¿Nuevo apodo? ¿Citrino?
- Sobre lo del incidente de la cafetería...- comenzó con lentitud Sirius, con los dientes apretados por la bronca contenida.
- Lo sentimos - siguió James con un gruñido, viendo la cara de satisfacción de Malfoy y la sonrisa burlona de parte de Riddle.
- ¿Enserio?- preguntó Lucius con sorna.
- ¿Qué acaso no me oíste, idiota?- Gruñó James, recibiendo un zape en la cabeza que casi lo hace besar el suelo, cortesía de Remus- Auch...- se quejó James, mientras se sobaba la cabeza.
- Admito que no me esperaba el 2×1, una disculpa y además una reverencia, que lindo- dijo Tom con burla.
- Eres un...- gruñó James a punto de saltar sobre el castaño, siendo detenido rápidamente por Sirius, quién lo cogió del brazo y atrajo de un tirón a su lado.
- ¿Qué? ¿Soy un qué?- siguió Tom, tentando a James a saltarle encima.
- ...- James solo gruñó con furia reflejada, su orgullo era pisoteado y ni Remus, ni Sirius hacían nada, y tampoco es como si a él le dejaran hacer algo, Sirius lo tenía bien sujeto del brazo derecho.
- Basta Riddle, ya te pidieron disculpas, no los tientes a tener otro motivo para acabarlos en la enfermería- interfirió Remus, autoritario.
- Como sea - chasqueó la lengua- Vamos a otro lado- ordenó a sus dos amigos, quienes solo asintieron con la cabeza antes de seguir al heredero Riddle. Tom paró al lado de James y lo miró de reojo con una sonrisa burlona- Gracias por la reverencia, "Citrino" - saludó Tom con sorna mientras le desacomodaba más los cabellos a James con la mano, quién no lo atacó por el desconcierto que le causó el apodo.
- ¿Citrino?- preguntó al aire Remus, mientras veían marchar al trío de plata.
- ¿Qué es?- indaga Sirius perdido.
- No lo sé - respondió Remus- Pero yo quiero saber qué es, así que ustedes vayan al cuarto, yo iré un rato a la...-
- Biblioteca, ya sabemos - dijeron al unisono , mientras miraban a su amigo.
- Si, eso...- dijo Remus con una sonrisa, mientras se encaminaban a la salida del campus para volver al interior del internado mixto, James y Sirius fueron derecho al cuarto que compartían con Regulus y Remus, mientras que este ultimo se dirigía al cuarto lleno de libros.
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- "Minería", "Las joyas de la corona", "Materiales cristalinos", a ver. Oh, aqui- tomó uno de los libros del estante y se lo llevó directo a una de las mesas, para leerlo. Abrió el libro y buscó en el índice el nombre de la joya- Veamos: "Ágata, Berilo, Crisoberilo, Citrino... Aquí está... - murmuró Remus para si mientras veía el subtitulo en negrita- Pero... - su mirada analizó la página a la que lo llevó el índice. Mirando ambas hojas- ¿A cuál de estas dos se refería Riddle?- se dijo a si mismo desconcertado al ver otro nombre abajo del "Citrino" que decía "Geoda Citrino"- ¿Por qué otro motivo, a parte de molestarlo, Riddle le diría a Prongs; Citrino? -meditó Remus un rato- ¿Su pelo, ojos, ropa? - varió- ¿Qué demonios le vio Riddle a James para llamar-? - el cerebro de Remus hizo click instintivamente- Sus ojos- murmura con una sonrisa- Los ojos de James son avellana, casi dorados, y la gema de Citrino varía entre el amarillo pálido al naranja, lo tengo, ¡Ya sé por que le dijo así!- gritó Remus con alegría y orgullo de su intelecto, recibiendo otro "Shhhhh" de la molesta bibliotecaria- Cierto, lo siento - se disculpó Remus sin sentirlo realmente y cogió el libro para así sacar una fotocopia de la imagen de la joya a color. Luego de cumplir esa tarea dejó el libro donde correspondía y se fue corriendo a su cuarto.
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Minutos antes de que Remus llegara siquiera a la biblioteca, Potter y Black llegaron a la planta de los dormitorios para hombres, avanzando por el pasillo hacia su cuarto. Un momento de silencio. Ambos quedaron mirando la puerta como idiotas, recordando que era Regulus quién tenía las llaves, y ellos no. Por lo que James atinó a tocar la puerta, siendo recibido desde el interior por un severo "¡Está abierta!" de Regulus. Antes de que Sirius cogiera la perilla escuchó a sus espaldas unos gritos del cuarto tras ellos.
- ¡¿Tenías que patearla?!- escucharon decir tras la puerta. Sirius alzó una ceja.
- ¡Estaba enojado, no medía mis acciones!- Sirius miró a James y este se encoge de hombros, igual de extrañado que él.
- Ustedes si que son bien idiotas- James supuso que eran tres en ese cuqrto- ¿Cómo se les ocurre romper el seguro? Ahora no se cierra ¿Lo ven?- dijo la voz más seria y calmada, seguida del rechinido de la puerta del cuarto, revelando al trío de plata, quienes también los miraban sorprendidos.
- Eh- murmuró Sirius, incómodo. La puerta del cuarto de Potter se abrió de golpe, haciendo sobresaltar a los cinco adolescentes, solo para dar paso a quien abrió la puerta: Regulus.
- ¿Van a entrar, o qué?- espeta fastidiado, para luego clavar su sorprendida mirada en el trío de plata.
- eh... s-si, si, si, si, ya entramos...- aseguró Sirius sin dejar su sorpresa, se metió al cuarto, seguido de James, quién cerró la puerta sin volver a ver al trío.
- ¿creen que les haya parecido raro?- preguntó Seeverus a sus dos amigos, quienes no dejaban de ver la puerta del cuarto de los leones.
- ¿eh?- musitaron los dos chicos, sacando a Snape un suspiro de irritación.
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- ¿no les ha parecido raro?- dijeron Prong y Padfoot al menor de los Black.
- ¿eh?- dijo perdido en su lectura el menor, sacando a sus dos compañeros de cuarto un suspiro de frustración, ese niño nunca los escuchaba.
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