A última hora, como dos días más tarde, de mala gana, me digné a contestar una llamada.

Digamos que no he querido tener contacto con ningún ser humano, con nadie de nadie. Ni siquiera con los posibles amigos imaginarios que podría inventarme, con nadie. Tengo unas ojeras horribles que nadie tiene que ver porque se espantarían.

La llamada era de Dave. De mala gana, contesté:

De manera resumida, me dijo que estaba preocupado por mí. No quería que me muriera de una sobredosis, dijo que se encontraba desesperado por mi estado, igual que Krist y Pat, que discutió con Courtney mi problema de drogas y...

- ¿Le hablaste a Courtney de nuevo, baboso? -alcé una ceja.

No dejé que respondiera, ya me traicionó una vez, no permitiré que haya una segunda. Colgué la llamada.

Busqué dinero en mi billetera y no había. Bien, debo ir al banco.

Pero mañana, debo deshacerme de toda la comida de gato antes de que el recuerdo del asesinato me atormente de nuevo. Debo limpiar este lugar un poco, sí, Boddah necesita un lugar cómodo para regresar.