✨ capítulo 4 ✨
[Editada 13/08/21]
El vampiro entró a la cocina como alma que lleva el diablo, encontrándose con un Jimin muy agusto y sonriente hablando con Jungyeom y Jin; la cara del elfo palideció al instante y se puso de pie rápidamente cuando vio al vampiro, Yoongi se miraba furioso. Jin solo siguió con lo que hacía, esperando que el vampiro no le llamara la atención por descuidar su trabajo.
El pálido mantenía el entrecejo arrugado en una clara expresión de molestia, los demás cocineros quisieron volverse invisibles en ese momento, pues aunque no entendían el motivo de su enojo ellos podrían ser el desquite de su jefe.
─ ¿Jimin quien te dio permiso para que salieras de la habitación? ─ el vampiro deveras se escuchaba molesto, Jimin sintió miedo y solo bajó la cabeza sumiso, su cuerpo comenzó a temblar y su pulso se aceleró, ni siquiera tenía el valor de responderle.
─ No lo regañes Yoongi, solo salió a buscar comida, lo encontré perdido en el gran salón y lo traje aquí ─ el menor de los hermanos defendió a un muy asustado Jimin, pues había sentido su miedo por medio de su aroma.
La tensión se podía sentir de manera espesa, los cocineros se miraban incómodos y Jin trataba de mantener una expresión serena y neutral.
─ Bueno, si ya comiste vuelve a la habitación ─ ordenó de forma dura, el pánico del elfo aumentó al creer que el vampiro intentaría retomar lo que dejó a medias anoche, ¿pero cómo negarse? A Jimin le daba miedo incluso dirigirle la palabra, considera que lo mejor era no provocarlo.
Se despidió de Jungyeom y Jin, también les agradeció por haberle ayudado.
─ No temas Jimin, te aseguró que Yoongi no volverá a lastimarte ─ el vampiro tenía esa certeza, después de lo ocurrido anoche por su propio bien sabía que no le volvería a poner un dedo encima. Yoongi lo miró ceñudo, recibiendo una sonrisa inocente de parte de su hermano menor.
El elfo quería saber a qué se debía tanta seguridad y de verdad ansiaba que sus palabras fueran verdad, porque no quería vivir la misma experiencia.
─ Vámonos ─ dicho esto el vampiro se dio la vuelta y dejó la cocina sin mirar atrás, Jimin hizo una pequeña reverencia y salió corriendo detrás del vampiro quién caminaba demasiado rápido para gusto del más bajito, pues gracias a sus piernas cortas se le hacía muy difícil seguirle el paso.
Llegaron y Yoongi fue el primero en entrar en la habitación, fue hacia las cortinas y las corrió para que pudiera entrar algo de claridad, agudizó su oído escuchando los pasos dudosos del menor entrar solo unos cuantos segundos después de él; sabía que tenía miedo, sin embargo ahora no le parecía tan divertido como el día de ayer.
Jimin se armó de valor y se paró a un lado de la cama, intentó tranquilizarse y tratar de no ser tan obvio.
─ No te hagas el valiente, puedo oler tu miedo ─ se dio la vuelta, encarando al elfo ─ ¿lo recuerdas cierto? ─ su piel brillaba gracias a la claridad, su piel lechosa y extremadamente pálida era iluminada por los rayos de sol.
─ ¿U-usted puede oler el miedo? ─ pregunto con algo de temor.
─ Es una de las ventajas de ser un vampiro, puedo oler tus emociones ─ respondió con orgullo, no era un secreto que los vampiros poseen muchas habilidades y por si eso era poco, tenían su hermoso físico como arma mortal, el cual muchas veces lo utilizaban para dormir a sus presas, engatusandolos, seduciendolos y engañandolos para que cuando llegue el momento perfecto beber su sangre y absorberles hasta la última gota de vida.
─ Siento mucho haber salido sin que se diera cuenta, pero enserio tenía mucha hambre ─
─ Ya olvidalo ─ le resto importancia ─ pero para la próxima pídeme permiso para cualquier cosa, recuerda que te compre y tienes que hacer lo que yo ordene ─ habló serio, sus ojos lo miraban de forma fría y seca.
Jimin apretó su puño, no le gustaba que lo tratara como un objeto el cual podía manipular a su antojo, él no era la marioneta de nadie.
─ ¿Entonces planea hacer que me quede todo el tiempo aquí? ─ no sabe de dónde salió el suficiente valor para enfrentarlo, lo único que sabía es que sus palabras salieron de manera involuntaria.
─ No ─ respondió de forma tosca ─ pediré a los empleados que te preparen una habitación propia, no dormirás toda la vida conmigo ─ comentó para el alivio del menor.
Jimin se sintió feliz al escuchar eso, la verdad es que no quería seguir durmiendo con alguien quien lo había lastimado y había intentado abusar de él.
Dicho esto el vampiro comenzó a caminar hacia la puerta y sin decir una palabra salió de la habitación dejando al elfo solo, de cualquier forma agradece que al menos no lo haya tocado y el hecho de que dormirían en habitaciones separadas ya lo hacía sentirse más seguro y a salvo.
Yoongi busco a Hoseok, este se encontraba revisando que la mansión estuviera en perfecto estado y que los empleados estuvieran realizando bien su trabajo, ese era su deber como amo de llaves.
─ ¿Puedo ayudarte en algo? ─ pregunto dejando la libreta donde hacía sus apuntes y tachaba lo que ya estaba hecho.
─ Si, quiero que prepares una habitación para Jimin ─ pidió inmediatamente.
─ Ok, mandaré a alguien a hacerlo. Perdón que me meta, ¿pero lograste encontrarlo? hoy en la mañana te mirabas muy preocupado, ¿pasó algo anoche? ─
Hoseok a pesar de ser el amo de llaves de la mansión, era un buen amigo de Yoongi; los dos vampiros tenían una relación de casi dos siglos por esa razón y por la lealtad que el pelirrojo había demostrado a la familia Min, Yoongi le tenía una gran confianza
─ ¿Hoseok puedo preguntarte algo? ─ evadió completamente la pregunta de su amigo al sentir que la duda lo haría explotar en cualquier momento.
─ Claro, sabes que puedes contar conmigo ─ respondió con auténtica sinceridad.
Se podía notar lo afectado que estaba el pelinegro, desde la mañana Hoseok lo había notado nervioso, como si algo lo estuviera haciendo dudar y martillarse la mente.
─ ¿Tú crees en las parejas de sangre? ─ se sentía un idiota haciendo ese tipo de preguntas, incluso pudo sentir sus mejillas calentarse por el bochorno, pero en estos momentos es cuando más necesitaba de las sabias palabras del pelirrojo.
Claro que Hoseok se sorprendió por tan repentina pregunta, Yoongi hablando sobre las parejas de sangre era lo último que espero escuchar; sin embargo, se mantuvo serio y con la actitud madura que siempre lo caracterizaba ─ pues se supone que todos los vampiros tenemos una, el hecho de que algunos mueran sin conocerla no significa que no existan ─ el vampiro era un fiel creyente de ello ─ ¿porque lo preguntas? ─ no entendía el repentino interés y la curiosidad estaba presente.
─ No estoy seguro, y espero que solo sea una coincidencia; pero anoche que estuve con Jimin sucedió algo que jamás me había pasado ─ sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando recordó tan desagradable momento.
─ ¿Qué fue lo que pasó Yoongi? ─
El nombrado pareció pensarlo, pero su terquedad era más grande que cualquier otra cosa ─ nada, olvídalo es una tontería, no puede ser posible ─ Hoseok no siguió insistiendo por respeto a la privacidad del más pálido.
─Bueno, está bien solo recuerda que cualquier cosa puedes contar conmigo ─ volvió a decir.
Yoongi no dijo nada, pero solo él fue testigo del debate mental que se estaba dando en su cabeza.
Mientras tanto, en otra habitación de aquella enorme mansión, se encontraban dos jóvenes vampiros discutiendo lo que creían que le pasaba a su hermano.
─ ¿Estás seguro que eso fue lo que te dijo el elfo? ─ preguntó una hermosa rubia de tez pálida.
─ Si, lo estoy y al igual que tu también me sorprendí al escucharlo ─ Jungyeom seguía sin poder creerlo, pues era una información difícil de procesar.
─ ¿Crees que sea lo que estamos pensando?─ no quería adelantarse a los hechos pero la probabilidad era bastante alta.
─ No lo se Dahyun, pero eso jamás le había pasado a Yoongi, y según lo que me dijo Jimin todo cobra más sentido, el malestar comenzó después de que Yoongi tomará su sangre a la fuerza ─ se miraron de forma seria ─ es como mamá nos contaba ─
Dahyun suspiro fuerte ─ bueno Jungyeom, en estos momentos no podemos asegurar nada, pero lo averiguaremos ─
─ Si, pero si es lo que estamos pensando yoongi tendrá un gran problema ─ espetó con preocupación.
La rubia solo asintió estando de acuerdo, pues su hermano tenía toda la razón, pero no era tan malo después de todo, si le miraban el lado positivo su hermano dejaría de ser tan frío y volvería a abrir su corazón y a ser el mismo Yoongi de antes
Desde que Yoongi dejó la habitación el elfo no había ido a ningún lado, se encontraba solo y aburrido,había intentado salir pero para su mala suerte el pálido le había puesto el seguro por fuera a la puerta, eso lo enojó en gran manera, se sentía como un animal enjaulado.
De pronto la puerta se abrió de forma lenta, pero de igual forma el pequeño elfo se puso alerta ante cualquier cosa, pero la sonrisa tranquilizadora de un vampiro pelirrojo le hizo sentir más aliviado.
─ Hola ─ saludó ─ Jimin tu habitación ya está lista ─ mencionó Hoseok, manteniendo la distancia para no incomodar al peliceste.
El nombrado se levantó de la cama y caminó hacia Hoseok ─ ella es solar y te llevará a tu habitación ─ apuntó a la hermosa mujer con uniforme de sirvienta, esta hizo una reverencia como muestra de saludo y respeto.
En el camino Hoseok se separó de Jimin y solar, estos últimos siguieron su rumbo hasta dar con una puerta color rojo vino, en el centro tenía un escrito con el nombre de "Park Jimin "
Entraron a la habitación, no era tan grande como la de Yoongi, pero aún así era muy espaciosa. En realidad cuando Jimin vivía con sus padres ni siquiera tenía una habitación, eran muy pobres y él dormía en el suelo con un cartón de colchón y unos trapos viejos como sábanas así que esa habitación era más de lo que algún día tuvo.
─ Esta será tu habitación, dentro de la ducha hay todo lo necesario para tu aseo personal, el joven Yoongi también se encargó de su ropa; en ese armario tiene varias mudas nuevas y en la parte de abajo hay zapatos de varios estilos… ─ hizo una pausa y miró hacia sus pies, Jimin se incomodo por su mirada ─ desconocemos su talla de calzado, así es que si le llegaran a quedar grandes o pequeños puede decirle a Hoseok o a mí y se lo resolveremos rápidamente ─ agregó la sirvienta.
─ Gracias noona ─ le sonrió cálidamente ─ ¿podría pedirte una última cosa? ─ se atrevió a preguntar.
─Claro, si esta en mi alcance te lo traeré ─
─ Podrías traerme una maceta con semillas de cerezo porfavor ─
La mujer lo miró con confusión en su azulada mirada, de todas las cosas que espero que le pidiera una simple maceta fue lo último que imaginó, sin embargo decidió asentir sin preguntar nada al respecto.
─ Está bien, te lo traeré en unos momentos ─ Dicho esto la mujer salió de la habitación y Jimin se fue a dar un baño mientras la mujer volvía a tocar la puerta.
El pequeño elfo se puso a curiosear lo que había dentro del baño; jabones, suaves esponjas, cremas, fragancias corporales, shampoos con olor a fruta y toallas limpias y blancas, todo muy bien organizado en un estante junto a un gran espejo.
Había una tina enorme la cual se moría de ganas por estrenar, pero debido al poco tiempo solo se desnudo y encendió el grifo bañandose rápidamente.
Dejó que el agua desestresara su cuerpo mientras se permitió cerrar sus ojos al menos un par de segundos.
A los pocos minutos salió del baño ya aseado y satisfecho. Buscó en el armario anteriormente mencionado, no tenía ganas de husmear así que se puso lo que encontró primero.
Después de varios minutos la mujer regresó con dicha maceta y se la entregó a Jimin quien la recibió gustoso pues era justo lo que quería, la maceta no era tan grande y eso lo agradece, la mujer se retiró dándole completa privacidad al peliceleste.
Jimin puso la maceta sobre una de las mesitas y colocó sus manos arriba de dicho objeto, cerró los ojos para mayor concentración y a los pocos segundos una mágica luz celeste cubrió el contorno de su cuerpo dándole la imagen más maravillosa de todas, a los pocos segundos unas hermosas florecillas color rosa tierno comenzaron a brotar de la tierra.
El elfo abrió los ojos y admiro con orgullo lo que había hecho, sonrió con auténtica felicidad; pues Jimin tenía ciertas habilidades y una de ellas era controlar la flora, podía hacer crecer flores de cualquier tipo e incluso devolverle la vida a una que ya esté marchita.
Le gustaba jugar con las flores, pues así no se sentía solo. Toda la vida había vivido rodeado de flores, en su antigua casa había creado un pequeño jardín el cual amaba con locura, todo inició desde que comenzó a recibir desprecio de su madre, padre y todas las personas en general, encontró consuelo en las flores, pues está jamás lo juzgaron o lastimaron, desde ese momento pasaba más tiempo en su jardín que dentro de su propia casa.
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