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Capítulo 4

El brillo de las luces neón hacían resplandecer destellos sobre los cuerpos que abandonaron los micrófonos antes sostenidos para pasar a agarrarse de unos imponentes cilindros de metal que fueron ascendiendo desde el suelo del escenario como astas de banderas ocultas. Esas banderas fueron los cuerpos izados de los últimos tres hombres en llegar. Se exhibían con diferentes, pero claros fines, eran como llamas flamantes en un mástil opacado.

Namjoon, nunca había visto a alguien que pareciera tan poco grácil moviéndose con tanta sensualidad como ese alfa. Era cierto que había tres cuerpos en ese escenario, no obstante, solo tenía mirada para ese a quien su hermano mayor llamó Suga. Los movimientos del omega eran dinámicos, fuertes, los del delta trazaban líneas amplias, capturaban tanta atención como su sonrisa y Yoongi, el más bajo de los tres, parecía desganado; sin embargo, su rostro estoico y mirada penetrante al moverse contrastaban tanto que sin proponérselo encandiló a Kim Namjoon.

Era divertido, porque aquellas oscilaciones casi obscenas que realizaba Suga sobre el escenario, afirmándose de la estructura metálica que unía al techo con el suelo y se fundía a sus pies, no eran más que un simple baile para todos los presentes excepto Namjoon. Porque este por alguna razón tenía la certeza de que la mirada felina del alfa estaba centrada en él y no se equivocaba.

Yoongi conocía a todos, al menos los había visto en más de una ocasión dentro de Bawdy, pero era la primera vez que veía a ese otro alfa pisar su centro de trabajo. Al abrirse las cortinas notó como este parecía un pez sacado de una pecera y liberado en mar abierto. No estaba acostumbrado a visitar esos sitios, parecía curioso, incluso interesado, pero cohibido, sin saber exactamente cómo proceder.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba ese omega? — Preguntó Taehyung a Seokjin sin alejar la mirada del hombre de cabellos blancos. — Estás muy familiarizado con todos.

— Se llama Hoshi. No voy a ocultar que soy un cliente de Bawdy, no regular, pero lo suficientemente frecuente como para estar al tanto del catálogo más selecto del club número uno en la ciudad. Además, justo delante de ti hay una tableta que puedes consultar para saber los nombres de todos los presentes aquí en la sala, nada difícil. — Respondió mirando a Jimin. — Nosotros hemos venido en más de una vez y, por lo que tengo entendido también tú.

Namjoon no formaba parte activa de la conversación, todo lo que pudo hacer fue centrarse en la mirada más inquietante del lugar. Es como si lograra ver sus deseos más ocultos, esos que ni siquiera él conocía. Su encía le escoció por un momento, sus uñas dolieron, su corazón latía de prisa, como si hubiese estado corriendo por el monte y no sabía el motivo. Algo en esa mirada ocasionaba que se sintiera perseguido y cazado, mas también un cazador acabando de descubrir su presa ideal.

Intentó levantarse, acercarse al tubo, pero antes de armarse de valor e ir hacia él, las cortinas se cerraron brevemente, viendo a las joyas del Bawdy alejarse, perdiéndose por el pasillo por el cual llegaron.

— Me gusta ese tal Hoshi, pagaré por él. — Mencionó Taehyung enarcando una ceja en dirección de Jimin y Seokjin, ambos besándose con el alfa escogido mientras el resto bailaba o simplemente se mantenía en algún sitio mostrando piel y ofreciéndose con la espera de cobrar algo extra. Lo cierto era que Kim Taehyung no era un hombre interesado en pagar por placer, no era lo suyo. Esa noche haría una exclusión en sus reglas. Un omega para silenciar el interés por otro omega mientras acompañaba a sus hermanos.

— Quiero a Suga. — Decretó Namjoon sorprendiéndolos e interrumpiendo la pequeña batalla de miradas que tenían sus hermanos, algo no muy novedoso. No quería pensar en ellos, sus familiares o las razones para escoger ese alfa. No había una razón en particular, no era exactamente el tipo de persona o licántropo que escogería, pero quedó prendado de su mirar, de su forma de moverse.

Es que no tenía nada más que sopesar, no estuvo entre sus planes terminar en un burdel de alta alcurnia después de haber terminado su relación. No conocía de ese sujeto algo más allá de lo dicho por su hermano y la información sobre todos los productos de esa "compañía" que el tablet colocado sobre la mesa guardaba. Estaban agrupados por sus castas y luego por puntuaciones dadas por clientes. Luego, había otro grupo selecto donde no había revelada puntuación alguna, solo algunas fotos y datos no muy reveladores que bien podrían ser falsos. De todos, el que menos fotografías tenía era Suga, ese que Namjoon estaba contemplando.

— ¿Suga? — Repitió Seokjin ladeando su cabeza. — Vaya, no pensé que lo escogerías a él entre todos. — Mencionaba logrando que Jimin dejara de tontear con quien lo acompañaba para observarlo.

Park estudió su reacción y quizás en el fondo sabía el motivo por el repentino cambio en el semblante de su prometido, esos tres sujetos fueron pedidos especialmente por él y lo más probable fuera que creyese pasar la noche con ellos. Tal vez por esa razón lo dejó escoger libremente esa noche, porque sus planes iban mucho más allá de un simple trío. Gracioso que Yoongi y Taehyung pusiera también los ojos en las joyas que su prometido pidió. Sinceramente, ¿qué esperaba que sucediera? Exponer los productos al público podría provocar el deseo en sus espectadores.

— Si lo deseas puedes tenerlo, al final es uno más de tantos, puedo cedértelo. Según tengo entendido es de los favoritos, eso debe significar algo. Podrá guiarte bien por los caminos de la perdición en tu primera visita. — Mencionó mirando a Taehyung. — Tú también puedes tener a Hoshi, todo va por mí, diviértanse esta noche. — Tocando algo en la tableta que Namjoon había estado observando, Seokjin suspiró. Al terminar, la dejó de lado centrando su vista en la puerta hasta que el delta apodado Hope entró, acercándose a ellos con una sonrisa. — Jimin, ven aquí. — Demandó de su prometido, sonriendo complacido cuando Jimin se acercó.

Solo cuando estaban en la cama o había diversión de por medio el dseta se mostraba dócil, únicamente porque le convenía. Fuera de esas ocasiones era bastante rebelde, una de las cosas que más detestaba y, de no ser por el compromiso de su familia que a él también le convenía, quizás no se hubiese dado el tiempo para conocerlo. Para esposo siempre esperó tener un omega sumiso a su lado y aunque Jimin parecía uno, estaba muy lejos de ser omega, mucho más sumiso.

— Quisiera tener a la esperanza junto a nosotros hoy. Tengo enterado que es un buen producto y lo estaríamos estrenando en su nueva posición. Seremos sus primeros clientes de élite, ya sabes lo que eso significa. — Los hermanos se sintieron un poco incómodos presenciando esa charla que evidenciaba aún más la intimidad del mayor de los Kim. Una cosa era saber que los dos guardaban cierto goce visitando juntos esos lugares, ahora, escuchar con detenimiento sus pláticas y planes ya pasaba un poco de lo que ellos querían conocer. — Acércate.

Jung Hoseok estaba emocionado, sería efectivamente la primera vez con un cliente de élite, se sorprendió cuando su jefe le dijo esa noche que ascendería tan repentinamente. Jamás envidió a Yoongi con malicia, mas tenía cierta intriga por saber qué se sentía ser uno de los favoritos, pasando de ser un producto y número más a la parte más selecta del catálogo. Clientes exclusivos, tratos del mismo estilo. Podría tener un mejor control de lo que quería tomar y lo que no.

No debía conformarse con cualquier cliente que le tocara, luchar por uno cuando eran escasos o estar como esos que ahora lo miraban ocultando su molestia. Simplemente dando vueltas con el anhelo de que lo tomaran para así llenar su cartera nocturna y no irse con el mínimo salario básico por no obtener ganancias extras. Había tenido suerte, a pesar de todo desde que llegó a ese lugar a la fecha, había subido bastante rápido, llegando esa noche a un lugar de puros privilegiados porque la mayoría no llegaría a ese nivel jamás.

Además, que su primer cliente de élite fuese Kim Seokjin era casi un honor. Los clientes la mayoría de las veces no revelaba verdadera información a ellos, aunque para poder acceder siquiera al club debían pasar por cierto procedimiento y comprobación de antecedentes. Eso era algo que controlaban sus superiores, no ellos. Claro estaba, nuevamente, existían excepciones como ese alfa que pidió por él porque todos sabían quienes eran él y su prometido, el señor Park. Tenían ya cierta reputación que los precedía. Ellos eran mejor que cualquier anciano o persona de dudosa sanidad mental pidiendo por sus servicios.

Se sorprendió un poco al ver que él fue llamado de regreso mientras a sus compañeros le indicaron que debían esperar en sus respectivas habitaciones, pero ahora que estaba ahí toda preocupación se desvanecía. Por eso se acercó como el alfa Kim Seokjin le pedía, notando la mirada de su prometido y el resto de la habitación sobre él. Sin embargo, cuando estuvo a escasos pasos se detuvo abruptamente, su cuello picaba y eso le recordaba que no era un alfa, sino un delta, alguien degradado aunque la mayoría de sus clientes no lo supiera. Ahora, sabiendo la importancia de Seokjin y el modo en que se le solicitó un restaurador de feromonas para contrarrestar el efecto causado por los supresores que regularmente consumía si era pedido por un cliente o estaba próximo a sus rutinas, era evidente que como cliente élite, manejaba toda la información sobre su persona.

Esto le hizo temer o más bien ponerse nervioso por un instante porque cuando lo creían alfa, aunque siempre estaba expuesto a cualquier cosa simplemente por su profesión, algunos se medían con temor de una pelea, respetando su rango inexistente. Ese alfa que tenía delante estaba al tanto de que no era más que un jodido delta que desconocía hasta el rostro del alfa que dejó en su cuello la marca cubierta diariamente por maquillaje. Sus pasos simplemente se congelaron, su nariz se arrugaba y pronto todos fueron despachados a excepción de los Kim.

— Hace más de un minuto te di una orden que no has cumplido y detesto la desobediencia. — Musitó Seokjin acariciando el borde de su vaso. — Acércate.

— Bueno, aquí está comenzando a apestar. — Mencionaba Taehyung al sentir las feromonas de su hermano llenando toda la habitación. — Tú y yo tenemos habitaciones esperándonos, vamos. — Tirando de la camisa de Namjoon, se levantaron abandonó aquel cuarto en donde un dseta moría por restregarse contra su prometido o el otro alfa algo afectado por las feromonas de dominio y seducción desprendidas por Jin.

— Vamos, acércate. — Habló Jimin esta vez, queriendo ir a buscar al delta que no apartaba la mirada de su prometido. — Lo estás intimidando.

— No. — Sonrió ladino logrando que Hoseok llevara instintivamente la mano a su cuello, cubriendo el sitio donde llevaba su mordida. — Solo lo estoy invitando a acercarse a su alfa. ¿No es así, Hope? Estoy seguro de que deseas acercarte al alfa dueño de esa mordida que ahora te acaricias, así que no temas, delta. Yo te cuidaré, acércate.

— ¿Lo reclamaste? — Preguntó Jimin dejando de lado su calentura, porque hasta ese momento no sabía que justamente el alfa con quien en semanas se casaría había mordido a alguien. — Esto no está dentro de nuestros malditos planes, Seokjin, follar, divertirse con uno o con miles es una cosa, dejar tu jodida mordida en alguien más, es otra. ¿Sabes el escándalo al cual nos enfrentaríamos si esto llegara a saberse?

— ¿Por qué se sabría? Ninguno de los presentes puede o desearía decirlo, desde ese alfa cuya vida terminaría en un abrir y cerrar de ojos si se le ocurriera divulgar algo estrictamente confidencial según su contrato firmado, como a ti. Estoy seguro de que no quieres gritarlo a los cuatro vientos, tampoco pienso que nuestro amigo delta desee revelar públicamente esa información, ya que no solamente la humillación, su desprestigio y trabajo estarían en riesgo. A mí, en lo personal, tampoco me conviene aunque soy quien menos problemas tiene. No es un secreto que los alfas pueden llegar enredarse, problema de otro si se deja marcar. Tengo posición, dinero y un apellido que me respalda, todo esto sin incluir mi casta y rango dentro de esta sociedad, si pierdo un prometido, tengo una fila que también desean asociarse conmigo. No es la gran cosa, además es la palabra de un delta contra la mía en caso de que quisiera hablar.

— Un solo examen a su mordida, una prueba de ADN y compatibilidad contigo es todo lo que se necesita para comprobar que la mordida que tiene en su cuello es tuya, imbécil. — Resopló Jimin incrédulo ignorando la manera en la que Seokjin tensaba su mandíbula.

— Repito, aunque llegara a verificarse y saberse, no pierdo mucho con eso, se haría un escándalo menor y sin importancia, mucho menor si saben que no es más que una puta de burdel. Tranquilo, no pasará nada.

Hoseok empuñó sus manos ante sus palabras, estaba acostumbrado a las degradaciones ya fueran parte del juego sexual o no, pero se sentía mucho más humillante ver como ese sujeto lo rebaja a algo menos que una escoria. Lo peor, descubrir que justamente este tipo era el causante de su cambio de casta, de la mordida en su cuello y de un encuentro que ni siquiera recordaba porque por aquel entonces había más droga en su sistema que raciocinio.

— Yo ya hice un gran pago que quiero cobrar, así que dejémonos de bobería, ¿de acuerdo? Mejor diviértete con el alfa que escogiste. — Jimin no pudo evitar rodar los ojos mientras lo miraba con molestia. — ¿Qué?

— Nada, digamos que yo ya perdí el buen humor con el cual llegué y no me interesa follar con nadie. Solo te pido que arregles este estúpido desastre que no sé por cuánto tiempo has postergado. Llévalo para que le retiren tu marca y pase por un proceso de limpieza eliminando todo rastro tuyo de su sistema porque no quiero cabos sueltos, Kim. Podrás ser muy alfa y tener unos cojones que te lleguen a los tobillos, pero recuerda que lo único que nos diferencia a ti y a mí son la casta y el rango. No seré el CEO de una compañía porque jamás me interesó, mas poder tengo de sobra, pruebas fuerza conmigo y te encontrarás con algo que no te va a gustar. Puedo ser tan o más hijo de puta que tú, Seokjin, no lo olvides.

Sin darle chance a contestar, Jimin se alejó del sofá peinando su cabello con los dedos. Le dio una última mirada a su prometido y antes de decir algo más de lo que tal vez se arrepentiría después, salió por la puerta para alejarse de allí y así mermar su molestia. Siendo ellos quienes eran, tener a una prostituta llevando una jodida marca en su cuello era un peligro. Caminó por los pasillos tenuemente alumbrados hasta llegar al ascensor, descendió y se dirigió hasta el bar en donde Jungkook trabajaba.

— Sírveme algo.

— ¿Lo mismo de hace un rato? — Preguntó el omega algo sorprendido por ya verlo ahí, solo y sin rastros de haber tenido sexo.

Por muchos neutralizantes que usaran después de sus jornadas, siempre quedaba algún rastro. Tal vez todos ellos no habían subido para tener sexo y únicamente fueron a pasar un rato divertido con música, baile, bebida y compañías. Esa idea que rondaba en su cabeza de Taehyung follando con alguien más podría haber sido solamente su tonta imaginación causando estragos. No es que debiese importarle, su hyung y él no tenían ningún tipo de relación sentimental, pero aun así, no había podido controlar el amargor en su aroma por mucho neutralizante que se aplicó.

— No, sírveme algo más fuerte, algo que me haga olvidar todo para no dar un paso que me perjudicará a futuro. — Asintiendo, Jungkook pasó a servirle un trago que acomodó en la barra frente al dseta que acariciaba su propia sien. — Me gusta, pero puede ser tan imbécil que de no ser por todo lo que nuestra relación conlleva ya lo hubiese mandado a la mierda por tanta frivolidad metida en su estrecho culo.

— Creo que el alfa de alguien hizo algo incorrecto.

— Algo incorrecto dices... — Rió con amargura. — No es tanto lo que hizo sino su manera de proceder frente a esto.

— Entonces estás aquí porque te molestaste con tu prometido y no porque la reunión hubiese acabado.

— No sé si alguno de los Kim termine pronto, más bien opino que recién comenzaron su noche, pero yo por hoy paso. Prefiero quedarme aquí contigo hasta calmarme mientras espero a que venga mi chofer por mí.

— ¿Todos? Es decir, ¿los tres, incluyendo tu prometido?

— Los tres y principalmente mi prometido, Jungkook. Ya sabes que no es un secreto que nosotros follemos con otras personas, me importa poco eso, mi molestia es por algo diferente. — Así que Taehyung sí estaba con alguien más esa noche y no estaba ahí solo para acompañar a Seokjin. Por alguna razón, saber esto lo molestaba y fue evidente en su rostro.

Si Jimin tenía alguna duda con respecto a su interés por el Kappa, en ese momento quedaba completamente disipada. Lo lamentaba, no fue su interés tronchar cualquier interés que tuviese en Taehyung, siempre creyó que él era el único que servía de esa familia. Si bien en sus tiempos de estudiante solamente lo conoció a él porque no conocía a sus hermanos, ya que Namjoon tuvo educación privada sin ser visto por nadie en la sociedad y Seokjin tenía una mayor diferencia de edad, era bueno que se fuera acostumbrando a cómo funcionaba la familia Kim.

Si él hubiese podido desligarse tan fácilmente de ellos como lo hizo el beta que estaba con Namjoon, la verdad lo hubiese hecho también. No importaba lo mucho que se divirtiera en ocasiones con Jin, lo rico que lo pasaban en la cama porque debía admitir que follaba delicioso, eso no empañaba su percepción de otras cosas. Era su prometido, mas no estaba ciego, al menos su alfa podía llegar a ser tan hermoso como malnacido y, aunque él no le tuviese miedo, sabía perfectamente que era de armas tomar, alguien con quien no se debía esperar una contienda fácil porque siempre iba con toda la artillería y jugaba sucio; su interés era y sería siempre ganar a toda costa.

2/2
Doble actualización, me ha tocado dividir el capítulo para que no se me hicieran tan largo. Ya en el próximo veremos más del NamGi, espero que no se me aburran.😋💜

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