En la sala de espera se encontraban dos hombres, ambos padres, ambos preocupados. Preocupados como nunca antes creyeron estarlo por sus herederos de sangre, pues realmente, ninguno creía sentir afecto por sus hijos. Ninguno. Y ahora, allí estaban, desesperados, con una tasita de corazones con café. Ambos tamborileando sus extremidades a modo de tic nervioso. Malfoy movía la pierna, y Riddle tocaba con desesperación la taza de cachorritos que le había dado la enfermera que los vigilaba para que no armaran otro escándalo.

- hola, ¿quisiera saber que ah ocurrido con mi nieto? ¿eh? ¿que ah ocurrido con Severus? díganme, por favor...-rogaba una voz cavernosa de repente, partiendo en trescientos pedazos al silencio del lugar, llamando la atención de los dos hombres.

- señor, siéntese, le avisaremos al doctor que usted está acá...- dijo una paciente y pelirroja enfermera, marchándose de la habitación.

- está bien...-dijo el anciano, mientras tomaba asiento junto a Abraxas, quién para evitar contacto,se movió para la izquierda, haciendo que su pierna chocara con la del Lord, quién apenas lo miró de reojo- buenas tardes....-dijo apesadumbrado.

- buenas tardes...-respondieron al unisono.

- ¿usted no es Dumbledore?- preguntó Abraxas

- si, soy yo...-respondió jugando con sus dedos de manera nerviosa.

- ¿porque está aquí?- preguntó serio, tratando de sacar información, pues no era tonto, sabía que ese vejete tenía información que su Lord quería, y no quedaría bien que el mismísimo Lord Voldemort le dijera "Hola Albus, soy yo, Dark Lord, aquel que asesinó a tu esposa a sangre fría por tu vida, aquel que mandó a detonar tu institución, aquel que quiere matarte y a cada ser viviente que fuese de tu familia, ¿me otorgarías información para destruirte?". No. Definitivamente no quedaría bien.

- mi nieto está aquí, en cirugía, ah tenido un accidente automovilístico...-respondió Albus, tratando de sonar sereno, denotando con sus titubeos lo contrario.

- ya veo...-susurró Abraxas- ¿cómo se llama?- dijo razonable.

- Severus, de cariño suelo decirle Sevy...-dijo nervioso.

- ah...-fue todo lo que le dijo.

- ¿y usted?- Abraxas se tensó, y Riddle lo notó, y con serenidad, apoyó la taza tibia en la pierna del rubio, haciendo que la tensión de su cuerpo disminuyera.

- mi hijo ah tenido el mismo accidente...-dijo serio, a lo que Albus se quedó dubitativo.

- ¿su apellido de casualidad no será Malfoy?- Abraxas volvió a tensarse, a lo que Riddle dejó un poco de su peso sobre el hombro del rubio, relajando a este nuevamente con el calor térmico.

- si, así es, mi hijo va a su institución... lo lamento, iba, lamento la destrucción de Hogwarts, era realmente un lugar muy bello...-mintió, pues a gusto personal, era desastroso tanto terreno desperdiciado para los críos de becas, mestizos y "sangres sucias".

- ah, ya veo, el joven Lucius, es un buen muchacho....-dijo Albus, libre de mentiras, pues ya se había acostumbrado a verle con buenos ojos.

- lo sé... siempre lo ha sido...-dijo con una sonrisa pequeña y sincera, pues siempre había visto el buen corazón en su hijo, solo que... nunca pudo aceptar... otras cosas de él.

- no lo dudo...-sonrió el anciano de larga barba, posando una mano en el hombro del rubio.

- ...-Riddle frunció el ceño, jalando de manera leve el brazo de Abraxas, asiendo que este se zafara del agarre del antiguo director- no te desconcentres...-amenazó, susurrante al oído del nervioso rubio.

- ¿pareja celosa?- preguntó Albus al ver la cercanía.

- ¡de ningún modo!- bramó Lucius, asiendo que Riddle desviara la mirada inquieto.

- ¿seguro?- insistió Albus al ver la reacción del morocho.

- si, definitivamente...-sentenció Abraxas, mientras se separaba de la cercanía con su Lord.

- cómo digáis...-suspiró.

- señor Dumbledore, lo están esperando en la sala...-informó una enfermera, asiendo que que el anciano se levantara y fuera a la puerta- un placer hablar con usted, señor Malfoy...-el rubio solo asintió.

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- Severus, mi muchacho... ¿está bien?- preguntó al ver al morocho con la cabeza vendada, y una mancha roja manchando la venda por sobre la parte superior de la cien derecha.

- ¿mmm...?- murmuró, para luego mirarlo, separando su mirada del libro- abuelo...-sonrió apaciguado.

- hola mi pequeño...-saludó amable, mientras se paraba al lado de su camilla.

- hola...-sonrió.

- ¿cómo te sientes?- preguntó de nuevo.

- con jaqueca, y un hambre impresionante, pero fuera de eso, bien...-sonrió, pero de repente su sonrisa de desvaneció.

- ¿que ocurre mi muchacho?- preguntó el canoso al ver la expresión oscura.

- no sé como está Sirius... o Tom... solo recuerdo que... Sirius me sacó el cinturón de seguridad, para luego empujarme fuera del auto... rodé por la calle, y antes de caer inconsciente... vi como los autos chocaban...luego... no recuerdo más...-dijo, mirando alguna mancha del viejo libro que tenía sobre su regazo.

- te... ¿te tiró del auto?- preguntó sorprendido.

- si... dios...-susurró con un leve sollozo- que horror...-sollozó- vi su silueta... como intentaba separarse de algo... su desesperación al no poder salir...-sollozó con las lagrimas acumuladas- y yo... sin rasguños mortales... mientras que él pudo haberse incrustado algo...-sollozó, con las manos vendadas se cubrió el rostro, siendo abrazado por su abuelo.

- hizo lo que le pareció correcto...-dijo.

- no, no era lo correcto, el humano debe ser egoísta... por eso sobrevive... porque retiene lo vital para él... debió saltar él, y yo debía salir solo...-sollozó.

- él no será humano, entonces...-susurró Albus.

- no... nunca lo fue... siempre ha sido un maniquí con alma de lobo... leal y estúpido...-hipó adolorido emocionalmente.

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- ¿se siente bien, señor Black, necesita algo más?- preguntó un enfermero de 40 años, a lo que el castaño negó con la cabeza.

- puedes irte...-el enfermero asintió, y se marchó sin más- espero... que estés bien, no me lo perdonaría si algo te pasase...-sonrió con amargura el de cabellos rizados- se que lloras...-dijo con los ojos cristalinos, mientras se acariciaba con dolor las piernas por sobre la tela de la manta que lo cubría- porque cuando tú te sientes mal... yo me siento peor...-cerró los ojos con calma- tranquilo Sev, con el paso de los días nos reiremos de esto... yo losé... yo lo sé...- susurró.

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- Lord, no me desconcentré... solo seguí el clíma, de lo contrario podría haber notado que...-se excusaba tímido el rubio.

- escucha Malfoy, tú... eres posesivo, ¿o no? los Malfoy son igual que las cobras... ¿cierto?- preguntó Riddle, con la mirada fija en la plateada.

- si...-dijo tímido.

- pues los Riddle lo son más, somo basiliscos... no te metas con los alphas... omega tonto...- recitó Riddle mientras le cogía del mentón.

- a-amo...-jadeó inquieto.

- proxima que niegues de esa manera tan repulsiva, olvídate de mis caricias... ¿vale?- siseó con la mirada fija en los labios carnosos del rubio.

- lo lamento...creía... que no te gustaría que lo aceptara...-gimoteó inquieto, tratando de apartarse.

- no me rebusques la vida cobra, que la muerte es más cercana de lo que crees...-amenazó Riddle, concluyendo con un beso suave y acompasado con el rubio- que sea la última vez que niegas algo que es afirmativo...-amenazó, lamiendo el cuello del rubio.

- si...am-mo...-jadeo.

- mientras nuestros hijos estén en peligro... la relación puede ser más calmada... después de todo...sé que odiabas cuando iba... rápido...-siseó al dar una mordida leve en el cuello blanco del rubio.

- gracias...amo...-susurró jadeante.