Capítulo 44
Después de la discusión que tuvo con Hyunjin, Jisung llegó a su casa entre lágrimas e hipidos, yendo directamente a la cocina dónde su madre se encontraba haciendo unas galletas que le había prometido en la mañana.
—¿Mami?— llamó abriendo lentamente la puerta, tenía sus preciosos ojos verdes hinchados y de un tono rojo al igual que su nariz, su voz escuchandose un poco gangosa al hablar.
Se sentía totalmente indefenso y solo quería que su mamá le dijera que estaría bien aunque le estuviera mintiendo.
—¿Qué sucede, mi amor?— preguntó la mujer, estando de espaldas, lavando algunos de los trastes que había utilizado.
Jisung no respondió.
Yoona iba a voltear para ver qué ocurría cuando el delgado cuerpo de su hijo se lanzó sobre el de ella, envolviendo a Jisung en un abrazo al notar enseguida que éste estaba llorando. Jisung se separó un poquito de su madre para poder verla y el corazón de Yoona se rompió en miles de pequeños fragmentos al ver el rostro de su rizadito.
—Dime que pasó, cariño— pidió con voz suave para tranquilizar a Jisung mientras trataba fuertemente de no dejar que las lágrimas que amenazaban con formarse en sus ojos se escaparan.
—Le pedí que nos d-dieramos un tiempo para pensar las c-cosas— hipó.
—¿Quieres contarme todo lo que pasó?— preguntó regalándole una pequeña sonrisa tranquilizadora.
Jisung asintió rápidamente, sus rizos rebotando y esparciendose por sobre su frente.
—¿Me quieres contar aquí o en tu habitación?
—¿En mi habitación?— dudó.
—Entonces vamos a tu habitación— le susurró.
Jisung caminó junto a su madre hasta su habitación estando abrazado a ella y Yoona nunca lo soltó. Estando ya sentados sobre la cama del menor, éste comenzó a hablar.
—Le conté lo de la foto y él me dijo que así no sucedieron las cosas, dijo que Jeongin fue quién lo besó— sintió cómo el estómago se le revolvió al pronunciar aquel nombre. —Y sé que me dijo la verdad pero comencé a reclamarle sobre que hacía con él y porqué aceptó que lo llevará a su apartamento, también le dije que lo que estaba pasando era culpa suya y comenzamos a gritarnos— a estás alturas las lágrimas otra vez se deslizaban por sus mejillas. —Me gritó que estaba siendo inmaduro, me molesté y le dije que entonces no debió salir conmigo y que era mejor darnos un tiempo.
Yoona lo abrazó de nuevo.
—Llora todo lo que quieras, cariño— su mano comenzó a acariciar suavemente la espalda de Jisung para apaciguar su llanto.
—Le pregunté que si aún sentía algo por él y dijo que no, que me quería a mi nadamás pero se lo pregunté más veces como si no le creyera nada de lo que me decía— sollozó un poco más.
—¿Entonces no estás seguro de lo que siente por ti?.
Jisung negó. —Lo estoy, pero es que nunca me había sentido así, mamá— lloró. —No me gusta sentir que no puedo ser suficiente y que podría dejarme por alguien mejor que yo, alguien de su edad— A Yoona le dolía cada palabra de su hijo porque Jisung nunca había llorado frente a ella por sentirse inseguro de si mismo. —Además, a Jeongin estuvo a punto de pedirle matrimonio. No podría competir contra eso incluso si quisiera cuando apenas llevamos saliendo un poco más de cinco meses— la cabeza comenzaba a dolerle por el llanto que no podía parar.
—Eres más que suficiente, cariño.
—No es justo— se quejó. —Ambos estábamos felices antes de que él llegara, iríamos está semana a la playa, ¿Por qué debía arruinarlo?
Yoona no respondió, simplemente se dedicó a seguir consolando a su hijo entre sus brazos, susurrando palabras para levantar sus ánimos aunque sabía que en estos momentos sería inútil incluso intentar.
Donghae iba caminando por el pasillo cuándo notó gracias a la puerta abierta a su esposa abrazando a Jisung, así que estando muy preocupado decidió entrar a la habitación y Yoona le hizo señas para que no dijera nada al respecto, dándole de igual manera una mirada llorosa. Se acercó y tomó asiento en el lugar libre a lado de Jisung.
Un par de nuevos brazos sé integró al abrazo que mantenían madre e hijo.
Hyunjin estaba sentado en su cama, seguía procesando todo lo que había sucedido en las horas pasadas. Desde que estuvo entre las piernas de Jisung hasta cuando éste mismo salió corriendo de su habitación, diciéndole que necesitaban darse un tiempo que él no quería en lo absoluto para pensar las cosas.
Pero desgraciadamente eran humanos, seres racionales, pasionales. Que aman y se equivocan. A los que la vida corrige cuando conocen a una persona y de repente ¡zas! tu cincuenta por ciento, tu mitad, ha dejado de ser un simple concepto físico. Le llaman amor, se da de pronto en forma natural pero la experiencia hace que sea una palabra que al final siempre encuentra su rima en ‘dolor’ y te hace sentir vacío, como si todas esas mariposas que revoloteaban sin parar en tu estómago hubiesen sido asesinadas con el insecticida más fuerte.
Hyunjin casi siempre ha sabido que hacer y como resolver sus problemas, pero justo ahora no tenía ni la más mínima idea de qué hacer y eso lo frustraba demasiado. Tomó su celular y marcó al número de la persona que creía podía ayudarle.
Esperó unos segundos en la línea hasta que una voz familiar le respondió con un saludo.
—Hola, mamá— correspondió.
—¿Que sucede, cariño? Casi no sueles llamar a esta hora. ¿Está todo bien?
—Si, bueno, no. Discutí con Jisung hace unas horas.
—¿Por qué? ¿Que sucedió?
Hyunjin inhaló un poco de aire antes de responder a sus preguntas, sabía que su madre probablemente lo regañaría.
—Fue Jeongin. Él... Me besó y al parecer nos tomó una foto pareciendo que nos estábamos besando, no vi la foto desde que ángulo estaba pero nos tomó una foto y se la mandó a Jisung.
—¿Cómo que Jeongin te besó y le mandó una foto a Jisung?¿Cómo dejaste que hiciera eso?¿Le dijiste a Jisung lo que pasó en verdad?— Hyunjin se mareó con tantas preguntas.
—Estaba borracho y se ofreció traerme a casa, entonces acepté y cuando ya iba a subir me besó, tardé un poco en reaccionar pero lo alejé y Jisung me dijo lo de la foto— explicó. —Le conté lo que pasó pero ahora cree que aún me gusta Jeongin, me reclamó por dejarlo traerme a casa en vez de llamar a Andrew y comenzamos a discutir, le grité que era un inmaduro por no escucharme, se molestó bastante, me disculpé pero dijo que necesitabamos tiempo y se fue— Hyunjin de verdad se sentía muy frustrado al respecto.
—Cariño, no debiste gritarle a Jisung que era un inmaduro por no escucharte cuando en su relación es prácticamente un tema sensible, ambos estuvieron de acuerdo en tener una relación sabiendo a qué se enfrentaban por la inminente diferencia de edad y aún así ambos aceptaron— le recordó. —Y ahora lo están descubriendo, Jisung tal vez si haya sido inmaduro pero es parte de la etapa en la que está, tú la pasaste y eras demasiado terco y dramático— explicó. —Además, no creo que esa sea en realidad toda la cuestión.
—¿Por qué lo dices?— frunció el entrecejo.
—Hyun, ¿pensaste en cómo se sentía Jisung? Le contaste todo lo que pasó con Jeongin, ¿no?.
Hyunjin asintió en respuesta.
—¿Lo ves? Ponte en su lugar, ¿Qué hubieras hecho si todo lo que está sucediendo fuera al revés?
Hyunjin se quedó callado.
—Solo intenten hablar correctamente, vayan a un lugar privado y resuelvan sus problemas sin llegar a los gritos y reclamos, ambos deben ponerse en el lugar del otro y comunicarse cómo se debe, si no ambos serían los inmaduros.
—Intentaré hacerlo, pero de todas formas le daré unos días. Tal vez sí los necesitamos para pensar bien las cosas y no terminar peor.
—Lo resolverán, cariño. Además, tus hermanas lo adoran.
—No estoy mejor que ellas— se rió para si mismo.
—Es dulce— fue lo único que dijo sobre Jisung. —Bien, cariño. Debo colgar porque ya es un poco tarde, descansa y no olvides que te amo.
—Yo igual te amo, mamá— Hyunjin sonrió y las arruguitas ya conocidas en las esquinas de sus ojos se formaron.
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