Remus bajaba de manera rápida ñas escaleras, se sostenía del barandal, pues obviamente no quería que su mentira se volviera real. Lupin había escuchado el anuncio del director, y gracias a Pomfrey(quien le había echo un discurso de película por mentir al director diciendo que estaba malherido) llegaba tarde al anuncio del director, y no iba a preguntarles a James y Sirius, pues el primero no le diría más que un seco "cosas de estudiantes, realmente nada importante..."  y Sirius, bueno... Era bien sabido que Sirius se desentendía del mundo cuando alguien daba un discurso.

- joder, ¿porque rayos tenían que establecer la enfermería principal en el cuarto piso? - se quejó el castaño mientras saltaba un escalón, para luego seguir bajando por las escaleras en espiral.

- ¡no me lo puedo creer! - exclamó al ver que la puerta que daba por un atajo hacia el salón estaba sellada- ¿porque ahora? - jadeo agitado, mientras se vira a para seguir bajando las escaleras.

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- Ese maldito hipócrita, me las pagará por eso, no se lo perdonaré jamás...- Tom iba mascullando entre dientes mientras caminaba tenso hacía el Salón de Ceremonias.

- ¿cuanto tiempo lleva así?- le preguntó Lucius a un shockeado, pero bien disimulado, Severus Snape, quién, al igual que él, caminaba detrás del castaño oscuro.

- unos... 5 minutos...-le contestó Snape, mientras miraba la hora en su celular.

-  ¿no crees que está exagerando?- le preguntó incómodo.

- si, está exagerando, pero no se lo digas... ya sabes como actúa cuando se pone de posesivo con algo...- suspiró el azabache.

- ya, receloso...- musitó Lucius mientras veía como Tom entraba al salón de ceremonias.

- ¡ay no!- gritó Severus mientras se golpeaba la frente con la palma de su mano.

- ¿que te pasa?- le preguntó Lucius al ver que dejaba de caminar.

- ¡olvidé mis apuntes de aritmética en tu mochila!- gritó desesperado al recordar, que luego del discurso les tocaba la materia.

- no te preocupes, la tengo...eh...-Lucius comenzó a murmurar incoherencias mientras buscaba con la mirada en su propio cuerpo la mochila.

- Lucius...-jadeo Severus- ¿donde está tu mochila?- le preguntó agitado.

- etto...-jadeo Lucius espantado, ni él sabía donde estaba su mochila.

- ¡Lucius!- le gritó su amigo.

- ¡no sé donde está!- exclamó espantado.

- ¡¿que?!- chilló Severus.

- no.... ¡ya sé donde está!- gritó Lucius eufórico en pose de victoria.

- ¡pues ¿donde está?!- le preguntó Severus desesperado.

- antes que nada... ¿mientras nosotros tenemos aritmética, hay alguien en el salón de música?- preguntó.

- si, los de 4to año... ¿porque?- le preguntó Severus, pero al ver como la cara de amigo palidecía se altero él también- ¡¿la dejaste allí?!- chilló desesperado.

- si...-suspiró resignado.

- tenemos que ir, ¡ahora!- exclamó Severus al rubio.

-... Les presento al nuevo alumno...-se escuchó decir del director en el interior del Salón de Ceremonias.

- no tenemos tiempo, esas alimañas rompen todo lo que no tiene su nombre...- gritó Lucius, impidiendo a Severus a oír el nombre del chico nuevo.

- si...- asintió. Para luego dar ambos media vuelta dispuestos a regresar al salón de música.

- si nos apresuramos, quizás y tenemos tiempo de llegar al salón sin que nos castiguen por la tardanza...- propuso Severus mientras corría.

- ya... no lo dudo...-jadeo Lucius.

- ¡ah!- un golpe seco llamó la atención de Malfoy y Snape, quienes rápidamente detuvieron su carrera, para así asomarse a las escaleras del fondo del pasillo a trote.

- ¿que fue eso?- preguntó Severus exaltado.

- no sé, pero si fue una persona lo que se cayó, debe estar muy malherida...- reprimió Lucius mientras subía apresurado las escaleras, para así llegar al contra-piso.

- ¿que es?- preguntó Severus subiendo después que el rubio, solo para verlo de cara, y este no tenía una muy buena- ¿Lucius que te pasa?- le cuestionó Severus mientras acababa de subir, topándose con un castaño malherido- ¡Lupin!- exclamó Severus aterrado, al ver la sangre esparcirse por el suelo. 

El cuerpo de Remus estaba boca abajo, la cara de Remus apartada hacía un lado, sumido en la inconsciencia, la sangre caía como cataratas por los escalones. La cabeza de Lupin caía a los pies del dúo plateado, mientras que sus pies apuntaban hacía la superficie de las escaleras, que, aparentemente, bajaba. El brazo derecho de Remus parecía fuera de su lugar, y su tobillo giraba de una manera inusual, y la cara del castaño estaba bañada de sangre.

- ¡Merlín, Lucius tiene dislocado el brazo!- gritó Severus horrorizado, mientras se agachaba veloz al cuerpo del tecladista dorado.

- ...-Lucius solo lo observaba, no parecía poder moverse.

- ¡LUCIUS!- gritó Severus aturdido, haciendo reaccionar a su amigo- ¡ayúdame!- le exigió.

- tenemos que llevarlo con Pomfrey...-aseguró mientras se agachaba a inspeccionar el cuerpo del débil castaño, para luego tomar su brazo dislocado con una mano y con la otra el hombro del mismo chico.

- ¿que haces?- inquirió inquieto su azabache amigo.

- evitar una contusión ósea...-explicó como si fuera lo más obvio, antes de hacer un movimiento brusco para así re-acomodar la posición ósea del hombro y brazo del castaño. Con un horrible sonido seco de huesos en el interior del castaño, este hizo una mueca de dolor, pero sin despertar de su inconsciencia.

- que horror...-exclamó Severus tapándose los oídos, a lo que Lucius sonrió sin gracia.

- no te destapes los oídos...-le aconsejó Lucius mientras cogía el tobillo de Remus.

- ¿que no haga que...?¡haaaaa!- chilló al oír como su amigo torcía nuevamente el tobillo para que este retome su postura original- ¡¿no me podías avisar que harías eso?!- gritó asqueado.

- te lo dije, tú no hiciste caso...- aseguró con una sonrisa de burla, mientras agarraba a Remus por la espalda, para luego hacer una extraña maniobra para así dejar al cuerpo desmayado del castaño en sus brazos- vamos... tenemos que llevarlo con Pomfrey, y en un peor caso a San Mungo....- Lucius reprimió un suspiro, para luego subir las escaleras de manera cuidadosa pero rápida.

- Lucius, tú lleva a Lupin a la enfermería, yo voy por tu mochila...- propuso Severus, a lo que el rubio asintió.

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