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Epílogo

El tiempo pasó tan rápido cómo el viento, sin siquiera notarlo demasiado, siendo víctimas del pasar de los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses y los años.

Jisung recién había cumplido sus veinticuatro años y Hyunjin estaba cada vez más cerca de cumplir los treinta y seis. Definitivamente, ninguno de los dos había logrado sentir el pasar de los años, no hasta que se encontraron así mismos tomando asiento junto a su familia, en una cena que organizaron para poder contarles de una de las noticias más importantes de su vida y que, probablemente, alegraría a cada integrante.

Era muy tarde en Londres, casi cayendo la noche y la familia Hwang junto a la Han, estaban en un restaurante a las afueras de la ciudad, disfrutando del hermoso paisaje y del buen servicio que se les estaba ofreciendo.

Cada uno estaba sumergido en cada una de sus pláticas, poniéndose al tanto de su situación actual.

Hasta ahora la conversación se había tornado con base en la vida de las hermanas Hwang, en el gran hecho de que las gemelas estaban cerca de culminar con su carrera universitaria y las miles de quejas sobre los montones de proyectos que tenían. Haileyl también contó que recién había logrado conseguir su título en ingeniería civil y que se encontraba trabajando en la empresa de su hermano mayor, siempre fascinada por el trabajo de este y Stacy, quién habló un poco sobre cómo le estaba yendo en su trabajo actual como psicóloga clínica.

Todos en la mesa enloqueciendo por lo rápido que cambian las cosas, porque al igual que Hyunjin y Jisung, no habían notado el pasar del tiempo sobre ellos, no hasta que se encontraban ahí, conversando sobre cada uno de los detalles de sus vidas.

Juliette, Yoona y Donghae ya habían llegado a los cincuenta y los recuerdos de cuando sus hijos eran apenas unos niños apegados a ellos, vinieron cómo flashbacks y ecos, llenando sus cabezas de nostalgia y orgullo por verlos ahora siendo unos completos adultos.

Después de un rato, cuando todos habían terminado de cenar y el postre estaba siendo servido, el momento fue interrumpido por la madre de los Hwang.

—¿Y bien, hijo?— habló Juliette, limpiando con delicadeza la comisura de sus labios, después de haber terminado su platillo. Sus cejas hicieron un leve desplazamiento hacia arriba y sus orbes azulados le dieron una mirada curiosa a su hijo mayor. —¿Qué es lo que tú y Jisung querían contarnos?— inquirió totalmente interesada en la respuesta de su pregunta.

Hyunjin tardó en responder. Miró a Jisung con una pequeña sonrisa pintando en sus comisuras y envolvió su mano con la suya, sus dedos se entrelazaron y con un leve asentimiento por parte de los dos, ambos soltaron la noticia.

—Nos vamos a casar— dijeron al unísolo y Jisung mostró su mano izquierda, dónde un bonito anillo con una piedra azul en el centro, había remplazado por fin al de promesa que Hyunjin le había dado hace un par de años atrás, cuando apenas eran novios y llevaban unos cuantos meses juntos.

El caos de gritos y felicitaciones estalló cómo una bomba en la mesa, todos estaban felices por la nueva noticia que, sinceramente, habían estado esperando mucho tiempo atrás. Al parecer Hyunjin se había tardado más de lo que habían estimado pero eso no importa realmente, no cuando la pareja ya estaba ahí, anunciando su compromiso.

—¿Cuándo se lo pediste?— preguntó una emocionada Haileyl dirigiéndose hacía Hyunjin, después de todo, ella fue quién ayudó a su hermano a buscar el anillo perfecto. Y viendo la mano de su cuñado, supo que habían hecho un excelente trabajo.

—Hace dos semanas, se lo pedí cuando fuimos a Francia— explicó con una sonrisa tonta que parecía no querer borrarse de su rostro, pero después de todo, estaba feliz por estar anunciando que después de seis años, por fin estaba cerca de contraer nupcias con Jisung; la luz que llegó a iluminar su vida.

—Sentimos contarles hasta ahora— se disculpó el menor. —Pero queríamos que todos estuvieran presentes para que se enteraran de esto al mismo tiempo.

Yoona y Donghae se levantaron de sus asientos y caminaron en dirección al lugar donde estaba Jisung.

—¿No están molestos por no decirles antes?— un par de brazos no tardaron en enredarse sobre él para juntarse en un fuerte abrazo.

—Estamos muy felices por ti, mi amor— las lágrimas de la mujer comenzaron a deslizase sobre sus mejillas, empapando la piel durante el recorrido hasta desaparecer por sobre la misma.

—Si— concordó Donghae con su esposa. —Nos pone felices saber que te vas a casar con Hyunjin, sé que estarás en buenas manos, cariño y estamos orgullosos de ti, de lo mucho que has crecido ante nuestros ojos y de la persona en la que te has convertido.

—Hicimos un buen trabajo después de todo, ¿No lo crees?— dijo Yoona con su mirada puesta en los ojos verdes de su esposo, igual de cristalinos que los propios.

Jisung a este punto también había comenzado a derramar unas cuantas lágrimas rebeldes que no pudo contener al escuchar las palabras de las dos personas que habían cuidado de él durante toda su vida.

—Los amo, gracias por ser los mejores padres que pude tener y siempre estar apoyando cada una de mis decisiones aunque sepan que algunas saldrán mal— la voz de Jisung sonó un poco fañosa al verse llorando.

—Y lo seguiremos haciendo, cariño— susurró la mujer ojiverde.

—Pero bueno, hay que dejar las lágrimas para otro momento porque ¡Te vas a casar!— chilló Donghae emocionado por la reciente noticia.

Jisung soltó una suave risa por el estuciasmo de su padre, logrando que sus lágrimas se perdieran en la piel de sus mejillas y cambiando su semblante de nostalgia por uno divertido. Yoona solo rodó los ojos cariñosamente por la forma en la que su esposo hizo que sus estados de ánimo cambiaran tan abruptamente.

Después de aquello, el matrimonio volvió a tomar asiento, dejando que Jisung se volviera a posicionar a un costado de Hyunjin, quién estiró uno de sus brazos para envolver su cintura y pegarlo más hacia su cuerpo.

—La boda, a petición de Jisung, será a mediados de julio— informó Hyunjin, aún sin creer que estaba anunciado su compromiso con el menor.

—Para los preparativos, Hyunjin contratará a alguien que se encargue de todo, lo único que queremos es que ustedes— señalo a las chicas Hwang. —Sean las damas de honor.

Y los gritos de emoción por parte de las chicas hizo eco en todo el lugar.

—¡Seremos damas!— gritó Stacy.

—¿Podemos ayudar a escoger lo que van a usar?— preguntó una emocionada Miley.

—¡Sí! Yo quiero ayudar— Destiny apoyó la petición de su gemela.

La pareja sonrió por la emoción que desprendieron por la oferta.

—Pueden— aceptó Jisung. —Aunque teníamos planeado que mi madre y la suya nos ayudarán con eso— dijo intercalando su mirada entre las mujeres mayores, quienes de inmediato comenzaron a hablar sobre cómo les gustaría ver a sus hijos vestidos.

—¿Tendrán despedida de solteros?— inquirió Haileyl con picardía. —Si es así, pido organizar la tuya. Tengo muchas ideas para hacerla.

Hyunjin frunció el entrecejo.

Jisung se sonrojó y desvío su mirada a otra dirección, evitando la de sus padres.

—Hyunjin y yo hablamos sobre si tendríamos una despedida, y acordamos que la pasaríamos juntos.

—¿Invitarán a amigos?— preguntó Stacy.

—Por supuesto, se supone quién la va a organizar será Seungmin junto a Irene, así que no sé que esperar al respecto.

—Espero y Irene no salga con alguna de sus ideas locas— bufó Hyunjin.

—Hyunjin... Es Irene— dijo burlón el rizado.

—Debí negarles que hicieran eso, ahora temo por nuestra integridad.

—Sé que harán un buen trabajo y nos gustará lo que hayan organizado— trató de tranquilizar el menor. "O eso espero" pensó.

La cena siguió con el asunto de la boda resonando entre ellos, probablemente se convertiría en el principal tema de conversación de ahora en adelante, pero nadie se quejaría el respecto, porque así como Hyunjin y Jisung estaban felices por su compromiso, sus familias también lo estaban.

—Jodidamente no— negó el ojiverde.

—Vamos, Jisung— insistió Irene.

—Me dará mucha vergüenza— se quejó. —Además, soy malo bailando—

—Oh, vamos— bufó la chica rubia. —Sabes que a Hyunjin le encantará si lo haces, es más, cerrarías su despedida de solteros con broche de oro si lo haces— sus cejas se levantaron e hicieron movimientos de arriba hacia abajo con picardía inminente.

—¡Mis amigos, los de Hyunjin y mis cuñadas estarán presentes!— volvió a quejarse por la petición que Irene le había hecho.

Jisung había decidido ir a ver a Hyunjin hasta su empresa, pero desafortunadamente, estaba en una reunión muy importante con un cliente y no quiso interrumpir. Así que se dirigió a la cafetería que había en el lugar para poder esperar tranquilamente a su novio y fue entonces cuando la mujer rubia lo interceptó, y le contó uno de sus planes para su despedida de soltero.

La ojiazul le había contado su plan, uno donde lo involucraba a el vestido, si podía llamarse así, con ropa sumamente reveladora que no dejara nada a la imaginación sobre su cuerpo, mientras hacía alguna coreografía caliente para su novio.

Y bueno, a Jisung le había gustado la idea, pero el problema aquí, era que le avergonzaba hacer aquello. Sabía que podía ser demasiado desvergonzado con algunas de las cosas que hace, pero estaba hablando de vestirse de una forma provocadora y bailarle a Hyunjin frente a sus cuñadas y amigos, de los suyos no se preocupaba porque tenía la confianza con Felix y con Chaewon, pero con el resto era distinto.

Aunque, eso no quitaba que algo en él se calentara por la idea de que todo el mundo lo viera, ofreciéndose ante Hyunjin de aquella manera tan provocativa.

¿Podría hacerlo?

—Vamos, ricitos bonitos— animó. —Si lo haces, la ropa y las clases de baile salen por mi cuenta— ofreció cómo última alternativa, queriendo que la respuesta a su propuesta sea una afirmativa.

Jisung dudó un poco, no sabía en qué estaba pensando. Fue como si su cerebro pensara algo y su boca dijera todo lo contrario: —Bien, lo haré— fue lo último que supo que respondió, porque un grito de emoción por parte de Irene junto a un montón de palabrerías sobre qué es lo que haría, lo aturdieron.

Pero ya no había escapatoria para su respuesta, había aceptado hacer aquello y aunque quisiera, la sola idea no le desagradó del todo, incluso se imaginó así mismo vestido de una manera tan provocadora que hiciera babear de inmediato al mayor.

Su vida sexual seguía siendo realmente activa, disfrutaban de una buena follada cada que les aparecía la oportunidad, que era muy constantemente, porque cuando Hyunjin no estaba ocupado trabajando al igual que Jisung, se encontraban follando hasta que ambos terminaban agotados.

Y todo aquello se había vuelto más frecuente y llevadero, porque con el paso del tiempo decidieron probar nuevos horizontes. Probaron distintas prácticas sexuales para darle ese toque de salvajismo a su relación, no deseando caer en lo monótono y rutinario.

—Pasaré por ti mañana durante la tarde, no le cuentes a Hyunjin sobre nada de esto porque será sorpresa— pidió sin poder ocultar su emoción.

—¿Qué no me vas a contar?

Jisung iba a asentir, pero la voz tan familiar de Hyunjin lo sobresaltó, haciendo que se pusiera un poco nervioso por la inesperada interrupción.

Irene no supo qué decir.

—Bueno, yo creo que alguien me está hablando por allá— señaló un lugar al azar.

Traidora. Le susurró Jisung en cuando la rubia huyó del lugar.

—¿Y bueno? ¿ Qué se supone no debo saber?— inquirió con una de sus cejas alzadas, esperando la respuesta.

—Sobre que Irene estaba planeando adoptar un nuevo gato y que le pondría tu nombre— mintió, observando a Hyunjin con burla por lo que había dicho.

—No sé si sentirme ofendido o halagado— frunció el entrecejo y tomó asiento a lado de donde estaba Jisung, no sin antes dejar un casto beso sobre sus labios.

Jisung tiró de las esquinas de sus labios y formó una pequeña sonrisa por las mariposas que Hyunjin seguía creando en él.

—¿Nos vamos a casa o quieres pasar primero a algún otro sitio, amor?— preguntó el mayor.

—A casa está bien— respondió dulcemente, mirando a Hyunjin con las constelaciones brillando en sus hermosos ojos verdes.

El día de la boda se acercaba cada vez más, estaban a inicios del mes de julio y todo había girado con base en la boda. La pareja había anunciado hace apenas unas cuantas semanas atrás su compromiso a los medios y estos no tardaron en sacar montones de revistas con titulares hablando de ello, algunos les pidieron entrevistas y otros simplemente siguieron publicando la más mínima información que conseguían al respecto.

Los titulares más recientes eran sobre fotografías tomadas por paparazzi donde salían haciendo la más mínima cosa y especulando que se trataba de la organización del compromiso, todos querían conseguir una primera plana con los hechos más recientes.

Jisung justo ahora se encontraba con sus mejillas sonrojadas, porque esa mañana había decidido salir a correr y de regreso a casa había visto un puesto en la calle que vendía revistas, periódicos, entre otras cosas. Y una en específico, dónde el rostro de su prometido y el suyo era la portada principal llamó su atención, buscando de inmediato algo de dinero para poder comprarla.

Y como ya iba tarde para el desayuno, decidió que podría leerla más tarde, que es justo lo que se encontraba haciendo ahora. En cuanto comenzó a leer los artículos quiso morir por la vergüenza, porque en una de las páginas se le veía a él entrando a una tienda en particular y los títulos eran sobre que estaba preparando su luna de miel con el mayor.

—Oh dios mío, ¡Ni siquiera noté cuando tomaron esas fotos!— exclamó al pasar de página y ver más fotografías, ahora unas donde salía con montones de bolsas pertenecientes a la tienda.

—¿Qué sucede, sol?— preguntó interesado Hyunjin al ver la reacción del menor.

—Esto— lloriqueó, mostrándole a Hyunjin la revista, quién solo atinó a dejar escapar una sonora carcajada.

—Si supieran qué todo eso lo usamos esa misma noche— se burló el mayor, dándole una sonrisa ladina.

—Cállate, tonto— se quejó el menor dramáticamente, llevando ambas manos a sus mejillas al sentir su piel caliente.

—¿Qué? Que ellos no disfruten de los placeres sexuales como lo hacemos nosotros no es asunto mío— se encogió de hombros.

Jisung rodó los ojos, pero sonrió con picardía.

—Hablando de placer y sexo, ¿Qué que te parece si continuamos lo de esta mañana en nuestro dormitorio?— dijo juguetón, acercándose más a Hyunjin y susurrando las últimas palabras cerca de su oído. —Te necesito dentro— confesó con inocencia fingida.

Y si Hyunjin a estas alturas no supiera que lo único inocente que había en aquel joven era su bonito rostro, le creería cualquier cosa que le dijera, aunque no faltaba no saber aquello, porque Hyunjin siempre estaría dispuesto a complacerlo en todos los sentidos y eso Jisung lo tenía muy en claro.

—Iré a tomar un poco de agua, sube a la habitación y cuando llegue te quiero ver desnudo sobre la cama y con tus dedos dentro— Jisung juró sentirse mojado por lo caliente que se veía Hyunjin cuando tomaba esa actitud antes de tener sexo. —Es una jodida orden, no me hagas repetirla— demandó, haciendo que Jisung saliera casi corriendo hacia su dormitorio.

Desde hace un par de días, Hyunjin había notado a Jisung un poco misterioso. Saliendo a horas determinadas y regresando varias después a casa. Al principio Hyunjin no le tomó importancia, pero se estaba preocupando porque el menor no le decía nada al respecto y quería saber que ocurría con su prometido.

Decidió echarle la culpa a los nervios antes de la boda, después de todo, faltaba solo una semana para que esta se llevará a cabo. Todos estaban ansiosos para que el gran día de la pareja llegara, no veían las horas ni los días para verlos por fin frente a un altar dando el tan esperado "Sí, acepto".

Pero antes de que eso pasara, esa misma noche sería su "despedida de solteros", la cual fue organizada en totalidad por Irene y Seungmin, quienes no quisieron dar ningún detalle sobre lo que tenían preparado. Lo único que les habían dicho, eran unas indicaciones sobre dónde sería y que cosas llevar, de ahí en fuera, no dijeron nada más.

Jisung al ser parte del show sabía un poco más de cosas, pero a petición y órdenes de Irene, no tenía permitido contarle nada a Hyunjin y las ansias lo carcomían por dentro.

Justo ahora se estaba terminando de arreglar, había decidido ponerse el conjunto que Irene le había dado, el cual consistía en una falda corta y holgada de color negro, que a palabras de la ojiazul, sería perfecta, ya que, con cualquier movimiento que realizara, haría que esta se alzara, dejando ver una bonita braga de encaje.

Sus piernas estaban decoradas por unas medias del mismo color que su falda, que le llegaban a la mitad de sus muslos y había decidido ponerse unos converse blancos, de todas formas esos no los ocuparía cuando la hora de bailar frente a Hyunjin llegara. Y la parte posterior de su cuerpo estaba cubierta por un top con mangas, haciendo juego con sus medias y falda.

Todo aquello lo había cubierto con un abrigo burberry perteneciente a Hyunjin, ganándose una mirada curiosa, ya que, eran mediados de julio y a pesar de que era de noche, podía sentirse palpable el clima caluroso en la ciudad, aun así, decidió no decir nada al respecto.

El viaje hasta el Bloomsbury Ballroom, el lugar que Seungmin y Irene había elegido para llevar a cabo la despida de solteros, había sido relativamente corto, ya que, dicho lugar se encuentra en el centro de Londres, justo entre West End y The City.

Al llegar, pudieron observar la enorme infraestructura que se imponía ante ellos con paredes blancas, puertas y ventanas de color negro, contrastando a la perfección y las luces que le daban vida al lugar.

La pareja había llegado sobre la hora, así que no se tomaron mucha molestia en apreciar el exterior. Entraron al salón y fue ahí cuando no pudieron evitar admirar lo bonito que era todo. Los invitados ya estaban disfrutando de todo lo que se estaba ofreciendo, cómo bebidas alcohólicas y alguna que otra botana, pero eso quedó en segundo plano.

Jisung se vio impresionado por los techos altos del salón de baile, las lujosas ventanas y la entrada de mármol. Las luces creaban una combinación perfecta de elegancia clásica con tecnología moderna y supo el porqué de que Seungmin y Irene hayan elegido aquel sitio, era perfecto.

—Veo que si les gustó, eh— habló un sonriente Seungmin llegando junto a Irene a darle la bienvenida a la pareja.

—Sabía que les gustaría, sobre todo a Jisung— dijo feliz, satisfecha por todo lo que había logrado.

—Es muy bonito, me gusta el hecho de que sea clásico, pero al mismo tiempo es moderno— respondió Jisung.

—Estoy de acuerdo con Jisung, sobre todo porque soy fanático de las cosas clásicas— Hyunjin señaló algunos cuadros, reconociendolas por su estilo art deco. —Aún más cuando tienen un toque moderno y eso hace que no pasen den moda.

—Estamos de acuerdo que el lugar es estupendo, pero Seungmin y yo no estuvimos organizando esto desde hace meses para que no lo disfruten— se quejó la mujer. —Así que andando, la noche es aún muy larga y faltan que vean más cosas.

Después de aquello, Irene había tenido razón. Las cosas que prepararon no dejaban de sorprenderlos, haciendo que la noche sea divertida para todos.

Hyunjin había decidido tomar asiento por un rato junto a Jisung, habían estado haciendo algunos juegos para divertirse que después de algunas rondas terminaron agotados y sabían a ciencia cierta que no podrían marcharse, no cuando a palabras de sus amigos, la fiesta apenas estaba comenzando.

—De verdad se esforzaron demasiado— dijo Jisung mirando a todos a su alrededor.

—Lo hicieron, me sorprendieron bastante porque no les tenía fe— dijo con burla el ojiazul, tratando de contener una carcajada. —Pero no le digas a Seungmin y a Irene o querrán golpearme por decir eso.

Jisung sonrió e hizo un ademán de que sus labios estaban sellados.

En algún punto de la noche, Hyunjin había decidido ir por unos tragos para el ojiverde y para él, pero al regresar no lo encontró donde le había dicho que lo esperara. Frunció el entrecejo y buscó a su alrededor, el salón no era demasiado grande así que esperaba poder encontrar a Jisung.

Siguió tratando de encontrarlo entre todas esas personas a su alrededor, pero las luces de colores no se lo permitían con totalidad. Estaba a punto de buscar su celular para poder llamarlo y ver si se encontraban bien, pero el sonido de una canción perteneciente a una de las cantantes favoritas de Jisung hizo eco entre las paredes.

Hyunjin sintió tener un déjà vu cuando el escenario con el que contaba el lugar se iluminó y un rizado que conocía a la perfección, apareció sobre él con un micrófono en mano y un vestuario extremadamente revelador, si le preguntaban.

Observó como sus movimientos eran delicados en lo que la intro de la canción pasaba, sus labios desde donde estaba los podía apreciar rojos como cerezas y su confianza era la misma que había visto cuando lo conoció.

Jisung dejó que las primeras dos estrofas pasarán cuando decidió comenzar a cantar.

Swimmin' pool glimmerin', darling
White bikini off with my red nail polish
Watch me in the swimmin' pool, bright blue ripples
You sittin', sippin' on your Black Cristal, oh, yeah

Le dio una mirada y sonrisa coqueta a Hyunjin, observando con fascinación cómo este lo miraba con una sonrisa plasmada en sus labios mientras bebía del líquido que tenía su vaso de cristal.

Light of my life, fire of my loins
Be a good baby, do what I want
Light of my life, fire of my loins
Gimme them gold coins, gimme them coins
And I'm off to the races, cases of Bacardi chasers
Chasin' me all over town
'Cause he knows I'm wasted, facin' time again at Rikers Island
And I won't get out

Creyendo saber lo que su dulce prometido estaba haciendo, tomó asiento en un sofá que estaba cerca del escenario, no recordaba si estuvo ahí antes, pero eso no importaba en estos momentos.

Because I'm crazy, baby
I need you to come here and save me I'm your little scarlet, starlet, singin' in the garden
Kiss me on my open mouth

Todos estaban fascinados por la voz de Jisung y la forma tan natural con la que se desenvolvía ahí arriba del escenario, como si hubiese nacido para estar encima de ellos.

Ready for you

Las luces que iluminaban al menor junto a las del salón, se apagaron abruptamente, lo único que podían escuchar era la melodía de la canción y fue como supo que todo eso era parte de lo que Jisung se encontraba haciendo.

Las luces no tardaron en regresar, ahora las que habían estado en tonos azules, verdes, rosas y morados, pasaron a ser simplemente luces de color rojo.

Pero lo qué llamó más su atención, fue que un grupo de personas se unió a su novio.

My old man is a tough man, but
He got a soul as sweet as blood-red jam
And he shows me, he knows me
Every inch of my tar-black soul

He doesn't mind I have a flat broke-down life
In fact, he says he thinks it's what he might like about me

Las personas que se habían unido comenzaron a bailar alrededor de Jisung quién seguía cantando y a pesar de que los bailarines hacían un buen trabajo, no podía quitar su atención de la persona que en unos días, estaría llamando "su esposo"

Admires me, the way I roll like a rolling stone
Likes to watch me in the glass room, bathroom, Château Marmont
Slippin' on my red dress, puttin' on my makeup
Glass room, perfume, cognac, lilac fumes
Says it feels like heaven to him

Light of his life, fire of his loins
Keep me forever, tell me you own me Light of your life, fire of your loins
Tell me you own me, gimme them coins

En algún punto los bailarines se posicionaron a una distancia considerable detrás de Jisung, para que este se convirtiera en la atracción principal.

Hyunjin parecía no poder despegar su mirada del cuerpo de Jisung, quién había comenzado a bailar de la misma forma que las otras personas detrás de él.

Sus movimientos eran sensuales, iban en movimientos lentos y delicados. Sus manos recorrían su cuerpo simulando caricias mientras cerraba sus ojos y recordaba las manos de Hyunjin tocando su cuerpo.

And I'm off to the races, cases of Bacardi chasers
Chasin' me all over town
'Cause he knows I'm wasted, facin' time again at Rikers Island
And I won't get out

Because I'm crazy, baby
I need you to come here and save me I'm your little scarlet, starlet, singin' in the garden
Kiss me on my open mouth

Yo, I'm off to the races, laces
Leather on my waist is tight, and I am fallin' down

I can see your face, is shameless, Cipriani's Basement
Love you, but I'm goin' down
God, I'm so crazy, baby
I'm sorry that I'm misbehaving

Los pasos que daba no eran complejos, pero Hyunjin se estaba calentando por la forma tan provocativa en la que Jisung lo miraba mientras mordía su labio inferior y jugaba con el borde su falda, alzándola de vez en cuando para que se viera lo que había debajo de ella.

I'm your little harlot, starlet, Queen of Coney Island
Raisin' hell all over town

Sorry 'bout it

My old man is a thief, and
I'm gonna stay and pray with him 'til the end
But I trust in the decision of the Lord, to watch over us

Todo se fue a la mierda cuando Jisung bajó sin dejar de cantar por los escalones que había frente al escenario y caminó en dirección a Hyunjin, quién creyó que como hace unos cuantos años, el menor tomaría asiento sobre sus piernas.

Grande fue la sorpresa cuando Jisung le tendió el micrófono para que la canción siguiera sin él cantando y se dio una media vuelta para quedar a espaldas de Hyunjin, dejándose caer con facilidad sobre sus rodillas, quedando con sus piernas un poco abiertas. Sus manos volvieron a encontrar el tacto sobre su cuerpo, acariciándose y fingiendo que era Hyunjin quién lo estaba tocando para luego llevar una de ellas hacia el frente seguida de la otra, para quedar con su cuerpo inclinado.

Sonrió socarrón por lo que sabía que estaba haciendo.

Sus piernas se abrieron y su cuerpo se curvó sensualmente para dejar caer su pecho contra el suelo, posicionando su trasero en alto y sabiendo que por el movimiento, la falda se alzó y dejó a la vista las bonitas bragas de encaje junto al liguero de color negro que llevaba en uno de sus muslos.

Hyunjin sintió su pantalón apretarlo de sobremanera, necesitaba aflojarlo y la tela no ayudaba. Se estaba maldiciendo en cada segundo que pasaba.

Take him when He may, if He may
I'm not afraid to say that I'd die without him
Who else is gonna put up with me this way?

I need you, I breathe you, I'll never leave you!
They would rue the day I was alone, without you
You're lyin' with your gold chain on
Cigar hangin' from your lips, I said, "Hon'"
"You never looked so beautiful as you do now, my man"

Sin perder la sensualidad en sus pasos, el menor se giró para tener de frente a Hyunjin y quedar entre sus piernas.

Jisung se sentó sobre sus talones y abrió levemente su boca, imitando las tantas veces que había gemido para Hyunjin y con ayuda de sus piernas comenzó a dar pequeños brincos, luciendo sumamente obsceno en lo que hacía.

And we're off to the races, places
Ready, set, the gate is down and now we're goin' in
To Las Vegas, chaos, Casino Oasis
Honey, it is time to spin

La canción siguió, marcando el ritmo de todo lo que estaba haciendo Jisung para él. Tendió uno de sus brazos y señaló el micrófono que descansaba a un lado de Hyunjin para poder cantar la última parte.

Boy, you're so crazy, baby
I love you forever, not maybe
You are my one true love
You are my one true love

Por las luces apagadas Jisung no pudo detallar el rostro de su amante, pero sabía que deseaba tener su cuerpo para él y que en cuanto tratara de decirle algo, este lo tomaría y le confesaría todo lo que quiere hacerle.

Y como lo predijo, Hyunjin se levantó del sofá y jaló a Jisung hacia su cuerpo para poder recorrer con sus manos la menuda anatomía que seguía conservando.

A Hyunjin no le importó que alguien viera como sus manos se colaron por debajo de la falda y comenzó a tocar la piel cubierta por pequeñas y delicadas piezas de encaje fino.

—Hay un hotel aquí cerca— suspiró el ojiverde al sentir el elástico del liguero chocando contra su muslo cuando Louis jaló de este y lo soltó para golpear la piel.

—Entonces es hora de irnos— demandó con voz ronca. —Debes hacerte cargo de lo que provocaste— Hyunjin tomó en su mano la de Jisung y la guió a su entrepierna para que pudiese sentir lo jodidamente duro que se encontraba gracias a él.

Sin despedirse de nadie, salieron entre trompicones del salón y se subieron al auto de Hyunjin para buscar algún hotel y calmar su calentura.

Por suerte encontraron uno de su agrado y Hyunjin pidió una habitación, al igual que exigió no ser molestado.

Entre besos y caricias la pareja entró al cuarto de hotel que pagaron y no tardando Hyunjin cargó a Jisung hasta la cama, dejando sus piernas abiertas ante él.

—No sabes lo jodidamente caliente que me pusiste— le dijo mientras comenzaba a quitarse la ropa.

—Date prisa, papi— lloriqueó el menor.

Hyunjin estando ya desnudo se acercó hasta el cuerpo del menor y se posicionó entre sus piernas.

—Eres una maldita zorra desesperada, ofreciéndote ante mí como toda una puta necesitada frente a varias personas, solo para provocarme y tener que follarte— la palma de su mano impactó contra el muslo derecho, que era el que estaba adornado por una pieza de encaje.

Jisung solamente atinó a balbucear varios "Si, papi" ante las palabras de Hyunjin.

—Hazme tuyo— pidió en medio de un lloriqueo. —Quiero que me llenes hasta que no quepa más.

—¿Lo ves?— preguntó socarrón. —Toda una puta necesitada de una buena polla, no te importa estar de ofrecido con tal de que te folle.

Jisung no había sido tocado como él quería y aun así se encontraba en ese estado, solo podía asentir abre las palabras de Hyunjin y pedir que se lo follende una vez.

Hyunjin comenzó a desvestir a Jisung, quitó solo el top y sus zapatos que aún traía. Su cabeza se acercó hasta las pequeñas protuberancias del pecho de Jisung y comenzó a chuparlas, mordiendo de vez en cuando la tierna piel.

Sus besos descendieron cada vez más hasta que se encontró con su rostro en medio de las piernas del rizado, donde dejó algunos chupetones que hicieron gemir al ojiverde.

Al toparse con su rostro frente al pequeño liguero, decidió que quería quitarlo. Con una sonrisa ladina acercó su boca contra la tela y con sus dientes comenzó a tirar de ella hasta apartarla totalmente de su camino.

—Al parecer estamos practicando para la noche de bodas— se burló cuando el liguero lo colocó como una pulsera en su muñeca.

—H-hay que pasar a la parte en la que m-me haces tuyo— suspiró el menor, enfocándose en los movimientos de la lengua de Hyunjin contra su piel.

—Deja que te prepares primero— le respondió y Jisung sonrió porque al parecer Hyunjin aún no se había dado cuenta de lo que llevaba.

—No la necesito— respondió. Abrió más sus piernas y con ayuda de sus dedos hizo a un lado la tela de sus bragas para mostrarle a Hyunjin que llevaba un buttplug.

Hyunjin juró que se puso más duro.

—Mierda, Venías preparando, ¿No es así?

Jisung asintió.

Hyunjin guio sus dedos hasta tocar el plug y lo empujó un poco más dentro de Jisung, arrebatandole un fuerte gemido.

—¡Papi!— gimió, apretando con fuerza sus párpados y dejando entreabierto sus labios.

Hyunjin afianzó el agarre de sus dedos en el juguete y comenzó a follar a Jisung con él. El rizado comenzó a retorcerse debajo de su cuerpo y a sufrir de pequeños espasmos por el placer que lo recorría.

Hizo aquello unos segundos hasta que creyó que fue suficiente y lo sacó, colocándolo a un lado de la cama. Escupió sobre la palma de su mano y se masturbó un poco antes de quitar las bragas de encaje y posicionarse bien sobre Jisung.

Colocó el glande en la entrada de Jisung, y sin avisar entró de una estocada.

—Oh, mierda— gimió. —Te siento muy dentro.

Hyunjin no respondió, en cambio, aceleró sus movimientos de cadera, creando sonidos cuando las pieles chocaban entre sí.

—Más fuerte, lo quiero más duro— pidió, casi delirando por la sensación de la longitud del mayor entrando y saliendo de su interior.

Y Jisung obtuvo lo que pidió. Las penetraciones de Hyunjin eran bestiales, parecía no querer darle ningún tipo de tregua al ojiverde.

—¡Ahí, papi! Más duro, por favor— gimió cuando sintió cómo la polla de Hyunjin tocó el manojo de nervios que había en su interior. —Te quiero sentir incluso después de haber estado juntos.

Las embestidas no pararon, incluso cuando ambos se habían corrido, Hyunjin no paró de follarlo. Haciendo que el semen que entró en Jisung salpicara sus muslos y se llenará de la sustancia blanquecina.

—Mierda, tenía tiempo que no follábamos así— dijo Hyunjin cuando salió del interior de Jisung.

—Después de la boda tendremos más de dos semanas para follar de esta manera— respondió con sus ojos cerrados y una sonrisa pintando sus labios.

Sus cuerpos habían terminado perlados completamente por el sudor.

—No veo los días para poder irnos a Alemania a disfrutar de nuestra luna de miel— respondió Hyunjin antes de que la respiración de Jisung se volviera pesada, indicando que había caído completamente dormido.

Y fue cuando Hyunjin lo miró con ternura, sabiendo que tendría esa imagen de él por el resto de su vida, hasta que su corazón decidiera no seguir latiendo, porque incluso si Jisung lo dejara de amar, él lo amaba lo suficiente como para cubrir su parte.

F I N.

después de todo, este es el final. Muchas gracias por leer y realmente aprecio cada voto, comentario y también cada lector silencioso. una vez más muchas gracias ❤️





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