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Final: Hannah Montana, boda y mi chica.

Ryan llego en menos de cinco minutos, sin zapatillas, con solo una calceta cubriendo sus apestosos pies y el cabello mas freak visto desde que nací. Inmediatamente coloque mi rostro mas serio y me cruce de brazos interrogándolo.

—¿Cuando pensabas contarme que estabas saliendo con Molly? — Eleve mi ceja derecha.

Me sentía todo un aguacil de la ciudad.

Oficial Bieber, sonaba bien.

— No te queda la actitud seria. — Pronunció.

— Y tu no eres bueno evadiendo mis interrogatorios, ¿desde cuando sales con la blonda? —Repetí a lo que Ryan revoloteo sus ojos.

— Estamos intentandolo hace como dos semanas.

— ¿Te gusta?

—Es una chica interesante, puedo hablar con ella lo que se me antoje, nos reímos bastante...

— Ryan - Interrumpí. — ¿Te gusta Molly? — Mi amigo asintió tímidamente, comenzando a colocarse como un tomate.

—¡Crecen tan rápido! — Exclame dramáticamente mientras le daba un leve abrazo. — Me alegro mucho por ti Busty. — Golpee su espalda. La última novia que tuvo término por ser una perra con él.

Sin ofenderla, claro.

— ¡Holaaaa! Siento tener que interrumpir el momento marica, pero tenemos una chica a punto de dar a luz aquí. —Exclamó Ann apareciendo en el living y apuntando hacia Selena que se encontraba en los brazos de Molly. Ryan y yo reímos.

— Controla a tu chica.

— ¡Soy divergente y no puedo ser controlada! — Grito Ann corriendo hasta la puerta, me encogí de hombros gracioso.

— Ya la oíste, es incontrolable. — Respondí mientras tomaba a Elvis y seguía a Ann por detrás.

[•]

Apenas llegamos a la clínica veterinaria, Molly es la primera en bajarse junto con Ryan. Cuando llegamos a a la puerta, nos esperaba la enfermera encargada de el parto de Selena. Era bastante alta, por lo que me sentía como un pitufo tratando de hablar con un avatar.

—¡Tenemos un 3312! — Decimos Ann y yo juntos.

—¿Eso no es de Monster Inc? —Pregunta.

—No... - Volvemos a decir ambos a la vez, inseguros. Gabriella, como aparece el nombre de la enfermera en la chapita, nos mira con el ceño fruncido para luego negar con su cabeza.

—De acuerdo, deben esperar aquí.

— Pero... Elvis quiere entrar, el es el super papá. —Hablé por mi compañero que estoy seguro que si pudiera hablar le gustaría estar en el parto de su novia puerco. Ser la voz de tu mascota es la regla primordial.

— Ya hay dos personas en la habitación, lo siento. — Se disculpo niña avatar. —Tengo un parto que atender, así que los dejo.

—¿Estás pensando lo mismo que yo? — Pregunto Ann una vez que la veterinaria se fue. La miré atento mientras que los ojos de Ann solo reflejaban diversión.

—¿Que soy muy caliente?— Bromee.

— Bueno, sí, aparte de eso. — Comento sarcásticamente. —Vamos a colarnos en la habitación—Sonrió. —  Y tú Elvis, podrás ver a tu chica. — Le hablo a mi puerco espín.

Una vez que encontramos dos delantales blancos, y Elvis estaba escondido dentro de este, fuimos hasta la habitación 12 donde se encontraba Selena dando a luz. Nos colocamos la mascarilla, algo para cubrir nuestros cabellos y así pasar desapercibidos. Acomodé a Elvis y Ann me dio la señal para entrar.

— Lamento la tardanza doctora. — Habló Ann fingiendo una voz más seria. Evite reírme.

—Necesito más suero. — Respondió apresurada.

—¡Mas suero! —Me gritó Ann y fui hasta uno de los muebles que tenía un papel escrito "suero" pasándoselo a Ann. Elvis se removió dentro de mi delantal a lo que me moví incomodo.

— ¿Le pasa algo doctor? — Preguntó doctora Avatar.

— El solo... el tiene una picazón, es eso.— Excuso abruptamente mi chica.

— ¿Está seguro que no es nada grave?

—Todo está bajo control. —Guiñe mi ojo y Ann me dio un codazo.

—No es necesario el guiño. — Susurró.

— No son necesarios los celos, cuando sabes que la única que me interesa eres tú. — Dije en el mismo volumen de voz. A pesar de que una mascarilla cubría su boca, estaba seguro que estaba sonriendo por que sus mejillas regordetas se inflaron.

— ¡Vienen en camino! — Exclamó la doctora y Molly chilló.

Lo último que vi fue a un roedor saliendo del cuerpo de Selena, Elvis escapándose de mi delantal, la veterinaria gritando y yo sintiendo como caía al piso y todo se volvia negro.

Finalmente Selena y Elvis fueron padres de dos puerquitos. Uno se lo quedo Molly, que le puso el nombre de Ryan, por Ryan. Así que ahora cada vez que le hacíamos mimos, Ryan creía que le decíamos a él hasta que uno de nosotros debía decirle que nos referíamos al puerco. El otro puerquito, o debo decir la otra puerquita, me la quede yo.

El nombre lo había pensado bastante, la tuve dos días sin nombre y me sentía un mal padre, por lo que finalmente el miércoles me decidí a llamarla nada más, ni nada menos que Hannah Montana. Así ella podía tener lo mejor de ambos mundos. Fue lo primero que se me paso por la mente al llamarla así y terminé por reírme solo.

Elvis se había quedado con Selena, fue una decisión difícil dejarlo ir, por que había sido mi compañero de ver a chicas por internet. Con Hannah no podría hacer lo mismo, a menos que le pusiera vídeos de puercos espines, pero ahora era bastante pequeña por lo que no quería ensuciar su mente pura y sana con pensamientos que no son dignos. Siguiendo con el tema principal, iba a buscar casi todos los días a Ann a su casa, así que sería como tener a Elvis de todas formas. Además que Hannah necesitaría de su madre de vez en cuando.

Ahora me encontraba vestido formalmente en la boda de Tía Maya.

La semana había pasado bastante rápida, que ni cuenta me di cuando ya debía ir a arrendar un traje para la boda. Ann se encontraba a un lado mío. Estaba tan bonita. El peinado hacía atrás y el maquillaje en sus ojos hacían resaltar sus ojos azules y sus finos rasgos, estaba mas atento en admirarla a ella que ver como los novios se daban el sí. Apreté mi mano contra la suya e inmediatamente su atención se centro en mi.

—¿Qué? — Murmuró.

—Te quiero.— Hable en su oído y planté un beso en su cuello que estaba libre para mi. Su perfume inmediatamente me inundo.

—Lo sé, yo también me quiero. —Dijo mirando donde se encontraba tía Maya y Mark, su ahora esposo.

—¿Quién de nodotros dos es el egocéntrico ahora?

—Sigues siendo tú. — Sonrió y beso mi mejilla. El juez a cargo del matrimonio civil, les dio el permiso de besarse y todos nos levantamos de nuestros asientos para aplaudirlos. La boda había sido en la playa, por lo que el aire romántico y del mar podía sentirse. (Obviando el olor a jaiba, que le quita todo sentido empalagoso a esto).

Inmediatamente después de algunas felicitaciones, los padres de Ann se acercaron hasta nosotros. Cabe decir que estuve por hacerme en los pantalones al ver la mirada de "quita tus sucias manos de mi hija" en los ojos de su papá, pero fue mejor de lo que esperaba.

— Así que tú eres el novio de mi hija...

—  Bueno, novio oficial, así como novio novios, no aún. — Hice una mueca.

— ¿Entonces la quieres para pasar el rato? — Gruño.

— ¡No! Claro que no. — Fruncí el ceño mientras trataba de conectar mis ojos con los de Pinky para pedir ayuda. —Realmente la quiero, lo prometo, solo que no se ha dado el lugar para pedírselo de forma oficial.— Explique nervioso y la sonora risa del padre de Ann no tardo en escucharse. ¿Que está sucediendo?

—Tu rostro de "no me patee el culo" ha sido lo mejor. —Rió mas fuerte. —Bienvenido a la familia muchacho, mi hermana me ha hablado bastante de ti. - Me golpeo la espalda en forma paternal. —Solo cuídala, por que tengo estos dos ojos puestos sobre ti. — Asentí frenéticamente.

La madre de Ann no hizo mas que alargarme y diciéndole a su esposo que por que no habían tipos como yo cuando ella era más joven. Aunque para tener unos cuarenta años no se veía nada mal. Ann había heredado sus ojos y no solo eso, su sentido del humor también.

Luego todos los invitados nos dirigimos hasta la mesa donde distintos aperitivos nos esperaban. Debo decir que fui como un niño pequeño corriendo por su dulce hasta está, no había comido nada desde la mañana ya que me quede despierto toda la noche escribiendo una canción. Era una sorpresa que le tenía a Ann, le había prometido que algún día me escucharía cantar y hoy era una gran ocasión para hacerlo, a pesar de que estaba nervioso ya que jamás había cantado con tanto público, Ann me hacia sentir un poco mas seguro de mi mismo.

— Tú prima me está acosando. — Le digo a Ann cuando ya me está desesperando la mirada de una de sus parientes sobre mí.

— Ignorala.

—¡Eso he hecho desde que me senté! Se que soy irresistible para tu familia Ann, primero tú, luego tu tía, después tu mamá, ahora tu prima, ¿que viene después? ¿Tú bisabuela? — Sentí un golpe en mi cabeza. — ¡Hey! Solo estoy diciendo la verdad.

— Creo que ella aún no sabe que tú no estás disponible.— Pronuncia comiendo de su helado de chocolate.

— ¿Así que aún no lo sabe? — Miró su boca donde un rastro de chocolate quedo en su lado inferior.—¿Por que no se lo dejamos en claro, entonces? —Me acercó hasta atrapar su labio inferior donde se encontraba manchado con chocolate. Ann sonríe en medio del beso mientras y tiro de su labio con mis dientes. Cuando nos separamos, me doy cuenta que su prima nos ha dejado de mirar y ha cambiado su semblante a uno completamente serio. — Listo. — Doy un beso corto y Ann niega con su cabeza.

Cuando llega el baile de los novios, "Thinking Out Loud" de Ed Sheeran suena por todo el lugar. Inmediatamente se puede sentir el ambiente llenándose de amor, mientras distintas parejas se levantan para bailar un vals. No soy muy bueno bailando, pero creo que Ann necesita este momento y yo no se lo negaré.

—¿Me concederías está pieza bella dama? — Trato de hablar como un caballero antiguo. Una carcajada sale de los labios de Ann antes de asentir.

La acerco a mi tomando su cintura, mientras otra de mis manos sube lentamente a su espalda. Ann rodea mi cuello y sin dejar de mirarla a sus bellos ojos azules, que combinaban ahora con el mar de fondo, nos movemos levemente. Debía estar orgulloso de mi, por que finalmente un momento como los libros de Nicholas Sparks me resulta. Doy un beso en su frente cuando Ann apoya su rostro en mi pecho mientras la siento suspirar.

Cuando la canción termina, miles de parejas quedan unidas sin quererse soltar y eso me incluye, pero debo excusarme debido a que tenía una presentación que dar. Le digo a Ann que iré hasta el baño mas cercanos que haya y ella algo frustrada me deja ir. Me consigo una guitarra con los músicos que hay presentes y subo al escenario mas nervioso de lo común. Inmediatamente los ojos de todos los presentes me observan.

—Uhm, hola a todos. — Carraspeo. — Quiero felicitar a los recién casados, Tía Maya y Mark. Solo decirle a Mark que la cuide y sepa quererla por que es una gran mujer. — Mark me hace un gesto con su dedo pulgar tirado hacia arriba. — No estoy borracho para los que creen que lo estoy por que he subido acá arriba. — Bromeó para calmar mis manos temblorosas. —Básicamente estoy aquí por que hace un tiempo atrás, le prometí a mi chica que escucharía una de mis canciones, así que uhm, aquí vamos. — Miró a Pinky y afino mi guitarra para comenzar a cantar.


«Well let me tell you a story, about a girl and a boy.

He fell in love for his best friend.

When she's around, he feels nothing but joy»


Cuando he terminado la canción, los aplausos de todos me rodean pero solo puedo centrarme en Pinky quien se encuentra con sus mejillas adornadas de un color rubí, y sus preciosos ojos azules con una capa de lágrimas. Sonrió y bajo del escenario para dirigirme hasta Ann, quien apenas llego me rodea con sus brazos y sus labios no sueltan los míos.

—Eres tan... ugh. —Me vuelve a besar y sonrió por su reacción. — Eres tan tú que me hace quererte cada vez mas. — Confiesa y no puedo estar más feliz por eso.

—Se mi novia. —No es una pregunta. — Hagamoslo oficial y se mi chica.

—Ya soy tu chica desde esa tarde en el baño. —Muerde su labio inferior. —Sería bastante estúpida como para salir arrancando nuevamente, es claro que quiero ser tu novia. — Y ahora, finalmente capturo sus labios demostrando cuanto la quería y la necesitaba conmigo.

No me arrepentía de todo el esfuerzo que había hecho para que Ann aceptara estar conmigo, por que cada una de esas cosas me fue acercando a ella, así aceptar que Ann significaba mas de lo que yo pensaba y así finalmente poder decir que Ann era mi chica, mi novia y lo era todo.



n/a: Queda el epílogo y allí podrán leer como lloro grasa dándoles los agradecimientos <3.



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