¿Amnesia?
En el hospital de San Mungo, acostumbran a tratar con padres, o familiares, histéricos por el bienestar de sus hijos, o familiares, pero ni el más bruto llanto de la Magdalena podía compararse con la reacción de Abraxas al llegar al hospital. Tres enfermeros golpeados, y dos doctores desmayados a golpes. Una pelea con un basilisco nunca acaba sin heridos, y esa escena era la prueba clave.
- ¡SEÑOR MALFOY, CALMESE , POR MERLÍN!- Exclamó una enfermera, mientras se colgaba del brazo del hombre para evitar que se abalanzara sobre el doctor que le había anunciado que su hijo estaba en estado crítico.
- ¡SEÑOR, CALMA! - Gritaba un enfermero, colgado de su espalda. Gran parte del personal intentaba que Abraxas no se aventurara sobre el doctor tirándose encima del rubio, evitando que avanzase.
- ¡VENGA PARA ACÁ, MALDITO COBARDE! - bramaba el rubio padre a todo pulmón, al acojonado doctor.
- ¡con calma, tómelo con calma! - gritaba otro enfermero, jalando de su tobillo.
- ¡basta! - de repente, Abraxas dejo de retorcerse como víbora al fuego, y sin esfuerzo se dio la vuelta, haciendo que todo el personal del hospital que lo sostenía lo soltase, para así mirar al dueño de la voz.
- Riddle... - saludó Abraxas, tratando de parecer lo más decente posible.
- ¿se puede saber que ocurre? - siseo de mal humor el Dark Lord, sin ser reconocido como el líder de la Mafia norteamericana.
- estas escorias consiguieron disgustarme con tan solo la mención de mi hijo... Es comprensible que me comporte así... - se justifico Abraxas, elegantemente.
- aja... Y... ¿Que le dijeron? - preguntó serio.
- le hemos dicho que su hijo está en coma, y en un estado peligroso y crítico... - dijo el doctor al que Malfoy quiso, nuevamente, asesinar.
- ¿solo por eso? - rio Riddle, recibiendo un gruñido por parte del rubio- ¿cómo está el mio? Tom Riddle-dijo sereno.
- el joven Tom está en... Cuarentena... - titubeó el doctor.
.
. 5 segundos después .
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- ¡REGRESE AQUÍ, BASTARDO IMPERTINENTE! - gritaba el Lord, tratando de agarrar al doctor, cuya tarea era impedida por el personal médico, quien lo sujetaba como antes, y ahora, sujetaban a Abraxas, quien trataba de hacer lo mismo.
- ¡usted no lo entiende, tengo un motivo, una razón, un apoyo para vivir! - Exclamó a aterrado el doctor, pegándose a la pared lo más posible, con tal de alejarse de las garras amenazantes y sanguinarios del lord.
- ¡PUES VEALE EL LADO AMABLE, YO PUEDO ARRANCARLE LAS TRES COSAS SIN ESFUERZO, Y SERÁ GRATIS! - gritaba el Lord con una sonrisa sádica.
- ¡AY MI RA! - gritaba asustado el doctor.
- señor, el joven Potter a despertado... - anunció una enfermera, que acababa de llegar del salón, quedando totalmente sorprendida ante la escena.
- ¿eh...? - fue todo lo que dijeron todos los presentes.
- llama para verle... Es urgente... Y creo que tenemos un pequeño problema con él - se preocupo la enfermera, antes de retirarse.
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- hola James, ¿ese es tu nombre, o no? - pregunto el doctor, mientras le chequeaba los sentidos visuales, pasando una linterna frente a los ojos avellana.
- si, señor... - respondió adormecido, por culpa de la anestesia.
- ¿cuántos años tienes? - preguntó, pasando la linterna al otro ojo.
- 16...señor...-respondio agotado.
- ¿sabes como llegaste al hospital?-preguntó, alejando la linterna y apagandola.
- no... No logro recordar... - dijo James.
- tuviste un accidente automovilístico.... - le dijo el doctor, sacando una jeringa con aguja larga sin que le viera James.
- ¿ah...? - musito adormilado.
- el chico con el que ibas...chocó, y tú caíste inconsciente... - le recordó, pero para James solo eran palabras con eco grave, pues realmente no tenía ningún recuerdo de eso.
- ¿me rompí algo? - preguntó James, tratando de acariciarte la cara, pero un dolor agudo en el hombro lo hizo retractarse.
- no James, no te rompiste nada, el chico con el que ibas, te abrazo, evitando el impacto contra tu cuerpo, tu solo te dislocado de manera suave el hombro derecho, por la fuerza que ejerció el muchacho... Tom, ¿lo recuerdas? - preguntó, dando leves tincasos al líquido espeso de la jeringa.
- ¿Tom...? - repitió con un leve balanceo en la cabeza- ¿Tom... Riddle...? - preguntó.
-si, ese es... Tom Riddle... ¿Lo recuerdas? - preguntó el doctor, preparando un algodón con alcohol.
- es el chico malo del instituto... ¿O no? - dudo.
- no lo se James, yo no voy a tu instituto... - dijo el doctor, preparando una bandita para heridas.
- ¿entonces...? - frunció el ceño.
- James, según me dijo uno de tus amigos, antes d e caer inconsciente... Era que tú y él... Etto... Llevaban una relación íntima,¿si? Eran pareja... - dijo el doctor, a lo que James abrió lo ojos.
-¿él me quería? - preguntó, a lo que el doctor comenzó a sentir lástima por la situación.
- Eso no puedo saberlo yo, James... Solo se que erais pareja antes del accidente... - dijo el doctor.
- ¿Tom... Está bien? - preguntó, a lo que el doctor se acercó a él, con la jeringa ganadora a la vista.
- está peor que tú... - le anunció, antes de pinchar a James sin aviso en el antebrazo.
- ¡AU! - Exclamó adolorido.
- sufrió ruptura de costillas, y la columna vertebral se le a torcido horrorosamente... Su fémur izquierdo se trisó en 3 partes, y su canilla derecha se partió a la mitad, su tobillo se disloco... Y su hombro derecho se a dislocado también...-dijo serio, mientras descargaba todo el líquido en las venas de James.
- ¿que...? - dijo asustado, pero calmado por los efectos secundarios de la anestesia.
- se rompió el cuerpo por salvarte James, eso... Es amor... - le dijo el doctor, con la mirada fija en la jeringa, ya vacía, para luego sacarla.
-... - James sintió un mareo horrible...
"...Citrino... "
" ¡¿ME LLAMASTE COMO UNA PIEDRA?! "
" A poco y no te gusta"
"te odio... "
" pues yo digo que me amas... "
" no te equivocas... "
- ¿estas bien? - preguntó el doctor.
- me duele la cabeza... - se quejo James, sintiendo como todo se ponía borroso, mientras sentía como el doctor lo hacía recostarse.
-es efecto de la inyección.... Duerme, te hará... Bien-la voz comenzó a distorsionarse para James.
- Citrino... - susurró con una débil sonrisa.
-¿que?-dijo el eco del doctor.
- así me llamaba él... Así... Lo hacía... - susurró, antes de caer dormido.
- ¿Citrino? - repitió asombrado- parece que le eras más preciado de lo que creías, pequeño... - sonrió con ternura, antes de bufa, pues tenia que salir, y rogar por su vida para que los dos hombre de antes no le saltasen a la yugular.
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