CAPÍTULO VEINTISIETE

Son demasiadas personas, ah, yo realmente no soy muy fanático de las alfombras, es mucho escándalo, fui amable con los compañeros de Rox que se acercaron a conocerme, pero pocos de estos me dieron buena espina. Supongo que la actitud dice mucho.

—¿Has llegado explícitamente para apoyar a tu pareja? ¿Qué puedes decirnos sobre tus expectativas en el evento de esta noche?

—Lo cierto es que ella es la única razón por la que estoy aquí y no trabajando con la banda— respondo— salir un poco no hace mal y... bueno, estoy seguro de que lo hará excelente, lo ha hecho hasta el momento de manera impecable, es una profesional, así que mantendré mis ojos en ella y su pasarela.

—¿Tienen planes de permanecer un tiempo más? Quizás realizar un poco de turismo.

—No estoy muy seguro, solo sé que estaremos aquí hasta el domingo y luego regresaremos a nuestro hogar. Tengo que retomar mi agenda y ella concluir la suya.

Pero la señorita aun no llega porque ocurrió un percance con su vestuario y me está tocando lidear con los entrevistadores que me agarran a preguntas apenas me ven.

Levanto la cabeza pues parece que la he invocado con ese pensamiento, alza la mano y yo igual, el hombre ríe por eso y finalmente Rox me alcanza.

—Fue difícil llegar, lo siento.

—No hay problema.

—Roxanne Kim— él busca apretar su mano, lo acepta— precisamente estábamos conversando sobre la corta estadía de ambos aquí en New York y como planean retomar sus agendas al pisar de nuevo Corea del Sur, nos habría encantado poder disfrutar más de ambos en esta ciudad.

—Oh, muchas gracias.

—¿Cabe la posibilidad de un regreso para más pasarelas con nuestros reconocidos diseñadores?

—Bueno, esperemos que sí se presente una nueva oportunidad de volver, por supuesto estaría encantada de aceptar otra experiencia parecida y nada. Sólo podemos esperar a que suceda.

Tan linda.

—Hemos visto muchas fotografías de ambos el día de ayer, paseando por los lugares cercanos a su hospedaje, los fanáticos, tanto de la modelo como del guitarrista se han emocionado con ese pequeño avistamiento de ambos en las calles— cada vez son mejores disimulando, porque yo no me di cuenta de ningún fanático fotografiando— ambos anunciaron su relación hace relativamente poco tiempo, cuando Rox firmó con la misma agencia pero en el departamento de modelos, por lo que me gustaría saber si ese hecho fue un factor influyente en la decisión de hacer su relación algo público.

Y me coloca el micrófono a mí, excelente.

—Supongo que podría considerarse como una de las razones por las cuales sucedió, pero, personalmente soy alguien que no disfruta de mantener secretos, soy muy malo guardando las cosas de este tipo, eh... supe que sería el doble de complicado si íbamos a trabajar bajo la misma empresa, nuestro representante es el mismo, así que cuando se sacó a la luz, sentí mucho alivio, pensé que ahora podía ser menos cuidadoso y que no sería raro ser tan obvio.

—Lo comprendo, las fanáticas de la banda han recibido bien a la presencia de Rox en tu vida o tal vez fue complicado...

—No, hombre, Hottie no juzga a los suyos.

Rox se ríe asintiendo y responde amable.

—No he tenido ningún problema con Hottie, quiero creer que se debe a qué pertenezco al fandoom incluso antes de haber conocido a Namjoon y ser su novia. Todo ha ido bien hasta la fecha.

—¿Y qué hay de tus seguidores?

—Tranquilos.

—Celosos— respondo yo, ella niega, sonriente— son celosos, mucho, pero no es un sentimiento que me cause conflicto, es más, los entiendo.

—¿Los entiendes?

—Claro que sí, mi novia es una mujer preciosa, cómo puedes apreciar.

Se avergüenza, ocultando su rostro con ambas manos y el entrevistador solo puede reírse estando de acuerdo conmigo, dándome la razón.

••••

Preciosa, ya ha salido tres veces y las tres han sido increíbles, Seokjin luce muy bien también, no lo puedo negar, pero mi mirada está en mi novia y nadie más que ella.

Harrison me habla al oído y sólo puedo asentir, me cuenta que el diseñador de esta línea está muy feliz con Rox y yo solo puedo estar contento por mí Pinky, es lo ideal, que su carrera despegue y ella esté contenta con los frutos de esta, que lo disfrute, cada segundo de ello. Lo merece.

—Si esto continúa siendo así de bien, en unos meses podrás terminar con ella.

—Que chistoso eres— ríe, me guiña un ojo— en unos meses seguiré viéndola brillar.

—¿Ya le enseñaste el tatuaje?

—Aún no. Luego, cuando se dé el momento que aún no se da.

—Yo creo que estás nervioso por su reacción.

—También.

Confieso aquello, sus ojos se amplían.

—Lo dije bromeando, no creo que a Rox le moleste o no le guste.

Vuelve a salir, nos quedamos en silencio viéndola y de nuevo estoy sonriendo como un tonto ante su bonita presencia.

—No lo sé, tampoco creo que vaya a molestarle mucho el tatuaje, sin embargo es inevitable pensarlo. Me enamoré de ella y lo hice profundamente, sabes— le cuento— cuando lo acepté, estuve a punto de ir a expresarte mi odio por haberme metido en este jodido problema...

—Perdón, pero deberías darme las gracias.

—Ahora sí, pero en ese entonces te odié porque solo podía pensar en lo mal que podría terminar esto si ella también me abandonaba, ya sabes, como el resto.

—Nam...

—Todavía siento un poco de ese miedo, de hecho, pero es cosa mía, confío mucho en Pinky, sé que me ama y no me dejaría solo por hacerlo, pero me asusta cagarla demasiado.

—Espero que esa inseguridad se vaya pronto o que sea una broma, porque Rox no sabe hacer otra cosa más que hablar de ti como si fueses el único hombre en el mundo que merece su corazón, me tiene harto, de hecho. Solo puede pensar en tí a cada segundo, no eres el único enamorado, te tiene en todas partes.

Eso sí me hace tener un poco más de seguridad, de hecho, mm. Pienso en la pulsera, en el collar, en el anillo, en el cabello. En la conexión que tuvimos desde el primer momento.

En qué me gustan mucho sus coqueteos extraños, su falta de filtro, su bondad. Estoy obsesionado con ella, es la rosa que quiero proteger a toda costa.

De hecho, en este momento, su sonrisa brilla más que el vestido que trae puesto.

••••

—Me alegra que no tuvieras muchas ganas de ir a la fiesta de celebración— se deja caer de cara contra el colchón— Seokjin estaba en su faceta fiestera dónde ni siquiera él se soporta. Pobre Harrison.

—Pediré de comer, moriré del hambre, lo que dieron en el banquete no fue suficiente.

—Quiero pastelito.

—Lo pediré, pero no le digas a Harrison.

Se levanta, se quita el vestido, lo lanza al otro lado de la habitación y yo tomo el teléfono, haciendo el pedido. Apenas me siento se cuelga de mí para decirme que se le antoja, lo que son un montón de cosas en su mayoría azucaradas y vino.

—¿Tarda?

—No mucho, así que vístete si no quieres enamorar al hombre de servicio.

No me hace caso, se queda dándome besos en la mejilla todo el rato hasta que tocan la puerta, allí salta dejándome libre y se cubre con las cobijas. Sonríe.

—Abre, por favor.

—Niña astuta.

Será cuando lleguemos a casa.

El nombre de Namjoon muy bien ubicado, para quienes no tienen instagram, les comparto por aquí y si tienen instagram pero aún no me siguen: red.kuin