Todo cuento tiene su forma de iniciar y este no es la excepción, hace mucho tiempo en un lejano reino lleno de magia y esplendo. Se haya oculto en el bosque un imponente castillo en el cual vivía los únicos descendientes de esa noble familia, no era de extrañarse que la princesa de aquel reino hiciera fiestas cada vez que quisiera, pues desde muy pequeña se le mimo hasta volverla ruin y poco amable con otros.

-¡¿Por qué tardan tanto?!-grito la pelirroja desesperada-¡Que inicie la fiesta!-

Todos los invitados gritaron de la felicidad mientras que los músicos tocaban una melodía que solo le provocaba aburrimiento a la princesa pero no a sus invitados. Por otra tres pequeños pelirrojos estaban corriendo sin control robando todos los panecillos que se encontraban.

Aun con todas las fiestas que hacia la pelirroja nunca era suficiente para ella ¿Qué más podía faltarle? Tenía todo lo que pidiera y los sirvientes se encargaban de cuidar de sus hermanos. El tocar de la puerta se escuchó en todo el salón.

-¡Ahora que!-se levantó con furia por la interrupción-¡Abran las puertas!-

Los guardias no tardaron en acatar las órdenes de la princesa, a la vista dejaron ver a una vieja anciana. Sus ojos eran saltones y su cuerpo se encontraba encorvando mientras que en su hombro tenía un cuervo que observaba con mucho detalle cada rincón del castillo.

-Princesa-la anciana hizo una reverencia pero la pelirroja no respondió ante ello.

-¿Qué quieres anciana?-coloco una de sus manos en su cintura.

-Por favor-al levantar su mano dejo ver un pequeño brote de una rosa-Acepte esta rosa como pago para protegerme del cruel frio-

-Ja-bufo mientras que sus invitados le seguían la corriente-No necesito una miserable flor cuando puedo tener todas las que quiera con una sola orden-

-No la menos precie su majestad-la interrumpió la anciana-Por muy insignificante que sea... tiene belleza en su interior-

-No necesito una rosa-remarco la pelirroja-¡Guardias!-grito la joven-Sáquenla a la calle, que no esté a mi vista-la pelirroja se dio media vuelta mientras que los guardias se acercaba para escotar a la mujer, sin embargo una luz cegadora invadió el castillo.

Al voltear observo como la figura de aquella mujer recomponía su postura haciéndola ver más alta y sobre todo dejando a la vista a una hermosa mujer de larga cabellera rubia y ojos verdes.

-¿Quién eres tú?-pregunto la pelirroja un poco asustada al ver la transformación.

-Mérida, Mérida-movía sus dedo en forma negatoria-Has sido una princesita muy malcriada, tanto que te ha engañado tu propio y muy frio corazón-aquella mujer comenzó a acercarse a Mérida-Yo maldigo a todos los que viven aquí-unas luces comenzaron a salir de aquella rosa-Hasta que no encuentres a alguien que te amé como eres, pasaras el resto de tus días siendo una bestia-

Todos los invitados a la fiesta salieron corriendo y gritando en cuanto las luces invadieron el lugar. La princesa por su parte libero un grito al sentir que aquellas luces invadían su cuerpo.

-Tendrás tiempo hasta que el último pétalo de esta rosa caiga-dicho eso aquella mujer desapareció.

Todas las luces del castillo quedaron en oscuridad dejando a la vista solo el aspecto de una bestia a quien antes fue una princesa.

El tiempo pasaba desde aquel incidente haciendo que la princesa cayera en la desesperación, ya que la rosa que antes le había ofrecido aquella mujer era en realidad una rosa encantada. Entre más veloz pasaban los días y los años la joven perdió toda esperanza ya que...

¿Quién podría amar alguna vez a una bestia?

¿Soy la unica que disfruta de esto?

Lo siento pero era tan tentadora la idea que tenia que hacerla, esta vez estara más adaptada a la pelicula pero como notaron habra unos leves cambios espero que les guste pero...¡Aceptenlo! Hiccup tiene más personalidad de Bella y Mérida.... bueno a ella la queremos mucho XD espero que disfruten de esta histora.

Como siempre espero sus comentario, opiniones, quejas, etc.

Acompañenme en esta maravillosa historia en honor a un clasico animado.

¡Hasta entonces!