— No, yo dejé en claro que no compraríamos o exportaríamos esos inhibidores y supresores. Nuestra empresa podría verse perjudicada si se asocia con una empresa de biotecnología acusada con pruebas irrefutables de las alteraciones en los fármacos que producen. No avisaron de estos cambios, provocando que murieran casi tres mil personas en el país en menos de dos meses. Sí, se disculparon públicamente, pagaron una compensación y ahora están de donación en donación fingiendo caridad cuando solo quieren limpiar sus nombres. — Namjoon negaba firmemente frente a los directivos con los que estaba reunido.

— Justamente ahora reduciríamos muchísimos gastos si nos asociamos a BioNWoo. Han cometido un error que llegó a los oídos del público, pero han sabido remediarlo rápidamente y recuperado el apoyo del pueblo porque siempre fueron vanguardistas en la industria farmacéutica. De las empresas coreanas dedicadas al desarrollo y fabricación de inmunoterapias activas para un enfoque específico de pacientes en el tratamiento de enfermedades graves, ellos siempre han liderado. — El subdirector de la compañía hablaba con elocuencia y rapidez procurando convencer a quienes lo miraban, estaba algo ansioso, pero continuaba viéndose tranquilo.

— Nuestra empresa está encargada de la exportación y comercialización de productos químicos medicinales para tratamiento o prevención de enfermedades. Esa fue una irregularidad que le fue encontrada y la aceptaron tras negarlo el tiempo máximo que pudieron. Eso significa que debajo de la alfombra se guardan muchas más cosas de las que se comparte y a corto plazo, esa suciedad terminará afectándonos. Puede parecer una ventaja ahora, pero créanme cuando digo que no es lo que necesitamos o conviene en estos momentos solo por ahorrarnos algunas monedas. Estas actividades afectan directamente tanto a la salud humana como de licántropos. No tomaré riesgos, no voy a firmar con ellos y es mi última palabra sobre el tema.

Buscando apoyo en el CEO de la empresa, Shin Donghee se giró en su asiento para ver primero a los otros directivos que ya habían dado sus opiniones con anterioridad. Cuando su vista se centró en el hombre de cabello negro de gran atractivo sentado junto a Namjoon, quedó a la espera de algún cambio.

— Estoy de acuerdo con el vicepresidente, Kim en todo lo que ha dicho. Trabajar con BioNWoo nos generará más pérdidas que ganancias. Por lo tanto, creo que podemos dar por finalizada esta reunión. — Kim Seokjin, el director ejecutivo de la compañía aguardó junto con su hermano en la misma sala mientras veía al resto de los directivos abandonar el lugar. — Será difícil igualar una negociación así.

— Podría ser, pero no es imposible. — Espetó el peligris observando su reloj. — Deberíamos irnos, padre ha organizado una cena por la visita de nuestro hermano.

— Cierto, el favorito regresa a casa y todos debemos a ir a rendirle pleitesía cuando tenemos cosas más importantes que hacer que andar jugando a las casitas con mamá y papá. — Hablaba el alfa pura sangre de cabello negro que se ponía de pie.

— Hasta donde recuerdo, el primogénito y alfa pura sangre siempre ha sido el favorito de papá. Son sus preferencias las que importa después de todo.

— Soy su trofeo, el hijo perfecto que deberá reemplazarlo en un futuro, pero no soy su preferido, ese serías tú. Taehyung por el otro lado, es el consentido de mamá, el menor de todos, el pobre kappa indefenso. — Musitó terminando de alisar su traje. — Da igual, al final todos somos parte de esta pantomima. ¿Vamos?

— Lo siento, debo recoger a mi prometido.

— Es una cena familiar.

— Justamente por eso llevo a la persona que se casará conmigo. — Repitió Namjoon terminando de tomar su portafolio.

— Hong Jisoo es un beta que no es para ti, hermano. Si sigues por ese rumbo padre seguirá enojado contigo al igual que mamá. Deberías ser inteligente, los omegas respetables son para presentarlos a la familia y reproducirnos. Las betas si son de buena cuna también son una opción. Una alfa como mamá que asegura al menos un alfa pura sangre y da descendientes fuertes, de tan buena procedencia como nuestra familia materna. Esas son las opciones que debes manejar cuando piensas en tu futuro. Los betas e incluso... — Calló por un segundo mirando a los lados para que nadie los escuchara. — Los alfas masculinos, están destinados para la diversión, pueden ser incluso tus amantes ocultos, ¿pero llevarlos a la casa?

— Hyung, no discutiré sobre este tema contigo una vez más. Se me hace tarde, así que nos vemos en la cena.

Culminó aquella plática pasando por el lado de su hermano mayor, ese alfa pura sangre y dominante que encajaba perfectamente en los estereotipos. Namjoon era un alfa como su padre e incluso madre, tenía muchas de las características de su casta que biológicamente estaban ahí y eran inmutables, pero otras, simplemente no las quiso y trabajó para mejorarlas.

Los hermanos Kim se despidieron en el estacionamiento de la empresa, Seokjin se adentró en el automóvil que aguardaba por él junto a su chofer y Namjoon se fue en su propio vehículo. Desde niño los choferes se sentían como una constante vigilancia sobre su persona implantada por sus padres, en cuanto tuvo la mayoría de edad y pudo deshacerse de ellos solo los utilizaba cuando era de suma necesidad.

Ser el hermano del medio tenía sus pocas ventajas, una de ellas era que ligeramente teníamos libertad porque había menos atención sobre él, esta estaba centrada en el mayor y menor de los tres. Esa carencia de atención fue positiva en más de un aspecto, pudo desarrollar bastas habilidades sociales sin la constante supervisión de sus mayores. Agradecía no ser quien cargara con toda la responsabilidad del primogénito o los excesivos mimos y cuidados a los que se enfrentaba el menor de todos.

Por eso comprendió a Taehyung que en cuanto tuvo la oportunidad de huir así lo hizo porque estar a ambos extremos podría llegar a ser asfixiante. La responsabilidad de la continuidad del nombre y familia no recaía en sus hombros, la dirección de la empresa, etc. Un alivio... Claro, eso no significaba que simplemente anduvo por la vida como quiso siempre. Terminó trabajando en la empresa cuando quería dedicarse al arte, ser un curador o tal vez tener su propia galería. No fue un marginado en su niñez o adolescencia, no puede decir que sus padres lo abandonaron o cuidaron, simplemente no fue el centro de su atención y no hubo un día en que no lo agradeciese.

Estacionando frente al edificio en donde residía su pareja, Namjoon sonrió sutilmente. Llevaban casi dos días sin verse debido al trabajo y en verdad lo echaba de menos. Verse para ir a comer con sus padres podría no ser la cita más romántica, pero lo compensaría correctamente en el resto de la noche. Tal vez las dos entradas que tenía para el teatro lo animarían tanto como a él mismo diciéndose que solo era un rato con su familia y después quedaba liberado. Las entradas y bueno... Namjoon sonreía mirando el cuadro que había mandado a comprar para él, eso sí que le iba a encantar.

Como siempre, fue agradable ver esa sonrisa como recibimiento, Jisoo o Joshua que era su nombre de nacimiento, siempre le daba las mejores bienvenidas. La sonrisa solamente se volvió más amplia al ver el cuadro, una verdadera obra de arte que él como curador estaba orgulloso de estar viendo. Abrazó fuertemente a Namjoon para envolverlo en sus manos entre abrazos, besos que culminaron con el beta sudoroso y deshecho en gemidos mientras Namjoon se liberaba tranquilamente.

Por separado cada uno tomó su ducha siendo el alfa el primero en hacerlo. Cuando vio a salir a Joshua envuelto en su bata se sentó en la cama para esperar a que este se vistiera, cosa que no ocurrió.

— Joshie, llegaremos tarde a la cena si no te apresuras a cambiarte.

— Namjoon, yo creo nosotros deberíamos hablar. — Comentó avanzando hasta la pared que quedaba frente al mayor para recostarse en ella y mirarlo. — Yo creo que tú y yo queremos cosas muy diferentes tanto de la relación como la vida. Tienes todo demasiado esquematizado y planeado. Quieres casarte al llegar a los treinta, cosa que sucederá en semanas, yo ni siquiera deseo casarme. Cuando me lo propusiste acepté porque todo fue demasiado lindo, nuestra relación era eso que las personas idealizaban. El alfa correcto que sabía lo que quiere, sin juegos, con un futuro claro en donde te desea incluir. La sinceridad, los detalles, el respeto, todo era simplemente magnífico y quedé encandilado por ello.

Mirándolo con una mezcla de sentimientos que no podía descifrar, Namjoon permanecía tranquilo. Por alguna razón no estaba del todo sorprendido, se sentía un poco decepcionada más que con su pareja, con él mismo. No estaba molesto, tampoco dolido y no sabía si eso era porque no había tenido el tiempo suficiente para procesar todas sus palabras o por algo más.

— Tuvimos una magnífica conexión en la intimidad, estuve en una nube durante gran parte de este año, pero lentamente he ido aterrizando. Eres genial, te quiero, me gustas, pero no estoy preparado para dar un paso más allá contigo y si te soy sincero, no quiero darlo. Es incómodo estar en el ambiente que te rodea y no me refiero a la alta sociedad en la que te codeas, sino tu familia específicamente. Sé que mi relación no es con ellos, sino contigo, pero forman parte del motivo por el cual no quiero seguir con esto. No quiero vivir luchando o probándome simplemente porque soy un beta que ellos consideran poca cosa para uno de sus herederos. A veces eres demasiado.

— ¿Demasiado?

— Sí, no sé si esta sea una razón válida, pero... ¿Eres un poco demasiado bueno? Es perfecto tener una relación estable, pero no comprendo que nunca hayamos tenido la mínima discusión. Porque cedes y callas lo que no te gusta, si deseo rojo y tú azul, terminas aceptando el rojo sin rechistar solo para que todo esté bien. No hay un "no", una molestia, un celo, no hay nada. Es como si fuésemos los protagonistas de una historieta después del vivieron felices para siempre suspendidos en el tiempo, sin la historia del después. No hay altos y bajos, no hay nada que nos haga ir más allá y nos impulse. El único inconveniente era tu familia y con tal de no tener problemas, simplemente dejamos de verlos.

— Quería que te sintieras bien y no tuvieses que encontrarte con ellos. ¿Por qué querrías discutir, celar o entrar en altercados innecesarios?

— Porque la perfección aburre. — Exhaló cansado. — es bonita, es perfecta, pero aburre. Yo estoy cansado de esto. Ni siquiera sé las cosas que te molestan o mejor dicho, las sé, algunas creo, pero nunca te veo molesto ni siquiera cuando pasan esas cosas. Es raro estar con un alfa como tú y no sentir emoción alguna, todo es demasiado plano. A veces incluso siento que no estás satisfecho en la cama, pero no me dices nada. Haces todo tal cual quiero, me satisfaces, pero ¿qué hay de ti? — Sus ojos se encontraron con los del mayor y sonrió algo triste. — Realmente eres increíble, eres perfecto, Namjoon, pero la perfección también es un defecto, incomoda, cansa. Yo no quiero seguir en una relación como la que me brindas.

El alfa solo permaneció callado, mirándolo mientras terminaba de procesar sus palabras. ¿Celos? No era alguien celoso, no tenía la necesidad de serlo porque confiaba en su pareja y lo que tenían. El beta estaba solo con él, ¿de qué había que preocuparse? Esperaba que si él quisiera estar con otro se lo dijera, tampoco hubo faltas de respeto ni insinuaciones de terceros en donde él tuviese que dar un paso adelante. ¿Por qué discutir o molestarse por eso?

No le gustaba discutir, cuando algo no le parecía lo decía y siempre se preguntaba si podía ceder o no. Si él podía ceder un poco, ¿para qué crear conflictos innecesarios? Aprendió eso en casa desde muy temprana edad, si no era algo verdaderamente necesario, las batallas estaban de más. Le gustaba el azul, al contrario el rojo, pero al final el rojo no le desagradaba, no le importaba utilizarlo.

Estabilidad, tranquilidad, armonía, esas cosas le gustaban, eran sanas. ¿Por qué alguien quisiera alterar eso si no había nada mejor que la paz y la armonía? Es como aclamar el cese de guerras y una vez en la paz sentir que necesitan acción y crear problemas innecesarios que llevaban a otra guerra. Él no quería eso.

Sí, en la cama muchas veces no se sentía satisfecho, bien, complacido, pero jamás satisfecho del todo. Como esa sensación de estar comiendo y alimentándose, incluso llenar por completo su barriga, pero al final sentir que no era eso lo que quería comer. El paladar exigía algo más y no sabía qué era muchas veces. Eso no significaba que no se sintiera bien con Joshua.

— Ves, ni siquiera en un momento así dices algo. — Espetó al ver que Namjoon se le había quedado mirando.

— ¿Qué puedo decir? Supongo que tienes razón y si ya tomaste una decisión, solo me queda aceptarla, respetarla.

— No lo sé, al menos preguntarme cuándo me di cuenta, por qué te lo digo ahora, no lo sé.

— Si me lo estás diciendo ahora es porque finalmente tienes la seguridad para hacerlo. Cada persona necesita su tiempo y este quizás fue el tuyo, el que necesitabas. ¿Por qué me molestaría o recriminaría eso? Si tú mismo estabas atravesando por todo eso, no puedo esperar que simplemente te detengas a decir cualquier cosa de la que no estás seguro. Ahora estás preparado para cerrar un ciclo conmigo y yo respeto eso.

— Creo que este es tu mayor defecto, definitivamente la perfección no existe y si lo hace se convierte en un defecto, algo imperfecto como sucede en tu caso. — Musitó Hong Joshua viendo como el mayor se levantaba. — ¿Te vas?

— ¿Hay algo más que desees o necesites hablar conmigo? — Detuvo todas sus acciones viendo al menor que simplemente negó, caminando hacia el cuadro recién adquirido. — No debes devolvérmelo, fue un regalo para ti. Lo compré porque me recordó a ti, pensé en ti y sentía que debía estar contigo, no porque yo me refleje en esa pintura. — Elevó sus comisuras hasta mostrar sus hoyuelos. — Perdón, pero ya debo retirarme, no puedo llegar tarde a la cena familiar.

— Claro, comprendo. Igual ya nos hemos dicho todos, así que ya podemos seguir nuestros caminos. — Comentó inclinándose para besar su mejilla castamente a pesar de que un rato atrás lo besaba apasionadamente mientras tenían sexo. — Gracias por la bonita relación, en serio, durante el tiempo que duró fue increíble y no tengo quejas.

— Bueno, estabas aburrido, esa es una queja más que suficiente, pero comprensible. — Se rio con torpeza y agitó su mano a modo de despedida. — Adiós, Joshua.

— Adiós, Namjoon.

+++

La cena con su familia fue igual que siempre, comida, bebida, temas triviales que todos comentaban como si siguieran un guión. Su madre intentando que Taehyung regresara, este esquivando el tema. Su padre hablando de trabajo, incluso de la fecha de la boda de Seokjin. Porque el alfa pura sangre estaba comprometido con un hermoso dseta de una prestigiosa familia. Aparentemente, se amaban, pero en el fondo todos ellos sabían que al menos Jin, no estaba enamorado de nadie.

La escena más candente durante su cena fue protagonizada por Namjoon. La mayoría esperaba la llegada de beta para despotricar, hacer comentarios fuera de lugar, recalcar por qué ellos no debían estar juntos o simplemente hacer malas caras. No verlo luego de que Namjoon insistiera tanto en que debían aceptar su presencia, fue motivo de sorpresa para los padres y Jin. Entonces las felicitaciones llegaron más entusiastas que cuando se comprometió. Brindaron y rieron cuando anunció que su compromiso estaba roto, que a partir de ese momento era un alfa soltero.

Solo el menor de los Kim se acercó una vez que solo quedaban las bebidas para decirle lo siento y brindarle un abrazo incómodo, pero sincero. Como muchas veces, se apartaron del resto, conversando más tranquilo de esos meses en donde no se vieron y la comunicación fue solo para dejarse saber mutuamente que todo estaba bien. Ahora que se sentaban juntos, podían ahondar mejor en detalles. Taehyung residía en Busan, pero estuvo varios meses en el extranjero, ahora que regresaba a Corea del Sur, quiso pasar primero por Seúl antes de regresar a su ciudad.

— ¿Entonces llevas ya una semana aquí? — Preguntó Namjoon y el menor rápidamente le indicó que hablara bajo. — Perdona... — Se disculpó y luego lo miró.

— Le dije a nuestros padres que llegaría hoy porque necesitaba un respiro y recargar fuerzas para afrontarlos. Además, quería visitar algunas amistades, compartir con ellas sin la presión de ellos y el trabajo.

— Entonces aprovecharás que estás aquí para mirar también cosas de trabajo.

— No precisamente, mamá quiere que me encargue de uno de sus edificios, así que miraré eso y aunque le dije que trabajaré en ello, no tengo la menor intensión de hacerlo. Sé que eso es solo una excusa para hacerme regresar o al menos venir de manera regular a Seúl y no me apetece.

— Pensaré detenidamente sobre imitarte. — Ambos rieron frente a esto. — ¿Te apetece ir a ver una obra de teatro? Tengo entradas esta noche para...

— Vamos a celebrar tu soltería, mejor dicho a curar ese corazón herido. Es el deber de un hermano mayor animar cuando alguno de sus hermanos sufre de desamor. — Musitó Seokjin interrumpiéndolos, ignorando como los menores rodaron los ojos. — Tú también vienes, Taehyungie, he organizado todo personalmente. Vamos, Jimin nos encontrará en el lugar.

— ¿Y ese milagro que invitas a tu prometido, hyung? — Indagó Taehyung con una mueca divertida.

— Pensé que por su familia y actuar iba a ser aburrido, pero me ha sorprendido y nuestra relación ha cambiado mucho. Puedo decir que hemos compenetrado, nos divertimos mucho juntos. Definitivamente, es el esposo perfecto.

Los hermanos sabían por el entusiasmo de Seokjin y la forma en que se deshizo incluso de sus padres que sería imposible negarse a su pedido. La obra de teatro quedó relegada a dos simples tickets que no se usarían. Taehyung y Namjoon fueron en un auto, Jin como siempre pidió que su chofer lo llevara en otro.

— No puede ser... — Murmuró Taehyung cuando llegaron y estacionaron en su destino. Un grande y elegante letrero con una caligrafía corrida acompañado de tono rosa fluorescente llamó la atención de Namjoon. "Bawdy", esa era la palabra escrita que hizo que el alfa peligris enarcara una ceja. — No puedo creer que hyung nos trajese aquí y que incluso traiga a su pareja.

— ¿Obsceno? — Susurró Namjoon. — Bueno, Bawdy tiene muchos significados, tratar asuntos sexuales de un modo divertido, fue usado en el pasado para referirse a las casas de entretenimientos, los burdeles. — Miró a su hermano. — En cualquier contexto, Bwady tiene una connotación sexual así que... ¡¿Un burdel?! ¿Seokjin nos trajo a un burdel?

— Sí, algo así, solo que más exclusivo y elegante, también puede llegar a ser excesivamente caro dependiendo tus gustos.

— Y tú tienes tanta información porque...

— Porque soy socio del club y he venido antes. Lo único extraño es que para acceder hay una lista de espera que puede tardar días e incluso semanas si no vas recomendado por alguien del interior. Tú nunca has venido por lo que puedo ver y aun así nuestro hermano ha conseguido traernos a todos. A eso le llamo yo influencias. — Comentaba mientras descendía del auto. — ¿Piensas quedarte ahí sentado?

— Pero es que a mí no me apetece entrar a ese tipo de lugares.

— Esta es la forma en que tu hyung decidió animarte tras tu ruptura. No tienes que follar con nadie, bebes unas copas como en un bar cualquiera y ya está, no pasa nada. No es la gran cosa, así que vamos. Jamás pensé que este fuese el destino, pero no me molesta en lo absoluto. — Agregó dibujando una sonrisa en su rostro.

— Bawdy... — Eso fue todo lo que susurró Namjoon antes de exhalar y seguir a su hermano.

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¡Doble actualización! Aquí les comparto el segundo capítulo, espero que haya sido de su agrado.
LORED

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