Capítulo 13
El tiempo había pasado volando, y las dos semanas acordadas habían llegado a su fin. Jisung se encontraba totalmente nervioso ante la perspectiva de su próxima cita con Hyunjin. Había tenido que rogar a sus padres para obtener su permiso, y aunque al principio habían mostrado reticencia, finalmente habían aceptado bajo la condición de que no llegara demasiado tarde y que estuviera pendiente de su celular en todo momento.
Hyunjin se había ofrecido amablemente a hablar con sus padres en su nombre, pero Jisung se negó, sintiendo que no quería quitarle tiempo a Hyunjin, quien había estado ocupado durante esas dos semanas. Por suerte, logró convencer a sus padres por sí mismo, aunque no sin un poco de esfuerzo.
La cita estaba programada para las dos de la tarde, ya que Hyunjin tenía una reunión con uno de sus socios a las cinco y debía llegar a tiempo. Jisung estaba emocionado y nervioso por lo que les deparaba la tarde, esperando que fuera el comienzo de algo especial entre él y Hyunjin.
—Mierda, mierda, mierda— maldecía el rizado para si mismo.
Faltaba apenas una hora para que Hyunjin pasara por él, y Jisung todavía estaba en medio de la decisión más importante: qué ropa ponerse. Estaba parado frente a su armario, contemplando entre unos skinny jeans negros y una falda plisada corta del mismo color. Ambas opciones le parecían igualmente atractivas, y estaba atrapado en un dilema de moda.
Finalmente, con el tiempo corriendo en su contra, Jisung estaba a punto de rendirse cuando una idea traviesa cruzó por su mente. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro mientras consideraba la posibilidad. ¿Por qué no llevar la falda? Después de todo, el clima no estaba tan frío y la falda le resultaría más cómoda para la cita.
Con una decisión tomada, Jisung se apresuró a vestirse con la falda plisada, sintiéndose seguro y con una dosis adicional de confianza. Estaba listo para impresionar a Hyunjin y disfrutar de lo que la tarde les deparaba.
Jisung tomó la decisión de dejar los skinny jeans en el armario y se dirigió al baño de su habitación para darse una ducha rápida. Sabía que había perdido mucho tiempo decidiendo qué ponerse, y no quería hacer esperar a Hyunjin más de lo necesario.
En el baño, se dio una ducha rápida que revitalizó su cuerpo y su espíritu. No pasaron más de 15 minutos antes de que saliera, con una toalla blanca colgando del filo de sus caderas. Decidió vestirse rápidamente, pero antes de hacerlo, encendió su celular y seleccionó su playlist favorita. La melodía de "Doin' Time" de Lana del Rey comenzó a sonar desde el altavoz del aparato, llenando el ambiente con un aire de energía y anticipación.
Jisung soltó un chillido de emoción al escuchar los primeros acordes de "Doin' Time" de Lana del Rey. Era una de sus canciones favoritas de la artista, aunque, en realidad, todas las canciones de Lana ocupaban un lugar especial en su corazón. La melodía envolvente y la voz seductora de Lana siempre lograban transportarlo a otro mundo, haciéndolo sentir emociones intensas y llenas de pasión.
Con la música de fondo, Jisung se sumergió en el proceso de arreglarse, cantando y moviéndose al ritmo de la canción mientras se preparaba para la cita.
Lo primero que hizo Jisung fue secar y arreglar sus rizos. Le encantaba cómo lucían y el largo en el que estaban; aunque había considerado cortárselos en algún momento, en ese instante amaba cada mechón de su cabello. Con cuidado, separó los rizos y los secó suavemente hasta que estuvieron perfectamente en su lugar.
Una vez que su cabello estuvo seco y lucía impecable, Jisung se vistió rápidamente, justo a tiempo para que el sonido de una llamada interrumpiera la melodía de "We Are Never Ever Getting Back Together" de Taylor Swift, que sonaba en ese momento desde su celular.
Jisung tomó su teléfono rápidamente y se dio cuenta de que la llamada era de Hyunjin. Con una sonrisa creciente en los labios, respondió la llamada, anticipando con emoción el encuentro que les esperaba esa tarde. La voz de Hyunjin al otro lado de la línea hizo que su corazón latiera más rápido, llenándolo de una emoción que apenas podía contener. Estaba listo para lo que fuera que les deparara la tarde juntos, ansioso por sumergirse en la compañía de aquel hombre.
"Ya estoy frente a la puerta de tu casa" se escuchó la voz grave pero suave del hombre ojiazul.
—Ya bajo en unos momentos— dijo feliz mientras salía corriendo a abrir la puerta sin colgar la llamada, dando un gran suspiro en cuanto estuvo tras la madera que impedía el paso hacia el interior de su vivienda.
Hyunjin se encontraba parado con un ramo de claveles blancos en una de sus manos, iba vistiendo un pulcro traje azul marino con una camisa blanca, una corbata de color vino y unos zapatos de vestir color cafe italianos.
Jisung no pudo evitar sentir un cosquilleo en el estómago al verlo. Hyunjin se veía absolutamente magnífico, y Jisung tenía que contener el impulso de lanzarse a sus brazos en ese mismo instante. Habían pasado dos semanas desde su primer encuentro, y desde entonces habían estado intercambiando mensajes de texto con frecuencia. Cada conversación había alimentado la chispa entre ellos.
—Te ves... muy guapo — halagó Jisung en un susurro, admirando cada detalle del impecable atuendo de Hyunjin.
Hyunjin sonrió con picardía ante el cumplido. —Gracias, tú también luces muy hermoso — respondió con sinceridad, extendiéndole el ramo de claveles blancos.
Jisung aceptó el ramo con una sonrisa agradecida y se preparó para colocarlo en agua. —Voy a ponerlos en un jarrón, ¿quieres acompañarme? Mis padres no están en casa — propuso, dando media vuelta y dirigiéndose hacia la cocina en busca de un lugar adecuado para las flores. Hyunjin asintió y lo siguió, aprovechando la oportunidad para continuar disfrutando de la compañía del joven ojiverde.
—¿A dónde iremos?— preguntó curioso mientras llenaba un bonito jarrón de cristal con agua en el fregadero.
Hyunjin observaba fijamente a Jisung mientras caminaban hacia la cocina. El chico lucía increíblemente atractivo con su camisa blanca, que le daba una imagen relajada y elegante a la vez, y su falda negra que resaltaba la forma de sus muslos pálidos. Hyunjin no podía evitar admirar sus largas piernas, las cuales había estado observando disimuladamente, pero se regañaba mentalmente por sus pensamientos.
Sin embargo, por más que intentara mantener la compostura, su mente lo traicionaba, transportándolo de vuelta a aquella noche en el bar con el rizado. Las imágenes de esa velada y la atracción que había sentido por Jisung lo invadían nuevamente, y sus hormonas se comportaban como si tuviera 18 años otra vez. A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, Hyunjin se sentía cada vez más atraído hacia el menor.
Jisung frunció el ceño y volteó un poco su cabeza disimuladamente para observar al mayor al no tener respuesta alguna a su llamado, y cuándo lo hizo, Jisung notó que Hyunjin se encontraba pérdido mirándole las piernas y sonrió de lado un poco socarrón y malicioso por la idea que se le atravesó.
Dejó el jarrón a un lado cuando éste ya se había llenado, se inclinó un poco sobre el fregadero fingiendo tratar de alcanzar algo para que la falda se le subiera y el castaño pudiese ver un poco más.
—Hyunjin, ¿A dónde iremos?— preguntó de nuevo fingiendo no alcanzar un trapo que se encontraba sobre una repisa un poco alta.
Hyunjin carraspeó ligeramente, sintiéndose un tanto aturdido cuando notó que Jisung se inclinaba hacia adelante y su falda se subía un poco en la parte trasera. Se regañó mentalmente de nuevo, recordándose a sí mismo que eso no estaba bien. No era ese tipo de persona y no quería incomodar a Jisung de ninguna manera.
Aunque normalmente no se fijaba tanto en los detalles de otras personas, algo en Jisung lo mantenía cautivado y no podía apartar los ojos de él. Hyunjin luchaba internamente contra sus propios pensamientos, tratando de mantener la compostura y recordando la importancia de respetar los límites personales del joven ojiverde.
Hyunjin fingió prestar atención al mesón de la cocina mientras mencionaba el plan para la tarde. —Vamos a ir al Dinner by Heston Blumenthal— anunció con un tono casual, aunque en su mente ya visualizaba el delicioso menú que esperaba compartir con Jisung.
La expresión de Jisung se iluminó al reconocer el lugar. —¿El que está por el Hyde Park playground?— preguntó con entusiasmo, recordando los tiempos felices que pasaba en ese parque con sus padres cuando era niño.
Hyunjin asintió con una sonrisa.
—Sí, exactamente. Solíamos ir allí cuando era pequeño— dijo Jisung con nostalgia, dejando escapar un suspiro de recuerdos felices.
Sin embargo, la mención de una reunión con un socio interrumpió momentáneamente la emoción. —Te iba a llevar a otro lugar, pero abren más tarde y tengo esa reunión— explicó Hyunjin con una mueca de disgusto. A pesar de la contrariedad, su sonrisa regresó rápidamente. —Pero no te preocupes, el Dinner by Heston es excelente— agregó, tratando de aliviar cualquier preocupación que Jisung pudiera tener sobre el cambio de planes.
—¡Listo!— exclamó Jisung emocionado una vez que colocó el jarrón con los claveles sobre el mesón de la cocina. Observó satisfecho el arreglo floral, que lucía muy bonito a su parecer.
Hyunjin sonrió ampliamente al ver la expresión de felicidad en el rostro de Jisung. En ese momento, el joven ojiverde parecía radiante y lleno de vida, y Hyunjin no pudo evitar sentir una oleada de calidez y alegría al presenciar su entusiasmo. Era evidente que el simple gesto de colocar las flores le había traído una gran satisfacción, y eso le resultaba increíblemente encantador.
—¿Ya vamos?— preguntó el castaño, con un brillo de emoción en sus ojos mientras esperaba comenzar su cita con Hyunjin.
Jisung asintió con una sonrisa radiante.
—Sí— respondió, mostrando su entusiasmo mientras se dirigían hacia el auto.
Hyunjin gentilmente abrió la puerta del copiloto para Jisung, invitándolo a subir primero con un gesto cortés. Una vez que Jisung estuvo cómodamente instalado, Hyunjin se acomodó en el asiento del conductor con elegancia. Con un suave clic, puso en marcha el vehículo, y juntos se dirigieron hacia un emocionante y prometedor encuentro.
No tardaron más de quince minutos en llegar al restaurante, donde Hyunjin ya había hecho una reserva para ambos, asegurándose de que su cita fuera perfecta desde el principio.
Hyunjin estacionó su auto frente a la acera, aprovechando un espacio entre los demás vehículos estacionados. Decidió no llevarlo a ningún estacionamiento para no perder tiempo en buscar uno disponible.
Una vez detenido, Hyunjin salió del auto y rodeó elegantemente el vehículo para llegar hasta la puerta del copiloto, donde Jisung esperaba con una sonrisa expectante. Sin perder un segundo, abrió la puerta y ofreció su mano al joven rizado, ayudándolo a bajar del vehículo con una gracia natural. Con cuidado, cerró la puerta una vez que Jisung estuvo completamente fuera, preparado para disfrutar de una comida memorable juntos en el restaurante.
El restaurante se alzaba majestuoso entre los edificios circundantes, destacando con su arquitectura moderna y sus grandes ventanales que permitían vislumbrar el bullicio del interior. La paleta de colores naturales de las paredes se integraba a la perfección con el entorno urbano de Londres, creando una atmósfera acogedora y sofisticada a la vez. Desde afuera, el restaurante irradiaba una sensación de elegancia y frescura que capturaba la esencia vibrante de la ciudad.
Hyunjin y Jisung se detuvieron frente al edificio, maravillados por su imponente presencia y su atractivo diseño. Compartieron una mirada cómplice antes de adentrarse en el restaurante, tomando de la mano con una emoción compartida. Aunque su relación era reciente y aún estaban conociéndose, la idea de compartir una comida juntos en este lugar especial los llenaba de expectación y entusiasmo. Era una oportunidad para profundizar en su conexión y disfrutar de la compañía del otro en un entorno íntimo y relajado.
Editado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro