— Cause the players gonna play, play, play, play, play, and the haters gonna hate, hate, hate, hate, hateeeeee. — La canción de Taylor Swift sonaba en mis audífonos y tal como si estuviera dándole un gran concierto a mis fans, cante con toda la pasión que tenia. — ¡ I SHAKE IT OFF, SHAKE IT OFF! — Grité. 

— ¿Puedes cerrar la boca? — Escuche el gruñido de el desconocido desagradable, entre el pegajoso ritmo que llenaba mis oídos, a lo que solo lo ignore y seguí cantando, está vez mas fuerte solo para molestarlo. 

— Heartbreakers gonna break, break, break, break, break, and and the fakers gonna fake, fake, fake, fake, fake. — Estuve a punto de decir a todo pulmón, el titulo de la canción, cuando sentí que me arrebataban el celular. —  ¡Hey! 

— Esa canción me tiene cansado hasta la mierda.

— Bueno... "Sacúdelo". — Hice referencia a la canción, mientras movía mis manos. Al ver que el no se inmuto, me arrepentí de mis acciones. — Lo siento, ha sido una broma terrible.

— Gracias a Dios te has dado cuenta. — Hizo su camino hasta el otro lado del baño, aún con mi móvil en sus manos. Me aclaré la garganta, a lo que me miró. — ¿Qué?

— Mi celular. — Tire mi mano, en señal de que me lo entregara. 

— Te lo entregare luego, hasta que este seguro que no volverás a cantar esa canción de basura popera. — Entreabrí mis labios. 

— ¿Perdona? — Me levanté del piso con el trasero acalambrado después de haber estado sentada tanto tiempo. — Tu estás loco, devuélveme mi celular. 

— Sacalo. — Tiro de su pantalón y vi como mi pequeño android iba directo a sus boxers de Calvin Klein. Abrí mis ojos. 

El no acababa de hacer eso.

Demonios. 

El no podía haber hecho eso.

—¡¿Te falla el coco o que pedo te pasa?! — Agarré mi nuca con desesperación. — Sacalo de allí. 

— Ya te lo dije, quitalo tu. — No se que era peor, que el idiota estuviera sonriéndome como creyéndose algun tipo de ganador o que su sonrisa fuera realmente linda. Basta Ann. 

Suspire dándome por vencida.

— Ni modo, tampoco lo quería. — Me senté en el la taza del baño con mi mochila en las piernas. Esperando que las horas pasaran rápido, para que dieran las ocho de la mañana. — Desde ahora, la Ann amigable dejo de existir. Puedes hablar con mi mano.

Minutos después, unas ganas de hacer pis se me vinieron encima. La pepsi que había tomado minutos antes, estaba haciendo su efecto. Diablos, la situación no era la mejor ahora para hacer mis necesidades. Moví mis piernas, tratando de que las ganas disminuyeran. 

— ¿Que te pasa? — Hablo el tipo de cabello lindo que estaba apoyado en la pared. 

— No te importa. — Saque mi lado Darth Vader, al responder. Aun no me devolvía mi celular, por lo que su amigo seguía teniendo compañía.

— De acuerdo. — Siguió como si nada, observando su móvil. 

— Necesito que te voltees. — Solté cuando me di cuenta que no podía aguantar mas.

— ¿Para qué? 

— Quiero hacer pis. — Me avergoncé.

— ¿Enserio? ¿Ahora? — Asentí frenéticamente, haciendo una mueca. — ¿Pretendes que te deje mear tranquila, tal como lo hiciste tu? Estas de coña. 

— Por favooooooooor. — Chillé, apretando mis piernas. El revoloteo sus ojos, antes de darse la vuelta. Levanté la tapa del water, baje mis pantalones y me senté. 

Alivio es lo único que podía definir este momento. 

— Puedo escuchar como cae tu pipí. — Se burlo.

— Cállate. 

— Esto es muy incomodo, joder. 

— ¡No te voltees! — Exclamé, al ver que se movía de un lado a otro.

— No es como si quisiera ver, no soy un necesitado. — Lo mire de reojo, ahorrándome los comentarios, mientras hacia todo el procedimiento después de hacer pis. Tiré la cadena y fui hasta el lavamanos. 

— Linda ropa interior. — Soltó una vez que voltee a mirarlo. — Descuida, que solo vi tus bragas de gatito.