LA HUELLA ASESINA
«¡ATENCIÓN! SE HA COMETIDO UN ASESINATO A UNA MUJER JOVEN, POR LO QUE LA VOTACIÓN SE CIERRA.
FAVOR DE CONSERVAR LA CALMA.»
—Pero ¿cómo identificarán al asesino?—interroga una anciana al hombre del altavoz.
«HAY SUPOSICIONES DE QUE EL ASESINO SIGUE AQUÍ Y YA HA VOTADO, POR LO QUE LOS QUE YA HAN REGISTRADO SU HUELLA DIGITAL SE DEBEN QUEDAR.»
Con varios quejidos de parte de los participantes inicio el caso. Identificar la huella del asesino no iba a ser fácil, más de mil personas ya habían votado. Su huella digital ya estaba registrada en la computadora. Y a pesar de que se contaba con una gran organización en el registro, parar el sistema para hacer análisis repentino suponía un contratiempo.
¿Y cómo es posible que alguien haya matado a una persona, con arma blanca en mano, entre tanta multitud, sin ser vista? ¿Cómo alguien va a pensar que el asesino no es nadie mas que un simple niño?
Él se encontraba al lado de su madre, esperando la hora para poder irse de ahí y seguir jugando ese videojuego que tanto le gustaba, por lo que cada cinco minutos preguntaba: «¿Ya nos vamos? ¿Cuánto falta para irnos?» Atormentando a la pobre madre durante más de una hora. Al cabo de un rato, comenzó a desesperarse, pero insistirle de nuevo a su madre de irse de ahí lo único que había conseguido fue un regaño de parte suya. El niño, ya enojado y con las lágrimas cayendo de sus nada inocentes ojos, se alejó de ella y se sentó al lado de un hombre que se encontraba jugando con una navaja mientras esperaba.
—¿Qué hace señor?—pregunta curioso el niño mirando el artefacto que tenía una cuchilla que era igual al que utilizaba CJ, el personaje principal de su videojuego favorito. En ese momento el señor ya tenía que ir a votar y le pidió al niño que le cuidara su navaja, el niño emocionado aceptó y empezó a jugar con ella.
De nuevo el niño se empezó a impacientar y se acercó a su mamá.
—¿Ya nos vamos? —le preguntó el niño fastidiado.
—Todavía no.
—¿Entonces puedo ir al baño?
—No te voy a dejar que vayas solo —acto seguido la madre acompaña a su hijo al baño sin pensar en lo que iba a pasar.
A poco de entrar al baño la señora recibió una llamada y el niño, a modo de juego (si es que hay posibilidad de que así sea) le aventó la navaja a su madre, la cual impactó en el costado. El niño al verla desangrarse poco a poco y con la mirada perdida se fue corriendo todo pálido, dejándola ahí.
En la escena del crimen se puede ver a la mujer con la palma de la mano hacia arriba mostrando una mancha en su dedo que demostraba que ya había votado.
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