Soy el menos fanático de las miraditas, de cualquier tipo, las odio y mucho más porque sé que es lo que están preguntándose mientras me analizan de pies a cabeza.

“¿Kim Namjoon es realmente una bestia?"

No lo sé, lo dudo mucho. Pero esa es la imagen que tienen de mi desde hace unos buenos años, mm, si no lo analizo mucho, hasta se me olvida.

Entro a la sala de reunión de la banda y mis ojos caen en un Seokjin muy tranquilo y sonriente esperándome, o eso parece. Junto a una niña bonita de cabello rosa totalmente desconocida.

—Hey— digo, saliendo del shock y cerrando detrás de mi, con el seguro, por supuesto— ¿Me dirás como entraste? Porque estoy seguro de que no tienes permitido pasar por aquí.

—Somos amigos, así que me desvié un poco de mi camino y pensé en hacerte una visita exprés antes de que tengas que irte de nuevo con el resto de la banda.

Me siento en el sillón favorito de Sasha, probablemente si se entera de que alguien más puso el culo aquí, no descansará hasta saber quién en concreto fue y va a joderme. No de buena manera, por supuesto.

Seokjin es un modelo de esta agencia y nos hicimos cercanos de una manera bastante bizarra que prefiero no comentar pues no creo que venga al caso. Observo a la chica y ella también me está observando a mí, tiene la boca levemente abierta y el ceño fruncido, no sé si está curiosa por mi apariencia o al igual que yo, se pregunta porqué estamos aquí si no nos conocemos.

—Entonces...

—Ella es Rox— por fin decide presentarla— bueno, no Rox, se llama Rosa, pero le gusta más Rox.

—Ya, entiendo, un placer, Rox.

—Es una fanática de la banda— haber empezado por ahí— de verdad, está loquita, tiene pósters y todas esas cositas en su casa, también es modelo, pero independiente. Ah, le gustas.

—Supongo que eso lo podrá confirmar ella apenas salga de su trance.

Cierra la boca y respira profundo, sus manos se entrelazan sobre sus rodillas cruzadas y me sonríe, sus mejillas del color de su cabello.

—Bueno, es cierto. Seokjin me dijo que te conocía y yo, lógicamente, no le creí, por lo que tuvo que traerme para corroborar que no se trataba de falsedades.

—¿Y por qué no creerle si trabajamos en el mismo edificio? Campos distintos, mismo lugar.

—Porque es Seokjin.

—Esa es una buena respuesta.

El mencionado blanqueó la mirada y se colocó de pie con su teléfono en mano, apretó mi hombro antes de salir y supongo que atendió una llamada. Qué oportuno.

—Así que de esta manera luce Beast en la vida real— también es un apodo popular entre fanáticos— se nota que tienes toda la potencia de una bestia, ya sabes.

—Sigo esperando el día en el que ese apodo deje de usarse para referirse a mi— parece contrariada— si tú lo omitieras para hablarme, haría la diferencia.

—Oh, comprendo, no te gusta. Es entendible, a los artistas no les gusta cuando hacen mención a sus vidas sexuales de manera tan abierta, me disculpo.

Ahora quien entró en la absoluta confusión fui yo, porque no comprendo que tiene que ver el apodo con mi vida sexual.

—¿A qué te refieres? Según tú ¿por qué me llaman así?

—Mm, te llaman bestia porque se supone que has de... coger con la fuerza de una. Eso se dice en el fandoom, ya sabes.

Inevitablemente me solté a reír. Ella me observó como si la hubiese cagado en grande y de cierta manera lo hizo, porque se delató sola.

—Así que ¿Has venido a averiguar si es cierto?

Se une a mi risa luego de unos segundos y niega, sus manos se sacuden, ahora su rostro está enrojecido, se aclara la garganta.

—No necesito confirmar aquello, el visual es suficiente.

—Oh, no me digas, entonces eres una Hottie atrevida.

—Si y no, sólo cuando me dan arranques de valentía—se remueve, acomodándose mejor en su lugar— aunque ahora tengo curiosidad de saber cuál creías que era la razón de tu apodo.

Eso no necesita saberlo, prefiero seguir manteniendolo en privado.

—Repito, fue un gusto conocerte, Rox.

ROCKSTARS #3

INICIO: FINALIZACIÓN DE ROCKSTARS #2; SLAVE.