Verdades que duelen
Capitán Marvel elogio a Robín mientras intentaba ver si reconocía al merodeador, mientras Red Robín con gran habilidad movió los zoom de los aparatos de vigilancia enfocando mejor la imagen.
Unos segundos después Nightwing hizo acto de presencia sonriendo complacido al ver al tercer discípulo de Batman trabajando, quien solo se giró levemente correspondiendo la sonrisa de su predecesor como una muestra de reconocimiento y porque sin duda le caería muy bien su ayuda.
El recién llegado se acomodó a su lado, sus dedos parecían bien adaptados al tablero y entre los dos no tardaron en dar con el paradero del intruso que al parecer se dirigía a la sala de objetos confiscados.
—Al parecer alguien intenta recuperar su juguete —se burló Nightwing, luego soltó un suspiro cansado. Estaba ahí lugar para saber algo de su mentor, no para ayudar a esa bola de neófitos en la tecnología. Además su idea de evitar un robo no era estando detrás de un ordenador.
Nightwing se puso de pie dispuesto a intervenir, Red Robin estaba más que bien capacitado para guiarlo desde la sala. Capitán Marvel de inmediato se ofreció a acompañarlo, después de todo era incompetente en cuanto a computadoras.
—Yo lo acompaño pajarito —se a punto Vixen con su típico aire de conqueteo.
Dick no tuvo más remedio que volver a la silla del ordenador.
—Tengan cuidado —dijo antes de comenzar a teclear de nuevo.
El ladrón no parecía tener poderes así que Billy se prometió no golpearlo más de la cuenta, se las ingeniarían para acorralarlo y si tenían suerte quizás obtendrían información del paradero de Batman.
Nightwing sonrió autosuficiente al anunciar que como lo habían previsto el cleptómano se encerró en el área de incautaciones. Y se guardó de hacer un comentario mofándose al leer en los ojos de los dos súper héroes la pregunta de ¿Tiramos la puerta?
Por su parte Red Robín observaba con detenimiento a través de los aparatos de vigilancia la sala de incautaciones donde nada se movía, no existía otra salida, por lo que si quería escapar tendría pasar por los hombres en la puerta.
— ¿Qué demonios es eso? —Grito Red Robín al ver una gran sombra que se acrecentaba en el interior de la sala. Le hubiera gustado tener el tiempo para escanear la masa informe que se inflaba como pastel en el horno, pero lo primero era avisar a sus compañeros. —Salgan de ahí —dijo apremiante mientras dejaba la diadema de comunicación con la intención de correr rumbo al lugar en cuestión.
Dick lo retuvo sujetándolo del brazo. —Esa cosa parece el Señor Fango en día de lluvia, estaba aumentando su masa corporal y por las emergencias la mayoría de JLA estaba fuera. Con Superman, Kara, Stuart y Diana en la parte exterior no hay suficientes héroes para parar esa cosa si resulta ser un ente toxico.
—¿Entonces qué propones? —cuestiono Red Robín intentando recuperar la calma.
Nightwing siempre pensaba a futuro por eso...
—Lo mejor es quedarse y deshabilita el trasportador y cualquier otra vía de escape.
Red Robín sintió, tenía razón, lo primero era cortarle cualquier oportunidad de abandonar la Atalaya evitando que roben aquello que vinieron a buscar. Algo que debe ser en verdad importante como para arriesgarse a enfrentar directamente a la JLA en su propia base.
Vixen y Capitán Marvel tendrían que resistir por el momento. Y en caso de ser derrotados ellos podrían ser la última línea de defensa.
Una vez terminado de deshabilitar cada vía de conexión con la tierra bajaron rápidamente al recibidor de la nave. Con las armas listas y cada musculo tenso ante la inminente batalla.
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La explosión mando por los aires tanto a Capitán Marvel como a Vixen siendo ella la única que tuvo los reflejos suficientes para aterrizar sobre sus pies, aun así se agazapo contra la pared en busca de camuflajearse.
—No fue nada difícil entrar —murmuro una voz aniñada.
Billy se mantuvo tirado en el piso, quieto, atento a los pasos que se aproximaban, dejaría que se confiara.
—¿y esta es la famosa liga de la justicia? —Se preguntó en voz alta. —Supongo que los había glorificado demasiado.
Billy agudizo sus sentido y con forme se iba acercando podía distinguir la figura del ladrón, un poco más y lo tendría de frente; y justo cuando paso al lado de ellos Capitán Marvel se levantó al tiempo que preparo su puño. No dejaría marchar al intruso.
Dejo ir su puño contra el cleptómano cantando victoria antes de tiempo.
—No lo hagas —grito Vixen quien con sus ojos de felino logro ver entre la humareda del estallido al ladrón.
Billy no logro detener su puño a tiempo estrellándose con toda su fuerza sobre una superficie blanda. Y por un momento se arrepintió porque se había dicho que se moderaría, sin embargo una exclamación de asombro murió en su garganta cuando logro distinguir que su puño siendo sostenido sin ninguna dificultad por una mano pequeña.
Vixen no lo podía creer, contrario a su pronóstico al intentar detener a Capitán Marvel ese pequeño ser que pensó terminaría hecho polvo acaba de bloquear el poderoso ataque de Shazam.
Billy estaba tan asombrado que nuca vio venir la certera patada que le asesto en el abdomen y lo lanzo lejos. ¿Cómo podía tener tal fuerza si solo era...? Se dijo mientras su cuerpo colisionaba contra el muro.
Vixen gruño y cual felino se movió ágil en un ataque que termino con ella sobre el suelo. No lo podía creer ¿Cómo era posible que una niña tuviera tanto poder?
Su cabello negro azulado le caía por sobre toda la espalda casi hasta la cadera. Su traje era negro por dentro consistía en una blusa de cuello de alto, pantaloncillos cortos a medio mulso y una leve batita de color azul petróleo sin mangas encima que al moverse daban la impresión de alas. Las botas hasta la rodilla le daban un toque infantil, y todo coronado por un antifaz que enmarcaban unos brillantes ojos azul marino.
Era solo una niña, pero acaba de demostrarle a Vixen, quien la miraba de arriba abajo, que no podía ni debía menospreciarla.
La niña aprovecho el shock de Vixen para pasar justo a su lado corriendo sin esperar a que reaccionara. El grito de Billy la regreso a la realidad.
El Capitán Marvel con dificultad se puso en pie y salió tras ella. Aun cuando él era mucho más alto y por consiguiente tenía la zancada más grande no lograba darle alcance. Además esa patada que le acomodara, y el movimiento que hizo para quitase a Vixen eran unos que él conocía. Cómo no reconocerlos si fue los que Batman utilizo en un entrenamiento, más bien en una apuesta para que el murciélago aceptara una cita, la cual por cierto perdió.
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La plataforma estaba despejada, y la niña corría hacia ese lugar, muy seguramente con la idea de utilizar el transportador para salir de ahí.
Nightwing y Robín no tardaron en salirle al paso. Ella dio un respingo cuando se encontró de frente a los dos pupilos del Murciélago. Los dos hombres la miraban desafiantes y al mismo tiempo sorprendidos de saber que era ella, una chiquilla quien con su no más metro y medio había armado tal jaleo.
Dick no perdió tiempo, golpeo las pantorrillas de la cleptómana para hacerla caer.
Ella chasqueo la lengua, se levantándose tan rápido como cayo, primero se desharía de esos dos intentos infructuosos de Batman.
Nunca llego a tomarles aprecio y hoy podría dejar salir todo su coraje contra esos dos sin que su padre le reclamara.
Golpeo limpiamente a Red Robín en una de sus piernas. Este soltó un leve quejido. La chica tenía demasiada fuerza pues su pierna estaba entumida y el dolor se estaba propagando hacia su cadera. "Me ha golpeado en un nervio vital". Grito su conciencia trayendo de su memoria todo cuanto sabia del tema en un intento para detener la parálisis.
Nightwing contraataco de inmediato, si podía moverse de esa forma tan letal era mejor no dejarse llevar por su apariencia. Intento asestarle una patada, la cual la chica esquivo con una vuelta hacia atrás.
Ella le sonrió con superioridad antes de impulsarse con sus extremidades inferiores para llegar hasta los hombros del Guardián de Bludhaven y utilizando todo su peso tirándose hacia atrás logro levantar al hombre para lanzarlo lejos de la plataforma. No fue suerte el hecho de que este último se llevar consigo a Red Robín.
Para entonces Capitán Marvel que acaba de llegar y ver la escena en primera fila, comenzó a correr en círculos a su derredor formando un pequeño remolino que anularía su defensa, y lo logro levantándola del suelo y haciéndola girar, pero eso no le impidió que ella dejando que su cuerpo fuera arrastrado adquiriera cierta velocidad, la suficiente hasta quedar en algún punto cerca del héroe y de un buen puñetazo lo mandarlo a dormir.
El pequeño huracán había despejado la plataforma, ella sonrió ladina mirando los controles desmontados, estaba un poco mareada, pero sin perder la compostura de su muñequera izquierda desplego una minicomputadora que enchufo al panel para encenderlo y desaparecer regalándoles una sonrisa agria.
Superman y los demás entraron en el segundo exacto en que Robín, Nightwing, Capitán Marvel se incorporaban. Vixen entro en el salón de llegada de la Atalaya sobándose la cadera y los muslos no queriendo admitir que en un descuido había perdido frente a una chiquilla.
El hombre de acero miro el lugar, parecía como si la tercera guerra mundial hubiera asolado la Atalaya. Por fuera la torre tenia múltiples daños que seguro le costarían una fortuna a Bruce reparar. ¡Ah! Bruce....
—¿Qué era lo que nos atacó? —cuestiono el Kriptomano. Si no quería que su nerviosismo se notara debía controlarse.
Pero la verdad se sentía perdido.
Bruce era casi siempre el que llevaba la batuta en situaciones así, veía los detalles más relevantes de las circunstancias sacando deducciones y armando un plan a seguir. Sin él Clark sentía estar en medio de un océano sin saber con certeza asía donde estaba el sur. No tenía ni la más mínima idea de cómo encontrar una conexión entre lo sucedido y el rapto del Guardián de Gotham. Aún peor, recordaba que muchas veces sus decisiones los habrían conducido al desastre de no ser por el Murciélago. Ahora entendía ese comentario. "La próxima vez que deje a Superman al mando, golpéame con fuerza" (1). Eso era lo que Diana le había contado pasado unos días de su regreso a la Atalaya después de enfrentar a Darkseid.
Y si en el momento le pareció gracioso, en ese instante deseaba que Bruce estuviera ahí para decírselo en su cara, y no solo eso, que se burlara de su forma de entregar todo en una sola palabra, por su confianza desmedida en las personas. Aceptaría cualquier comentario agrio con tal de verlo delante de él, de poder estrecharlo entre sus brazos, con tal de poder saberlo a salvo.
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Cuando abrió los ojos la gran cantidad de luz que lo rodeaba lo obligó a cerrarlos de nuevo. Sus pies y manos estaban firmemente atados y las voces a su alrededor lo trastocaban. Estaba demasiado mareado para poder enfocar cualquier cosa, incluso los sonidos más bien le parecían un zumbido extraño que le mortificaba la cabeza. Pero había mucho en juego por eso con todo su autocontrol y entrenamiento se forzó a distinguir en palabras al aire, cualquier cosa que le indicara o diera una pista de ¿Cómo? ¿Por qué? Y ¿desde cuándo? Estaba ahí.
Por el tono de voz podría jurar que quien estaba más cerca de él era Lex Luthor y reclamaba algo sobre un proyecto, de que tipo no logro captarlo debido a un fuerte martilleo en sus cienes.
—Solo necesitamos una muestra de sangre y...
Bruce apretó los parpados alcanzando a reconocer a ¿Mr. Freeze? ¿Qué estaba haciendo alguien como el Dr. Victor Freeze con ese lunático de Luthor?
Dos personas más se añadieron a la conversación, y era imposible no reconocerlos, uno era Jonathan Crane, el Espantapájaros y la otra se trataba de Pamela Lillian Isley conocida como Poison Ivi. Y por supuesto, si se trataba de él no podía faltar su gran amigo. El Joker.
Su piel se erizo y su corazón latió con fuerza, estaba a merced de los lunáticos más grandes de la historia sin aparentemente una posibilidad de escapar. Bruce evito aunque sea sacudir levemente la cabeza, no quería llamar por nada la atención de esos psicópatas.
Los pasos alejándose le dieron el pie para abrir los ojos sin peligro y agitar la cabeza para despejarse, el dolor de cabeza se estaba volviendo insoportable.
Un poco más tranquilo de saberse solo reviso el lugar con la mirada, encontrando que era simplemente una sala blanca, esperaba que no de cirugías. Una opción que se volvió una probabilidad más aterradora a notar a su derecha varios paneles de control que monitoreaban sus signos vitales. Con un suspiro profundo procedió a verificar algún daño físico, sus músculos estaban intactos, no sentía ninguna incomodidad o dolor, de hecho además del dolor de cabeza no sentía ninguna otra incomodidad.
Se habían esforzado mucho por llevarlo hasta ahí sin causarle daño y eso ponía sus nervios de punta. Intento soltarse solo para darse cuenta que todos sus artilugios fueron removidos sin dejarle nada. Seguramente escanearon sus traje para...
Y entonces una idea lo congelo de pies a cabeza —No puede ser ellos saben quién...—grito su mente y su corazón dio un vuelco. Cerró los ojos con dolor e impotencia, apretó las manos lo más que pudo, sentía tanta rabia, tanto coraje que...
—Ellos no pudieron remover la máscara. Tu secreto está a salvo — aseguro una voz que extrañamente se le hacía familiar a Bruce, pero que no lograba identificar.
—Muéstrate —a pesar de la situación su tono seguía teniendo ese toque de autoridad tan distintivo en el Caballero de la Noche.
Ella simplemente camino hasta estar a la vista, aun llevaba puesto su uniforme, el mismo con el que había irrumpido en el Atalaya. Sin embargo al estar bajo la mirada del Guardián de Gotham solo bajo los ojos mientras sus mejillas se pintaban de un adorable carmín.
—¿Quién eres? — pregunto Batman sin perder detalle de sus gestos.
Esa chiquilla no la recordaba de ningún lado y sin embargo algo dentro de él se estremeció con tanta fuerza que casi podía sentir el sudor perlarle la frente.
La niña se notaba nerviosa. Con una de sus manos enrollaba un trozo de pelo, sus pies juntos jugaban a aplastarse el uno al otro y aun así el leve temblor de su cuerpo era visible. De piel blanca, complexión delgada o hasta menuda. El labio superior un poco más delgado que el inferior, rosados claro está por la tierna edad. "Bonita". Se dijo Bruce a si mismo casi con ternura.
Ternura.
TERNURA.
¿Desde cuando Batman podía pensar con ternura?
Él podía ver mucho en las personas, en ocasiones muy contadas sentir empatía por ellas, pero nunca podría volver a generar sentimientos como la ternura, el cariño o el amor. Esas eran palabras que ahora carecían de significado. Porque el reía, sí, y esa era la máscara que Bruce Wayne lleva en su vida a plena luz, porque el verdadero ser, aquel hombre que era real, era Batman, el impasible, el indiferente, el metódico, el ermitaño, el hermético y hasta el huraño.
No permitía que nadie se acercara más de lo debido. ¿Para qué? No era necesario, su misión en la vida era mucho más fácil sin trabas sentimentales de por medio. Y si se permitía ser parte de la JLA, bien había planteado los términos. "Medio tiempo" dijo enfatizando sus palabras en aquella ocasión. No contarían con él para cosas menores.
Sabía que muchos lo miraron con cara de disgusto, otros simplemente entendieron que era mucha socialización para él y bueno los restantes, más bien el único, Superman simplemente lo atribuyo a que no le gustaba estar enclaustrado en el trabajo y solo.
Acertaste boy scout, pensó en aquella época. Lo concia si no bien, pues "la lucha se hace" palabras alegremente dichas por el mismo kriptoniano. Como odiaba cuando Clark acertaba en algo referente a él, y sin embargo de vez en cuando se daba el lujo de sonreír de verdad cuando Kal-El celebraba más de lo debido un comentario atinado a su persona, o hacia una buena deducción. Era como un niño pequeño jugando al detective y esperando a ser felicitado por papá.
Y de algún modo extraño, esa niña se lo recordaba, su cabello era del mismo color que el del kriptoniano. Negro azulado. Contrastando con aquella piel blanca que asemejaba más a la propia y si podía volar o tenía algún otro tipo de poderes pues...
—Lucifer —fue la palabra suelta al aire. —Ese es mi nombre. Lucifer.
Aunque eso tampoco le decía mucho. Se lo hizo saber. Y ella pareció ruborizarse antes de aclarar que por ahora no podía decirle más. Se notaba contenta, su boca mostraba una tímida sonrisa y si su instinto no le fallaba, y eso era casi imposible porque este le había salvado la vida un millar de veces, esa jovencita tenía intenciones de abrazarlo.
—Están por llegar. Él vendrá por ti pronto —aseguro ella al tiempo que le mostraba el localizador de Robín y lo arrancaba de cuajo de su introspección y escrutinio.
Tenía serias dudas de cómo consiguió el artefacto que sostenía entre sus manos pero antes de comenzar con su interrogatorio, ella siguió hablando.
—Me hubiera gustado sacarte de aquí pero no podía hacerlo sola. No eres ningún costal de plumas.
Bruce lo entendía, además de que ese lugar debía estar lleno de un millón y medio de villanos. Incluso debía admitir que para él sería difícil salir si la base se encontraba equipada con tecnología LexCorp.
—¡oh! y hay que mencionar a tus lindos amigos quienes no perderán ocasión en armar una fiesta.
Batman frunció el ceño con molestia, esa niña no tenía sentido del humor y su sarcasmo lo estaba dejando helado. Ahora comprendía un poco más a Superman cada que este le pedía que se comprara un poco de humor. Y ahí estaba de nuevo, ¿acaso no podía apartarlo de su mente ni aun en una situación como esa?
El estremecimiento del edificio le hizo saber que los miembros de la Liga acaban de llegar.
Superman destrozo el techo al descender cual Dios con su figura fuerte e imponente.
Sus ojos azules escrudiñaron el lugar hasta toparse con los de Bruces. Con suavidad se acercó levitando hasta él para de un fuerte tirón retirar lo que lo mantenía prisionero.
Batman no agradeció, sin embargo sus ojos se mantenían fijos a los azulinos del hombre de acero, desafiantes y hambrientos. Deseosos de llenarse de la silueta del otro. Bruce no lo aceptaría nunca, pero sitio una gran necesidad de besarlo. Su cerebro gritaba, "este no es el momento", pero su cuerpo era otro cantar. Se habían acercado hasta casi anular el espacio que los separaba, sus pechos colisionaron y sus alientos se entremezclaron en una deliciosa y aditiva esencia que los tentaba a unir sus bocas, solo un poco más y el roce inminente entre su sensible piel terminaría por destruir la tibia resistencia que oponían a sus instintos. Solo unos milímetros más y...
Su momento mágico murió cuando Flash entro sosteniendo entre sus brazos a la niña que segundos antes se encontraba conversando con él.
—¿Y esta cosita les dio tantos problemas? —se mofo al reconocer a la chiquilla por los videos de la Atalaya.
El Caballero Oscuro torció la boca ante le comentario, pero no dijo nada y haciendo un leve movimiento de cabeza le indico al velocista que se la llevarían con ellos.
Con toda la caballería a su disposición no les tomo solo unos minutos salir de ahí, aun asi Bruce tenía un mal presentimiento.
&&&(...)&&&
Apenas regresar los siete fundadores caminaron a paso firme rumbo a la sala de juntas privada de la Atalaya. Esa en donde solo ellos siete se reunían a discutir. El problema principal era que, ahora sabiendo el tiempo trascurrido desde su secuestro y los incidentes acaecidos, Batman dudaba que su cuerpo estuviera intacto, debía llegar a la Batcave y realizarse exámenes exhaustivos. Pero sus compañeros parecían reacios en dejarle marchar.
La niña que trajeran se encontraba sedada y bajo vigilancia, y dudaba que le permitieran llevársela. En pocas palabras estaban obstaculizando su investigación y retrasando de encontrar cualquier posible conclusión y solución.
Bruce dio un suspiro cansado, ocasiones como esta le recordaban porque prefería trabajar solo. Un leve aroma llamo su atención pues no pertenecía a ninguno de sus "compañeros", sus sentidos se agudizaron buscando de donde provenía pues aunque su vista estaba puesta en la discusión en donde Green Lantern exponía su punto sobre cómo proceder con los exámenes físicos en la pequeña prisionera a un Flash que se negaba la idea de dañar a un niño así fuera por conseguir información; porque a pesar de lo entrenada que estuviera, eso era, una niña; el Señor de la noche intentaba distinguir quién era su visitante invisible.
Por debajo de la mesa Batman saco un pequeño bumerán que con la elegancia y puntería que solo él podía tener lanzo al aire dando en un par de las orejas puntiagudas. Los otros seis miembros de la mesa se colocaron en pie cuando el artilugio negro voló por la sala y saltaron en pose de ataque al ver materializarse al espía...
Chica Halcón dio un grito ahogado al reconocer el símbolo que ostentaba en su pecho. Stuart por su parte subía y bajaba su quijada sin lograr que las palabras salieran de su boca, pues él si lo reconocía los restantes exceptuando a Bruce solo gruñeron cual fieras a punto de atacar pues lo que tenían delante era una copia futurista de Batman
El murciélago de Gotham camino hasta llegar a la altura de si alter ego, entrecerró los ojos y luego sin quitar la vista del su clon, soltó de forma fría. — Terry McGinnis.
De los presentes solo Green Lantern, sabía porque conocía su nombre. Él recordaba a la perfección esa versión futurista de su compañero (2). Y si él se encontraba ahí significaba, problemas y grandes.
Bruce apretó los labios, si no se equivocaba y eso rara la vez pasaba, ese chico estaba conectado a toda esa serie de eventos que se estaban apilando sin significado aparente. Aun peor, su instinto le gritaba que las respuestas pronto las tendría y no le gustarían en lo más mínimo. Así que siguiendo su lógica de "al mal paso darle prisa", le pidió que no demorara más en decirles el motivo de su vistita.
Terry asintió ante la petición y retiro su capucha. Nuevamente un jadeo fue retenido, pero esta vez fue Superman el dueño de dicho sonido al ver que ese joven era la réplica exacta de Bruce.
Ninguno en la sala estaba preparado para lo que pronto escucharían.
Terry tomo aire, lo que debía relatarles era demasiado complicado. Tal vez sería mejor solo decirles que todos morirán. Pero sonaría muy brusco.
Sonrió, para luego recobrar ese temple ecuánime muy acorde con el atuendo oscuro que portaba. En realidad no le importaba como lo tomarían, él nunca fue bueno dando malas noticias, sin embargo se trataba no solo del destino JLA, sino el de todo el mundo; por tanto creyó mejor ir por partes, estructurar de la mejor manera posible todo cuanto tenía que decir.
Ellos lo estaban mirando, esos siete pares de ojos cuyos dueños son conocidos como los fundadores de JLA, los héroes que condujeron a la tierra a una edad de oro que duro lo mismo que el agua entre sus dedos. Casi nada.
—Dentro de dos años llegara lo que muchos denominaron como el pre apocalipsis. Sin duda de forma acertada. —Comenzó al fin Terry observando como su mentor tomaba el lugar que le correspondía en la mesa. — Se preguntaran. ¿Cuál es ese hecho que marcará la diferencia? —Se quedó callado un momento. Debía plantear los sucesos sin dar muchos detalles o alteraría la historia. Con un suspiro derrotado dijo —La muerte de Superman.
La sala se llenó de murmullos indignados. Diana incluso se permitió golpear la mesa con el puño ante tal noticia, solo Bruce aparento calma. Terry carraspeo con la garganta para apagar esos sonidos porque nadie se atrevió a reclamar nada de momento.
—Puedo ver por sus rostros que la noticia les conmocionó, pero en realidad esa reacción es minúscula a ver el cuerpo del Hombre de Acero ser completamente engullido por un sol rojo. No puedo darles detalles de ese incidente por si tratan de preguntar.
Terry se masajeo el puente de la nariz con el dedo índice y pulgar, le estaba costando mucho resumir una serie de eventos que darían pie a una vida insufrible en el planeta.
—Tres meses después la Liga de la Justicia será eliminada, en por lo menos un cincuenta por ciento.
Terry podía ver como surgían millones de preguntas por sus gestos y entendía el esfuerzo que les estaba costando mantenerlas amontonadas en sus cabezas y no dejarla salir en un marabunta que exige respuesta.
— Todos aquellos que tienen súper poderes morirán dejando la Atalaya a cargo de seres normales. —Las manos de más de uno en esa mesa se estrujaron, Terry dio un suspiro y lanzo algo a la mesa. —¿Eso se les hace conocido? — Todos miraron lo que parecía una aguja de plata, el murciélago de Gotham fue quien se atrevió a tomarlo para examinarlo.
Terry sonrió orgulloso, su mentor siempre se aria resaltar aun estando entre héroes tan poderosos del planeta. Un logro enorme.
—Es un disruptor de poder —contestó Batman completamente seguro de su análisis. —En realidad una réplica exacta del diseño de Luthor en miniatura (3) —aclaro con su tono ecuánime dejando el objeto de nuevo sobre la mesa.
—Pero eso es impo...—el comentario de Green Lantern se vio cortado por la continuación del discurso del único externo en la reunión.
—Tal vez ahora sea imposible, pero dentro del par de años que estamos hablando encontraran la forma de encogerlo lo suficiente para que un millón de ellos quepan en una caja de cerillos.
Decir que estaban sorprendidos, era más bien poco para lo estaban experimentando los siete fundadores.
—De hecho, debo confesar que nos valimos de esto para entrar a la Atalaya. Tómelo como una pequeña demostración de como al ser insertado en el cuerpo la persona pierde sus poderes. El efecto dura cerca de diez minutos, varia respecto al individuo y la cantidad de poder. Así que no sientan mal por no haber logrado detener a Lucifer, pues a fin de cuentas era como si una persona normal intentara frenar a Batman.
Superman estaba comenzando a molestarse y pudo notar en las miradas de los otros, excluyendo al Caballero Oscuro, que se sentían igual de indignados y quizás también timados.
—Fue con esto que lograron salir tan fácilmente de la Atalaya —afirmo Bruce lo que todos pensaban.
Terry era tan responsable del asalto a su base como lo era la niña en la enfermería. Nadie agrego ni reclamo nada, sabían que sin ese suceso y el rastreador de Robín hubieran tardado mucho en encontrar a Batman y nada garantizaba la seguridad del Caballero de la Noche.
—Sí. E igual pueden tomarlo como una clara demostración de con cuanta facilidad los aniquilaran.
Ante tal argumento Shayera se puso en pie con los ojos flameando de ira. Stuart la contuvo para que Terry continuara con el relato.
—Los dejarán primero sin poderes. Una vez depurada la liga, por decirlo de algún modo y con Batman como único dirigente, la JLA estará viendo sus últimos momentos. Se intentara buscar a los responsables de aquella matanza y les sorprenderá saber que ninguno de sus actuales adversarios fue el responsable. Muy por el contrario de lo que se pensó, los miembros restantes en lugar de mantenerse unidos poco a poco comenzarán a desaparecer. Sin motivo ni razón. Ya sea en misiones o porque se creen insuficientes, poco calificados e incluso habrá quien asegurará que sin Superman la Liga no tiene sentido. Sea como sea. Simplemente un día la Atalaya estará vacía.
El silencio reino en aquel lugar. Uno porque no sabía cómo continuar y los otros porque temían vivir para ver ese desenlace y temiendo que Batman del futuro les augurara cosas aún peores, si es que eso era posible. Su preciosa Liga, todo por lo que habían luchado y atesorado, se desvanecería en un corto lapso si ellos no lo evitaban.
—Los sobrevivientes del pre apocalipsis no fueron afortunados, porque ellos podrán ver el Armagedón. Segunda etapa de nuestra cronología. El día del juicio fue la explosión a gran escala de todos los villanos que ustedes por años contuvieron. Para en ese entonces ya no existía lugar seguro en la tierra, casi todos los sectores estaban siendo dominados. En la política Lex Luthor se colocó a la cabeza dejando en su gabinete a personas que si bien no eran útiles para un buen gobierno, si lo seguían fielmente y hacían cuanto decían. El monopolio de la tecnología fue decayendo cada vez más, cosa que convino a muchos porque de esa forma tenían poca competencia; pronto el tener un artículo que implicara la mínima tecnología era tan costoso que nadie se podía dar el lujo de pagar. Así las masas comenzaron a rezagarse en sentido de modernidad. El plan era sencillo, los convertirían en seres completamente manipulables por medio de la analfabetización. Sin educación las insurrecciones en contra de un sistema opresor se fueron extinguiendo. —Terry hizo una pausa y sus ojos recayeron en su predecesor. —¿Ellos saben quién eres? —Pregunto con algo de temor. El Guardián de Gotham afirmo con la cabeza al tiempo que sus manos se entrelazaban sobre la mesa de forma elegante esperando por la continuación. —Bruce Wayne de forma poco llamativa invirtió en varios proyectos para el constante desarrollo de Wayne Tech. Un gesto que le costó su libertad. Semanas después de que Empresas Wayne anunciara un producto que muchos considerarían el mayor avance de la historia, no solo por su practicidad, si no por su accesibilidad, el ya Presidente Luthor encontró, de forma poco fiable pruebas que implicaban al millonario de Gotham con varios asuntos ilegales. Todo lo perteneciente a Bruce Wayne fue confiscado. Entre ellos la Batcave.
El murciélago entrecerró los ojos. Terry sabía que esa revelación haría doler en el ego a su tutor, pero era la verdad y si pensaba ayudarlo debía ser franco.
—Luthor mantuvo en secreto la identidad de Bruce. No porque considerara inapropiado el divulgarlo, sino porque entendía que si lo revelaba muchos lo apoyarían. En menos de un mes todo lo que la familia Wayne construyó, los actos de beneficencia, los avances médicos y tecnológicos, todo paso a manos del gobierno, más bien a las de Luthor. Fue perseguido por años. Las cuentas privadas fueron censuradas, los capitales e ingresos cesaron. El que en algún tiempo fue considerado el hombre más rico de América se convirtió en un pobre fugitivo.
Terry tomo una bocanada de aire deseando sentir un poco de frescor en sus pulmones atacados por el pestilente aire de Gotham City del futuro. Sin duda los hechos que relataba de manera tan parca marcaron a más personas de las que él podía recordar, pero ya estaba ahí y no podía dar marcha atrás. Terminaría de contar lo sucedido.
—El proyecto Cadmus (4) por aquel entonces había sido abandonado, en su lugar se llevaban a cabo dos más. El proyecto Disas, y Batman del futuro. Cuyos resultados fueron, —corrigió intentando que su incomodidad no se notara. — Fuimos Lucifer y yo. —Los siete fundadores entendieron a quien se refería. —Bruce Wayne ya era demasiado mayor cuando yo lo conocí y me convertí en el sucesor a ese gran nombre. Así que lo que a partir de aquí voy a relatarles bien podría ser una versión no tan confiable de lo que fueron esos proyectos y sus secuelas. —Los héroes asintieron. — El proyecto Batman del futuro fue puesto en marcha una vez que la JLA fuera completamente desmantelada. Los anteriores miembros ahora trabajaban por separado. Batman no era la excepción. Pero tomen en cuenta que él no es más que un mortal, una persona sin poderes. Su cuerpo no tolero tal desgaste. Digamos que salió de circulación después de un encuentro nada favorable para él. Fue Amanda Waller quien se encargó de buscar una pareja que tuviera el perfil psicológico de la pareja Wayne, un poco del ADN de Batman y un año después nací yo. Para no alargar mucho esto solo diré que soy el clon de Batman en más de un sentido. Buscando mi venganza fue como di con Bruce, le robe el traje de Batman y me convertí en el Caballero de la Noche. El me enseño todo lo que se. Se convirtió en mi tutor. Mi entrenamiento en Gotham solo tenía como propósito prepárame para formar parte de la nueva Liga de la Justicia.
—¿Entonces algunos más sobrevivieron? —Terry casi vio el alivio en el rostro de la que llamaban Chica Halcón. Esa esperanza de que no todo estuviera perdido. Que aún había posibilidad para que el futuro no terminara siendo un lugar tan ruin y despiadado como lo pintaba el sucesor del murciélago.
—Podría decir que sí. Pero sería una mentira. —Nuevamente el silencio se instaló. —Verán, los nuevos miembros eran al igual que yo solo copias. En la época de la cual provenimos ya no existen héroes nacidos, únicamente los creados, los copiados de la que se consideró la era de oro. Los integrantes fueron obviamente réplicas de los siete fundadores o eso se pensó en un principio, ya que no existían muestras ni de Jhon el extraterrestre ni de Superman. La última muestra del llamado hombre de acero se perdió cuando SuperBoy murió en el pre apocalipsis y ni hablar de Kara quien desapareció (5). La liga estaba incompleta. Aun sabiendo eso, no estaban en un momento que les permitiera detenerse a pensar en minoridades, o al menos así lo consideraron. Nos mandaron a luchar sin experiencia previa. Más a ellos que a mí. Era nuestra tercera batalla. Las cosas se veían mal, estaba seguro que no lograríamos salir de ahí. Si tuviera que decir los niveles de capacitación, pues pensémoslo de esta forma, mis compañeros estarían en un nivel cinco, y yo en el quince. La diferencia era grande. Pero los del proyecto no darían marcha atrás. Lucifer apareció como salida de la nada y con su ayuda pude sacar a todos los demás. Obviamente no les gusto ser rescatados, pero estaban vivos para librar otro raund. Y ya que saben cómo está la situación. Viene lo más difícil.
Una exclamación general se escuchó en la sala. Todo cuanto había relatado McGinnis era una horrible predicción y ¡aún faltaba lo más difícil! Batman carraspeo con la garganta llamando a la serenidad. Una vez guardaron la compostura Terry continuo.
—Ustedes saben que una de las especialidades de Batman es encontrar lo que nadie puede. Así pues me dedique a indagar en el pasado buscando la fuente de todos estos males. Y la ayeé, pero aquello me trajo horribles consecuencias. —Suspiró de forma ruidosa. Ahora solo debía decir lo último. Y aunque le parecía tonto. Le dolía pronunciar esas palabras hasta el fondo de su corazón. —El responsable de la destrucción total de la JLA y prácticamente del mundo fue... fue Batman.
Continuara...
N.A.
(1) Capitulo Darkseid: Anochecer de Liga de la justicia ilimitada
(2) Capitulo El pasado y el futuro de Liga de la justicia ilimitada
(3) Capitulo Un mundo mejor de Liga de la justicia ilimitada
(4)El Proyecto Cadmus es un proyecto del gobierno de ingeniería genética. Sus creaciones notables incluyen el Guardián de oro (un clon del original Guardian) y Dubbilex, un telépata DNAlien que se asemeja a un extraterrestre gris alto con cuernos. Dabney Donovan era un "científico loco" que fue despedido en última instancia del proyecto porque sentía que nunca debe haber límites en la comprensión de las posibilidades del código genético. Donovan había sido ampliamente acreditado por las creaciones no humanas del proyecto, denominado "DNAliens" (el ser humano clonado genéticamente alterado).
(5) Capitulo Lejos del hogar Liga de la justicia Ilimitada.
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