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Capítulo 30

Jisung estaba recostado boca abajo en la mullida cama de su habitación, tenía varios esmaltes de uñas regados sobre ésta misma, su computador reproduciendo su música favorita frente a él y aún lado tenía su celular esperando en altavoz a que Hyunjin contestara su llamada.

"Hola, sol. ¿Ya saliste de la escuela?" Se escuchó a través de la línea telefónica.

—Hola, Hyun— saludó. —Si, llegué a casa hace 2 horas, o eso creo— respondió. Tenía su entrecejo fruncido por la concentración que tenía al estar pintando una de sus uñas mientras intentaba no mancharse. —¿Estás ocupado?— preguntó cuando escuchó una voz secundaria.

"No, solo era Sunwoo que me vino a entregar algo que le pedí esta mañana" respondió simple. "Por cierto, le comenté a mi madre sobre lo del cumpleaños de la tuya y dijo que estaba encantada de ir y preguntó si debía llevar algo"

—Creo que nada, mi madre usualmente compra todo lo necesario— respondió. —¿Y tus hermanas? ¿Ellas vendrán?

"Fueron las primeras en aceptar la invitación, están ansiosas por conocer a tu mamá, dijeron algo cómo que le van a agradecer de dejarte salir conmigo" se escuchó la risa de Hyunjin, haciendo a Jisung sonreír inconcientemente. "Según ellas llevarte a casa fue lo mejor que pude haber hecho" Jisung sintió sus mejillas arder.

La relación con sus cuñadas era la mejor, desde la ida a casa de Hyunjin no han podido verse de nuevo pero hablan mucho por mensajes, incluso las chicas lo habían integrado a un grupo donde hablaban de muchas banalidades.

"Oh, y también dijeron que te tenían un regalo sorpresa atrasado por tu cumpleaños"

—Algo me habían dicho pero cuando pregunté me recalcaron el "sorpresa"— hizo un mohín que Hyunjin no pudo ver, pero luego recordó la razón por la que llamó a su novio y mordió su labio inferior, esperaba que Hyunjin aceptara ir con él. —Oh, por cierto, te había llamado para preguntarte algo— recibió un asentimiento para que continuara. —En la escuela una de mis amigas dijo que haría una fiesta hoy en su casa y me preguntó si quería ir, también dijo que podía llevar a quien yo quisiera— explicó. —¿Quieres ir conmigo— preguntó y después sopló sobre su bonita manicura para secar el esmalte fresco.

"¿A qué hora quieres que pase por ti?" Preguntó Hyunjin sonriendo del otro lado de la línea.

—¿Puedes a las nueve?— reprimió un chillido de emoción.

"Está bien, hoy saldré temprano para que me tiempo. También quiero que hablemos sobre algo que busqué esta mañana"

—De acuerdo, estaré listo cuando llegues— respondió mordiéndo un poco su labio inferior.

"Bien, debo colgar. Sunwoo me acabó de avisar sobre mi siguiente reunión, te quiero mi sol, nos vemos más tarde" se despidió.

—Adiós, papi— dijo antes de colgar, riéndose por lo bajo cuando varios mensajes de Hyunjin llamándole insolente y malcriado aparecieron en la barra de notificaciones.

Las horas pasaron demasiado rápido, la noche ya había caído en Londres y Jisung ya se encontraba listo esperando a que Hyunjin llegara por él para ir a la dichosa fiesta en casa de Minji.

Jisung iba vestido con una corta falda a cuadros de color rojo, ésta llegándole escasos centímetros por arriba de la mitad de sus muslos, una camiseta de color negro al igual que sus converse.

—Jisung, si te aburres o te sientes incómodo le dices a Hyunjin y le pides que te traiga aquí a la casa y mantén tu ubicación encendida por cualquier cosa— pidió su madre con su semblante preocupado.

Llamenla paranoica o exagerada, pero después de todo, Jisung era su único hijo y se preocupaba de sobremanera por su bienestar, sabía que debía dejar ser a su lindo rizado pero su instinto materno seguía tan presente cómo desde la primera vez que tuvo a Jisung entre sus brazos que nunca dejaría que ese instinto tan protector se desvaneciera, no importaba cuántos años tuviese, siempre sería su bebé.

—Sí, mamá— asintió. —De todas formas no pienso estar mucho tiempo, mañana tengo clases y Hyunjin trabaja.

El sonido del timbre de la casa siendo tocado se hizo presente, interrumpiendo la conversación entre madre e hijo.

—Debe ser Hyunjin, yo iré— se apresuró a decir Jisung.

Yoona lo miró con una sonrisa burlona y un tanto enternecida. Cada que sabía que Hyunjin llegaría, Jisung siempre era el que salía a toda prisa a recibirlo.

—Hyunn— gritó emocionado alargando la última letra y se lanzó a los fuertes brazos del magnate, quedando con sus largas piernas envueltas en las caderas de éste.

Hyunjin entre risas maniobró para estabilizarse por el repentino peso que se lanzó sobre él. —¿Ya estás listo para irnos, dulzura?— preguntó sosteniendo a Jisung de sus muslos.

—Solo debo despedirme de mamá— respondió, poco después dejando un casto beso sobre los labios de Hyunjin.

—De acuerdo, vamos adentro para que le digas a tu madre que ya nos vamos- con Jisung aún encima de él, caminó hasta el interior de la casa donde se encontraron a Yoona con un sonrisa observando unas fotos colgadas en la pared de la sala.

—Buenas noches— saludó Hyunjin interrumpiendo a la mujer.

—Buenas noches a ti también, Hyunjin— sonrió.

—Mami, ya debemos irnos, volveré más tarde— habló Jisung para obtener la atención de su madre.

—De acuerdo, cariño— asintió la mujer. —Se van con cuidado.

La pareja asintió en respuesta, volviéndose a despedir de la mujer para después llegar hasta el auto del ojiazul.

Jisung se acomodó sobre su asiento cuando Hyunjin puso el auto a andar. —¿De qué me querías hablar, Hyun?— preguntó, las ansias que le carcomian desde que Hyunjin le dijo que debía decirle algo lo habían estado matando.

—Luces muy precioso en esa pequeña faldita, mi amor— halagó ignorando la pregunta del ojiverde sin quitar la vista del camino, tratando de desesperarlo un poco.

—Lo sé, no has apartado los ojos de mis piernas— miró a Hyunjin con una sonrisa burlona en sus labios. —Podría jurar ver saliva manchar la comisuras de tus labios— molestó, sabiendo a la perfección que Hyunjin lo quería impacientar.

—Se que no es así, pero si lo fuera, no podrías culparme, amo tus piernas— atacó. —Sobre todo cuando estás sobre mi cama y las abres para mí— supo que había ganado cuando le dió una mirada de atisbo y las mejillas de Jisung ardieron en un color carmín.

—¡Hyunjin!— reclamó avergonzado.

—Ya, lo siento— rió. —Solo quería hablarte sobre lo que me pediste— Jisung lo miró espectante, esperando a que continuara. —Le pedí ayuda a Sunwoo sobre todo porque Yeji es su hermana y me ayudó a encontrar lo que quería, la reunión que tuve ayer cuando te colgué era para eso— Jisung sentía su corazón comenzar a acelerarse. —Arreglé unas cosas, te conseguí una agencia de modelos y tendrás una pasarela en 2 semanas y media, quieren que al menos vayas unos cuantos días con ellos y te enseñen lo básico.

Jisung miró incrédulo a Hyunjin, no creyó que fuese a conseguir eso para él en tan poco tiempo.

—¿Es... Es enserio?— preguntó casi al borde de las lágrimas por la emoción.

—Lo es— sonrió. —Mañana deberás tomarte unas fotos para la agencia y aprovecharán para tomarnos unas juntos, las van a publicar en una revista, quieren cosas sobre nosotros.

—¿Mañana?¿No es muy rápido?— preguntó nervioso.

—Tal vez, pero fueron sus condiciones— se encogió de hombros. —Te verás hermoso— halagó, encendiendo las intermitentes del auto, las cuales indicaban que ya habían llegado al lugar donde sería la fiesta.

Se habían hecho poco menos de 15 minutos.

Ya eran pasado de la una de la mañana y Jisung estaba que moría de los celos. Hace un par de minutos había estado bailando y bebiendo junto a Hyunjin, ambos se estaban divirtiendo, pero su molesta vejiga quería descargarse después de beber tanto alcohol, así que se había excusado con Hyunjin para ir rápidamente al baño, pero cuando regresó, se encontró con la desagradable sorpresa de un chico estando casi encima de Hyunjin.

Bueno, tal vez estaba exagerado y el chico estaba sentado a un lado de Hyunjin, pero eso no quitaba el hecho de que aquel tipo miraba a su novio con una sonrisa coqueta y que éste no hacía nada al respecto, en cambio, le devolvía la sonrisa.

Estúpido y caliente Hyunjin.

Jisung quería ir a jalar a ese chico y dejarle en claro que cualquier cosa que haya pasado por su estúpida cabeza que involucrara a su novio, no iba a suceder, porque para eso, Hyunjin ya lo tenía a él.

Con una sonrisa falsa y fingiendo no haberlos estado observando hace más de 5 minutos, caminó hasta estar a un lado de Hyunjin para tomar asiento sobre sus piernas, dejando caer su trasero sobre la entrepierna del ojiazul, haciendo que éste tragara duro al sentir la fricción.

—¿Me extrañaste?— preguntó. Ignorando rotundamente al chico con cara de confusión a lado de ellos.

—Por su puesto que sí— llevó una de sus manos hasta los muslos internos descubiertos del rizado, acariciando suavemente con la yema de sus dedos sobre la tibia piel y dejando un beso húmedo sobre su cuello.

Un carraspeo los interrumpió.

Jisung fingió apenas darse cuenta de la presencia del chico. —Oh, hola— saludó. —¿Y tú eres?— preguntó con una sonrisa falsa y una ceja alzada, escondiendo sus ganas de querer lanzarse sobre el chico.

—Él es Dylan— respondió Hyunjin por el chico. —Me estaba contando que va al mismo instituto que tú y que es compañero de Minji— explicó.

—Un gusto— el chico trató de sonreír pero se vió más cómo una mueca de incomodidad.

—Igual— Mentiroso. —Yo soy Jisung. El novio de Hyunjin- recalcó la palabra novio.

El chico de nombre Dylan solo atinó a asentir a las palabras dichas por el ojiverde.

Hyunjin notó el rostro lleno de celos y molestia de su novio, se veía hermoso y malditamente caliente estando celoso.

—¿Ya quieres ir a casa, mi amor?— preguntó.

Sin dejar de fruncir su entrecejo, respondió en voz baja. —Si, por favor.

—De acuerdo— aceptó y le dió unas palmaditas a Jisung en sus piernas, indicándole silenciosamente que se levantara. —Lo siento, Dylan. Debo llevar a mi novio a casa- se excusó. —Nos vemos luego.

Jisung arrugó más su entrecejo cuando escuchó lo último pero no dijo nada, simplemente se dedicó a caminar con Hyunjin siguiéndole detrás después de que Dylan le diera una respuesta afirmativa.

—Aaah, Hyun— jadeó cuando sintió todo el cuerpo del magnate sobre el suyo.

—Guarda silencio si no quieres que tus padres te escuchen— reprendió.

Ambos iban subiendo las escaleras a trompicones en busca de la puerta de la habitación del rizado.

Jisung sintió cómo la lengua de Hyunjin recorría su cuello y su hombro, dejándole pequeños chupetones de colores violáceos. Siseó cuando un leve dolor se instaló en su espalda al chocar contra una dura pared.

Hyunjin estiró su mano y a tientas encontró la perilla de la puerta del ojiverde, girandola con desesperación para poder entrar. Con el cuerpo de Jisung entre sus brazos caminó hasta la cama de éste y se sentó, deslizandose hasta estar en medio de la cama con Jisung sentado encima de él.

Sus bocas estaban unidas en un beso desenfrenado, sus lenguas perdiendo el control mientras se acariciaban entre sí, sintiéndose en lo más profundo de sus bocas.

Hyunjin coló una de sus manos bajo la bonita falda, y comenzó a tocar a Jisung sobre la tela de su ropa interior. Jisung se deshacía en gemidos ahogados.

—Levantate y bájate las bragas— ordenó con voz ronca.

Jisung no lo pensó dos veces cuando ya se encontraba de pie frente a Hyunjin, bajándose su bonita ropa interior con mucha delicadeza, desesperando aún más al magnate con cada movimiento lento que hacía.

—Mierda, date prisa— gruñó.

No seas un desesperado, papi— recitó las mismas palabras que Hyunjin siempre le decía, mientras lo observaba con una sonrisa maliciosa.

—Y tú no seas un insolente— atacó.

Jisung no dijo nada, simplemente le dedicó una sonrisa ladina, sabía perfectamente que si ahora mismo le decía a Hyunjin que no quería hacer nada, él lo tomaría bien y dormirían abrazados.

Usaría eso cómo una ventaja.

Se subió nuevamente sobre las piernas de Hyunjin, haciendo movimientos circulares con sus caderas, creando una deliciosa fricción con la dura erección de Hyunjin.

Jisung ya aburrido de estar solo restregandose sobre su novio, llevó una de sus manos directamente a su boca para escupir saliva sobre su mano y llevarla a su entrada que exigía ser llenada por Hyunjin. Introdujo un dedo en su interior, liberando un suspiro por el leve ardor que le provocó pero aún así no se detuvo, siguió hasta que creyó que no sería tan complicado para Hyunjin meter sus dedos en él.

—Mmm, papi— gimió bajito. —Necesito tus dedos- murmuró.

—Todo lo que quieras, mi amor— metió tres de sus dedos sin avisar, haciendo soltar un grito a Jisung que inmediatamente fue ahogado cuando Hyunjin puso su otra mano sobre su boca. —No gimas tan alto si no quieres que tus padres te encuentren siendo una pequeña zorra con mis dedos abriendo tu pequeño agujero.

Jisung comenzó a balbucear cosas sin sentido, su cabeza estaba perdida en la sensación de los dedos de Hyunjin arremetiendo en su interior.

—Creo que ya estás listo para recibir mi polla— dijo ronco y Jisung regresó en sí.

—Tal vez, pero no voy a dejar que me folles— Hyunjin lo miró con duda. —Solo me vas a follar con tus dedos, papi.

—Es una jodida broma, ¿Cierto?

—Nop— hizo un pequeño "pop" con sus labios.

—¿Por qué no? Vamos, déjame follarte, se que lo quieres tanto cómo yo— la erección en sus pantalones ya dolía.

—Este será tu castigo por estar con él estúpido ese que te estaba coqueteando en la fiesta mientras yo estaba en el baño— dijo molesto, la pequeña arruga en su entrecejo se marcó un poco al volver a recordar al chico. —Voy a dejar que me folles solo con tus dedos, te voy a usar para mí placer, papi.

—De acuerdo— asintió Hyunjin a su pesar, ya vería cómo bajar su erección más tarde.

Jisung sonrió victorioso.

Hyunjin volvió a meter sus dedos en la ahora ya estirada entrada del menor, y comenzó a arremeter contra él fuertemente, deslizando sus dedos hasta los nudillos.

—Papiii— gimió Jisung. —Más, más, más— pidió.

Hyunjin obedeció comenzando a mover sus dedos más rápido y Jisung comenzó a mover sus caderas sobre sus dedos, follandose así mismo con los dedos de Hyunjin.

—Mierda, eres perfecto— jadeó. —Tengo tantas ganas de follarte tan duro hasta que me sientas por días, quiero llenarte de mi semen, ver cómo se escurre entre tus piernas.

—Más rápido, papi. Ahii, ahí— gimió. —Aah, Ya casi llego— suspiró.

Unas cuantas arremetidas más con los dedos de Hyunjin bastaron para que Jisung se viniera, machando con su semen la tela de su falda.

—Luces precioso con cara de recién follado— dijo socarrón.

Jisung rió un poco, estaba cansado.

—No tengo ganas de limpiarme, solo me quitaré la falda. ¿Puedes dormir abrazándome?— preguntó con un mohín que Hyunjin no desaprovechó para besar.

—Claro que sí, mi sol— asintió.


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