Capítulo 20
Jisung se encontraba de camino a la siguiente clase que le tocaba, era la de biología con su profesora favorita, así que iba de buen humor después de que en su clase pasada, la de literatura, el profesor lo haya elegido para hacer el papel principal en una obra de teatro, la cual valdría el total de su calificación de todo el parcial y estaba feliz porque la obra que harían era la de "la vida es un sueño" y era una de sus favoritas porque el tema central es la libertad y la predestinación.
Sin duda le contaría a Hyunjin sobre su papel cuando saliera de la escuela para que celebrara con él. Jisung ya se estaba acostumbrando a contarle su día a día al magnate, le gustaba mucho la atención que éste le prestaba y sobre todo, le fascinaba lo bien que lo trataba, con halagos y caricias en todo momento.
Ambos ya llevaban saliendo a citas más de 6 semanas, habían tenido desde días de campo hasta cenas en los más lujosos restaurantes de Londres, incluso habían ido al cine a petición de Jisung, en donde terminaron en los baños del lugar con un Jisung inclinado sobre el lavamanos con su pantalón a mitad de sus muslos gimiendo de placer y un Hyunjin detrás de él embistiendo fuertemente mientras tiraba de los rizos en un puño para obligar al ojiverde a alzar su rostro y ver su reflejo en el espejo de cómo estaba siendo follado, todo se había sentido más caliente cuando Jisung se tenía que observar en el espejo del baño. La adrenalina que sintieron con la incógnita rondando en sus cabezas de poder ser descubiertos por algún empleado lo hacía aún mejor.
Hoy iría nuevamente a la empresa del ojiazul como hacía cada viernes, le gustaba pasar tiempo con Hyunjin, solía pasar admirando cada facción y mueca del hombre cuando se encontraba concentrado mientras firmaba algún contrato o mandaba correos en su computador para que al final el castaño lo terminara tomando sobre el escritorio sin pena alguna a qué uno de sus empleados los escucharan.
—¡Jisung!— el mencionado fue interrumpido de sus vagos pensamientos por una voz muy familiar, sonriendo en cuánto la reconoció. Era Felix quien venía corriendo en su dirección. —¿Ya sabes lo de Juyeon?— preguntó con voz agitada cuando por fin estuvo frente al rizado. Su condición física era una mierda.
—¿El imbécil que cree que todos mueren por él?— respondió enarcando una ceja. Felix asintió en respuesta —No se nada al respecto— se encogió de hombros.
—Escuché que quiere invitarte a salir, ha estado diciendole a todos sus amigos que serás su novio.— repitió rápidamente lo que escuchó salir de la boca de aquel tipo engreído. —Está muy seguro que le dirás qué sí— Felix dejó escapar una fuerte carcajada por lo gracioso e ingenuo que era Juyeon al pensar eso.
Jisung se quedó perplejo, sabía que él le gustaba a aquel imbécil porque siempre trataba de acercase a decirle cumplidos que no le gustaban en absoluto e intentaba invitarlo a citas, invitaciones las cuales no le salían bien porque Jisung siempre lo rechazaba.
—¿Es una jodida broma? Porque si lo es, no es para nada graciosa— se quejó.
—No, lo escuché hace unos momentos hablando con sus amigos cerca de los casilleros— respondió haciendo una mueca.
—De acuerdo, entonces tendré que decirle que no— restó importancia a la situación queriendo ignorar por completo el tema —Por cierto, ¿Quieres salir mañana al cine? Ya no hemos salido mucho— dijo haciendo un mohín, desde que comenzó a salir con Hyunjin comenzó a salir menos con Felix y aunque amaba salir con Hyunjin, no quería dejar de lado a su amigo.
—Claro, ¿Quieres que pase por ti a las 8?— preguntó sonriente. Él también extrañaba pasar mucho más tiempo con él rizado.
—Si, estaré listo a tiempo— dijo emocionado. —Bien, ya me tengo que ir a biología, nos vemos mañana— se excusó antes de salir apresurado a su próxima clase sin antes darle un beso en la mejilla al ojiazul.
Las clases del ojiverde se habían pasado muy rápido y ya se encontraba yendo a la empresa de Hyunjin, éste le había dicho que necesitaba que fuera saliendo de la escuela, a lo que Jisung había aceptado sin dudarlo.
Cuando por fin estuvo en el vestíbulo del lugar, se dirigió como si nada a la oficina del ojiazul, después de todo, la mayoría de los empleados ya lo conocían y sabían que no debían negarle el acceso al lugar por ninguna circunstancia, porque si bien la relación que mantenían no había sido confirmada oficialmente por ninguno, todos ahí sabían que estaban juntos, además de que los gemidos que se escuchaban solo durante la estancia de aquel joven hacía que todo fuera muy evidente.
—¿Hyunjin?— llamó Jisung asomando parte de su cabeza para poder ver qué es lo que se encontraba haciendo el ojiazul.
—Adelante— habló el castaño desde su escritorio, sonriendo cuando vió el cuerpo del rizado pasar por la puerta de su oficina.
Jisung se veía muy bonito y adorable con sus rizos revueltos siendo sostenidos por una especie de bandana color azul y su mochila colgando de uno de sus hombros.
—Hyun, ¿Para qué querías que viniera?— preguntó estando un poco curioso mientras rodeaba el escritorio del castaño para poder acomodarse sobre las piernas de éste. Hyunjin sabía lo que quería hacer así que hizo su silla un poco hacia atrás para facilitarle más el acceso.
—¿Y no hay ningún beso cómo saludo primero?— jugueteó un poco con el chico cuando ya estuvo sentado sobre su regazo, haciéndolo sonrojar de inmediato ante el comentario.
Jisung sonrió aún con sus mejillas un poco rosas antes de acercar su rostro al de Hyunjin y dejar un suave pero largo beso sobre la boca del contrario, separándose cuando el aire faltaba en sus pulmones.
—Listo— sonrió inocente. —Ahora sí, ¿Para que querías que viniera?— preguntó de nuevo.
—¿Recuerdas que siempre estás hablando sobre lo mucho que te gustan las canciones de lana del rey y siempre estás cantando alguna de ellas?— preguntó con una sonrisa burlesca.
Jisung rió, sabía que lo hacía demasiado pero es que no podía evitarlo, era muy fan de aquella mujer y sobre todo de sus canciones así que asintió para que Hyunjin siguiera hablando.
—De acuerdo, entonces en una de esas ocasiones me habías hablando de una canción en especifico y ese mismo día por la noche mandé a hacer algo que me acabó de llegar hoy y espero que te guste mucho, no soy musico pero creo que la intención es lo que cuenta— explicó mientras abría uno de los cajones de su escritorio, sacando de ahí una pequeña cajita de terciopelo color gris para después dársela a Jisung y que éste mismo la abriera y pudiera ver su contenido.
Jisung tomó emocionado la cajita, y sin aguantar más su curiosidad la abrió. Cuándo vió su contenido sonrió en grande al ver cómo dentro de la cajita descansaba un anillo, un anillo que no era como la mayoría, porque a diferencia de los demás, este estaba hecho de una cuerda de una guitarra y tenía incrustado un diamante pequeño que lo hacía ver aún más bonito de lo que ya era.
Jisung miró a Hyunjin con incredulidad, no podía creer que el castaño recordara sus conversaciones sobre su música y artistas favoritos, sin duda no sabía si aguantaría las ganas de echarse llorar por el lindo detalle que Hyunjin tuvo con él.
—¿Te gustó?— preguntó Hyunjin un poco nervioso mordiéndose el labio inferior al pensar que al ojiverde no le gustó su regalo.
—¿Cómo puedes acaso preguntar eso? Por supuesto que me gustó, y demasiado, gracias, gracias, gracias, gracias, ¿Me lo puedes poner?— Hyunjin sonrió complacido cuando escuchó eso, así que agarró la caja en la que venía aquel anillo y tomó con delicadeza la mano derecha del ojiverde y deslizó en uno de sus dedos el bonito anillo, sonriendo con suficiencia al ver lo bien que le quedaba.
—Y yo me preguntaba, se que no es el mejor lugar, es mi oficina pero no sabía en dónde podría hacerlo o cómo, no soy muy bueno con esto y solo, no lo sé— Hyunjin comenzó a divagar aún sin soltar la mano de Jisung quién lo venía confundido al no entender nada.
—Hyun, ¿Que quieres decir?— preguntó con su ceño fruncido.
Hyunjin dió un fuerte suspiro antes de soltar lo que venía planeando decirle al rizado hace ya unos cuantos días.
—¿Quieres que hagamos esto oficial?—, Jisung sintió su corazón comenzar a latir furiosamente en su pecho y miró con interrogación a Hyunjin para confirmar si es lo que creía que era aquella pregunta. —Jisung, ¿Quieres ser mi novio?— Hyunjin sintió que tal vez sus manos comenzaban a sudar.
Y Jisung no se pudo sentir la persona más feliz y afortunada del mundo, hoy sin duda había sido el mejor día en toda su jodida vida, después del día en el que conoció a Hyunjin, claro está.
—Por dios, sí, sí quiero ser tu novio— respondió emocionado atacando la boca del mayor para comenzar un lento pero húmedo beso en el que todas las cosas que no podía expresar mediante palabras, lo hacía con ese pequeño acto.
—También quería preguntarte otra cosa— dijo Hyunjin cuando notaron que eran dos personas físicamente separadas una de la otra mientras ambos recuperaban el aliento. —El domingo iré a casa de mi madre, quería saber si querías ir conmigo para presentarte oficialmente a ella y a mis hermanas como mi pareja, solo si tú quieres, si no, simplemente no se hará— explicó mirando directamente a los ojos verdes del rizado.
—¿Qué ropa me pongo?— preguntó con una sonrisa ladina.
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