Las cosas entre la pareja se solucionaron luego de que ambos se disculparan y explicaran cómo se habían sentido durante ese tiempo mientras compartían una agradable cena, aunque eso no quitaba que todo ese suceso les afectara de alguna manera.

Sus intensos días de sexo disminuyeron, por no decir que se estuvieron limitando a solo besos un poco subidos de tono y a salidas juntos. Iban al cine, en las tardes salían a caminar a algún parque, seguían yendo a uno que otro restaurante o pasaban el rato en casa de uno de los dos.

Todo eso sucedió durante un poco más de un mes, así que ambos estaban (por no decir que muy) frustrados sexualmente pero no se quejaban, o no del todo, no cuando justo ahora se encontraban en Grantley Hall, un lujoso hotel que se encontraba en Ripon, una pequeña cuidad la cuál es parte de Yorkshire del norte.

Habían decidido ir ahí ya que la idea de la playa después de analizarla no les pareció del todo buena, no querían estar rodeados de muchas personas cuando buscaban relajarse y disfrutar de los últimos días de vacaciones con sus familias en completa tranquilidad.

—Hyun— llamó Jisung mientras hurgaba entre todas las cosas de su maleta. Hyunjin estaba recostado sobre la pulcra cama de la habitación, mirando su celular. Eran apenas las tres de la tarde y el calor junto con el sol estaban en la cima de su apogeo. —¿Has visto el bloqueador solar? Juro que lo guardé en alguna parte pero no lo recuerdo y quiero ir a la piscina de afuera con tus hermanas.

—No, mi amor— le respondió. —No lo he visto, pero puedes pedirle a mis hermanas que te den del suyo, creo que usan el mismo que tú— aconsejó.

—Sí, creo que eso sería una mejor opción— se dió por vencido. —¿Te vas a quedar aquí?— preguntó caminando hasta estar recostado sobre el cuerpo de Hyunjin y depositar un corto beso en sus labios, suspirando al tener que separarse. —¿No quieres ir a nadar un poco conmigo y tus hermanas?

—Ve con ellas, yo te alcanzo más tarde y nadamos juntos. Estaré con mamá y tus padres, quieren tomar algunas fotos— acarició la piel desnuda de la espalda del ojiverde con la punta de sus dedos, admirando lo suave que era bajo su delicado toque.

—Bien, te veo más tarde— dejó un último beso y se levantó, buscó una toalla y la colgó en sus hombros para luego salir de la habitación con un fugaz "Te amo".

—¡Jisung!— chilló Miley, una de las gemelas mientras reía al estar jugando con Stacy dentro de la piscina, aunque ambas se habían dado una mirada cómplice.

— ¿Qué sucede, cariño?— preguntó el rizado desde uno de los camastros con unos lentes para el sol descansando sobre el puente de su perfilada nariz.

Miley nadó hasta la orilla cerca de donde estaba Jisung recostado. —¿Ya viste al chico que está por allá?— preguntó con una sonrisa ladina, mirando hacia donde un chico alto de cabellos rubios y tez pálida estaba sentado, vistiendo solo unos shorts azules a la mitad de sus muslos.

Jisung frunció el entrecejo, siguió la mirada de su cuñada para saber de quién hablaba y asintió cuando observó al objetivo.

—¿Qué sucede? ¿Te gustó el chico?— preguntó confundido, sentándose sobre el camastro.

Stacy rió por lo bajo, uniéndose a la conversación.

—No exactamente, al parecer al chico le gustaste tú— canturreó Miley.

—No ha parado de verte desde que llegamos— se burló Stacy concordando con su hermana.

Jisung abrió los ojos sorprendido pero se encogió de hombros y se volvió a recostar.

—Es lindo— tarareó. —Pero su hermano lo es aún más.

Miley asintió pero luego se le ocurrió algo y se lo susurró a su hermana al oído, ambas riendo con malicia.

—Voy a nadar un poco más, ya se está haciendo tarde— avisó vagamente la más grande, dándole una mirada de complicidad a la menor y nadando en dirección de aquel chico.

—Sung, ¿Has visto a Haileyl y a Destiny— preguntó para que Jisung tuviera toda su atención en ella y no viera a su hermana.

—Fueron a buscar unas toallas a sus habitaciones porque a tu clon le dió frío— le respondió con una sonrisa burlona por el apodo a las gemelas.

La chica frunció el entrecejo. —Solo te lo paso porque me caes bien— se quejó.

Jisung dejó escapar una risa que fue borrada al instante cuando el cuerpo del chico que sus cuñadas habían mencionado estaba parado frente a él, luciendo una bonita sonrisa adornada por un par de hoyuelos idénticos a los suyos.

—Hola, me llamo Jaehyun— se presentó sin dejar de mirar al ojiverde. —¿Cuál es el tuyo?— quiso saber.

Jisung correspondió el saludo. —Soy Jisung.

—Un lindo nombre igual que tú— halagó con una sonrisa ladina. —Estaba sentado al otro extremo de la piscina y no pude evitar mirarte— le explicó.  Jisung lo observó sin decir nada. —¿Vienes con alguien o estás solo?

—Estoy con mis padres— atinó a responder, regálandole una tierna sonrisa que era más como una mueca.

—oh, en todo caso, ¿Te dejarían salir? Oí sobre unos lugares muy bonitos aquí en Ripon que podríamos visitar, solo si tú quieres.

—Bueno, es que no sé dónde están mis padres y estoy acompañando a las chicas que parecen estar jugando a ¿las sirenas?— dijo con duda al ver como Miley tenía las piernas juntas y se retorcía bajo el agua tratando de avanzar.

El chico miró en dirección hacia donde se dirigía la de Jisung y rió un poco.

—Mis hermanas son iguales, solo que seguramente ahora han de estar mortificando a las personas que hacen la comida.

—Oh, si bueno pero ellas no son..— trató de explicar pero alguien lo interrumpió.

—Joven Jung— llamó un hombre alto y serio que al parecer se dirigía al chico que Jisung tenía enfrente.

—¿Que sucede, Vernon?— preguntó confundido.

—Sus padres me pidieron que le avisara que saldrán unos momentos, llevarán a sus hermanas y dijeron si usted también quiere acompañarlos— el hombre le dió una mirada de atisbo al rizado. —¿Les digo que no quiere?

—Si, por favor. Diles que en cuanto lleguen les explico.

—De acuerdo, yo les digo. Por cierto, los llevará Jason asi que si necesita algo puede llamarme.

—Gracias, yo te digo cualquier cosa.

El hombre asintió y se retiró sin decir nada más.

—Perdon por eso— se disculpó, tomando asiento en uno de los camastros que estaba a unos cuantos centímetros de distancia a lado de Jisung, sentándose con sus piernas un poco abiertas y sus brazos reposando sobre estos para estar cerca del ojiverde.

—No te preocupes— se encogió de hombros.

—Y...— tarareó el chico, buscando algo para poder conversar. —¿Cuántos años tienes?

—Dieciocho, ¿Y tú?

—Tengo diecinueve— le respondió. —¿Has estado aquí antes?

—¿Siendo sincero? Es la primera vez que vengo.

—¿Pero ya fuiste a ver los jardines? Son muy bonitos.

—Aún no he recorrido el lugar pero me imagino que lo son— asintió, dándole la razón.

Miley y Stacy observaban todo no muy lejos de donde se encontraba su cuñado con el otro chico, riéndose entre ellas porque solo esperaban a que Hyunjin llegara. Ambas querían molestar a su hermano.

—¿De qué se ríen?— preguntó Haileyl quién ya venía cambiada al igual que Destiny.

—Un chico no paraba de ver a Jisung y lo alentamos para que le hablara.

—¿Pero que no está saliendo con nuestro hermano?— inquirió con una ceja alzada.

—Si, pero queremos hacerle una broma a Hyunjin. Nunca lo hemos visto celoso.

—Bien, pero si Hyunjin se enoja será culpa de ustedes.

—Sshh no me dejas prestar atención— se quejó Miley.

Jaehyun estaba muy cerca del cuerpo de Jisung, sin molestarse en ocultar la atracción que sintió por el ojiverde tomó su mano.

—Siento si sueno muy entrometido pero de verdad te me hiciste muy lindo y no me quiero quedar con la duda, ¿Tienes alguna pareja?

—El que viene ahí es Hyunjin, ¿No?— Destiny llamó la atención de sus otras hermanas.

—Mierda, esto se va a poner bueno— dijo Stacy cuando vió a su hermano caminando hacia Jisung.

—Apuesto cien euros a que besa a Jisung frente al chico— habló Haileyl.

—¿No que si Hyunjin se enojaba sería nuestra culpa?

—Cambié de opinión— se quejó.

Jisung iba a responder la pregunta que el chico rubio le había hecho pero un carraspeo se hizo presente.

—¿Interrumpo algo?— preguntó Hyunjin viendo directamente al otro chico que estaba platicando y tomando la mano de Jisung, su entrecejo fruncido marcándose a la perfección.

—¡Hyun!— exclamó Jisung, retirando su mano de la contraria y parándose para abrazar a Hyunjin.

—¿Que estaba sucediendo antes de que llegara?

—Oh, nada. Solo estaba platicando con Jaehyun— le explicó.

—¿Jaehyun?

—Sí, yo soy Jaehyun— se presentó el chico poniéndome de pie. —¿Eres el hermano mayor de  Jisung?— dijo con duda. Hyunjin lo miró ofendido pero antes de que dijera algo el chico siguió hablando. —Le decía a Jisung que si sus padres me permitirían llevarlo a conocer el lugar, mi chófer podría llevarnos. Conozco la zona así que no hay de qué preocuparse— sonrió.

Hyunjin endureció sus facciones y lo observó incrédulo.

—No creo que lo dejen.

—Solo sería cerca de aquí y estaría mi chófer.

—No lo van a dejar porque está castigado— respondió hostil.

—¿Lo estás?— le preguntó directamente al ojiverde.

—No, no estoy castigado— le aclaró.

—¿Entonces si puedes ir?

—No— respondió Hyunjin.

Jaehyun frunció el entrecejo porque le había preguntado al ojiverde.

—No puede porque tenemos cosas que hacer— continuo Hyunjin. Los celos carcomían su interior y pinchaban su piel como dagas. —¿Verdad, mi amor?— recalcó lo último y dejó un suave y rápido beso sobre las comisuras de Jisung, jalando levemente el labio inferior al separarse y dejando atónito al otro chico.

—Si— fue lo único que respondió Jisung estando un poco mareado por el leve mordisco que Hyunjin le dió en los labios.

Jaehyun pestañeó un poco confundido pero asintió. —Oh, bueno. Creí que solo eras tú, las chicas de allá dijeron que no tenías pareja y por eso vine para preguntarte si querías salir conmigo a alguna parte.

Hyunjin volteó hacia donde señaló el rubio y vió como cuatro chicas salían corriendo del lugar.  Son unas traidoras, pensó al ver cómo sus hermanas escapaban del lugar a toda prisa.

—Mintieron.

El chico asintió y con una pequeña disculpa se fue de ahí, entrando al hotel.

—Si no estabas castigado...— acarició lentamente con una de sus manos la espalda de Jisung y acercó su rostro a su oído. —Ahora lo vas a estar, mi amor— fue lo único que dijo Hyunjin antes de caminar en dirección hacia donde corrieron sus hermanas, no sin antes dejar un beso sobre el cuello del ojiverde.

Jisung solo tragó saliva cuando sintió los dientes de Hyunjin raspar en su cuello.