Capítulo catorce
CAPÍTULO CATORCE
ROX
No puedo creer que Jin me felicitó por "domar a la bestia", incluso me dan ganas de contarle a Namjoon que él dijo eso para que lo agarre de los cabellos y lo asuste por graciosito.
Pero bueno, Jin es así y de esa manera se gana nuestro cariño. Porque ciertamente Namjoon lo adora.
—Hola, Pinky.
—Hey, oppa— me quité las pestañas y el labial, todo muy exagerado— dime qué haces.
—Estaba pensando en tí porque me encontré con una fotografía gigantesca dónde tu rostro resplandecía, no sé qué marca estás promocionando exactamente, pero me quedé viéndola. Así que entré y me dieron un cartoncito con la foto, aquí la llevo y Taehyung se burla de mí por eso.
—Eso es muy lindo, novio.
—Ya sabes, me gusta presumir. Vamos hasta la agencia, tal vez nos encontremos, entraremos por el estacionamiento porque según Taehyung no quiere que lo vean pues hoy no se peinó.
Le digo que estaré pendiente a su llegada, agradezco a la chica que me ayuda a desmaquillar y reviso mi feed de Instagram, encontrando que Namjoon se ha tomado en serio eso de presumir, ha subido una foto mía a su cuenta personal hace una hora.
Me doy cuenta de que este no es mi feed, es el suyo, seguro ha dejado su cuenta aquí abierta cuando no tenía su celular a la mano, volteo los ojos y cierro la sesión para entrar a mi cuenta y comentar rápidamente.
“Si me dejaras, seríamos el dúo Pinky”
Voy a insistir hasta que me dé el gusto, pero Namjoon es un hombre difícil de convencer, de hecho, mientras él cree que vamos a la velocidad de flash, yo siento que estamos avanzando a paso de bebé tortuga. Muy lento.
Sam aparece, al final Harrison si decidió asignarme al guardaespaldas de Namjoon mientras encuentra uno de confianza.
—Hooola.
—Señorita Rox— parece nervioso, rasca su cuello— ya que usted es la pareja de Namjoon... supongo que sabe reconocer a su madre cuando la ve.
—¿Cómo? ¿Por qué?
No me lo tiene que explicar, salto fuera de la silla y me guía hasta el sitio, diciéndome que hay una mujer mayor exigiendo que se le deje pasar ya que es la madre de Kim Namjoon y requiere verlo. Lo ha ubicado más rápido de lo que esperé, apenas ayer Namjoon me dijo que esa mujer estaba en la ciudad y ahora mismo está aquí.
—¿Es ella?— señalo con el mentón al fondo, Sam asiente— Hazme un favor y llama a Namjoon, dile que no se acerque a la entrada principal, se supone que entrarán por el estacionamiento pero no se sabe.
—Está bien. Harrison también llegará en cualquier momento.
—Vale— me acerco al punto dónde están discutiendo, ella se desquita con el pobre hombre de seguridad, que molestia— ¿Qué ocurre?
La mujer jadea indignada, girando el rostro para ignorar mi presencia de manera descarada.
—La señora dice que es la madre del artista, Kim Namjoon, integrante de Hotissue.
Me hago la confundida.
—Eso no puede ser, Namjoon no tiene padres.
Y ahí sí es capaz de mirarme, Harrison llega, parece que me escuchó, no dice palabra y solo espera a ver qué sucede.
—¿Y yo que soy?— niega— ¿Usted quien es?
—Soy su novia, así que sé, por boca del mismo, que no tiene padres— sostengo lo dicho, supongo que me escucho bastante brusca porque mi odio por esta señora es gigantesco— entonces me temo que no puede ingresar.
—Es mi hijo.
—Llámelo usted misma y avísele que está aquí, si es el caso. Dudo mucho que tenga al menos el número— me incliné— tampoco creo que la reconozca, digo, se ha ausentado tantas veces durante tanto tiempo, que a cualquiera se le olvida su rostro.
Levanta una de sus cejas, su cabello está perfectamente peinado y recogido, un mechón se sale de su lugar, lo ubica detrás de su oreja.
—Prefiero hablar con un representante directo.
Harrison levanta la mano.
—Soy su mánager.
—Perfecto, entonces-
—No puedo dejarla pasar, señora. Lo siento, pero, si no le cree a ella, créame a mí cuando le digo que Namjoon no quiere verla y por ende no autoriza su paso— señala la puerta— le pediré de la manera más amable que abandone el edificio antes de que seguridad tenga que sacarla.
••••
—Esto es una porquería...
—No te preocupes, seguiremos con el sistema que llevamos hasta el momento y ella se rendirá— Harrison le explica, Namjoon solo se aprieta el puente de la nariz— y si no se rinde, pasamos a los métodos legales, una orden de alejamiento y es todo, aunque con la humillación que pasó gracias a Rox, dudo que quiera volver aquí.
Harrison, eres un soplón. Lo miro molesta, él cierra los ojos y señala la puerta, diciendo que se va a trabajar.
—Si, huye.
—Lo siento, lo siento.
—¿Cómo que humillación?— cierra la puerta del estudio de Namjoon, dejándome sola con él— ¿Qué le dijiste?
Abro la boca y observo a mis uñas.
—Realmente no la humillé...
—Rox.
—Solo le dije que Kim Namjoon no tenía padres, así que la hice quedar como mentirosa, pero resultó porque no la dejaron entrar y ahora está en la lista negra del guardia— el esmalte que usé para hoy es muy lindo— y ella preguntó quién era yo, así que le dije que era tu novia y que, uh, obviamente ese título me daba razón para asegurar que tú no tienes padres. Puedes molestarte, pero me disculpo de antemano.
—Rox...
—También le dije que dudaba mucho que la reconocieras porque se ha ausentado tanto que ni su cara podrías recordar. Lo bueno es que no se parecen tanto, así que tuvo sentido lo que dije. Iré por agua, tengo sed.
Me detiene, regresándome al sillón de un jalón de mano. Suspiro.
—A ver, niña Kim. El resentimiento es malo para el alma y odiar es otro sentimiento demasiado fuerte que es preferible que no almacenes o te pesará en la consciencia.
—Si, señor.
—Por lo tanto, no estoy molesto, pero no lo vuelvas a hacer, que no sabemos cómo puede reaccionar una persona así y me sentiría de la mierda si te lastima o algo— lo miro— hablo en serio, Rox, esa mujer es agresiva y hubiese sido muy malo si lanzaba golpes aún con seguridad allí.
—Estás preocupándote por mí en lugar de estar molesto por como le hablé.
—No dijiste nada que no fuese verdad. Ven.
Me abraza, sonrío un poco aún cuando me siento regañada.
—Traigo vestido... ¿No te incomoda?
—En absoluto. Gracias por defenderme allí abajo.
Bufé.
—Tú siempre me defiendes... no fue gran cosa.
Me sostengo de sus hombros, nunca había estado sentada en sus piernas y es una sensación sofocante, de hecho, siento el sonrojo en mis mejillas, el calor en ellas por el acercamiento. Además de su mano abierta y puesta en mi espalda baja.
—Para mí sí fue gran cosa.
Me inclino un poco, solo un poco pues no sé si sea apropiado querer besarlo. Namjoon es todo lo contrario a como luce, es suave, tranquilo y delicado.
Presiono mis labios en los suyos, cuando me alejo un poco, la punta de su lengua delinea el borde de mi labio inferior, me pide entrar y encontrarse con la mía. Se lo concedo y cuando no están conociéndose mucho más y solo estamos picoteando los labios del otro, aprieto su hombro.
—Nam...
—Dime.
—¿Podemos ir a otro sitio?
—Mm ¿Deberíamos tener una cita de último minuto?
Sonrío.
—Eso estaría lindo.
—Vamos a... besarnos un rato más en lo que pensamos a dónde ir.
Lo quiero.
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