia porque...

Erik simplemente no pudo contenerse, se rio en voz alta y me hizo un gesto para que fuera a su oficina.

Una vez que estuvimos solos, lo besé con avidez, agarrando su traje con impaciencia por quitárselo. —Muchas gracias —jadeé. —No puedo dejar de mirar mi anillo —le confié a Erik.

—No puedo dejar de mirarte mirándolo —admitió, acercándome más a su pecho.

—Eso es dulce, cariño.

—Estás aquí temprano —Él sonrió feliz y acarició su nariz contra la mía en nuestros dulces besos esquimales.

—Mmm, le dije a mi jefa que me tomaría un día personal pero no le dije por qué.

—¿Por qué te tomas un día personal?

—Porque... mi prometido y yo nos vamos a follar en el escritorio donde lo hicimos por primera vez, todo el día.

—Ya veo. Muy romántico.

—¿Tienes un problema con eso?

—Es el mejor uso de un día personal que pueda pensar.

—Yo también... —Capturé sus labios con aún más urgencia que antes. Y él me presionó contra la puerta como la primera vez. Me las arreglé para separarme de su boca sólo un poco para ahogar las palabras, —Oh, bebé, ¿recuerdas

—¿Cómo podría olvidar?

Rápidamente se desabotonó los pantalones, empujé mi mano en su ropa interior para liberar su pene.

—¡Dios mío! ¡Mira qué fantástico luce este anillo en mi mano mientras sostiene tu pene! —Me quedé boquiabierto de asombro. Él se rio una vez más.

—Me sorprendes —dijo sinceramente, con mi mano todavía alrededor de él.

—Esa es sólo tu erección hablando —Sonreí, lamiendo mis labios.

—También mi corazón.

Awwwww.


***


—No puedo creer que... me pediste... que me casara contigo... —jadeé mientras él empujaba con fuerza. Estaba en la posición familiar, posado en su escritorio, me estaba jodiendo como si fuera la primera vez, como si fuera la última.

—Créelo, bebé, —murmuró, penetrando más profundamente en mi cuerpo.

—No puedo creer... qué suertudo... soy... —jadeé una vez más, tomando el ritmo.

—Incorrecto. Yo soy el afortunado.

—No puedo creer que voy a ser Charles Lehnsherr —Suspiré. Él gimió, y sus caderas se volvieron erraticas. —Justo como la primera vez, bebé...

—Sí... excepto que no me iré esta vez... nunca más volveré a dejarte.

***


—Entonces, ¿cuántos amigos y familiares cercanos? —Me preguntó Erik, curioso, una vez que estábamos en la cama, conmigo en sus brazos.

—Bueno, estaba pensando en una boda pequeña, ¿entonces... alrededor de setenta personas? —Dije, emocionado.

—Oh, Jesús. ¿Esa es tu idea de una boda pequeña? Estaba pensando más en... alrededor de treinta o algo así...

—Bebé, eso no es una boda, es triste —le aseguré y él se rio. —Tengo una gran familia, así que setenta invitados sólo de mi lado.

—Jesús... Bueno, entonces será una boda de setenta personas —Suspiró, y casi pude verlo frotándose los ojos.

—¿Por qué, no vas a invitar a nadie? —Parecía totalmente bien con eso, pero mi corazón se estaba rompiendo.

—Charles... tú eres mi familia. Mis padres han fallecido. Y tú también eres mi único amigo. No tengo más, así que sólo te quiero a mi lado en la boda.

—Oh, bebé... —Me tendí sobre su pecho y lo abracé fuerte. —Por más dulce y maravilloso que eso sea, tal vez deberías invitar a algunos de tus empleados.

—Pff, me odian, Charles. Además, no son mis amigos, sólo son mi personal.

—Te quieren, Erik. Incluso cuando yo estaba allí ya te respetaban, y estoy seguro de que te quieren aún más ahora que te convertí en un oso cariñoso. Eres el mejor jefe del mundo.

—Ya veremos. Sé lo emocionado que estás, bebé, pero sólo te quiero a ti. Quiero casarme contigo. No necesito a nadie más.

Él se acostó encima de mí, mirándome a los ojos con admiración, ardiendo todo el camino hasta mi alma. Este es mi prometido, ¿puedes creerlo?

Y luego lo hizo de nuevo: llevó mi mano con el anillo dorado a sus labios y la besó reverentemente.

—No puedo creer que aceptaras casarte conmigo... eres exquisito y tengo la intención de amarte hasta morir —dijo en voz baja, y continuó besándome los dedos.

Es un momento enfermizamente tierno, loco de tanto amor, algo que nunca pasa en la vida real, algo que me haría llorar y de lo que Erik se burlaría si lo veía en una película o en la televisión.

Pero sólo porque es real, porque somos nosotros, es jodidamente impecable.


***


Tres meses después, exactamente en nuestro primer aniversario, nos casamos. En Londres. Rodeados por mi familia, que ahora también es la familia de Erik. Y fue hermoso.

Realmente es fue lo mejor del mundo. Y es sólo el comienzo.

En nuestra noche de bodas, aprendimos la belleza de tomar las cosas extremadamente lento, con precisión y esfuerzo silenciosos. Cuerpos que apenas se mueven, dulce sudor acumulándose entre nosotros, ajustándonos y reajustándonos, terminando juntos en silencio.

Calmado.

Lento.

Dulce.

Perfecto.

Fue romántico y maravilloso, nuestra primera vez como pareja casada oficial.

Amo a este hombre. Este ridículo, loco, desordenado, hermoso desastre de hombre.

Y continuaría por el resto de mi vida. Por nuestras vidas. Porque mi Bestia es el único que podría darme mi final feliz.

Y vivimos... de la misma manera en que amamos: con pasión, ternura y risa. Y todos los días – cada uno de ellos - al máximo.




***

n/t: Ya está, lo logramos *aplausos* este es el final. Dediqué capítulo a todos los que comentaron en el capitulo 13 <3 Y el final a Hanna, ya que sin ella no se habría llevado a cabo esta traducción, si a ustedes les gustó la novela, deben saber que ella la pidió y organizó todo, (la tardanza y pausas siempre han sido cosa mía) así que ¡Gracias, Hanna! <3


¡Muchísimas gracias por leer hasta el final! Tienen todo mi amor.

xx

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro