Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Be Someone

Ahí estaba.

En el frío suelo de un espacio vacío.

Sin moverme.

Sin ver.

Sin respirar.

Sin pensar.

Sin sentir.

Podía hacerlo pero ¿Cuál era el punto? No había adónde ir. Solo era yo y un silencio aturdidor.

¿Cómo llegué aquí?

¿Dónde era aquí?

¿Por qué estoy aquí?

¿Por qué no puedo irme?

Me quedé quieto, esperando.

Esperando por algo nuevo.

Esperando por una señal.

Esperando por un cambio.

Esperando por motivos.

El tiempo pasaba, o tal vez no. Aún desconocía el mundo a mi alrededor.

Y, mientras me sumergía cada vez más profundo en la palidez del blanco que me rodeaba, sentí.

Amarillo.

Rojo.

Azul.

Verde.

Color tras color, sin pausa.

Estaba "vivo", por primera vez, me sentía "vivo".

No pude evitar sentirme curioso.

¿Qué eran esas sensaciones?

¿De dónde venían?

¿Por qué venían?

¿Cómo funcionaban?

Millones de preguntas invadían mi cabeza.

Pronto, los colores se fueron y, con ellos, las sensaciones.

Era blanco de nuevo. Todo era blanco.

No quería que fuera así.

No quería que mi "vida" se basara en aquel desagradable tono blanquecino que veía por todos lados.

Tan pronto como los colores regresaron, los guardé.

Me reusaba a entrar de nuevo en esa fase vacía creada por mi falta de alma.

Sin colores, yo no sentía.

Sin colores, yo no estaba vivo.

Sin colores, yo no existía.

Sin colores, yo no era nadie.

Con el tiempo aprendí cómo funcionaba mi pequeño mundo monocromático, aprendí cuál era mi deber y que, sin él, yo no servía.

Ese era mi único deber: servir a aquellos seres ajenos a mi existencia destinados a crear mundos mayores, más complejos al mío. Tenía que proteger sus preciadas creaciones, de esa forma, yo jamás sería olvidado.

Y con eso yo era feliz, era lo que necesitaba. Tenía un propósito, un motivo para existir y eso era más que suficiente para mí.

Era lo único que importaba.

Para ese entonces era todo tan simple, que su llegada se me hizo totalmente repentina.

Él tambien tenía un propósito.

Pero, para cumplirlo, debía destruir el mío.

Ante su primer ataque, yo estaba indefenso. No sabía cómo reaccionar. El mayor antagonista de mi historia personal había aparecido y yo no podía hacerle frente.

Era inexperto, no podía pelear.

Entonces pensé en el pincel que cargaba, una herramienta que me entregaron los creadores, un pedazo de su habilidad. Podía crear con él ¿Podría atacarlo de vuelta utilizándolo?

Mis movimientos eran torpes. Claramente, aún era un novato, aprendiendo de la vida y el mundo que me rodeaba y ahora teniendo que protegerme de una nueva amenaza.

Escuché como se reía de mi. Se burlaba, claramente, de mis mediocres habilidades de pelea.

Su voz era grave, a veces aguda, en ocasiones inaudible y, en otras, muy ruidosa o incluso repetitiva. Parecía cambiar con cada palabra que pronunciaba, como si estuviese rota.

"No sabes lo que estás haciendo."

"Proteges estas anomalías sin conocer lo que le hacen al mundo."

"Estoy salvando a todos."

"No hay balance."

"Mi gran rival, el antagonista de mi historia."

"Una vez mi propósito haya sido cumplido, entonces podré desaparecer."

"No debe quedar nada."

"Soy el héroe que salvará a este mundo de la perdición"

Esas fueron algunas de las frases sueltas que me dijo. Algunos de sus pensamientos eran similares a los míos.

Pero yo era el héroe, debía serlo.

Yo debía mantener en pie todos esos mundos.

Yo los estaba salvando.

El esqueleto frente a mí había perdido la cabeza, eso estaba claro. Lo que decía simplemente eran incoherencias.

Alguien cuyo objetivo es destruir jamás podría ser el héroe de la historia. Ese era mi deber.

Eventualmente, se fue.

Dejándome, nuevamente, solo.

Dejándome, nuevamente, en silencio.

Dejándome, nuevamente, más preguntas que respuestas.

Entonces pensé, había más gente como yo. Había más personas cumpliendo sus propósitos.

¿Quiénes eran?

¿Dónde estaban?

¿Podía verlos?

¿Podía conocerlos?

¿Me atacarían?

¿Tendrían propósitos similares al mio?

Entonces vi, todas las páginas que flotaban a mi alrededor, páginas que mostraban el inicio de una historia ajena a la mía.

Cada una era diferente.

Cada una tenía su final.

Su inicio.

Su héroe.

Su villano.

Pero eran protegidos por la misma persona.
Era yo quien los cuidaba.

No tenía intenciones de dañar a Error.

No me serviría de nada, después de todo, él también era una creación. Alguien con una percepción errónea del papel que cumplía en este mundo.

Era el villano.

Pero yo lo necesitaba para ser el heroe.

Para qué servía yo si no hay peligro del que proteger a los mundos?

Sin él, mi propósito no tenía sentido.

Entonces entendí. Él era una de las piezas claves para darle sentido a mi existir.

Primero fue Dream.

El héroe de una historia que llevaba su nombre.

Al igual que yo, tenía un deber.

Al igual que yo, tenía un enemigo.

Sin embargo, yo no lo entendía.

Su único objetivo era escapar de su hermano y encontrar una forma de detenerlo. Pero yo no comprendía cuáles eran los daños.

Nightmare no destruía, no le servía. Su propósito era alimentarse de los sentimientos negativos que generaba ¿Y qué? Nadie estaba muriendo por su culpa.

Nightmare no era una amenaza para mi propósito, así que ¿Qué importaba? No iba a afectarme.

A pesar de ello, y mi pensar egoísta, Dream seguía visitándome.

Se hacía llamar mi "amigo". Un término extraño para denominar a un conocido desalmado. No podía sentir ese "afecto". Ni siquiera con su aura.

Mis sentimientos eran artificios brindados por los creadores. Herramientas para cumplir mi propósito. No eran reales, jamás lo serían.

"Creadores". Así los llamaba yo.

Ellos eran quienes me daban las respuestas, pero había preguntas que jamás fueron capaces de responderme.

"¿Yo tambien fui creado?"

"¿Quién me creó?"

"¿Por qué lo hizo?"

"¿Por qué no me terminó?"

Apareció Cross.

Lo que restaba de una historia acabada. Destruida. Inexistente.

Era algo nuevo, en verdad.

Había destruido su propio mundo. Sin la ayuda de una entidad mayor. Destruyó su propósito y buscaba uno nuevo.

Me resultaba curioso. Él también me llamaba su amigo.

No me molestaba, ni siquiera podía molestarme, solo era raro. Yo no podía quererlos de vuelta ¿Por qué se aferraban emocionalmente a un ser que no podía prepcuparse por ellos?

Cross dependía de mí. Si en algún momento yo desaparecía él estaria solo y perdido de nuevo.

Su propósito era similar al mio, él necesitaba a alguien a quién proteger.

A mi parecer, un propósito estúpido. Dependía de algo tan simple como una sola persona y, al parecer, quería que yo fuese ese alguien. Pero yo no necesitaba esa protección, no lo necesitaba a mi lado, solo necesitaba a los universos.

Cross perdió el suyo. Ya no me era útil.

Mi curiosidad había sido saciada, no había nada más que quisiera de él.

Dejé de visitarlo.

Ocurrió el evento X.

Algo nuevo, en efecto. Pero una vez acabado, todo volvió a su lugar.

Las cosas eran tal como siempre.

Era cierto, había perdido una gran cantidad de universos, pero pude recuperar la mayoría. De todos modos, aún había muchos más. Mi propósito aún podía cumplirse.

Perdí la confianza de Dream. Dejó de visitarme, daba igual. No era yo quien necesitaba ese vínculo.

La tregua con Error también falló. No importaba. Mantener el balance no era mi deber, solo era un pequeño juego que quise probar. Como siempre, terminé por aburrirme y continué con lo mío.

Estaba aburrido de mi "vida" monótona.

Pero era lo que me mantenía cuerdo.

Era mi llave para cumplir mi deseo de ser alguien en este mundo caótico en el que "vivía".

Ese propósito era el mejor regalo que se me había entregado.

¿Para qué vivir si no tienes un motivo para hacerlo?

Y acababa de perderlo.

Solo me quedé mirando como los trozos de papel que alguna vez fueron el motivo de mi existir caían al suelo, despedazados.

¿En qué momento bajé la guardia?

¿Cuándo había dejado que esto ocurriera?

Todo.

Todo por lo que había estado trabajando

Todo lo que había intentado proteger.

Todo lo que me importaba.

Todo lo que me daba una razón para existir.

Todo lo que me hacía ser alguien.

Todo se había ido.

Mi mirada vacía observaba mi alrededor sin poder creer en lo que estaba ocurriendo.

Deseando que aquello solo fuera un mal sueño.

Deseando despertar.

Pero esa era la triste realidad. El final que se había escrito para mi monótona historia.

¿Por qué?

Si así era como iba a terminar todo, ¿Por qué me mantuvieron "vivo" tanto tiempo?

¿Por qué me crearon?

¿Por qué me hicieron creer que estaría bien?

¿Fue solo un juego? Así como yo jugaba con todo lo demás, jugando a ser Dios, desconociendo las consecuencias que me traería en un futuro.

Tal vez mi mal karma.

Tal vez un castigo por parte de los creadores por decepcionarlos.

Tal vez solo mala suerte.


Una.

Dos.

Tres lágrimas.

Quién sabe cuántas más.

Cuando me di cuenta, mi aún inmutable rostro estaba empapado. No sentía nada ¿Por qué lloraba?

No había punto, eso no cambiaría los hechos. Aún así, no podía parar.

Decepción.

Desesperanza.

Angustia.

Tal vez el saber lo que me esperaba sabiendo que no podría dejar de existir, y que tendría que afrontar, por el resto de lo que me quedaba de "vida", que había fallado.

Esas eran mis posibles razones para justificar mi incoherente llanto.

Entonces, quien me había arruinado, se acercó a mi.

Caminaba sin cuidado alguno, desprotegido, totalmente vulnerable a cualquier ataque. Podría atacarlo justo ahora y no podría defenderse. Pero no tenía motivo, eso lograría deshacer mi desdicha. Tampoco es como si pudiese sentir rencor.

Eso es todo?─ me preguntó ─Digo, verte llorar es bastante satisfactorio, pero esperaba algo más de melodrama.

─Para qué? Ganaste. Eso no va a cambiar.

─No voy a negar que estás en lo cierto. Como sea, es mi hora de irme. Fue absolutamente desagradable conocerte, Ink.

Me dio la espalda, no sé adónde iba, pues no quedaba nada, pero lo detuve.

Qué vas a hacer ahora?

Pregunté, buscando alguna clase de consejo indirecto para saber cómo continuar.

Desaparecer─ tan pronto como pronunció esa palabra, me quedé estático. No porque me importara, sino porque sabía que no había nada que pudiera hacer para cambiar mi futuro ─Aw, qué pasa, Ink? ¿Vas a extrañarme?─ rió amargamente ─Ya cumplí mi deber. No tengo razones para seguir existiendo. Debía destruir cada anomalía existente y sería muy hipócrita de mi parte seguir viviendo siendo yo la anomalía #1

─Acábame, entonces. Yo tambien soy una "anomalía". Pornle un fin a mi historia.

─Créeme, me encantaría matarte. Pero sé muy bien que no puedo. Me das asco, Ink, y dejarte en este estado tan miserable me dejará morir en paz. Ahora, si no te apetece seguir molestándome, tengo un suicidio que llevar a cabo.

Y así desapareció de mi vista.

Y yo me quedé allí.

Sin nada.

Esperando.

Sin colores.

Sin ser nadie.

Habiendo fallado.

Lo único que me quedaba era la falsa esperanza de que aquellos seres, que me habían entregado un propósito, me lo devolvieran, que crearan algo más.

Pero nada ocurrió.

Los colores nunca volvieron.

Lo estaba sintiendo. Con los pocos colores que me quedaban y que reservaba, sentía cómo me estaban olvidando de a poco.

Poco a poco, dejaba de existir.

Poco a poco, dejaba de ser alguien.

Y eso me destrozaba. Me estaba matando por dentro.

Pronto desaparecería en el olvido, mostrando que ya no le era útil a nadie y por eso me abandonaron en aquel vacío.

Mi cordura decaía lentamente.

No quiero que me olviden.

No quiero desaparecer.

Quiero ser útil.

Quiero ser alguien.

Debo ser alguien.

Eso me repetía constantemente, con mi ya insoportable locura.

Siempre temblando.

Siempre llorando.

Siempre riendo.

Falsamente, buscando generar aquellos colores por mi cuenta. Quizás podría convencerme a mi mismo de que si podía sentir.

Intenté escapar. Caminé, mientras podía, por todos lados, en busca de alguien, o algo, lo que sea. Traté de utilizar mi pincel para crear un portal que me llevara a algún lado.

Pero nada funcionaba.

Pero, al final, deje de hacer todo eso, para darle lugar a mi monocromático estado original, esperando, algún  día, desaparecer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro