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dos


—¡Hola, soy Taehyung, el hermano mayor de Jimin!

Aquellas palabras lo devolvieron a la realidad del momento, podía sentir su cara caliente y de reojo observó que no era el único, Jimin tenía un rosa en sus mejillas muy tierno, con un carraspeó intentó mantener la compostura y se giró para presentarse cómo se debía al hermano de Jimin.

—Un gustó, soy Jeon Jungkook —se presentó con su sonrisa más inocente — Y aquí también están mis sobrinos, Jinho y Joonhee.

Sacó a sus sobrinos de detrás de sus piernas y los presentó, éstos batieron sus manitas de forma alegré junto con sonrisa, el hermano de Taehyung los halagó por lo tiernos que se veían y presentó también a su hijo, Taeyang, y a su esposo Jung Hoseok, el hijo de ambos en brazos de su padre mirando por su periferia, se encontraba tímido.

Luego de las presentaciones los invito a pasar a la casa dónde sus sobrinos se tomaron el atrevimiento de guíar al hermano de Jimin y su esposo al patio, dejando al rubio de último junto a Jungkook que dedicó esos minutos sin miradas curiosas para admirar a Jimin, iba con unos jeans desgastados y un suéter ligero color verde marino y su cabello rubio peinado de tal manera que ocultaba su frente, sus ojitos se veían brillantes al explorar la casa, Jungkook aprovechó la distracción del rubio para dejar un beso rápido en su cachete de por si rosado, Jimin volteó sorprendido y con las mejillas rojitas por la acción de Jungkook.

—Te ves muy bonito —el pelinegro intentaba disimular su nerviosismo con una sonrisa, aunque su cara se sentía nuevamente caliente.

—Gra-gracias —respondió tímidamente Jimin también con una sonrisa —Tú igual.

Luego de la escena tan bonita, Jungkook lo invito a adentrarse en la casa para ir al patio dónde se llevaría a cabo el almuerzo, allí había una algarabía entre los presentes, ya se habían presentado y conversaban cómo si se conocieran de toda la vida, Seokjin y Taehyung compartían experiencias de la crianza de sus hijos mientras sus esposos observaban a los niños jugar, Jungkook vió los juguetes de sus sobrinos en sus manos por lo cuál supuso que Taeyang había perdido la timidez a la invitación de jugar, instó a Jimin a adentrarse al ambiente entre las familias y aprovecho para presentarlo a su hermano mayor, Seokjin lanzó halagos a diestra y siniestra para el rubio, no por mala intención, es que Jimin le parecía verdaderamente adorable, el pelinegro no sabía que Jimin podía ponerse más rojo, sin embargo, tenía una sonrisa por la ocurrencias de su hermano mientras Taehyung se jactaba cuál madre orgullosa.

Luego de la plática, conocerse un poco ambas familias y separar a los niños de los juguetes, llegó la hora de comer, Jungkook ayudó a su hermano a repartir la comida y por ello el único asiento que le quedó libre era uno frente al rubio, junto a sus sobrinos, pero eso no impidió que se lanzaran miradas furtivas de vez en cuándo, ignorando la plática vergonzosa que tenían a cabo los mayores.

—...Cuándo Kookie me dijo que quería quedarse más tiempo conmigo sospeché, sin embargo Jimin es tan guapo que yo hubiera hecho lo mismo —afirmó Seokjin

—¡Oh, Jimin también pidió quedarse una temporada conmigo! —secundó Taehyung al tiempo que ambos hermanos mayores se reían por esas anécdotas, sus esposos tampoco se quedaron atrás con las risas pero estás fueron más disimuladas.

Ambos chicos tenían las caras encendidas mientras observaban la pequeña humillación.

—¡¡Hyung!! —gritaron ambos al mismo tiempo para su respectivo hermano, aquello provocó que la mesa rompiera en risa, a los niños les daba gracias que sus tíos hubieran dicho la misma palabra al mismo tiempo.

Luego de la pequeña escena y que todos se hubieran calmado, procedieron a comer entre charlas tranquilas, halagando la comida de Seokjin, hablando de los estudios de los jovenes y lanzando adivinanzas a los pequeños de sus casas, para Jungkook todo transcurría en calma y pudo notar que Jimin se encontraba cada vez más sonriente, menos tensó, aquello lo alegró mucho y decidió no ocultar su sonrisa.

Al terminar todos de comer, entre Seokjin y Jungkook recogieron los platos por orden del mayor, dejando a su esposo e hijos con los invitados para entrar a la casa y dejarlos en la cocina.

—Ve a buscar tú guitarra —le ordenó de repente Seokjin al pelinegro que lo miró sorprendido mientras sus mejillas se sentían rojas —Estás en mi casa hermanito, lo sé todo, ve y déjala a mano.

No quiso indagar más en las afirmaciones de su hermano, dejo los platos en el mesón y rápidamente fué al cuarto y ahí encontró su cuaderno y guitarra en la misma posición que los había dejado, los agarró y bajó mientras pensaba en dónde dejarlos.

—Aquí, conejito —apareció Seokjin indicándole un lugar dónde poner la guitarra que estaba cerca del patio.

—Gracias hyung —abrazo Jungkook a Seokjin luego de dejar su guitarra dónde le había dicho.

—Tranquilo conejito, estoy para apoyarte —Seokjin acarició los pelos de su hermanito en el abrazo y luego lo llevo nuevamente al patio.

En el patio los niños habían agarrado los juguetes y gritaban cosas que sólo ellos entendían y los hacían reír, los mayores aprovecharon para mover la sillas y mesas, guardando las últimas para pasar el día sentados en el patio, los esposos se sentaron juntos observando a sus niños y platicando amenamente, ya Seokjin y Taehyung se consideraban amigos, Jungkook y Jimin también se sentaron juntos, hablaban de la universidad y cómo iban sus estudios, Jimin de vez en cuando rozaba su manita en el antebrazo de Jungkook provocandole escalofríos, pero de buena manera, al pelinegro.

La tarde fué cayendo y el sol se fué poniendo, los niños ya se habían aburrido de jugar y se habían sentado en el piso en el cuál Seokjin les había puesto una manta antes.

—Oye Taehyung, sé que eres un invitado, ¿Pero te gustaría ayudarme a hacer la cena?, No quiero que se vayan —habló cortésmente Seokjin.

—Me gustaría mucho, Seokjin —respondió con una sonrisa cuadrada el hermano de Jimin.

—Hyung, ¿Jimin y yo podemos quedarnos aquí? —preguntó Jungkook.

—Claro conejito, les avisaremos a lo que esté lista la cena.

Los adultos se llevaron a los niños y las sillas, dejando para los jóvenes la manta, Jungkook aprovechó para buscar su guitarra y cuaderno, bajo la mirada inquisitiva de Jimin sólo respondió "para pasar el rato".

Ubicaron la manta lejos de las puertas corredizas que separaban la casa del patio y observaron cómo el sol se iba para finalmente dejar un manto azúl oscuro en el cielo, todo mientras contaban anécdotas de cuándo eran menores de edad y con la guitarra de fondo, las risas fueron parte de la velada al igual que los cachetes colorados, en cierto punto, cuándo las pequeñas luces que estaban en el jardín habían hecho un ambiente "romántico", Jungkook abrió su cuaderno y se acomodó quedando frente a frente con Jimin.

—Yo... Escribí está canción pensando en tí... —empezó Jungkook, pero estaba tan nervioso que prefirió preparar su voz para soltar sus sentimientos.

Jimin observaba atentamente a Jungkook con una sonrisa, en su estómago sentía las típicas cosquillas de las que hablaban en la películas, jamás las había experimentado y se sentía feliz de fuera el pelinegro quién las provocará, sus pensamientos fueron dejados de lado al escuchar la guitarra sonar con una melodía concreta.

Fuiste tú, quién cautivo mi corazón, oh fuiste tú... —comenzó dulcemente Jungkook dejando impresionado a Jimin con su voz.

»Fue tú sonrisa de ángel, oh fueron tus acciones
Me hiciste pensar, oh quiero mucho más
llevarte a cualquier lado que desees, pero con la finalidad de ver tú sonrisa
Porque por esa sonrisa
No hay nada que no haría...*

La canción no era larga, no estaba cómo tal terminada, pero Jungkook se sentía satisfecho con transmitir una pequeña porción de sus sentimientos por el rubio, utilizando los acordes de la guitarra siguió armonizando hasta que sintió que era suficiente, al principio cantó mirando a los ojos a Jimin pero luego bajo la mirada al sentir que se estaba acobardando.

Con un suspiro inició su confesión.

—M-me gustas mucho, Jimin, yo...

Se vió interrumpido cuándo escucho a Jimin sorber su nariz y alzó su mirada sorprendida viendo cómo los ojitos de Jimin lo miraban aguado.

A mi también me gustas, Kookie —dijo con una sonrisa que intentaba mantener a raya sus lágrimas —Me has hecho sentir cosas que nadie más ha podido, feliz es una de ellas.

Jungkook se encontraba en shock mientras asimilaba las palabras del rubio.

¿Te gusto de gustar, es decir, en plan pareja?

Jimin asintió con sus mejillas terriblemente rojas y una sonrisa que ya no tapaba con sus manitas, tanta felicidad no podía ocultarla, ninguno de los dos sabía cómo reaccionar pero se encontraban felices y sonrojados.

¿Puedo... Be-besarte?

Aquella pregunta pillo desprevenido a Jimin que sentía que sus emociones eran un bonito caos, luego de aquello se sintió desbordar, era primera vez que se sentía así, sin embargo, asintió a la pregunta.

Jungkook dejó su guitarra de lado y se acercó lo más posible a Jimin, trasladó su mano a la mejilla de esté y la acarició lentamente, ambas caras se fueron acercando expectantes, ambos detallaban sus caras por el simple hecho de admirar la belleza del otro, sus labios estaban entreabiertos a las espera del beso.

Finalmente sus narices de unieron en una caricia y ambos cerraron sus ojos, sus labios al principio se rozaron, pero la sensación fué tan electrizante que tuvieron que unirlos por completo, sus labios se separaban fracciones de segundo para volverse a unir, se sentían en una nube.

—¡No, no, niños adentró, no interrumpan a los tíos! —escucharon el gritó amortiguado que interrumpió el momento, cuándo voltearon a ver eran los gemelos de Seokjin queriendo abrir la puerta pero Taehyung los obligaba a dejar sus planes de lado y les regalaba un guiño.

Ambos jóvenes se rieron por las acciones de los niños y del hermano de Jimin, no se habían separado mucho por lo cuál las manitas de Jimin estaban en el cuello de Jungkook y las del pelinegro en los cachetes de Jimin quién sonreía enamorado, se acercaron para darse un beso esquimal.

—Prometo hacerte tan feliz...

—Sé que lo harás, Kookie.

Jimin sentía que era jalado de su sueño por miles de sensaciones en su piel, cuándo cobró poco a poco la consciencia se dió cuenta que era su conejito que lo despertaba con su típica lluvia de besos, sonrió en medio de los besitos ganándose un piquito en los labios.

—Buenos días, bebé —canturreo Jungkook.

—Buenos días, conejito —respondió Jimin aún en su bruma de sueño.

—Levántate bebé, tengo muchos planes para hoy.

Jimin abrió sus ojitos y se fijo de la sonrisa tan bonita que le regalaba su novio, se fijó que también estaba arreglado y listo para salir, se paró pesadamente bajo la atenta mirada de Jungkook y se levantó de su cama al baño.

—¿Para dónde vamos? —preguntó antes de entrar completamente al baño.

—¡Sorpresa! —respondió feliz el pelinegro desde la cama.

Jimin entrecerró sus ojos y por fin entró para asearse.

Hacía dos años que estaba en una relación, muy bonita y nada tóxica, con Jungkook, luego de la noche dónde ambos se habían confesado todo con respecto a su relación iba encaminado, se fueron conociendo detalladamente y amoldandose al otro de manera espontánea, las familias recibieron la relación con ojos cerrados y mucha alegría, ya que ambos se notaban cómodos y felices, hicieron planes para mudarse juntos luego de su primer aniversario y fueron reuniendo para empezar a buscar apartamentos, cuándo lo consiguieron, luego de tantos trabajos de medio tiempo, lo decoraron y arreglaron a su gusto, ese día las risas fueron participes y Jimin disfruto al máximo arreglar su humilde estancia.

Volviendo al presente, ese día estaban de aniversario, el segundo, Jungkook le había prometido un día sin igual dónde disfrutaría mucho, y es que desde que Jungkook le había prometido hacerlo feliz había cumplido su palabra hasta el día presente y Jimin estaba seguro de que así lo haría hasta el final de sus días, porque no podía engañar a nadie, él quería casarse con Jungkook, porque había hecho hasta lo imposible para hacerlo feliz, se había enamorado profundamente del pelinegro.

Observó su reflejó en el espejo y se sintió satisfecho con la vida que le había sido otorgada junto a Jungkook.

Sintió que unas manos pasaban por su cintura y lo enredaban en un abrazo, Jungkook posó su mentón en el hombro y sonrió al reflejo de ambos en el espejo.

—¿Otra vez perdido en tus pensamientos?

Jimin sonrió a su pareja y volteó su cara para darle un beso en la mejilla.

—Sólo pensando en lo feliz que me haces.

Jimin observó la sonrisa completa de su novio, era su sonrisa de conejito, la sonrisa que amaba mucho, le devolvió la sonrisa y acercó sus labios para unirlos con los de Jungkook, se fundieron en un beso dulce, nada desesperado, lento y amoroso.

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*La letra no es de "Si fueras mía" o alguna otra, es literalmente de esté Jungkook :3

Espero les haya gustado y disculpen los errores 😊




Preciosa portada hecha por: Kibushoto09 ❤️
Hermosos banners hechos por: Skyxie_21 💜
Muchas gracias 🥺🤧❤️

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