Capítulo 25
Cuando por fin su última clase terminó, se dirigió al estacionamiento donde Hyunjin le dijo que debería estar su chófer esperándolo para llevarlo a su oficina, así que cuando logró divisar el auto de su novio apresuró su paso sin prestar mucha atención a su alrededor, con el único objetivo de llegar hasta el vehículo.
Jisung iba tan concentrado en llegar que cuando sintió una mano tirar de su brazo en un agarre un poco fuerte, frunció su entrecejo, ya estaba a un par de metros de llegar a dónde quería y alguien se interponía.
—¿Qué mierda?— dijo observando al dueño de la mano que aún seguía aferrada a su brazo.
—Ese vocabulario, Han. Nadie quiere a las personas vulgares por muy bonitas que sean— dijo sonriente.
Jisung arrugó la nariz —¿Qué mierda quieres, Juyeon?— preguntó con una falsa sonrisa, enfatizando la mala palabra.
—Anoche no respondiste a mis mensajes— reprochó.
—Estuve muy ocupado anoche y creí que ya había sido claro cuando te dije que no estoy interesado en salir contigo— bufó tratando de liberar su brazo del agarre que aún lo tenía atrapado, fallando en el intento.
—Y yo te dije que no me rendiría hasta que salgas conmigo— dijo decidido.
—Te vas a cansar de esperar, ya te dije que no, además, tengo novio— sintió cómo el fuerte agarre se intensificaba. —¿Podrías soltarme? Me estás lastimando— se quejó volviendo a forcejear.
—Puedes terminar con él— dijo entre dientes como si fuese lo más simple del mundo.
¿Y que mierda había sido eso? Jisung lo miró incrédulo, seguía tratando de liberar su brazo del repudiable toque de aquel molesto chico.
—Te lo repito, con o sin novio, no me interesas en lo absoluto— escupió las palabras con veneno tiñendo su tono de voz.
Andrew quién estaba dentro del auto esperando al novio de su jefe, no veía ningún indicio de éste. Hyunjin ya le había preguntado hace unos minutos si su niño ya había salido a lo que él respondió que no, recibiendo un mensaje de inmediato en el que pedía que fuese a revisar si todo estaba bien.
Así que eso hizo, salió a buscar al ojiverde y no necesitó mucho para divisar a Jisung junto con un chico y pudo notar cómo éste tenía al rizado tomado del brazo, viendo como Jisung forcejeaba para liberar su brazo.
—Joven Han, ¿Se encuentra bien? ¿Lo están molestando?— Jisung escuchó la voz del chófer de Hyunjin llamándolo tras su espalda. Juyeon frunció el entrecejo al ver a aquel hombre trajeado que nunca había visto en su vida, mucho menos cerca de Jisung. —El señor Hwang lo está esperando, su reunión ya terminó y me pidió que lo llevara en cuanto antes a su oficina, dijo que lo llevaría de compras cómo acordaron esta mañana.
Juyeon estaba prestando atención a las palabras de aquel hombre, ¿señor Hwang? ¿Reunión? ¿Oficina? ¿Llevarlo de compras?. Frunció su entrecejo, no entendía nada, hasta donde sabía los padres del rizado no trabajaban en una oficina y para nada su apellido era Hwang, había escuchado aquel apellido pero no podía recordar de dónde.
Jisung notó como Juyeon se distrajo y aprovechó para tirar fuerte de su brazo y liberarse del agarre que seguro no tardaría en dejar una marca roja o púrpura en su piel.
—De acuerdo, Andrew. Solo estaba resolviendo unos asuntos— le dió una mirada furtiva cargada de molestia a Juyeon. —Pero ya podemos irnos, no quiero hacer esperar a mi novio— dijo lo suficientemente fuerte como para que el chico lo escuchara.
Después de eso, se dió media vuelta y comenzó a caminar hacia el auto de Hyunjin siendo seguido por Andrew, creyó que tal vez ya le había dejado las cosas en claro al imbécil de Juyeon y lo dejaría de estar molestando, pero cómo siempre, se equivocó y se dió cuenta cuando las palabras que dijo el chico lo suficientemente fuerte como para que escuchara lo hicieran parar molesto.
Andrew se mantuvo al lado del ojiverde estando atento a cualquier cosa ya que por obvias razones también había escuchado lo que le gritaron al menor.
Juyeon ya había unido los puntos en su cabeza, no le bastó mucho para recordar de dónde había escuchado el apellido Hwang —¿Le estás abriendo las piernas al dueño de Hwang Construction & Engineering?— preguntó.
—¿Por qué? ¿Estás celoso?— siseo, su paciencia estaba llegando a su límite.
—No— apretó la mandíbula —simplemente no sabía que eras un interesado, Han. Seguro eres la puta personal de Hwang a cambio de dinero— dijo con burla. —Y por lo visto lo has de complacer tan bien en la cama que hasta un chófer te puso— siguió, quería hacer sentir mal al ojiverde por haberlo rechazado.
—Y si así fuera, ¿a ti que más te da? ¿O a caso tienes envidia de que él me tenga en su cama cuando tú estás detrás de mí como un perro, rogando por mi atención?— soltó, dejaría que Juyeon pensara sobre él lo que quisiera, no le importaba si lo tachaba como un interesado o un fácil, pero era injusto que le dijera todo aquello solo porque no aceptó un "no" por respuesta.
—Joven Han, deberíamos irnos, no vale la pena como para que usted siga aquí— dijo Andrew para convencer al menor de irse del lugar, había notado como Jisung se estaba alterando con las palabras del otro chico y era mejor irse antes de que otra cosa pudiese pasar.
Por suerte Jisung asintió en silencio comprendiendo e intentó seguir al mayor quién ya se había subido al auto, pero Juyeon no había terminado.
—Se va a cansar de ti, Jisung— le gritó. En el lugar aún seguían unos cuantos alumnos que eran los que estaban atentos a la escena que estaban montando. —Te va a dejar por alguien más cuando se canse de usarte ¿O a caso creías que alguien de su edad se fijaría en alguien de la nuestra para algo serio cuando tiene montones de hombres y mujeres detrás de él? Por favor, Han, vas a crecer y dejaras de ser hermoso— escupió, tal vez se había pasado pero estaba enojado por ser rechazado una y otra vez por Jisung, sus amigos lo burlaban porque el rizado no le daba ni la hora.
Jisung quería golpearlo hasta cansarse y también quería echarse a llorar de la impotencia, pero se contuvo, porque uno, aún seguían en el campus de la escuela y tendría serios problemas con el director si lo golpeaba y dos, no quería darle la satisfacción a aquél imbécil de verlo llorar cuando no tenía ni la más mínima idea sobre su relación con Hyunjin, pero eso no significaba que las palabras de Juyeon no le hayan dolido, sobre todo lo último.
Estando casi al borde de la lágrimas decidió subirse lo más rápido que pudo al auto, no quería estar ni un segundo más ahí.
—Andrew— llamó. —Si Hyunjin te pregunta porqué tardamos mucho, ¿Podrías no decirle nada?— preguntó bajito. —Por favor.
El chófer hizo una mueca pero asintió en respuesta, después de todo no era su lugar decirle a Hyunjin, después de aquello, todo el camino hacia la empresa de Hyunjin había sido en total silencio.
Jisung ya estaba parado en la puerta de la oficina del ojiazul debatiendo entre sí tocar o no. Dió un fuerte suspiro y formó su mejor sonrisa para que Hyunjin no se preocupara al ver su semblante decaído y entró cuando tuvo luz verde para hacerlo.
Hyunjin estaba sentado en su escritorio firmando unos papeles, alzó únicamente la vista para observar con una pequeña sonrisa al menor y le hizo una seña para que se acercara hasta él y se sentara sobre sus piernas, siendo obedecido al instante. Jisung se acomodó sobre las piernas del castaño, sintiéndose mejor estando en contacto con él y olvidando todo lo sucedido, Hyunjin lo hacía sentirse seguro, como si estar con él significara estar a salvo.
—¿Te falta mucho?— preguntó viendo los papeles que el ojiazul estaba firmando, leía fragmentos de lo que tenían escrito pero no entendía absolutamente nada de lo que decían, solo se dedicó a observar detenidamente la forma en la que la mano de Hyunjin sostenía el lapicero con el que firmaba, y como sus venas se marcaban sobre su piel.
Sus pensamientos comenzaron a desviarse y los recuerdos de la noche anterior en la que incluía a la habilidosa mano de Hyunjin tocando entre sus piernas, acariciando todo su cuerpo lo inundaron, él más que nadie sabía lo que solo esa mano lograba generar en su cuerpo, mente y espíritu cada que lo tocaba, cada que recorría su cuerpo como si estuviese tocando alguna pieza delicada de sumo valor o cada que lo maltrataba cómo tanto le gustaba.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escuchó cuando Hyunjin le habló, hasta que sintió un leve toque de éste sobre su muslo que fue cuando notó que Hyunjin ya ni si quiera tenía los papeles sobre el escritorio.
—¿En qué estabas pensando?— preguntó curioso, dándole una mirada entretenida.
—En ti y en mi...— hizo una pausa para morder su labio inferior. Sus mejillas se sonrojaron. —Estando en la cama contigo entre mis piernas— llevó una de sus manos hacia el pecho del magnate y comenzó a deslizar sus dedos por encima de su camisa, jugueteando de vez en cuando con los botones de ésta, pero se le había olvidado por completo que la mano que utilizó fue la que Juyeon había apretado, en la que un moretón ya se había formado.
Hyunjin estaba sonriendo por las palabras tan descaradas del menor, sintió cómo comenzó a jugar con los botones de su camisa en un intento débil para abrirla, tal vez si el tiempo no estuviese sobre ellos le hubiese ahorrado el esfuerzo a su pequeño novio.
Tomó la delgada mano y la llevó a sus labios para besar sus nudillos, hasta ese momento no había notado la marca roja que había en su brazo, hasta que decidió entrelazar su mano con la de Jisung fue cuando la vió, frunció el entrecejo en confusión, él había sido cuidadoso de no dejarle ninguna marca en algún lugar visible que indicara que habían tenido sexo, por eso se le hizo extraño ver esa marca tan notable ahí.
Jisung notó que Hyunjin observaba su brazo con un semblante serio lleno de confusión, y el recordatorio de que ahí descansaba una marca rojiza llegó a su mente, haciéndo que rápidamente alejara su brazo de la vista y toque del ojiazul.
—Jisung, muéstrame el brazo, ¿Qué te sucedido ahí?— preguntó preocupado.
—Oh, ¿Esto?— alzó su brazo y lo bajó enseguida para esconderlo tras su espalda —No es nada— se encogió de hombros restando importancia, tratando de hacerle creer al castaño que no era nada grave.
—Esa marca roja en forma de una mano no me parece que sea "nada"— atacó. —Dime que pasó— pidió.
—No me pasó nada, seguro solo me pegué con algo y no me di cuenta, sabes que a veces soy muy distraído— se excusó.
—No te creo, dime qué te pasó— se estaba frustrado de que Jisung no le quisiera decir, no era imbécil, se podía notar que alguien apretó su piel sin ningún tipo de delicadeza.
—¿Prometes no enojarte?— pidió, sabía que si le decía la verdad Hyunjin trataría intentar matar al imbécil de Juyeon.
Hyunjin no respondió a eso.
—Solo dime qué te pasó.
—Bien— suspiró. Y entonces Jisung le contó todo lo que pasó cuando salió de la escuela, omitiendo la parte en la que Jisung le dijo que dejaría de ser hermoso y que Hyunjin se cansaría de él porque no quería que Hyunjin supiera que eso realmente le había afectado.
Hyunjin por otro lado, no estaba enojado, no, porque esa no era la palabra que describía con exactitud sus emociones, quería ir a buscar él mismo a Juyeon y molerlo a golpes hasta cansarse o hasta que lo matara, lo que estaba haciendo aquel imbécil ya era acoso y no estaba dispuesto a que siguiera molestando a su novio, mucho menos tachandolo de algo que no era.
—¿Estás molesto por no decirte en cuanto llegué?— preguntó bajito viendo el semblante serio del ojiazul.
—No, mi sol, no podría estar molesto contigo— dijo mientras acariciaba su rostro. —Pero no voy a dejar que aquel idiota te siga acosando, porque si sabes que es acoso, ¿No?.
Jisung asintió en respuesta —¿Qué le vas a hacer?— musitó.
—Algo que hará que se arrepienta de atreverse a dejar una marca en tu piel que no deseas, las únicas marcas que puedes llevar son las que yo te hago cuando te estoy haciendo mío y las qué tú me pides que te haga— respondió, la mano que mantenía rodeando la cintura del ojiverde se intensificó de forma posesiva y lo pegó más a su cuerpo. Jisung se sintió bien entre los brazos de Hyunjin. —¿Aún quieres que vayamos de compras, Sol?— tarareó dejando un casto beso cerca de las comisuras de los labios del menor. —Si no quieres podemos ir mañana o pedir las cosas en línea, no tengo ningún inconveniente, si quieres vamos a mi apartamento y vemos alguna película mientras comemos lo que quieras hasta que llegue la hora de llevarte a casa.
Jisung sonrió, Hyunjin definitivamente era todo lo que necesitaba.
—Vamos Hyun, quiero que compremos unas cosas en las que estuve pensando y que nos servirían de mucho— unió sus labios con los del contrario en un beso, separándose minutos después.
—De acuerdo, llamaré a Andrew para que nos lleve a new bond y compres todo lo que quieras.
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