[Editado, 25/03/22]

Su pequeña mano era sostenida por la grande de Yoongi, mientras caminaban por los pasillos en dirección al despacho. Tragaba grueso conforme se iban acercando al lugar, incluso su garganta se sentía seca debido a los nervios mezclados con miedo.

─ Tranquilo ─ la voz de Yoongi lo distrajo, el vampiro había sentido las emociones de su pareja. Jimin levantó su cabeza para mirarlo ─, me quedaré cerca por si algo se te ofrece ─ formuló acariciando su mano.

─ ¿Hyung usted no se quedará conmigo? ─ el aroma en el aire se sintió tenso, Yoongi detuvo sus pasos para girar y mirar los ojitos llenos de preocupación, llevó sus manos a su rostro y sostuvo sus mejillas.

─ Jimin es necesario que hagas esto solo, yo no me iré lejos, estaré muy cerca, muy al pendiente de ti ─ era necesario, no quería que su elfo dependiera de él. Jimin es fuerte, quiere que él sea capaz de verlo.

─ Hyung... ─ su mirada suplicante  y las lágrimas que amenazaban con salir, jamás pensó que Yoongi lo dejaría solo.

─ Escuchame Jimin hay cosas que es necesario que resuelvas tu solo de lo contrario no podrás avanzar─ trataba de explicar de forma dulce.

Le dolía tanto ver los ojitos brillosos y llenos de miedo del elfo, siendo sincero no quería dejarlo solo; pero habían cosas que el elfo tendría que resolver solo, claro el vampiro estaría con él y lo apoyaría siempre, sabía qué tomaría la decisión correcta confiaba ciegamente en él y era el momento que el elfo también lo hiciera.

─ ¿Me lo promete? ─ su voz casi en un susurro suplicante.

─ Lo prometo ─ lo abrazó con fuerza.

Siguieron caminando hasta llegar al despacho donde la elfa ya había ingresado, Yoongi abrió la puerta y aún sosteniendo la mano de Jimin entró por completo.

La mujer que había sido guiada al despacho por Hoseok y el mismo pelirrojo le había dicho que esperara a que Yoongi llegará siendo acompañado por Jimin, se levantó de inmediato, sus ojos fueron directo al pequeño elfo quien sostenía tímidamente el brazo de Yoongi.

Era él, era su hijo, el ángel que le arrebataron hace tanto tiempo, ahora lo tenía a escasos metros de distancia y su corazón pálpito como nunca.

Jimin observó a la mujer, efectivamente era como él, orejas alargadas, cabello celeste, piel clara y bonita. Sintió un montón de emociones cuando ella se levantó y no apartaba su mirada de él, sus ojos llenos de añoranza y nostalgia, con algunas lágrimas secas señal de que había llorado.

─ Los dejaré para que hablen ─ Yoongi fue el primero en romper el silencio, al notar las miradas de los elfos.

Dejando un beso en los labios de Jimin el vampiro salió del despacho dejando a ambos elfos solos.

Se sentía nervioso por alguna razón, el miedo que antes había sentido había desaparecido, quizá la dulce mirada de la mujer haya tenido algo que ver.

─ Hola...─ la mujer habló de forma dulce ─, seguramente te has de estar preguntando quién soy yo ¿cierto? ─ Jimin no dijo nada solo asintió con la cabeza, un movimiento suave.

─ Soy Yoonah.... Jimin ─ mordió su labio, estaba nerviosa ─, Jimin ¿Yoongi ya te habló de mi? ─ no sabía por dónde empezar, no quería parecer una mala madre que abandonó a su hijo porque eso es lo que da a entender, quería encontrar las palabras correctas para explicarle a Jimin lo que en realidad había ocurrido.

─ Solo me ha dicho que usted dice ser mi madre; pero no entiendo, mi madre es humana al igual que mi padre ─ su expresión confusa que buscaba respuestas.

─ Yo te explicaré todo ─ sería paciente, solo no quería recibir rechazo aunque estaba preparada, después de todo su historia era difícil de creer, pero lo arriesgaría todo.

Su mirada bajó a la pancita de Jimin percatandose de su estado, sonrió feliz, ahora también tendría un lindo nietecito; sin embargo no tocó ese tema ahora su prioridad era dejar todo en claro.

Ambos se sentaron y pusieron cómodos, la mujer empezó a relatar sin olvidar ningún detalle, lo contó todo desde que recibió la noticia que sería madre, le explicó sobre el hechizo y el cambio de alma y como milagrosamente si había funcionado, le contó que había sentido como su mundo se derrumbaba cuando su esposo le dijo la mentira más cruel de todas al hacerle creer que el mago había fallado. Era extraño que con cada palabra de la mujer las ganas de llorar aumentarán, como si de alguna forma percibiera la sinceridad y dolor en cada una de ellas.

─ Escuchame se que esto es complicado, pero tienes que creerme cuando te digo que no miento, puede que yo no te haya dado a luz, pero hubo un tiempo cuando crecías aquí adentro ─ apuntó su vientre ─; hubiera querido protegerte, abrazarte cuando estuvieras asustado, prepararte el desayuno y darte un beso de buenos días, arroparte en las noches, enseñarte a escribir y a leer, jugar contigo, tantas cosas que lastimosamente me fueron negadas.

Involuntariamente ya estaba llorando, jamás disfrutó de todas esas cosas, de el calor de una madre, de recibir un abrazo en su cumpleaños, un beso de buenas noches, nada.

Solo había recibido rechazo, maltratos, insultos, burlas y un sin fin de cosas que le dolía recordar.

─ Perdóname...─ escucho la voz quebrada de Yoonah, la miro y en sus ojos vio un gran dolor uno que de alguna forma lo conmovió ─Jimin eres lo único que tengo, ya no tengo a mi esposo conmigo; pero cuando él murió me dio una razón para seguir viviendo, el poder encontrarte y explicarte todo.

─Es difícil ─ mencionó comenzando a llorar ─ Esto es d-demasiado... ─ era mucho para asimilarlo de la noche a la mañana.

─ Yo entiendo, no te estoy pidiendo que me aceptes ya... Solamente que me dejes conocerte, dejame formar parte de tu vida, luego tu decides si quieres aceptarme... ─ su tono de voz era suplicante, tenía miedo de ser rechazada.

Jimin mordió su labio inferior, estaba indeciso una parte de él quería aceptar y creer, pero la otra parte tenía miedo, miedo a salir lastimado, ilusionarse y que todo fuera un mentira vil y cruel.

─Y-yo no se... ─ la duda en su tono de voz era evidente.

─ Jimin yo no quiero lastimarte, lo que más deseo en este mundo es poder formar parte de tu vida, de ese tierno bebé que se está formando en tu interior; sé que pido mucho y no lo merezco, pero sinceramente me encantaría demostrarte que mis palabras son reales con hechos y acciones.

La sinceridad en sus ojos y la forma tan bonita de hablarle le dieron una respuesta ─ Está bien, yo también quiero conocerla, no me parece una mala persona y de alguna forma siento una extraña sensación al estar cerca de usted.

Ambos con lágrimas en sus ojos y los sentimientos presentes empezaron a hablar sobre sus vidas, de sus gustos, de sus sueños.

─ ¿Cuántos meses tienes? ─ su mirada estaba sobre la pancita de Jimin.

─ Cinco meses y medio ─ respondió acariciando su abultado vientre.

─ ¿Puedo tocarlo? ─ pregunto con ilusión.

La miró extrañado, era extraño porque el único que había tocado su pancita había sido Yoongi aparte de él.

─ Claro, aunque no suele moverse mucho, lo hace solo cuando siente el tacto de Yoongi Hyung ─ quitó su mano para ser reemplazada por el suave tacto de Yoonah.

Ambos elfos se sorprendieron al sentir un movimiento y golpe en su pancita, parpadeó y sonrió por el asombro ─ Hola bebé soy tu abuela ─ supo que las lágrimas en los ojos de Yoonah no eran de tristeza y que tal vez era la primera vez en mucho tiempo que lloraba de felicidad.

Perdón por el retraso T-T