Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4. Accidente

Golpeé frustrada el volante. No podía ser posible. Nunca fallaba, y ahora me estaba dejando abajo. Traté de nuevo, girando la llave, pero no encendió. Me apresuré a alcanzar mi celular y enviarle un mensaje de texto a Mike, pidiéndole que pasara por mí.

Ya estoy en la escuela. Pero le llamaré a Tyler.

Exhalé aliviada. Tyler vivía cerca. No tardaría más de unos minutos en llegar, si todavía no salía de su casa. Salí del auto con mi mochila al hombro y guardé las manos, enguantadas, en los bolsillos de mi abrigo.

Sonreí cuando vi la camioneta de Tyler acercarse por la calle. Me acerqué a la acera y él se detuvo. Abrí la puerta y me subí, recibiendo gustosa el calor de la calefacción.

—Mike me dijo que necesitabas que te llevara. ¿Qué le pasó a Herbie?

Resoplé, enseñándole la llave del coche. Él asintió, comprendiendo que no había encendido por alguna razón desconocida. Soltó el freno y aceleró con precaución.

La carretera estaba cubierta de hielo ennegrecido, pero aun así Tyler conducía muy despacio para no causar una escena de caos en Main Street. Cuando llegamos al instituto, Tyler entró al estacionamiento buscando un espacio libre. Desvió la mirada sólo un segundo para apagar la radio, cuando sonó el claxon de un coche muy cercano. A mi derecha vi un auto saliendo de su espacio. Tyler giró el volante rápido y por completo, evitando el coche. Entonces sonó un chirrido fuerte que se convirtió rápidamente en un estruendo.

Vi varias cosas a la vez. Nada se movía a cámara lenta, como sucede en las películas, sino que el flujo de adrenalina hizo que mi mente obrara con mayor rapidez, y pudiera asimilar al mismo tiempo varias escenas con todo lujo de detalles.

La camioneta de Tyler patinaba con las llantas bloqueadas chirriando contra los frenos, y dio un brutal trompo sobre el hielo del aparcamiento. Íbamos a chocar contra la parte posterior del monovolumen, y Bella Swan estaba en medio de los dos vehículos. Ni siquiera tuve tiempo para cerrar los ojos.

Algo me golpeó con fuerza inmediatamente después de que escuchara el terrible crujido que se produjo cuando la camioneta golpeó contra la base del monovolumen y se plegó como un acordeón. No sé con qué me golpeé la cabeza, pero por un momento todo estuvo oscuro. Cuando volví a ver, todo era un poco borroso.

Reinó un silencio absoluto durante un prolongado segundo antes de que todo el mundo se pusiera a chillar. Oí a más de una persona que me llamaba en la repentina locura que se desató a continuación, pero en medio de todo aquel griterío escuché con mayor claridad la voz suave y desesperada de Emmett que me hablaba al oído.

—¿Ophelia? ¿Cómo te sientes?

Me costaba mantener los ojos abiertos. Mi cabeza punzaba. Sentí unos dedos helados acariciar mis mejillas, como el aleteo de una mariposa. Pude torcer un poco el cuello para mirar a mi lado. Emmett estaba ahí, mirándome con una cara de terror y nervios. Sus preciosos ojos dorados me dejaron sin aliento, estaba tan cerca que podía ver claramente el tono de sus iris.

—Ophelia, háblame. ¿Cómo estás? —insistió.

—Estoy bien —murmuré aturdida. Me sentía mareada y confusa.

Sentí que Emmett me quitaba el guante para el frío de la mano izquierda. No tuve tiempo de preguntarme por qué, ya lo estaba presionando contra mi frente. Oh, no. ¿Estaba sangrando?

—¿Estoy bien? —le pregunté, comenzando a asustarme.

Me miró a los ojos, y sentí miedo. Él se veía aterrorizado. ¿Tan mal estaba? Pero no, él negó con la cabeza.

—Sólo tienes una herida, cariño. Necesitarás puntos. Pero vas a estar bien.

No me sorprendió que predijera algo así, su padre era doctor. Las cosas se fueron aclarando un poco. Emmett estaba parado junto a la camioneta, él había abierto mi puerta. Debía ser rápido, porque fue el primero en llegar a mí, y no parecía dispuesto a cederle el lugar a nadie más.

¿Me había llamado cariño? Me hubiera gustado detenerme a apreciar más el momento, pero todo estaba sucediendo tan rápido y extraño.

—La ambulancia ya viene. Mantente despierta, ¿de acuerdo?

Asentí, pero dejé que mis ojos se cerraran. Inhalé y exhalé profundo, para que supiera que no me estaba desmayando. Sólo no quería ver a la gente que estaba rodeando la camioneta de Tyler.

Pude oír la voz de Jessica, Mike y Angela preguntarme cómo estaba, pero los ignoré. Estaba bien, pero no tenía fuerzas para levantar los brazos y hacerles señas con las manos. Emmett era el único que podía entenderme, y en este momento mi voz era más fácil de usar.

—No te duermas, Ophelia —ordenó, con un tono entre demandante y preocupado. Abrí los ojos para calmarlo—. ¿Dónde sientes dolor?

—Brazos —logré decir, con voz rasposa y débil—. Cabeza.

Bajó la mirada y examinó mis brazos. La temperatura de su piel, probablemente tan baja por el tiempo atmosférico, fue bastante agradable contra el dolor.

—No creo que tengas nada roto, pero tendrás moretones.

—Está bien. Me queda el morado —bromeé.

No se rio, pero vi el atisbo de una sonrisa en la curva izquierda de su boca. Mi corazón se aceleró. Yo había hecho eso. Era tan apuesto, tan hermoso... ¡y lo tenía tan cerca! Lo que daría por tener el valor y la fuerza para moverme un poco y robarle un beso.

Formé una mueca cuando escuché las sirenas de una ambulancia aproximándose.

—Bella... ¿Bella está bien?

—Está bien —asintió—. Tyler igual.

Traté de volteara a mi izquierda para buscarlo, pero mi cuerpo se sentía tan pesado que no pude.

—Ya salió de la camioneta. Sus disculpas no iban a ayudarte —dijo con voz ronca. Noté su semblante serio, molesto, y su mandíbula se marcaba por la presión. ¿Había corrido a Tyler de su propia camioneta, mandándolo a callar sus disculpas hacia mí?

Los paramédicos se acercaron rápido. Escuché decir a uno de ellos que yo era la de peor estado. Tyler tenía un corte más pequeño que el mío y Bella no lucía ningún golpe. Genial. ¿Acaso yo estaba hecha de cristal?

Ahogué un grito de sorpresa cuando Emmett puso sus brazos bajo mis piernas y espalda, y me sacó del auto como si pesara lo mismo que un chihuahua. Colgué mis brazos alrededor de su cuello, ignorando el dolor. Cuando quiso recostarme en una camilla, protesté. No quería lucir más herida o vulnerable. La gente ya me miraba con demasiada lástima por mi condición auditiva y vocal.

—Iré sentada —le dije.

Emmett negó con la cabeza, pero no me ignoró. Caminó hacia la ambulancia, con los paramédicos pidiéndole que me sentara en los bancos de la camioneta, y eso hizo. Se apartó, dándole espacio a los paramédicos, y éstos comenzaron a atenderme.

Bella y Tyler ya estaban ahí, sentados uno a lado del otro. Tyler no dejó de disculparse y Bella sólo repetía que se encontraba bien. Me di cuenta muy tarde de que la ambulancia ya había arrancado y Emmett no estaba ahí. Me entró un poco la desesperación. Literalmente no podía decirles que estaba bien y que me soltaran, no había nadie para ayudarme a traducir mis señas o repetir mis palabras con claridad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro