Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

014: Pinky y Cerebro.

Rompí el beso lamentablemente por la falta de oxígeno, sin antes de dejar pequeños besitos en su boca haciéndola reír.

- ¿Te sientes mejor ahora? - Preguntó mordiendo su boca divertida.

- Creo que necesito una dosis más de eso. - Ann volvió a reír divertida tomando mi rostro entre sus manos.

Sin advertirme, volvimos a besarnos y está vez fue definitivamente mejor que el anterior. No lo hacía mejor el juego de nuestras lenguas, lo que lo hacía mucho mejor era que podía distinguir un toque distinto en nuestro beso, era como transmitir todo lo que habíamos callado y sentido, para luego solo expresarlo con el choque de nuestras bocas.

- Mucho mejor. - Delinee sus labios con mi dedo pulgar al separarme.

- No era así como.... - Respiro profundamente, quizás por haberse quedado sin aire como minutos atrás lo había hecho yo. - Como quería empezar a aclarar las cosas.

- Quizás era mejor ir directo a la acción. - Ann golpeo mi pecho con su puño.

- Hablo enserio, idiota. - Fingió molestia y solo atine a dejar un beso en su respingada nariz.

- En ese caso, vamos a hablar. - Golpee su trasero y ella abrió sus ojos.

- ¿Por que jodidos me golpeas en el trasero?

- Me distrae. - Me encogí de hombros mientras me levantaba del piso y Ann negaba con su cabeza y revoloteaba sus ojos.

Cuando comenzamos a caminar, me decidí a tomar la mano de Ann y entrelazar nuestros dedos, uniéndolos como un perfecto rompecabezas. Ella quedo algo sorprendida por la muestra, por que visualizo la acción reflejando algo de sorpresa. Cuando bese sus nudillos, pareció tranquilizarse y pude distinguir una pequeña sonrisa asomándose en su rostro a pesar de la oscuridad.

- ¡¿Que es lo que están haciendo en mi propiedad?! - De la casa, salió un anciano con el bate de baseball.

- Oh oh...

- ¡Dijiste que era seguro!

- Me retracto de mis dichos, ahora corre. - Tire del brazo de Pinky y corrimos a toda velocidad por el campo.

- ¡Promiscuos! ¡Llamare a la policía! ¡Degenerados! - Exclamó el abuelo mientras movía el bate, tratando de intimidarnos.

- ¡Es un abuelo, no nos puede alcanzar aunque quisiera! - Gritó Ann en medio de nuestra carrera.

- ¡Es un abuelo furioso con un bate! - Corregí. - Ya he tenido experiencias con abuelos que tienen emociones demasiado fuertes. - Recordé a Roberta. - No es nada lindo, así que corre por tu vida.

- ¡En deporte siempre sacaba una D! ¡Deportes y Ann no van juntos! - Gimió mientras se soltaba de mi mano y se tiraba al suelo. - Sobrevive sin mí, sálvate tú. - Hablo dramáticamente a lo que voltee mis ojos.

- Ann levántate. - Tire de su brazo.

- Estoy cansada. - Hizo un puchero. Observe detrás para ver que el anciano nos seguía buscando. Pase una mano por mi cabello despeinandolo.

- Ven aquí. - La tome entre mis brazos y la eleve a mi espalda, quedando rodeado por sus piernas. - Dios, me pagaras esto.

- No tengo dinero.

- No me he referido al dinero.

Corrí con Ann en mi espalda, alejándonos del anciano furioso y su bate. Unos kilómetros más, cuando estaba seguro que salimos de la zona de peligro y llegamos al lugar donde quería traer a Ann desde un principio, la solte y estampe mis labios con los de ella, mientras caminábamos hacia atrás.

- Te dije que te lo cobraría. - Sonreí sobre su boca y continúe acariciando mis labios con los suyos. Ann paso sus brazos detrás de mi espalda, aproximando aún mas nuestros cuerpos, mientras yo solo acariciaba su pelo con mis manos, amando la sensación de su pelo lacio entre mis dedos.

- Justin... - La escuche decir en medio del beso.

- ¿Mhh? - Succione su labio inferior.

- Déjame hablar. - Se rió, soltando el agarre de mi espalda y colocando sus manos en mi pecho para mantener la distancia.

- Nena, eres una mata-pasiones de lo peor. - Gruñí. - Pero tienes razón, tenemos una conversación pendiente. - Con toda la fuerza de voluntad, me separe de Pinky Pig y volví a tomar su mano para hacer camino hacia una torre que promocionaba unos Calvin Klein.

Debo agregar que yo estaba mas bueno que el tipo de la fotografía.

La última vez que vine aquí, fue después de haber conocido a Ann en el baño. Recordaba sentirme extrañamente confundido y algo arrepentido de las acciones que había hecho contra ella, dándome a entender que la niñata inmadura del baño, iba a ser algo mas que un encontrón incomodo.

- Vamos arriba. - La anime.

- ¿Es enserio? ¡¿Que parte de que soy un asco en deportes no entiendes?!

- Toda, así que arriba. - Ann soltó una maldición y comenzó a escalar la torre, le seguí por detrás ganándome una bonita y cercana vista a su trasero. Silbe para pincharla. - Quien fuera pantalón, para proteger tu trasero. - Lo siguiente, Ann pateo mi rostro.

- Vuelve a repetirlo y la próxima será en tus huevos.

- Tan tierna. - Dije sarcástico.

Cuando llegamos a la cima, nos sentamos en la parte plana de está teniendo una maravillosa vista de la ciudad. Probablemente si lo mirara desde la perspectiva de otra persona, luciriamos como una película de Nicholas Sparks. Siempre odie lo cursi pero por primera vez, no le molestaba serlo por Ann.

- ¿Como supiste de este lugar? - Me preguntó admirando aún la ciudad.

- Bueno, cuando era mas inmaduro...

- ¿Eras? - Me interrumpió graciosa. - Lo siento, lo siento, prosigua señor Bieber.

- Gracias - Aclare mi garganta - Traia a algunas de las chicas aquí y...

- Dime que no derramaste ningún liquido sospechoso por aquí, de lo contrario me unire al viejito furioso y te golpeare con el bate por no advertirme. - Habló rapidamente.

- Esta todo bajo higiene, no hay de que preocuparse. Lo juro. - Levante mi mano en señal de compromiso.

Nos quedamos observando el lugar por unos minutos, hasta que Ann hablo.

- Yo, Uhm... Esa noche que tome demás. - Asenti indicandole que siguiera. - Recuerdo todo perfectamente.

¿Espera? ¿Que?

- Te iba a decir que me gustabas y... No me atrevi. - Me miro directamente. - Cuando te dije que tenía miedo, simplemente me refería a que no quiero sufrir por ti. - Comenzó a jugar con sus manos como hacia siempre. ¿Hacerla sufrir? Jamas lo haria. No con intención.

- Ann...

- No, escuchame. - Me detuvo. - Me gustas Justin, y en el último tiempo no has hecho mas que confundirme y hacerme sentir como la niña que era antes, que escribía fanfictions con Justin Timberlake. Y tengo miedo de hacerme daño, por que se que no me comparo en nada con las chicas que has tenido y siento que jamás seré suficiente para ti, por que siempre habrán mejores.

- Tu eres mas que suficiente para mi Pinky. - Tome su mano. - Y es cierto que no podrías compararte con las demás, pero es algo bueno, por que deja en claro que eres la única que tiene mi atención. Y eso, no lo tiene ninguna otra chica mas que tú. - Me acerque a ella, dejando la distancia atrás y a la vez, dándole paso a Ann para entrar definitivamente a mi corazón y hacer lo que le diera la gana con el. - Dejemos esta estupidez de ser amigos y la friendzone, que desde un comienzo fue un gasto de tiempo y comencemos a ser lo que realmente queremos.

-¿Eso significa que quieres intentarlo?

- Significa que Pinky ha encontrado a su Cerebro. - Hice ilusión a los dibujos animados. - Significa que quiero ser todo para ti Ann, quiero que seas mi chica. - Ann sonrió y tiro de mi cuello para juntar nuestras bocas y fundirnos en un beso. Dejandome en claro que finalmente, había logrado convencer a Ann que enamorarse de mi, no es y no lo convertiría en una mala cosa.

n/a: ¡Quedan dos o tres capítulos para el final! *lloro grasa*. LLEGAREMOS A LOS 100K LEIDOS OFJSKFKSLFJ *LLORO GRASA X2*

PREEEEEGUNTA.
¿Creen que debería haber un momento hold tight u pyd de Ann y Justin? 8)

COMO DIJO EL PUMA RODRIGUEZ, HAY QUE ESCUCHAR LA VOZ DEL PUEBLO.

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro