La Broma
Sirius suspiró aliviado. La lata se habría caído del bolsillo de no ser porque el pequeño Remus siempre les tiene un ojo encima a cada uno. Ya eran pasadas de las 12:00 de la noche, y como siempre, solo un trío estaba despierto. El Trío Dorado.
- ¿Están listos? - preguntó James a sus mejores amigos, quienes asintieron con la cabeza sin problema- Perfecto... - sonrió- Por cierto ¿No habrá problemas con tu hermano, verdad? - le preguntó Potter a Sirius.
- No, ya hable con él y dijo que no participaría ni para bien ni para mal -respondió Sirius con una sonrisa de sorna.
- ¿Hablaron? ¿No habrás querido decir: "gruñimos"? - preguntó sarcástico Potter.
- No, ladraron -corrigió Remus a burla.
- Ja...ja...ja, que graciosos- rió Sirius sarcástico.
- ¿No se echaran para atrás, no es así? - dijo James burlón.
- Para nada Prongs- rezongó Sirius de brazos cruzados.
- Claro que no, James... - contestó Remus.
- ¿Qué decimos cuando vamos a mandarnos un lío? - río James.
- "Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas" - recitaron su lema, para luego echar a reír un poco más bajo.
- Bien. Vamos- indicó James, con una sonrisa.
Sin más que decir, los tres chicos se colocaron las capuchas de sus largas camperas negras, para así ocultar su cara y cabellos, utilizando también para su propio gusto unas mascaras. Claro que las cámaras no les deban problemas, puesto que Remus y James ya lo habían solucionado, ambos coincidieron en que ninguna cámara del pasillo daba paso a la vista de su cuarto, ni el de las serpientes, por lo tanto; nadie vería si salieron o entraron a algún lado desde su cuarto.
Sin problemas se escabulleron con su usual talento de sigilo hasta el cuarto de las tres serpientes que dormían tan plácidamente. Con silencio y cuidado se adentraron al cuarto, encontrándose con la grata sorpresa de que todo era ordenado y limpio, algo que enamoró (figurativamente) a Remus, dejando que este soltara un suspiro de ensueño, dejando a sus dos amigos con un bufido. El trío se encaminó hacía las dos diferentes puertas, asumiendo que alguna de ellas daba paso al cuarto de los muchachos. Sirius abrió la puerta izquierda de madera oscura, encontrándose con la "felicidad" de un baño. Black cerró la puerta con fastidio, para luego acercarse a sus amigos, quiénes ya lo miraban con sorna y abrían con sigilo la puerta más pesada, dando a ver a tres chicos.
Remus casi pierde el alma al notar que los tres dormían con el pecho al aire, y la sábana tapando lo "necesario" a penas duras. James se relamió con burla, mientras que Sirius hacía lo imposible por no reír ante las ocurrencias necias de su compañero. Con cuidado cerraron la puerta de nuevo, quedando los tres leones fuera del cuarto de las serpientes.
- ¿como haremos para teñirlos? el spray hará el ruido suficiente como para despertarlos...- recapacitó James. Claro, siempre entre susurros.
- ¿y yo que sé?- dijo Sirius con sus típicos aires de "no sé y no me importa".
- yo tengo una mejor idea...- dijo James de golpe- vengan. A puntillas se adentraron en el baño, donde se encontraba la ducha, y al lado de la misma, un estante con tres shampoo's diferentes.
- Eres un genio, Prongs...- rió Sirius por lo bajo al ver a su amigo coger uno de los shampoo's.
- claro que si, ¿desde cuando no?- dijo el aludido con orgullo mientras vertía el contenido de la lata a rocíos en el espeso contenido del frasco de shampoo.
- ¿de quién creen que es ese?- preguntó Remus.
- no lo sé, pero debe oler fascinante si huele a lirios...- sonrió James sin mucha burla encima de su comentario, pues, ciertamente, era bien sabido que a James le atraían demasiado los lirios.
- ja, como digas Prongs...- rió Sirius, para luego tomar otro shampoo del estante e imitar a su amigo.
- ¿y ese? ¿De que es? - pregunto un muy curiosos Remus al sereno y juguetón Sirius Black.
- hoy le estas muy de curioso, ¿no es así Cachorro? - río Sifius- este es de... Lavanda... - los ojos de Sirius se abrieron de par en par, para volver a leer- ¡¿lavanda?! - susurro fuerte. Sin esperarlo, Remus y James vieron como Sirius colocaba un poco del shampoo en un frasquito de colonia, que Sirius llevaba sobre su chamarra negra.
-¿para que ha sido eso? - pregunto Prongs con una ceja arqueada hacia su amigo.
- amo la lavanda, y su aroma es exquisito...-sonrió Black travieso.
-ah...- dijeron Lupin y Potter al unísono.
-como sea... - murmuró Remus para tomar el último shampoo y vertir el contenido del spray plateado en el pote- este es de naranja... - dijo Remus.
-valla... Parece que hay 3 amantes de la flora...-rio Sirius.
- calla Canuto, bueno, batan... - ordenó Potter, mientras mezclaba el contenido del shampoo con el soy Mary de color, haciendo que la espesa masa tomará el color del spray.
- listo, "travesura realizada" ... - recitó Sirius con una sonrisa, mientras los tres dejaban todo tal y como estaba. Para luego escabullirse el trío a su propio cuarto correspondiente. Luego de llegar los tres durmieron con ropa y todo, incluso el propio Remus durmió como roca durante el resto de la noche. Vagos.
Menuda sorpresa les esperaba a las serpientes el lunes por la mañana, menudo estilo tendrían que lucir. Pues de más queda decir, que el efecto duraría unos dos o tres días, sin importar cuanto se lavas en, el contenido no se iría hasta cumplir su periodo de tiempo. Menuda mañana. Menudo castigo. Menuda vida les espera.
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Lamento no haber subido un cap ayer, ni tuve tiempo, por eso os recompensará el cap doble del día, lo siento :3
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