Capítulo 14
Al abrirse las puertas del elevador Bea vio adentro a una pareja que se le hizo extraño ver allí:
-¡Hola Bea!- dijo él saliendo del elevador para abrazarla fuertemente, pero recordando los eventos del ultimo día que se habían visto retrocedió y tomándola de la cara le revisó los golpes tapados por maquillaje y le preguntó- ¿Cómo estás?
-Fernando- dijo Bea con un suspiro al sentir sus brazos alrededor de ella- Estoy bien- le respondió evitando su mirada.
Bea reparó en la chica parada a unos pasos de ellos, quien miraba atentamente la escena que desarrollaban ellos. Le sonrió imaginando quien debía ser y apartándose del agarre de Fernando le ofreció la mano:
-Hola soy Beatriz
La chica sonrió y se acercó a tomar la mano que Bea le ofrecía, Fernando al caer en cuenta de su error le dijo a Bea:
-Bea, ella es Karen- y bajando la mirada le dijo- mi novia.
-¡Claro! Fernando me ha hablado mucho de ti- le dijo Bea a Karen, quien al escuchar eso se sonrojó y le sonrió sinceramente a Bea.
-Mucho gusto Beatriz, también he escuchado mucho sobre ti- le dijo Karen bajando la mirada.
Los tres cayeron en un silencio algo incómodo, hasta que Bea decidió hablar:
-¿Que hacen aquí? ¿Visitan algún inquilino?- les preguntó sabiendo que ese inquilino no era ella, pues Fernando no sabía donde vivía ella.
-No- dijo Karen sonriendo- vivimos en el C-7, nos mudamos hoy por la tarde. ¿Y tú?
-Yo también vivo aquí- dijo Bea encogiéndose de hombros- en el C-6, parece que soy su vecina del piso inferior.
-¿Vives aquí?- preguntó Fernando con la cara iluminada- creí que vivirías en el campus de la universidad...
-Sí, comparto un apartamento con mi hermana- dijo Bea- mis padres pensaron que para que Estefanía tuviera el lugar que se merecía, después de tener que vivir en el campus, lo ideal sería que mis gastos se unieran con los de ella.
-Bien- dijo Karen- te apetece ir con nosotros a comprar un helado, cuando llegamos vimos una tienda de helados como a una cuadra.
Bea miró la hora, y pensando que probablemente todavía estaban los amigos de Estefanía en el apartamento, decidió que evitaría lo mas posible llegar para encontrárselos de nuevo, especialmente a uno.
-Suena genial- le dijo a Karen sonriendo.
Comenzaron a caminar, Karen tomó del brazo a Fernando y Bea caminaba al lado de él, cuando llegaron a la puerta, Fernando colocó la mano en la baja espalda de Bea, para hacerla pasar primero, pero cuando salieron él no la retiró como Bea esperó.
Caminaron así hasta llegar a un pequeño establecimiento donde se veía helados de muchos sabores, Bea aunque había cenado con su tía, decidió que comería un cono pequeño. Todos pidieron y cuando Bea iba a pagar Fernando le dijo que ya había cancelado todo. Bea hizo la nota mental de la siguiente vez invitar ella.
Conversaron mientras comían sobre el comienzo de clases, Bea descubrió que Karen y ella tenían las mismas clases, pues estudiaban la misma carrera, esperaba que pudieran llevarse bien por el bien de su relación con Fernando.
Cuando eran cerca de las 11:00 p. m. iban a cerrar el local, se pararon y caminaron la cuadra hasta el edificio donde estaban sus apartamentos, Fernando tomó a Bea del brazo diciendo que por la hora era peligroso que pensaran que andaba sola, Karen no dijo nada y se tomó de la otra mano libre.
Al llegar al edificio Bea pudo reconocer algunos de los amigos de Estefanía y a ella conversando, Bea respiró con dificultad al descubrir que su ex amigo estaba en ese grupo y que había reparado en ella.
Decidió caminar con Fernando y Karen sin saludar a nadie. Pero Estefanía les salió al paso:
-Beatriz, saldré con mis amigos, no creo que regrese temprano o tal vez no regrese- dijo dándole una mirada al chico que Bea recordaba de esa tarde, Mark- además veo que como siempre ya te rodeaste de las personas de tú nivel- miró de manera despectiva a los tres, se giró sin dejar que Bea dijera nada.
-Adiós Beatriz- le dijo Mark guiñándole el ojo. Ella sintió como el agarre en su brazo se intensificó, pero pensó que sería el llamado de atención para retirarse.
Bea se despidió con la mano de Mark mientras le sonreía extrañada de no sentir mariposas ni nervios ante el coqueto gesto. Sintió la mirada de Francisco pero decidió que no estaba lista para hablarle así que comenzó a caminar con la pareja al elevador.
Al estar en ese espacio reducido se giro y dijo:
-Siento mucho la forma en que los trato mi hermana, ella es una persona con estándares diferentes- dijo intentando justificar las malas maneras de su hermana.
-No te preocupes- respondió Karen- estar a tu nivel es genial, mucho más que estar al de esas personas vacías que estaban allí
Bea sintió que le agarraba la mano y la miró a la cara, no pudo evitar que las lágrimas picaran en la parte detrás de sus ojos al ver la mirada sincera de Karen. Le sonrío y le apretó la mano.
Los tres subieron hasta el piso de Fernando y Karen, pues querían que conociera su casa, aunque aun tenían muchas cajas.
Bea se ofreció a subir el siguiente día para ayudarle a Karen a desempacar pues Fernando debía trabajar, cuando se iba se despidió de ambos con un abrazo y aunque en su corazón tenia miedo de abrirse, sintió esperanza de haber encontrado una amiga en Karen, y por ello decidió reafirmar su idea de lograr que Fernando amara a Karencon el tiempo, pues se convertiría en su esposa con el paso de los años.
Salió y tomó el elevador, pues las escaleras estaban muy solitarias, cuando las puertas del elevador se abrieron en su piso, salió y se encaminó a la puerta de su apartamento, pero escuchó unos pasos en la escalera, sintió algo de temor y se apresuró a entrar.
Cuando estaba a punto de cerrar la puerta sintió que alguien la detenía, estuvo a punto de gritar, pero reconoció la voz que le hablaba al otro lado de la puerta:
-Fernando ¿Qué haces aquí?- le dijo cuando abrió la puerta.
-Olvidaste tu celular en la mesa- le dijo Fernando mostrándole el aparato que tenía en la mano.
-¡Oh! Gracias- le dijo Bea, mientras lo tomaba.
Justo antes de despedirse, sintió que Fernando le abrazaba fuertemente y le dijo mientras aspiraba su cabello:
-Te extrañé muchísimo estos días, estaba preocupado por ti- le dijo mientras le besaba la cabeza- el destino quiere que sigamos juntos.
-Yo también extrañé nuestro tiempo juntos- dijo Bea, aunque realmente quería decirle que lo había extrañado terriblemente, cada gesto, palabra y olor de él, pero su corazón temeroso y el respeto a Karen evitó que dijera eso y simplemente dijo esa frase.
-Bien, me voy Karen debe estar preocupada- y antes de abrir la puerta la vio y le dijo- Gracias por ser tan comprensiva con mi situación y Karen, por seguir siendo mi amiga a pesar de ello- y le dio una sonrisa retorcida antes de salir.
Bea se embobó al ver el hoyuelo que se le formó al sonreírle, y no pudo decir nada.
Cuando quedó sola, sonrió y corrió a su habitación, sabiendo que esa noche descansaría tranquilamente pues a la mañana siguiente estaría con su nueva amiga.
Cuando se sentó en oscuras en su cama, sintió algo raro en ella, al encender la luz vio un sobre de manila con su nombre en el receptor. Lo miró extrañada, pero decidió abrirlo, cuando sus ojos vieron el contenido sintió un escalofrío que le recorría.
Bien chicos y chicas, hasta aquí por hoy, cuéntenme en los comentarios que opinan sobre el desarrollo de la historia.
Gracias por leerme, recuerden votar y comentar, abrazos.
Prometo actualizar pronto.
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