
Epílogo
EPÍLOGO
—¡Hola, hola!
—Llegamos.
La emocionante bienvenida resulta aún más adorable cuando los gemelos se abrazan a mis piernas y camino con ellos aún agarradas de ellas. Sungjae me suelta para sacudirle las manitos a Rox y aquí llega el resto de habitantes de la casa a saludarnos.
—¡Te vimos modelar!— Blue la sacude, se ríen—Te veías muy hermosa, felicidades.
—Oficialmente regresaste a las pasarelas— Jungkook aprieta su mano— nos alegramos mucho por tí, de verdad.
—Muchas gracias— sonríe contenta— espero que no les moleste si me quedo aquí unas horas, están haciendo unos cambios en mi apartamento y aún no terminan.
—Por supuesto que no, noona— Taehyung, muy amable, toma mi maleta y Jungkook la de Rox— justo estábamos planeando el almuerzo, Sasha está en la cocina. Llegaron a buena hora.
Todos se dispersaron y apenas comencé a subir las escaleras, Rox pinchó con desespero mi trasero haciéndome acelerar el paso.
—Hey, hey— le digo— sin abusar.
—Corre— me empuja dentro de la habitación, escucho como cierra con llave— ahora sí, pantalones abajo.
—Te calmas. Es mi primera vez, se suave.
Entrecierra los ojos, se acerca, me toma del cinturón de los jeans y saca fuerza que no sabía que tenía, desabrocha el cinturón y botón igualmente, me cruzo de brazos dejándome hacer y riendo por lo ansiosa que está.
—¿Listo?
—Ni cuando vamos a tener sexo te emocionas tanto— le digo— ¿Debería preocuparme de no estar cogiendote bien?
—Esa debe ser la menor de tus preocupaciones— se le dificulta bajarme el pantalón porque es ajustado— desde que... te creció el trasero es más difícil desvestirte.
—Tú puedes, da lo mejor. Y ojalá fuese cierto lo que dices, ojalá.
Lo baja de un tirón brusco que me hace caer de espaldas en la cama, casi golpeándome la cabeza con la pared.
—Diablos, lo siento.
—No te preocupes, solo casi me noqueas y pude morir. Pero nada grave.
Termina de quitarlo y tomo aire, se acerca a observar el maldito tatuaje, al fin, solo puedo notar sus ojos bien abiertos y sus mejillas del color de su cabello.
—Soy yo...
—Eres tú. Dos veces ahí y... primero explicaré ese, uh, te saqué una foto mientras dormías cuando estábamos en videollamada y le pedí al tatuador que hiciera un boceto con esa foto— señalo la primera ilustración allí, luego voy al otro— y esta, tomé una de las fotografías que tengo en mi teléfono donde estas desnuda, gracias por el material, la tomé, la hice dibujo y me aseguré de que se notara mi nombre bajo tu seno, eso no tiene demasiada ciencia, lo hice porque amo tu cuerpo.
—¿Y esto escrito aquí?— señala bajo mi nombre, en su abdomen, trago porque sigue acariciando los bordes— Yo no tengo ese tatuaje.
—Beast Mode.
—Ajá...— sonríe, va subiendo hasta apoyarse en mi pecho y al estar tan cerquita, su respiración choca en mi rostro—¿Por qué dice Beast Mode cerca a ese lugar?
—Creo que lo entiendes muy bien. Porque... amo y disfruto cada faceta que tengo cuando estoy contigo, incluso la que es sexual, porque no es vacía y... me hace sentir amado.
Por eso no me bastó con una imagen suya sexual y me tatué ambas, cuando duerme y cuando se muestra con confianza ante mí. El Beast Mode es una clara referencia a ese maldito apodo que ahora tiene un significado distinto, pero solo cuando ella lo dice o me provoca entrar en ese estado.
Un estado en el que solo puedo entrar gracias a Rox, tiene ese poder y derecho sobre mí.
—Kim Namjoon. No puede ser que me ames tanto.
—Ya no puedes atreverte a dudarlo. También tengo la cita para tu nombre en unas semanas, será en el mismo sitio en el que tú tienes el mío.
—Soy afortunada de tenerte, Nam. Ahora sí amo el día en el que mencioné el asunto de la bestia, ya que es algo bueno, al menos entre nosotros— si, porque no consentiré que alguien más me llame por ese apodo— pero te ves aún nervioso ¿Tenías miedo de que no me gustara?
—Quizás, sí.
—Lo amo. Amo todo lo que tiene que ver contigo y amo la manera en la que me retratas ante el mundo, como si fuese un ser humano demasiado asombroso— suspira— es de la misma manera en la que trato de retratarte yo a tí, como al único hombre que podría amar porque sé que me amará con la misma intensidad, yo sé que soy un poquito intensa en ese sentido, me gusta que me lo demuestres todo el tiempo porque yo hago eso mismo y el hecho de que no te enoje o te resulte fastidioso... significa muchísimo. Ahora sé, que soy buena eligiendo porque te escogí a tí.
—Aunque no lo creas... es la primera vez que actúo de esta manera, yo... diablos, no tuve la oportunidad en el pasado de descubrirme a mi mismo amando, no tenía idea de cómo podría desarrollarme en una relación dónde ambos colocaran de su parte para que funcione, siempre se trató de mí esperando a que decidía ese día mi pareja, si iba a quererme el lunes o solo el martes— cierro los ojos, luego los abro solo para seguir los movimientos de nuestras manos entrelazadas en el aire— si regresaría ese sábado o preferiría abandonarme el domingo. Contigo no es así en absoluto, me siento seguro respecto a que no vas a irte, a que vas a quedarte cada día de la semana a mi lado.
—Oh, Nammie.
—Y siempre estuvo el maldito asunto de la bestia que me hacía sentir peor. Desde que te conozco, me dejaste muy en claro de que nunca se trató de algo malo, si no que era todo lo contrario— me mira risueña, muerde mi pulgar juguetonamente— me abriste los ojos y ahora tengo una mejor perspectiva que puedo usar como motivación personal, algo de ambos. Quién diría que una niña de cabello rosa con lengua imprudente me haría caer en cuenta de que mis jodidos errores no me van a definir para toda la vida. Honestamente no lo esperaba.
—¿Lengua imprudente? ¿En serio? Te haré pagar por esas palabras luego.
—¿Tú castigándome?— me acomodo mejor—Eso suena prometedor, no me estés ilusionando.
Los golpeteos con ritmo a mi puerta, me avisan que es Jungkook, solo él busca llamar a los demás con ese método.
—¡Hay que comer antes de comerse!
—Jodido niño idiota— murmuro— ¡Ya vamos! ¡Y no digas esas cosas en voz alta!
—¡Tío Nam!— a eso me refiero— ¡Quiero almorzar juntos! Ven rápido, por favor.
—¡Voy en un segundo, Joonie!— no más gritos, la observo— El deber llama, andando.
—Ponte unos pantalones primero.
—Ah, sí... le has roto el botón.
—¡Déjalos ir! No te sirven, tienes piernas gruesas y un trasero en ascenso, no va a funcionar más.
Golpeo con mi palma abierta a su trasero, un grito ensordecedor emana de su garganta, uno que la sorprende incluso a ella.
—No me hables en ese tono.
—Lo entendí— suspira, me río de su sonrojo y como finge hiperventilar, dándose aire con la mano— me quedó claro, no ocurrirá de nuevo... creo.
—Tienes la mente un poquito dañada, ni siquiera fue una palmada fuerte.
—¿Esa fue la suave?— blanqueo los ojos, me coloco un pantalón de pijama suelto, es lo primero que agarro— Solo te falta gruñirme, eh.
Suelto una risa sarcástica cuando abro la puerta, señalo el camino y sale primero.
—Eso no pasará, suelo humillarme, pero no a ese punto.
Me asomo y veo a los perros ya en la sala, lo que significa que apenas les han traído, corren hacia nosotros.
—Eso dices ahora, puedo hacer que me gruñas.
—No, resignate. No aceptaré chantajes de ningún tipo y está dicho.
—Lo voy a lograr, beast— me señala, entramos a la cocina— nada me queda imposible.
Y aquí viene el miedo otra vez... esa determinación es de temer. Bah, que más hacer un ridículo más si es para complacer a Pinky.
Fin
Tranquilas que todavía nos queda princess, si quieren saber más de Namjoon pues tengo otra historia en emisión de él, MEGAN que está en proceso.
Recuerden que tengo una cuenta secundaria donde también subo contenido: blaackuinn
Y es todo, bye bye ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro