
Capítulo 21
Cuando salieron del bar, Mark se despidió de sus amigos y le dijo a Bea que pasaría por ella a la mañana siguiente para llevarla a la boda de Estefanía y Francisco. Bea subió al auto de Karen junto con Fernando, y un silencio extraño e incómodo se cernió en ese espacio cerrado, Fernando puso música para aliviar la tensión.
Cuando subieron en el elevador, Karen le pidió a Bea que subiera pues le debía dar algo especial.
-No deberías de haberte molestado -dijo Bea y le sonrió tímidamente cuando Karen le entregó una caja finamente decorada.
Al abrirla Bea tenía los ojos muy abiertos por la sorpresa, y entre lágrimas sacó su primer libro de poemas impreso.
-Es una edición pequeña, solamente 500 ejemplares - le dijo Karen y algo sonrojada se disculpó -siento haberlos tomado sin tu consentimiento - abrazando a su prometido dijo - Fernando y yo pensamos que sería una sorpresa genial para tu cumpleaños.
Bea les agradeció y abrazó a ambos con lágrimas en los ojos, por el sentimiento de cariño que tenía por su amiga y por saber que sus amigos pensaban que su trabajo era suficientemente bueno para poder ser publicado.
Cuando se retiraba Fernando se ofreció a acompañarla pues era muy tarde y Estefanía ya no regresaría a ese apartamento que compartía con Bea, Karen asintió algo recelosa pero sabía que era cierto, además era el cumpleaños de Bea, así que besó y abrazó a su amiga, y le dijo que se verían mañana para irse a arreglar el pelo para la boda.
Fernando y Bea decidieron bajar por las escaleras para no esperar el elevador, iban a medio camino cuando Bea rompió el silencio:
-Gracias por mis regalos de cumpleaños, estos cumpleaños al lado de ustedes han sido los mejores de mi vida, espero que cuando se casen sigan siendo mis amigos.
Justo en ese momento Fernando la tomó en sus brazos y antes de que Bea se pudiera dar cuenta la besó de una manera tierna al inicio, pero después el beso se intensificó como si quisieran aquietar la sequía que sentían en su alma por estar tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos durante todos estos años.
Se separaron solamente para poder llegar al apartamento de Bea, cuando entraron Fernando la besó nuevamente, caminaron hasta caer juntos en el sillón, pero cuando las cosas estaban subiendo de tono, Fernando dejó de besarla y la miró a la cara:
-Lo siento Bea, te he amado desde siempre... pero tú te mereces algo mejor que un rato en un sillón -se acomodó para quedar de lado y abrazando a Bea.
En ese momento Bea tuvo comprensión de lo que pudo haber pasado si ellos hubieran consumado su amor, y el látigo de la culpabilidad la golpeó al recordar a Karen.
-Lo siento, ¡Oh Dios! ¡Karen! - dijo escondiendo su cara en el pecho de Fernando -No puede volver a pasar nada entre nosotros...
-Bea yo puedo intentar arreglar nuestra situación -dijo Fernando pero interrumpido por ella besándolo una ultima vez.
-Mentí cuando dije que Francisco era el amor de vida... eres tú -y dándole un último abrazo concluyó - siempre te amaré... pero no podemos hacerle esto a Karen, ella te ama y merece que tu la ames también...
Y arrancándose de sus brazos dijo:
-Por favor vete, y por favor no me vuelvas a tocar porque sentirte tan cerca pero saber que nunca serás mío duele en cada parte de mi alma -y caminó a abrir la puerta.
Fernando salió no sin antes decir:
-Si tú me lo pidieras, podría ser posible lo nuestro.
-No, no podemos lastimar más a Karen -y empezando a cerrar a puerta dijo -Gracias por todo, eres un gran amigo.
Y cerró la puerta. Esperó a no escuchar los pasos de Fernando cuando se había ido se desplomó junto a la puerta a llorar, por su amor, por Fernando, por Karen, por la boda de mañana... por todo.
Cuando ya era muy tarde decidió irse a dormir, aunque casi no lo hizo, pero si a la mañana siguiente llegaba con cara de desvelo su mamá y hermana la atacarían por arruinar las fotografías del día mas feliz de la vida de su familia.
Justo allí se preguntó porque su vida debía ser una desgracia y una pérdida de tiempo...
***
A la mañana siguiente Karen pasó por ella a tiempo para ir al salón de belleza, pues en casa de sus padres se arreglaría solamente la novia, su madre y las damas. Todos pensaron que por ser su hermana debía ser Bea la dama de honor de la boda o al menos parte del cortejo, pero Estefanía dijo que no se vería bien en los vestidos que ella había decidido así que Carol su mejor amiga era la dama de honor.
Así que Bea estaría sentada junto a su tía Edith y John, esperando a la pequeña Celeste que llevaría las flores.
Francisco le había pedido a Mark que fuera su padrino, aunque Mark intentó negarse cuando supo lo que Estefanía había decidido sobre Bea, esta última lo convenció de hacerlo al decirle que si se negaba por ella, su familia la culparía, por lo cual él si entraría con el cortejo, al verse obligado a aceptar.
Cuando Bea estuvo enfundada en un vestido que había comprado porque su madre así lo había dispuesto, se miró al espejo y realmente no se veía mal, el vestido era algo ajustado, pero no tanto, y al ser verde oscuro disimulaba sus curvas no deseables, los zapatos hacían que sus piernas parecieran bonitas y el maquillaje y peinado que habían hecho en el salón de belleza la hacía ver como una mujer hermosa. Sintió como se le contraía el estómago cuando un recuerdo de la noche de su graduación se asomó al verse nuevamente tan arreglada frente al espejo.
Mark pasó por ella temprano, pues debían estar antes en la boda. Al verla soltó un silbido y le dijo:
-Estás hermosa - la abrazó y mientras le guiñaba el ojo le dijo- seré la envidia de todos los hombres esta noche porque mi pareja será la más bella de todas.
-Tú también te ves muy hermoso -Bea sonrió tímidamente y le dijo -yo si seré la enviada de todas las chicas esta noche.
***
Cuando comenzó la boda, Bea miró con tristeza hacia donde estaba Fernando y Karen tomados de la mano, y se preguntó como iba a poder afrontar su boda dentro de 3 meses, decidió que lo haría como todo en su vida con una sonrisa en los labios y la frente lo más en alto que pudiera. Sus ojos se separaron de ellos cuando Fernando la miró y le sonrió, ella deslizó su mirada al novio y se dio cuenta que no estaba triste porque él se casara con su hermana, realmente estaba feliz, porque ellos se merecían recíprocamente.
Sonrió cuando miró a Mark entrar junto con Carol y le guiñó el ojo, aunque se fijó que Carol le llevaba agarrado fuertemente del brazo pegándole los senos, se dio cuenta de la mirada de hastío que le dio Mark al ver que ella reparó en ese aspecto, soltó una risita silenciosa y miró hacia atrás.
Su hermana era la mujer más hermosa que había visto, su vestido de novia le realzaba todos sus buenos atributos y el maquillaje la hacía ver bellísima, vio a su madre y padre junto a ella, sintió como las lágrimas escocían sus ojos al ver lo orgullosos y felices que estaban, ella jamás podría lograr que ellos se vieran de esa manera por alguno de sus logros, cuando sintió a al pequeño Daniel jalando su vestido, lo tomó en brazos y sonrió pues sabía que para sus dos pequeños primos ella era suficientemente buena, lo abrazó y colocó una mano sobre la cabeza de Celeste que se abrazó a su pierna.
Lo que no sabía es que alguien la veía con el corazón compungido al ver a esa alma tan querida tan sola...
Bien chicos y chicas hasta aquí este capitulo, espero les guste la trama. He tenido un impulso de inspiración, mañana prometo subir la siguiente parte.
Recuerden votar y comentar.
Gracias por leerme, besitos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro