7. Marca
Alec POV
Era la una de la mañana y la fiesta ya había terminado. Alec se sentó en su habitación después de desearle buenas noches a su familia, y apiló sus regalos en su escritorio.
Suspiró, mientras comenzaba a verlos todos.
El añillo de la familia Lightwood.
Un certificado que decía que su fideicomiso multimillonario ahora estaba a su disposición.
Las llaves de su nuevo Lamborghini ahora estacionado en el garaje.
Nuevos pares de gemelos para su traje de alguien que no conocía.
Nuevos accesorios para violín. Un instrumento el cual ni siquiera tocaba. Decidió regalárselos a Jace
Varios relojes de marca Rolex. ¿Cuántos necesitaba una persona? Ya tenía cuatro. ¿Qué diablos iba a hacer con tantos?
Varios libros, discos y equipo de entrenamiento. Eso no estaba tan mal.
Pero su regalo favorito, el único que realmente apreció, fue el de sus amigos. Era una caja con cosas que realmente necesitaba y era de personas que si le conocían. Dentro había una maquina de escribir, con un gran paquete de hojas. Varios separadores con sus frases literarias favoritas. Un nuevo paquete de plumas fuente. Una colección de viejas plumas de tinta con unas hermosas plumas.
Pero lo mejor estaba al fondo, escondido de los ojos de sus padres. Era una nueva laptop. La casa tenía internet por sus padres pero ahora el también podría ocuparlo. Y también podía escribir sus historias sin que sus padres encontraran un montón de hojas de sus escritos.
Rió mientras leía la pequeña nota que venía con el paquete.
Feliz cumpleaños Alec. ¡Escribe lo que diga tu corazón y mantente en contacto! Ahora no tienes excusa para no hablarnos fuera del escuela. Si no lo haces ¡te daremos como alimentos para los patos!
Alec sonrió. William, por supuesto. ¿Quién más escribiría amenazas sobre patos?
Riendo bajo, escondió su computadora, debajo del colchón. Ese era el escondite tanto suyo como de sus hermanos. A veces escondía DVD prestados. Jace escondía pornografía y a veces cigarrillos. E Izzy escondía su ropa de chica normal, maquillaje y dios sabrá que más.
Era bastante divertido el montón de cosas que escondían de sus padres, especialmente, considerando que su madre siempre decía que ella podía saber cuando uno le mentía, o cuando le ocultábamos cosas. Era algo irónico. Pero nunca la contradecíamos, ella seguía creyéndolo y ellos podían ocultar cosas.
Se sentó en su escritorio, disfrutando de la luz de luna, con un lápiz en mano. El lápiz se movía por el papel con velocidad. Ni siquiera sabía lo que estaba dibujando hasta que su mano terminó, mirando al dibujo en gris.
Era Magnus. Bueno, su rostro. Sonreía, con su cabello en puntas, su mirada juguetona y su media sonrisa. Era como si el dibujo tuviera vida propia, tan parecido y hermoso.
Si tan solo el real estuviera con él.
Sus mejillas se calentaron mientras pensaba en las manos de Magnus sobre su cuerpo, besándole, con su lengua el la boca de Alec. Sintió palpitar su regiones bajas y gimió, dejándose llevar.
Aunque el sentimiento fue remplazado por una violenta y fuerte sensación de ardor. Alec gritó por el ardor en su piel, debajo de la cintilla de sus pantalones. Se levantó y cruzó la habitación para verse en el espejo. Se levantó la playera y desabotonó sus pantalones, bajándolos y contrayéndose por el dolor quemante que continuaba.
Miró a su reflejo y jadeó.
Por que ahí, en su cadera derecha, estaba tomando forma unas líneas rojas, moviéndose contra su piel como una runa antigua.
Jadeó. Era su marca de alma gemela. La marca del deseo. La única marca que los Lightwood nunca habían tenido, de acuerdo a su padre.
Y el hecho de que las líneas fueran rojas significaba que Alec ya había conocido a su alma gemela del deseo. Si aun no le hubiera conocido las líneas serían negras, y hasta que se conocieran, cambiarían a rojo. Era algo bastante mágico.
No sabía que esperar, ¿sería una chica? ¿algo diferente?
Pero el dolor quemante no lo era. Alec mordió su muñeca para detenerse de seguir jadeando en voz alta mientras cerraba los ojos en desesperación.
Finalmente el dolor disminuyó, y se quedó sin aire, aun con los ojos cerrados.
Sabía que la marca estaba completa. Ya había tomado forma.
Lentamente dejó salir su aliento, abriendo los ojos nerviosamente, sin ilusionarse o pensarlo mucho. No quería verlo. Pero era inevitable. Y el aire abandonó sus pulmones mientras veía la fresca marca en su cadera.
M.B.
*
Magnus POV
Magnus estaba acostado en medio de su cama soñando. Estaba removiéndose y no por algo bueno.
Podía ver a su madre en sus sueños, ella corría por el bosque, en un vestido de novia rasgado. Un hombre la perseguía, gritándole con un cuchillo en mano.
Magnus ya sabía como terminaba ese sueño. Lo tenía siempre que dormía, pero eso no cambiaba el terror y el dolor que sentía siempre.
Y ahora el dolor era peor. Era como si su cuerpo estuviera en llamas, un dolor mordaz atacaba su piel como fuego, como hierro caliente, dibujando su marca en su cuerpo.
Fue entonces cuando abrió los ojos con un grito, pero el dolor no se detuvo.
Jadeó mientras sentía su cadera izquierda quemar. Sus ojos se abrieron y prendió la luz, corrió al espejo, aguantando sus jadeos de dolor.
Bajó rápidamente sus pantalones y vio congelado y maravillado las líneas rojas pintadas en su piel, que intentaban tomar forma.
Jadeó. Era su marca. Finalmente. Su marca de alma gemela estaba apareciendo. En su cadera, lo que significaba deseo. Lo que le confundió un poco ya que la única persona por la que sentía deseo era...
A.L.
Magnus jadeó y acarició su nueva marca, trazando las iniciales. Alexander Lightwood.
Alec era su alma gemela. Su deseo. Suyo.
Sonrió y beso su dedo antes de presionarlo contra la marca suavemente. La admiró por bastante tiempo, preguntándose, ¿por qué ahora?
Luego se dio cuenta de que Alec acababa de cumplir los dieciocho años ayer. Lo que significaba que muy probablemente, el chico también tendría la marca.
Con una sonrisa radiante, Magnus estaba más que despierto. Brincó a la ducha y bailó por la habitación, con bastante felicidad.
Su padre no vendría a casa esa noche, tenía trabajos en la ciudad. Así que Magnus estaba solo en casa, y podía celebrar en paz y soñar con su chico sexy de ojos azules, su alma gemela.
Ya tienen su marcaaaa!! que bueno, ya todos sabían cual iba a ser 😏 😏
Ya vieron el nuevo AVANCE de shadowhunters?!?! al parecer malec se pelea!! nooo!! jajaja soy de las que vio el avance y le valió los problemas de Clary, lo único que le presté atención fue a Magnus corriendo de su casa a Alec 😭 😭
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