Capítulo 5
-Oh, señor.-grito.
Max lanza una carcajada, repasa todos mis libros con sus verdes lagunas, agarra algunos, los de tapa dura, mis preciosos.
-Tu imitación de Anastasia.-comienza, su voz se vuelve divertida, y la sonrisa que invade su rostro me obliga a sonreír a mi también.-Simplemente es magnífica.
Me tira un libro, que cae en mi pecho, el dolor se expande, pero no duele. Es un dolor momentáneo, veo el título.
-¿Te gusta?
Me mira con los ojos brillando, debe ser uno de sus libros favoritos. En estas dos últimas horas me ha estado hablando de sus libros favoritos comenzó con "The future of us" y siguió hasta llegar a "After", un gran cambio. Comenzamos con lo poco conocido y llegamos hasta el cliché, este chico lee de todo.
-Dime a una persona que no le guste Cazadores de sombras.-si alguien lo escuchara, pensaría que él es la pasiva aquí, pero cuando está en la cama...
-A mí.
-¡Los tienes en tapa dura!.-exclama y los señala.
Pone los ojos en blanco y su cuerpo desnudo se acerca a mi lentamente. Extrañamente camina en línea haciendo que su caminata se vea sexy y provocadora. Esa caminata que te imaginas al leer antes de que el extraño joven millonario venga a cogerte.
-No le digamos nada a Sarah.-mis pensamientos se expresan.
-¿Te gusta?
-Es linda.
Sonríe y me dedica una sonrisa.
Se agacha a los pies de la cama y comienza a acercarse lentamente.
Me besa los pies, y sus suaves besos me acarician la planta con su lengua y me dan ligeras cosquillas, me mira fijamente a los ojos, y se vuelven más oscuros por el deseo.
-¿Somos puro sexo?.-pregunto dejando escapar una risa.
-Nuestro desea sexual.-señala mi miembro ya erecto.-Es muy potente.
Me muerde ligeramente el dedo pulgar izquierdo y lanzo un fuerte gemido. Este chico esta lleno de fetiches extraños. Me muerde suavemente todos los dedos y con cada uno mi deseo aumenta, lo quiero sentir, mierda ¡Ya!
Se levanta y su miembro choca con mis pies, oh Dios, esta demasiado duro.
-Acarícialo.
Mis pies comienzan a hacer lo que él pide, mi pie derecho encima y mi pie izquierdo abajo, comienzo a hacer como si lo masturbara. Él responde con gemidos y con una gran sacudida, esto me está volviendo loco.
-Creo que es suficiente.-digo entre un gemido.-Te quiero ahora.
Él se muerde el labio tan fuerte que se le pone rojo, sus ojos que ahora parecen negros me miran y hacen que pase un escalofrío por todo mi ser.
Su pecho choca mis rodillas y va avanzando cuando sus labios buscan los míos.
Nuestro labios chocan a la vez que nuestros miembros lo hacen, sus grandes manos me acarician los caderas y suben y bajan por mi espalda, el sentimiento me da cosquillas, pero en vez de reír, gimo.
-Abre las piernas.-lo hago.
Tengo las piernas dobladas al lado suyo y su miembro me acaricia el mío.
-¿Sabes lo que tenemos que hacer?.-asiento y cierro los ojos
Abro las piernas lo más que puedo casi teniendo mis rodillas en su pecho. Sus labios se separan de los míos y él desciende sin antes besar el camino por donde va. Me besa el cuello y lo muerde levemente mientras baja por mi pecho, mi ombligo, y ahí es donde muerde fuertemente y me obliga a lanzar un grito ahogado.
Sus dedos agarran mi miembro y lo acaricia hasta que su lengua llega al acto, besa y se lo comienza a meter a la boca como puede.
-Me dices si te duele.-su tono es tan seductor, tan sexy, tan oscuro.
Deja a mi miembro.
Sus manos acarician mi trasero, sus dedos recorren desde mi miembro hasta abajo, me acaricia la entrada con un dedo, cierro los ojos por el simple echo que el sentimiento me avergüenza. Cuando los abro, veo que lleva sus dedos a mi boca, los lamo. Max me sonríe.
-Ya sabes si te duele hablas.-sin poder pronunciar una palabra, asiento, el deseo me esta matando.
Me vuelve a acariciar, pero ahora con mi saliva comienza a acariciarme los alrededores. Su dedo índice sigue el juego, sin darme un respiro el dedo comienza a entrar en mi y un gemido se escapa de mis labios.
-Oh.-es lo que consigo articular cuando lo mueve en círculos.
Cierro los ojos fuertemente, no puedo creer que este haciendo esto, echo la cabeza para atrás, y mis sentidos se avivan cuando su dedo me presiona más.
Lo retira y sin darme un respiro, su lengua me lame. Agarro las sábanas porque el sentimiento me deja deseando más. su lengua acaricia de arriba-abajo y de derecha-izquierda. Comienza a morderme y lanzo un pequeño grito, oh Dios.
Su dedo vuelve a la acción y lo presiona tanto hasta sentir su nudillo entrando con él, grito cuando descubre un punto que en mí nunca había llegado encontrar. Su dedo medio presiona para juntarse con el índice e increíblemente logra entrar sin hacerme gritar y gemir muy alto antes.
-Creo que estas listo.-gime.
Asiento, pero sus dedos no salen de mi, presionan más, los retira y los vuelve a meter, es un sentimiento tan extraño pero tan excitante...Llega un momento donde los abre suavemente como una tijera dentro mío y el gemido que lanzo es inhumano.
La tortura termina y lleva sus brazos a mis caderas mientras sus labios se acercan a los míos, su mano derecha coge su miembro, y la punta de este acaricia mi entrada.
-¡Mierda!.-grito cuando la punta entra.
Presiona su cadera más, y mis piernas dobladas a su lado se abren más al sentir que su miembro entra.
El dolor se expande, y la respiración se me acelera, me besa lentamente, esto se siente tan erótico, él y yo, juntos.
Mueve sus caderas hasta que el miembro entra casi completo. Echo la cabeza para atrás, me besa y muerde lentamente el cuello, sus manos me presionan las caderas y las empujan hacia él.
Mi boca no puede cerrarse, y mi cabeza no puede volver a su sitio, solo estar hacia atrás mientras su labios mordisquean la suave piel de mi cuello. Sus labios siguen mordisqueando hasta llegar al mentón, y me lo lame.
-¿Te gusta?.-gime.-Relaja las piernas, que me duele.
Su sonrisa se me nubla a la vista, el dolor que siento hace que se me escapen lágrimas, me muerdo los labios para no gritar cuando presiona sus caderas fuertemente.
Me rodea con sus brazos y me levanta haciendo que su miembro entre más y lanzo un fuerte grito al sentirlo tan profundo. Vuelvo a echar mi cabeza hacia atrás. Me levanta tanto hasta que no tengo mi cuerpo pegado a mi cama, mis piernas le rodean la cintura. Y la escena de Max de rodillas penetrandome mientras me carga se presencia en mi espejo de pared, es tan erótica. Mi rostro mostrando un gesto de dolor mezclado con excitación. Su rostro con los ojos cerrados y la boca entreabierta lanzando gemidos.
-Probemos otra posición.-me vuelve a echar en mi cama y sale de mi. Sentirlo como sale me obliga a gritar, es tan doloroso.-Date la vuelta.-lo hago.-De perro.
Esta posición es tan degradante pero obedezco.
Me agarra de la cadera y me presiona.
-¡Ayyyy!.-grito cuando entra completamente de una penetrada.
Sus movimientos en esta posición son más rápidos y más fuertes... y más dolorosos. Me coge fuertemente de las caderas hasta dejarlas adolorada mientras entra y sale de mi rápidamente.
-Me voy a correr.-su movimiento se hace más lento.
Se echa en mi espalda sin dejar de penetrarme y mezclando sus gemidos con mis gritos siento como sus fluidos tibios corren dentro mío. Sigue movimiento sus caderas y luego sale.
Me echo porque esto me ha cansado más que correr. Sus dedos me acarician lentamente el trasero, hasta llegar a mi espalda.
-Abre las piernas.-obedezco y siento como su corrida sale de mi lentamente.-Oh sí.-gime al meterme un dedo otra vez dentro mío.
Con las sábanas me limpia y se echa a mi lado.
-Eso fue...-comienza a decir.
-Magnifico.-termino y le beso suavemente las comisuras de los labios.
Me sonríe y me besa más apasionadamente.
-Estuviste genial.-sonrie entre los besos.
-Si estar genial es gritar y recibirte.
-Es que lo hiciste bien para tu primera vez.-me golpea el trasero y gimo de dolor, el dolor sigue ahí.
Me muevo como puedo y veo unas manchas de sangre en mis sábanas blancas, tendré que lavarlas antes de que mis padres vuelvan de su viaje, creo que ellos no desearían saber como se originaron.
-Un buen sexo a la mañana.-la sonrisa de Max es imposible de quitársela del rostro.-Es el inicio de un buen día.
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