Podía oírse como un furioso trío de adolescentes bajaban sin el menor intento de silencio del auto deportivo, negro, del futuro propietario de Malfoy Manor. Dos serpientes venenosas y un león rabioso, realmente no era un buen día para ser ruso.

Lucius; armado hasta los dientes, repleto de aura helada y dramática que congelará los huesos del mismísimo Dark Lord. Lleno de furia se cargó (mató) a los 5 guardias de la entrada del cuadrante 9, y con ellos a las cámaras de seguridad que los veían desde el borde de la muralla de piedra.

Tomhas; cargado de dinamita, químicos, toxinas, y explosivos letales, a modalidad de apoyo hacia su colega, y protección exagerada hacia su amado, quien caminaba a su lado fielmente. Sin piedad, a diestra y siniestra, apuñala, desmaya, aniquila, y asfixia a todo ser viviente que cruzara su campo visual a menos de 4 metros a la redonda.

James; cubierto de indignación y culpa, hackea y corrompe todo sistema eléctrico pueda resultar una amenaza para él y sus actuales compañeros. Tan furioso como Lucius, corría por los pasillos del cuadrante subterráneo de cemento y granito de hierro con la mera esperanza de toparse con el tal "Krum" y encallarle la navaja entre medio de los ojos al cabron por haber osado a tan solo observar a su pequeño Moony y colega.

- ¿a cuánto está el cuartel general de aquí? - preguntó Lucius, mientras evadía los golpes del búlgaro que tenía como contrincante, para luego desenfundar su calibre 27 y atinar con tiro limpio en la yugular del ruso.

- no nos falta mucho, a tan solo 12 kilómetros de aquí... - Exclamó James, quien por haber vagado en el terreno resultó acabar siendo el guía de las serpientes.

- ¡mierda! - bramó el rubio frustrado, para luego echar a correr, seguido de la pareja.

Correr por 14 minutos no era sano para alguien que no acostumbra a correr, afortunadamente ninguno del trío era un anti-deporte, haciendo que su resistencia sea mejor. Bajando escaleras, evadiendo trampas, combatiendo contra búlgaros salvajes y peligrosos, no fue trabajo fácil, pero si fue satisfactorio llegar al fin a la reforzada y metálica puerta sellada que daba al interior del cuartel general, donde posiblemente se ocultara Krum y estuviera retenido Remus.

- ¡ Krum! - bramó Lucius fuera del cuartel, pues la puerta no parecía querer ceder el paso a los tres intrusos.

- déjalo... - aconsejó Tom con voz ronca, mientras caminaba a paso firme hacia la puerta, de donde Lucius se apartó, mirando por sobre su hombro a la puerta con recelo.

- aparta... - pidió James, mientras daba un leve pechón al rubio Mfoy, mientras observaba con ojos atentos y fríos como su novio colocaba un temporizador explosivo sobre la puerta.

- pronto Krum no tendrá más visitas que las de su vida mujer... - burló Tom serio, mientras se agachaba junto a sus dos colegas, fuera del posible alcance dea bomba.

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Una explosión, capaz de aturdir al más resistente animal, detonó sobre la rígida puerta, soltando a esta de sus bisagras, haciendo que esta volará por los aires, cortando como cuchilla a la manteca todo por donde pasaba, quedando abandonado por alguna zona del pasillo.

Con la protección exterminada, no hubo nada que impidiese el paso a los encabronados adolescentes que se adentraron al lugar con aires sombríos. James con ametralladora, Tom con granadas a punto de ser detonadas, Lucius con una escopeta calibre 28,y el propio Krum sentado en un sofá con aires de indiferencia, rodeado de 18 soldados búlgaros que apuntaban con rifles y escopetas al trío. En una esquina del sofá en donde reposaba el precioso y coqueto mafioso ruso estaba un amarrado, amordazado, golpeado, lastimado, y sangrante Remus, con lágrimas secas y ojos llorosos gritaba por ayuda con el pánico sembrado en su mirada al distinguir a sus amigos y confidentes.

- ¡Malfoy! - Exclamó el ruso con el cigarrillo en los labios, extendiendo sus brazos hacia el aludido de mirada asesina como si fuesen colegas, o algo a su semejanza- ¡tanto tiempo sin verte! - Lucius ni dudo, no habló, no se aproximó, solo alzó la escopeta en dirección a la cabeza morena del ruso, que osaba sonreírle con arrogancia- ¿eso es todo? - preguntó al notar la fría indiferencia del adolescente- ¿así saludas a un viejo colega? - preguntó con ironía.

- suéltalo... - siseo Lucius con la mirada fija en su objetivo.

- ¿no me vas a insultar? - preguntó sorprendido el ruso.

- suéltalo... - repitió sin dejar de apuntarle, a lo que lo francotiradores amartillaron sus armas en dirección a Lucius.

- ¡oh, vamos! Antes eras más divertido-bramó el mafioso, pero Lucius ni se movió.

- suéltalo... - repitió a modo de rugido, haciendo sobresalta a todos los presentes.

- ¡ay, ya, no seas payaso! - renegó el ruso mientras cogía al castaño amordazado del cabello, jalando el mismo, haciendo que Remus soltara un grito ahogado por la máscara metálica que llevaba puesta.

- ¡no le lastimes maldito cerdo! - bramó James al momento que alzaba a velocidad fugaz la ametralladora hacia Krum. Siendo apuntado por los confundidos francotiradores, crispando el humor de Riddle.

- bajen vueltas armas... - ordenó Tom, mientras se colocaba frente a James, y apuntaba al líder de la Mafia rusa.

- amargados, no saben divertirse... - a uso el sujeto de 40 años, mientras soltaba los cabellos de Remus, haciendo que este star a un gemidos ahogado de dolor- hagamos una cosa, nada de tiroteos, ¿eh? ¿Que os parece? - propuso el ruso, mientras se levantaba del sillón con las manos en el aire.

- ¿sin...? - repitió Lucius sin creerse el cuento.

- así es, tus compadres bajan el rifle, y los míos hacen lo propio... ¿Pero que tal de un pequeño juego? ¿Eh? - sonrió malicioso- ¿un pequeño juego por tu cachorro? - tentó.

- no lo creo, vuestros juegos son tan raros como ustedes, todos son a mera vez por suerte... - siseo Lucius sin bajar el arma.

- venga, una ruleta rusa no hará daño... O bueno, aún no... - carcajeo, haciendo temblar de furia a Remus.

-... - Lucius solo observó la desventajosa situación en la que estaba metido. Negar el juego lo dejaría muy mal parado. A él y a sus amigos- venga, una ronda de ruleta rusa, sabes que ocurre si gano... - sentenció Lucius mientras bajaba el arma.

- mis subordinados no te atacarla al momento de marcharte tranquilo Malfoy, conozco tu política... - prometió sin doble filo el ruso, pues a pesar de ser mafioso y asesino, el fiel a su palabra.

-vale... - aceptó Lucius, mientras tiraba la escopeta calibre 28 a unos metros de él, para luego sentenciar que todos bajasen las armas, haciendo que todos obedecieran.

- carga la tú, así estarás seguro... - tentó el hombre al adolescente, mientras le tiraba una pistola y una bala pequeña.

-... - Lucius solo cargó el arma, para luego colocarse la boca fría del arma por sobre su oreja, a la espera de que el hombre búlgaro hiciera lo mismo.

- dime... ¿Que tienes con el chico, pareces apreciable mucho, eh? - sacó conversación el adulto mientras jalaba del gatillo. Nada.

- lo mismo que tú tienes con Lira- fue la seca respuesta de Luciusmientras jalaba el gatillo. Nada.

- ¿romance, eh? - se burló el hombre mientras jalaba del gatillo de su arma contra su cabeza. Nada.

- ¿algún problema con ello? - intuyó con el ceño fruncido, mientras jalaba del gatillo otra vez. Nada.

- no, no, no...bueno,de echo si... - sonrió al jalar el gatillo. Nada.

- habla, tengo tiempo... - respondió frío, al notar que no pasó nada al haber jalado del gatillo. Nada.

- es desagradable, y puede serte fácilmente infiel... - aseguró socarrón al jalar del gatillo. Nada.

- ¿de que hablas? - intuyó ofendido. Jaló del gatillo. Nada, pero un sonido le alertó.

- hormonas alborotadas...-rió. Jaló del gatillo. Nada.

- al menos el mio es sincero... - sentenció Lucius, despegando rápidamente la pistola de su cabeza, y apuntando hacia el ruso jaló del gatillo. En el blanco.