
Capítulo cinco
CAPÍTULO CINCO
ROX
—Bien, la operación novia para el amargado y tristón de Namjoon comenzó muy bien.
—Jin, basta, él solo es amable.
—Namjoon es amable con casi todo el mundo— se queda en silencio— en realidad no, solo con sus allegados, al resto los envía directo al caño, es por eso que te digo que tuviste que parecerle bonita como para que te permitiera entrar a su biblioteca personal o te prestara un libro— lo señala, está en mi regazo— él no presta sus cosas, estoy seguro de que le gustaste.
Miro al libro en mis piernas, lo he terminado más rápido de lo que esperaba, ayer en la noche, para ser específicos. He querido ir a entregárselo y también como una excusa para tal vez hablar un poco, pero siento que me veré muy intensa buscándolo todo el tiempo, así que me esperaré otros días, al menos dos más.
Seokjin me ha hablado tanto sobre Kim Namjoon que caí totalmente enamorada por ese hombre, si es que como fanática no lo estaba lo suficiente, pues ahora mucho más gracias a Jin.
Me gusta mucho su forma de hablar, de pensar y transmitir, es una persona real que no teme hablar con honestidad y con límites bien marcados, también es varonil y muy lindo. Realmente me gusta.
—Es tan fácil hablar con él, Jin— me sincero, tengo su atención en mi, recoge las piernas en el sillón— te juro que me hizo sentir escuchada y no juzgada, l-la manera en la que no me redujo a una mujer vulgar que enseñó su cuerpo desnudo a los medios y sólo... me entendió o intentó hacerlo, cuando salimos en la cita que organizó Harrison, me contó algo personal de él y no sé— veo al suelo, las yemas de mis dedos cosquillean acariciando la portada del libro— sentí que nos hacíamos amigos. Él parece de otro mundo.
—¿Tan así?
Digo que sí con la cabeza.
—De un mundo muy lejano a este, donde los hombres son buenos, sensatos... tienen una personalidad agradable y propia, no una copia de todos los del montón.
Lo miro y está sonriendo con suavidad.
—Dices que él habla muy bonito y tú no te quedas atrás, Roxie. Tienes un pensamiento muy precioso sobre las personas que dejan huella en tí.
—Gracias, Jinnie. Por supuesto, tú también entras en mi lista de hombres maravillosos, eres asombroso.
—Aprecio la visión que tienes de mí, me la he ganado— por supuesto que sí— anda, ve a verlo y a darle el libro, si te gusta, conquistalo, a Namjoon hay que insistirle un poco para que te deje entrar en su vida y lo hará cuando lo vea prudente, él no es malo, es una dulzura, además... me dijo que se divirtió tanto cuando salieron, que no fue tedioso o se sintió como una obligación horrible, así que, lo estás haciendo bien, solo sigue de esa manera y verás como van a conectar mucho más.
Me lo pienso, no quiero hacerme muchas ilusiones porque justo ahora sé que está siendo amable y no quiero confundir su amabilidad con un coqueteo o algo de ese estilo.
Pero, es que, realmente quiero verlo...
Me coloco de pie y me decido a hacerle caso a Jin, le entregaré el libro y le diré que me apetece leer el siguiente si puede prestarmelo.
—¿Debería cambiarme? Me veo un poco descuidada...
—Te ves bonita, Rox, anda. Corre a su edificio, último piso, llamas a la puerta y a quién te atienda le preguntas por Namjoon, facilísimo. Tú puedes hacerlo.
Puedo hacerlo, no es tan difícil.
••••
—Esto es muy difícil.
Le doy una última mirada al libro para asegurarme de que no lo he ensuciado, es de tapa blanca y ensuciarlo sería mi error más fatal, peino mi cabello con los dedos, respiro, tomo aire tres veces y finalmente llamo a la puerta.
Dios, no estoy lista, necesito revertir esto.
La puerta se abre rápidamente y es una chica quien me atiende. Cabello negro, un poco corto y tiene un niño en brazos, Jungkook aparece detrás suyo y me saluda.
—Rox, que bueno volver a verte. Pasa.
—Permiso— me aclaro la garganta— ¿E-Está Namjoon?
—Él salió, pero no tarda en regresar, puedes esperarlo con nosotros en la sala— oh, bien— ella es Kerstin, Kerstin, ella es Rox, la nueva modelo de la agencia de la que te hablé.
Me inclino un poco a manera de saludo y ella se muestra muy sorprendida.
—Oh, así que tú eres Pinky. Namjoon mencionó que te llama así— Jungkook toma al niño y termina de entrar primero— mucho gusto, Kerstin Lee.
—Rosa Kim, por favor, llámame Rox.
Seokjin me ha pedido que use su apellido y cuando tengamos tiempo, podré usarlo legalmente, solo hay que hacer unos viajes y ese tipo de cosas que tienen que ver con documentos.
—Tienes un nombre muy bonito, Rox.
Entramos y veo doble, dos niños iguales y dos chicas también iguales, me mareo hasta que veo a Taehyung.
—Hola, Rox.
—Hola, Taehyung— saludo de manera respetuosa.
—Rox, ellas dos son Sun y Moon— Jungkook decide encargarse nuevamente de las presentaciones— son las hermanas de Nam y estas dos criaturas son Sungjae y Joonie, los hijos de Moon, por ende, sobrinos de Nam.
—Hola— saludan ambas hermanas al tiempo, incluso sus tonos de voz son iguales.
—Un placer conocerlas.
—Siéntate—lo hago, quedando en medio de Taehyung y Kerstin— ¿Qué traes ahí?
Casi me olvido.
—Es uno de los libros de Namjoon— explico—me lo ha prestado y venía a devolverselo.
Taehyung repara el libro y silba.
—Te ha prestado Algodón. A mí no me dejó tocarlo porque soy descuidado y seguro lo arruino, pero lo leí, es bueno.
—Un verdadero milagro que mi hermano esté prestando sus cosas, eh— la que creo que es Sun, comenta con gracia mientras tipea algo en su computadora— Namjoon salió a comprar algunas cosas para la cena, no tardará en llegar, así que no te preocupes.
—Me robaré a Sungjae un segundo— Taehyung se levanta con el niño— vamos a la cocina a terminar de alistar todo, espero que Rox se quede a comer con nosotros.
Eso lo ha dicho con un tono grave, que me dice que si me niego, me odiará, o eso parece.
—C-Claro.
—Excelente.
Entonces todos han desalojado la sala y por alguna razón, he quedado sola con Moon y Joonie, ella sigue doblando ropa en silencio. Ropa de bebés y se ve agotada como para conversar.
Aun así me atrevo a hablarle.
—¿Puedo?— señalo el montoncito de ropa que le falta.
Ella me observa y sonríe de labios sellados, aceptando mi ayuda mientras sostiene a Joonie que reclama su atención, él me mira cada tanto mientras su madre me indica como hacerlo y me causa ternura ver ropa tan pequeña.
—Muchas gracias, Rox.
—No es problema— levanto una de las camisetas y río— es tan pequeñita.
—Justo dije eso cuando las compré— sonreí— Nam nos habló de tí, estamos al tanto de la situación.
—Oh... espero que no sea una molestia.
Niega.
—No lo es, Namjoon habló muy bien sobre tí, así que no puede ser malo en absoluto— Joonie se remueve en su regazo y ríe señalando mi cabello— su color favorito es el rosa, por eso está tan emocionado viéndote.
—Ow, gracias, Joonie. También es mi color favorito— me acerco, dejándole tocar un mechón— tenemos algo en común.
—Chicle.
—¡Oh!
Él nene lo mastica y eso ocasiona mi risa y la de su madre, ha roto la tensión y suavizó el ambiente.
—Eso no se come, Joonie— me mira, aún risueña— lo siento, él suele hacer esas cosas cuando está curioso.
—No hay cuidado, es lindo. Tu bebé es precioso. Ambos, por supuesto, son muy bonitos.
—Te lo agradezco.
Realmente se nota que son hermanas de Namjoon. La puerta se abre y él entra, me coloco de pie con el libro en mano como si tuviese algún resorte que me impulse e inmediatamente nota en mi presencia. Sonríe.
Veo hoyuelos.
—Hey, Pinky. Que hermoso es verte de nuevo.
Me voy a derretir, este hombre me hizo darme cuenta de lo nerviosa que soy ante su presencia y por eso suelo cagarla con mis palabras ocurrentes.
—Hola— digo, así nada más— v-vine por...
Sacudo el libro, debo estar ardiendo y roja por la vergüenza.
—¿Acabaste? Bien, ven conmigo.
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