25
Tan pronto como su padre salió de su habitación, su mente se llenó de malos pensamientos, sintiendo su cuerpo más cansado,su corazón doliendo y su lobo dentro de él queriendo reconfortarlo, rasgando dentro de él para llamar su atención, invitándolo a moverse de la cama para ir con Jimin.
─No puedo hacer eso ─soltó al lobo dentro de él, el cual sabía no era suyo ─. Tengo una costilla rota y el brazo también, podría dañarme más si me muevo y para ver a Jimin tengo que hacer muchas maniobras ─aclaró rápidamente, dibujando en su mente el camino secreto que recorría para encontrarse con el rubio.
Su labio inferior se arrastró hasta sobresalir, moviendo su mirada por su habitación hasta estar en el techo, llevando su brazo sano a cubrir sus ojos, las lagrimas queriendo juntarse al borde de ellos para demostrar la angustia y tristeza que sentía en ese momento.
Su padre cada vez era más grosero y desalmado, cada vez tenía más insultos que darle, ya no se contenía, ya no pensaba en no herirlo tanto a él como a la persona que era su pareja, es decir, su bella madre. ¿Por qué estaba siendo de esa manera?, ¿tan difícil era controlar una manada que te volvía un monstruo?, ¿era que su padre estaba débil de mente y por eso sus sentimientos negativos salían a relucir?, extrañaba a ese hombre alfa que se escabullía en la cocina con él para lamer la cuchara que su madre dejaba por ahí al hacer variedad de mezclas para deliciosos postres.
Extrañaba los abrazos de oso, las caricias en sus cabellos, el que le tomara de la mejilla para mirarlo a los ojos y dedicarle palabras llenas de aliento, extrañaba jugar a la pelota, a tener carreras, luchas entre ellos, extrañaba una serie de cosas que poco recordaba pero las que tenía memoria a través de fotos y sensaciones, de pláticas largas de su madre sobre el pasado. Es decir, extrañaba la idea de un padre relajado y amoroso, del cual llegó a ver antes de sus quince años, ese hombre que dejó de ser al volverse un líder.
Apesar de estar recientemente despierto, sentía sus ojos pesados, aludiendo su cansancio por el traqueteo mental que su padre le hizo tener, provocando que sus emociones y pensamientos chocarán entre sí.
El cansancio mental, es peor que el cansancio físico, debido a que del segundo puedes recuperarte durmiendo un poco. El cansancio mental es más difícil, el dormir un poco no va a ayudar a liberar ese cansancio acumulado, atontado la inteligencia, volviendo a uno incapaz de analizar y razonar muchas situaciones importantes. El cansancio mental produce situaciones negativas dentro del cuerpo.
Después de unos cuantos minutos de impotencia y dolor, volvió a sentir varios corazones y distintos linajes acercarse hasta su habitación, entrando a la misma sin tocar y rodeando la cama del alfa lastimado. El cual se obligó a permanecer tenso, queriendo verse más grande, endureciendo su mirada al encontrarse con varios de los que decidían en su aldea junto con su padre.
─¿Cómo está, joven Jungkook? ─escuchó, su mirada yendo de su padre con mirada severa a quien lo nombraba.
─Un brazo y costilla rotos, algunos rasguños, pero nada que no pueda sanar. Estoy bien ─aclaró rápidamente ─. Me han dicho que los corredores ya están siendo tratados, eso es mejor.
─Efectivamente, están conscientes y dando declaraciones sobre lo sucedido. Venimos a hacer lo mismo con usted para decidir lo que haremos. ¿Tiene alguna idea de quién era el lobo que nos atacó?, ¿cómo es que se dio la pelea entre ustedes?
Jungkook rápidamente creó la imagen del lobo en su cabeza, recordando su aroma sin especificación, la mirada que manejaba, lo que sintió, su fuerza.
─Realmente no. Estaba recorriendo el bosque dentro de nuestra zona ─mintió ─, regresé para hacer guardia en mi forma humana y escuché los gritos. Fui directamente a ver que sucedía y encontré a los heridos. Me lancé contra el lobo para defender.
─¿Tiene alguna característica que pueda decirnos de él?
─Un lobo negro de tamaño regular, alfa, sus ojos no eran rojos sino negros ─varias miradas se intercambiaron en ese momento ─, estaba decidido a atacar a los corredores. Logré morderle el lomo, las piernas y el cuello varias veces, las marcas durarán lo suficiente en su cuerpo. Podríamos comenzar una investigación.
Varios alfas en el lugar asintieron ante aquella declaración, los ojos de su padre bañándose en más desprecio por la sugerencia, desviando la atención de lo último para conversar con sus camaradas.
─Tenemos que asignar trabajo a otros para cubrir a Derek y Lui. Derek cayó en la trampa de oso y a pesar de que se está recuperando, detectamos veneno de lobo en la misma. Lui recobró la consciencia pero sigue muy débil.
─Los antiguos también lastimados no mencionaron el ataque de un lobo, tuvieron un aparente accidente. Ahora podemos asociarlo con la debilidad consciente que causa el veneno de lobo.
─Es bastante letal parece ser. El único que pudo levantar la trampa de oso fue Royer, el lobo beta que perdió el sentido del olor. A pesar de eso, se sintió muy cansado, abrumado e intranquilo por estar cerca.
Jungkook tomó en cuenta aquello, entendiendo varias de las sensaciones que permanecían en su cuerpo. Estuvo lo suficientemente cerca para tener aún residuos.
─Podrían llamar al curandero Baekhyun, recide en la ciudad, es hijo de uno de los parteros que me trajo al mundo. Posiblemente él sepa una forma de ayudar con el veneno de lobo.
Las miradas fueron directamente hacia a Jungkook, varias expresiones que le mantuvieron nervioso pero no lo dejó ver, restandole importancia al asunto sin parecer inexpresivo ante sus compañeros heridos.
─¿Cómo sabe eso, joven Jungkook?
─Soy el futuro líder, estoy aprendiendo lo que debo de saber para guiar esta manada.
Esa respuesta logró sonrisas confiadas y otras arrogantes de varios de los presentes. Ignorando ese hecho, su corazón se mantenía preocupado al sentir que estaba no solo engañandose a sí mismo, sino a su aldea.
─Hemos encontrado trampas de eso en varias zonas al rededor del muro, sinceramente lo veo como una declaración de guerra nuevamente ─sentenció uno de ellos, volviendo a la conversación.
Jungkook mordió su labio con impotencia, pensando en el mal entendido que podrían adquirir al culpar nuevamente a la aldea de su novio atacando la suya, asunto del que aún tendría que hablar con el rubio. Sin poder decir nada sobre las intenciones de la misma aldea al verse con la soga en el cuello, se mantuvo callado escuchando la calmada pero seria conversación.
─Formaremos grupos de investigación para buscar las trampas y desmantelarlas ─sentenció su padre ─, sería grato conseguir información del veneno para evitar más lobos heridos.
─¿Qué aldea estará declarando la guerra?, ¿serán los humanos?
─Lo mejor que podemos hacer ahora es ver la forma de conversar con las aldeas cercanas, la que no responda a nuestro llamado de paz, la pondremos directamente como sospechosa ─volvió a hablar su padre.
La mente de Jungkook, volvió a apartarse de la conversación, justo cuando ya era ignorado para declarar alguna otra cosa, sin obtener el despido de alguno de ellos cuando siguieron hablando mientras salían de su habitación, proclamando seguir la plática de sus planes en un lugar más privado, intrigado al pelinegro a un punto brutal.
Sintiéndose cansado cada minuto más, cerró sus ojos lentamente dispuesto a dormir y sanar sin pensar del todo en ello, pensando no solo en que deseaba hablar con el brujo Baek, sino también estar entre los brazos de Jimin y sanar rápidamente.
[...]
Sentía cosquillas en su rostro y el dorso de su mano, comenzando a removerse debido a aquellas, abriendo sus ojos lentamente para encontrar una pluma siendo empujada contra su nariz, que la llevaba una mano anulada extendiéndose hasta un bello rostro que lo miraba.
Su mezcla de emociones, emoción, amor, sorpresa y miedo no le permitieron reaccionar de la forma debida, mostrando una sonrisa y luego preocupación, para después comenzar a llorar lentamente.
─Oh, bebé ─pronunció el rubio, formando una mueca de preocupación.
Estaba en el suelo, dejando de acariciar la mano del pelinegro para tomar su rostro y estar más cerca de él, su mano siendo sostenida por la mano sana del pelinegro. Las lágrimas surcando sus mejillas sin parar, mientras lo observaba con ojos morados y llamaba por tener sus labios, acto que Jimin no dejó pasar.
Teniendo pequeños y suaves besos tanto en sus labios como en cada parte de su rostro, pasando su lengua por sus labios al tener las gotas saladas sobre ellos, volvió a sentarse para recargar su cabeza en la cama y no importunar el estado de salud del pelinegro.
─¿Cuándo llegaste?, ¿cómo llegaste?
─Vine tan pronto como pude, cariño. No me dejaban salir y me estabas llamando ─comenzó a explicar, teniendo su mano sobre el rostro del menor y la otra entrelazada con su mano ─, la verdad me costó un poco, parece que tienes más vigilancia, intenté entrar por tu ventana pero no respondías, por lo que me subí a tu tejado, me escondí un poco y cuando tus padres salieron de casa me metí por la puerta.
Jungkook sonrió tomando el rostro de Jimin. Analizando que estuviera completamente sano.
─¿Atacaron tu aldea? ─preguntó el pelinegro.
─Sí ─respondió el rubio ─, estaba regresando a casa cuando pasó. Los árboles estaban en llamas, teníamos algunos heridos, fui directamente a cuidar de los heridos aunque ellos mismos me gritaron que corriera. Me transforme y luche contra el otro lobo blanco. Era más pequeño que yo, supe que también era un omega pero está muy bien entrenado porque venció a los idiotas que tenemos como viginalentes, pero yo le gané.
─¿Un lobo blanco?
Jimin ladeó la cabeza extrañado por la pregunta, asintiendo como respuesta y desatando múltiples preguntas en el pelinegro.
─¿Han tenido accidentes con corredores o trampas de oso?
─Realmente no lo sé, no me dejan saber nada de esas cosas, pero investigare volviéndola casa. Ahora lo realmente importante es que te mejores.
El pelinegro asintió, tirando del brazo del rubio para que subiera con él a su cama, acatando la orden para subir con él y abrazarlo, teniéndolo en sus brazos tan pronto se acomodó, sin moverlo mucho, la cara de Jungkook acomodándose en el pecho del rubio, oliendo su delicioso aroma a pastel chocolate y cerezas.
─Esto es lo mejor del mundo ─sentenció, sonriendo tranquilo ahora que estaba entre los brazos de Jimin, sin importar las distintas situaciones en las que podrían encontrarse ─. Estar en tus brazos es lo mejor.
El rubio sonrió, sin saber exactamente qué contestar o cuando es que el pelinegro se había vuelto tan romántico. Comenzó a acariciar sus cabellos sin miedo.
Ambos se sumergieron en un dulce sueño lleno de calor.
Evan: ¿Que teorías tienen?
He dejado muchas pistas.
Evan, fuera.
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